Partida Rol por web

-De hecho hasta estuve en el calabozo, así que si, tengo una idea de donde podrían estar- dije mientras me tocaba la barbilla haciendo pose de pensador

Son las 17:00, en esta época del año suele anochecer bastante pronto.

Pues ala. Vamos para el calabozo. ¿O qué? la maga se cruzó de brazos. Aquellos dos no acababan de decidirse y los demonios se acercaban al pueblo y seguro que no con buenas intenciones. Preguntaremos alli por vuestros compañeros y también por el alcalde de este sitio. Habrá que advertirles de lo que se viene encima. 

Os dirigis hacia la prisión del pueblo, todo está muy alterado, los guardias entran y salen. Uno que parece el que manda dice -Pero no puede ser posible, si estaban hace un minuto, necesito que alguien me explique que pasa!!!-dice gritando a diestro y siniestro.

-Parece que alguien se ha escapado-les susurro a mis compañeros -Es posible que hallan sido ellos pero ahí que estar seguros, Pamaret ponte cerca de los guardias y trata de ver que ha pasado que de seguro a mi y a Rikard nos reconocen- y al terminar de susurrar eso trata de eludir las miradas de los guardias rezando por que no lo reconozcan. 

Bueno, bueno. Ya voy. dijo de mal gana y luego se acercó a los guardias intentando averiguar que había pasado. Eso de que la mandaran y ordenaran tanto no le gustaba nada. No estaba acostumbrada. Ella era una maga, una hechicera, una bruja. Y todo el mundo sabe que la gente que se dedica al rollo mágico es un poco solitaria y pejigueras. 

Kuroe y yo nos ocultamos en lo que Pamaret va a intentar recabar información algo enfadada.

-A lo mejor Arubino los encuentra. Pero la pregunta es ¿como han escapado? por que si lo supieramos podríamos seguirles la pista. Tengo una idea Kuroe que tal si te escondes cerca del mercado e intentas escuchar alguna conversación a lo mejor consigues algo de utilidad.

Pamaret conforme se acerca a los guardias, uno se adelanta y le dice- señorita por favor vaya a molestar a otro lado, tenemos problemas y hemos de resolverlos, no me obligue a sacar mi arma-

Kuroe y Rikard veis como al otro lado de la calle se ha liado un gran alboroto, la gente está corriendo y gritando.

Al ver el revuelo me intereso y arrastro a Kuroe hacía allí mientras le susurro.

-Entre esa multitud es mas difícil que nos reconozcan y con suerte será algo interesante.

Al llegar me pongo de puntillas para ver mejor que pasa.

-Me parece bien- le susurro mientras me incorporo para intentar observar mejor lo que esta pasando.

Perdón, perdón. No quería yo molestar ni mucho menos interferir en sus tareas. Me voy. No molesto más. Ya me largo. Adiós. buscó con la mirada donde estaban aquellos dos y vio un buen revuelo formado calle arriba. Un montón de gritos y carreras. ¿Que estaría pasando? ¿Los demonios habían llegado? Empezó a andar hacia el follón y vio entonces a Kuore y despues a Rikard y los siguió a cierta distancia. Era mejor que no la relacionaran con aquellos dos maleantes de tres al cuarto. Una cuestión de prestigio más que nada.

Rikard y Oswin, veis a un montón de gente gritando y corriendo de lo que parece un escuadrón de gente que se mueve con aire marcial en perfecta formación, como si fueran un ejercito de unas 20 personas. En sus caras se refleja el mal absoluto, veis que a los lados de la formación algunos endemoniados se han salido de la formación y están atravesando la nuca de las personas con sus garras, se mueven deprisa y a la gente no le da tiempo a reccionar. Avanzan en vuestra dirección.

Los ojos se me abrieron como platos pero sin pensar reaccione desenvaine mi espada rápido como el viento y la alce.

-Alto -aparte a las personas entre yo y el grupo de demonios y busque con la mirada al que había herido antes- ¿os acordáis de mi? si ese hombre que os ha causado varias heridas en dos días y el cual os matara hoy mismo ¿no crees que sería mas interesante pelear contra mi que simplemente matar aldeanos que ni saben defenderse?

Pero parece que mis palabras no causaron el efecto deseado así que corrí en dirección hacia uno de los que mataba inocentes y le intente dar una estocada fallando por escasos centímetros.

En cuanto veo que Rikard trata de llamar la atención de los demonios me alejo de el y trato de subirme a techo mas cercano para tener un mejor panorama del tema y tratar de visualizar a un posible jefe de horda.

Son demasiados dijo viendo que la intención de sus dos compinches era la de enfrentarse a los endemoniados. Buscó con la mirada algún sitio en el que esconderse o para donde huir directamente. Siempre habia pensado que en su funeral habría mucho incienso, un montón de ramos de flores negras y que el presidente del sindicato arcano daría un discurso alabando sus dotes para la hechicería. Si moría allí, en aquel sitio de mala muerte, como mucho le esperaba una tumba en una cuneta. 

Mientras Pamaret y Kuroe huyen con éxito, Rikard se enfrenta contra uno de los demonios el cual se mueve a ina velocidad increible y se coloca detrás de Rikard hincandole las uñas que son como garras en la nuca,-ahora te uniras a nosotros- un frio terrible recorre su cuerpo y se siente desvanecer.

Kuroe desde las alturas casi resbala y provoca que caiga una teja al sueloque se rompe en pedazos, uno de los demonios escucha el ruido y se acerca para ver que está pasando.

Está anocheciendo, falta poco para que se ponga el Sol.