Partida Rol por web

Se habría golpeado a si misma al ser tan descuidad, tan débil, cayendo profundamente en ese sueño por unas “simples heridas”. Pero lo cierto es que esas horas de sueño le permitieron recuperarse, cerrar algunas heridas y tener mas fuerzas. De no haberse desvanecido, seguramente se habría quedado tercamente vigilando, sin poder sanar nada.

Abrió los ojos, quedándose muy quieta en su lugar, sintiendo el agarre de su espada y tratando de ubicarse. Al ver a Ratko, con su túnica manchada de sangre reseca, le hizo revivir todo lo que había pasado. Se levantó con cautela, acercando al mago y apoyando una mano en su blanquecina piel.

-Bien- murmuró soltando un suspiro. Estaba vivo y su piel cálida le dio esperanzas. Con la mirada buscó a Niella, la cual justo volvía con algo entre sus manos-. Deja de estar salvándonos todo el rato. Nos haces quedar mal- le sonrió con sinceridad, con ganas de darle un abrazo, de esos que dolían, pero aun sentía tirones en algunas partes de su cuerpo, por lo que supuso que algunas heridas podrían abrirse de hacer tonterías-. ¿Cómo estas?

—Oh venga... si os morís ¿a quien pondría de señuelo mientras me escapo?— la chica levantó las cejas con picardía mientras abría un saquito en el que había metido varias cosas que había encontrado: hongos, arándanos, un puñado de ciruelas... Y una ramillete de una planta de pétalos rojos y tallo oscuro.— Estoy bien, no me dieron demasiado fuerte, por suerte... He traído algo para desayunar...y esto. Hemaflora. Ayuda a recuperar fuerzas. Si nos vuelven a atacar, nos vendrá bien tener algo así. Por si acaso.

Ratko abrió los ojos con pesadez, había tenido un extraño sueño que no conseguía recordar pero que le había resultado desagradable, lo único que le había quedado era la sensación de haber caído y una punzada de dolor en el pecho. Cuando miró a su alrededor y vio a sus compañeras, estaban hablando entre ellas pero no llegó a escuchar lo que decían debido a su embotamiento, probó a incorporarse y al darse cuenta que podía se sentó sobre sí mismo en el suelo llevándose por inercia la mano a la herida.

- Vaya... el traje es caro- comentó tras inspeccionarse tanto la herida como el estado de sus ropas- para poder comprarme otro igual voy a tener que bajaros el sueldo- les dijo a ambas guiñándoles un ojo con una amplia sonrisa donde dejo al descubierto sus afilados colmillos sin pudor a mostrarlos.

La joven ya se había fogueado, demostrando que estaba preparada para plantarse ante cualquier situación, llegando a cuidarles y conseguir recursos. Estaba más en confianza con ella que con otros miembros del gremio.

-Te invitaré algo cuando volvamos- le prometió al ver la comida y hasta esa rara planta que consiguió. Era una caja de sorpresas, lista y práctica. Le agradaba aun más. Entonces Ratko se incorporó, demostrando que sus heridas también habían sido curadas en parte. Shany sonrió ampliamente-. Ve con el torso desnudo, seguro que es mejor que esos trapos- soltó otro suspiro de alivio. Todos estaban a salvo, heridos y magullados, pero vivos. Era una nada sutil advertencia que aquello era muy difícil, potencialmente mortal. La idea de ir pocos era para que no les descubrieran, pero esa perra ya sabía sus planes desde un principio-. Vamos a tener que ser muy cuidadosos de ahora en más.

Que la guerrera dijera eso demostraba que en verdad estaba preocupada, quizás no tanto por su vida, sino por la de los demás. No es que no le importara morir, sino que ya había perdido demasiados aliados y amigos en su vida, siendo esta vez mucho más doloroso de producirse.

-Al diablo- murmuró y se acercó a Ratko, dándole un suave beso en los labios-. Idiota, no te mueras. Me tenías preocupada.

Carraspeó luego, dedicándose a revisar lo traído por Niella, fingiendo que no había pasado nada y que todo estaba como siempre. Debían recuperar fuerzas y decidir que hacer.

Niella inclinó la cabeza a un lado con curiosidad, al ver los colmillos. ¿Así que el bueno de Ratko era un diabal? Debía serlo, porque aunque tuviese un poco cara de pez nada indicaba que fuese un hídrope. En cualquier caso estaba claro que aquella era una hermandad peculiar. Le gustaba. La joven no hizo ningún comentario al respecto cuando la orumita besó a Ratko: hacía tiempo que sospechaba que aquellos dos tenían una relación, pero no pudo evitar sonreír hacia sus adentros al oír hablar al diabal. Parecía que no había visto su pequeño truco de magia (o al menos fingía que no lo había visto) y por tanto no sabía que había estado cotilleando sus libros.

—Si os habéis dado cuenta... Ratko y yo hemos usado magia y no nos ha caído ningún rayo divino ni ha aparecido ninguno de esos asquerosos orbes —comentó—; creo que aquí se cuece algo... ¿Nos permite entrar a la torre sin mas? No sé... 

La chica miró los cuerpos de los sectarios, todavía allí, pues nadie les había reclamado y se acercó a ellos, con la intención de revisar sus ropajes para ver si llevaban algo interesante o algún símbolo que pudiesen utilizar como disfraz.

Después de todo lo acontecido durante el trayecto, el grupo pudo finalmente vislumbrar su objetivo en el horizonte. Allá a lo lejos se alzaba la silueta de la torre de Ran's, o lo que anteriormente siempre fue conocida como La Torre de los Magos, una institución de élite dedicada a instruir y formar a los usuarios de la magia que habían demostrado estar a la altura de las altas exigencias del claustro.

A medida que el grupo se iba acercando, percibía que todo estaba más y más tranquilo y desértico. Cuando el pequeño pueblo pesquero que colindaba con la torre estaba as escasos metros os disteis cuenta que allí ya no quedaba nada. No había niños jugando en las calles o adultos realizando sus labores. El pueblo estaba totalmente abandonado. ¿Habrían caído víctima de la "usurpadora? ¿habrían evacuado el lugar? o peor aún ¿estarían dentro de la torre?

Seguisteis avanzando en silencio, observando vuestro alrededor con desconfianza. Seguía sin verse ninguna amenaza y la torre estaba cada vez más cerca. Era realmente como si os estuviesen invitando a entrar sin ningún tipo de contemplación.

Pero aquella percepción cambió cuando a escasos metro de la torre observasteis que "decorando" los alrededores había más de una veintena de cuerpos empalados.

Si dedicabais unos minutos a analizar los cuerpos podíais ver que se trataba sobre todo de personas con estética mágica: túnicas, ropajes ligeros, libros colgados de cinturones... ¿serían los miembros de la academia?

La torre estaba allí presente, sin nadie que la defendiese, tan solo esa macabra señal de "advertencia", pero las puertas estaban abiertas. Solo había dos opciones: entrar o huir.

Niella se agazapó y contuvo una arcada al ver aquella imagen. De nuevo una escena que almacenaría en sus recuerdos durante el resto de su vida. La dibumae estaba convencida de que, si salían de aquella, tendría pesadillas con aquellos cadáveres. ¿Cuántos habían visto desde que esa zorra había ascendido al poder? Demasiados. Y según pasasen los días, se multiplicarían. La maldad de aquella mujer no parecía tener límites. 

—¿Podéis oler algo? Todos esos cuerpos... A un par de días que llevasen ya debería apestar todo a varios kilómetros y yo no huelo nada. Además, por qué iba a dejarles los libros...—la chica inclinó ligeramente el cuerpo hacia delante, como un gato a punto de saltar sobre un pájaro —¿No será...una ilusión?

Continuaron el camino, a pesar de todo lo que les pasó, sabiendo que el siguiente desafío sería aún peor. Pero no se desanimaron, o no lo demostraron, teniendo como objetivo liberar toda la zona de la malvada influencia de esa perra. Niella dijo algo interesante, pues usaron magia y nada raro pasó. Eso era una ventaja y les daba cierta esperanza de poder acabar con aquella locura.

La imagen de la imponente torre no fue suficiente, tenía que demostrar su poder de alguna manera. ¿Y qué mejor manera de demostrar tus capacidades que con una buena masacre? Esta práctica no le era desconocida, muchas tribus utilizaban esto para desmoralizar, para que un guerrero dude antes de atacar, logrando de esta forma una ventaja increíble. La intervención de Niella le hizo notar ese detalle al que no le prestó atención.

-Puede ser. Es la mejor forma de que los intrusos no entren y te ahorras el hedor- dijo alzando la mirada hasta la cima de la torre-. Solo quiere asustarte antes de que te enfrentes a sus pruebas.

Como si necesitara más escusas para temer a esa condenada bruja.

-Al diablo- murmuró y se acercó a Ratko, dándole un suave beso en los labios-. Idiota, no te mueras. Me tenías preocupada.

Aquella reacción de Shany había cogido al diabal en bragas... o en su caso en gallumbos, si bien ambos intimaban Ratko conocía lo suficiente a la orumita para saber que no era próliga en muestras de cariño o más bien de sentimientos, por ello la sorpresa tuvo el doble de sorpresa y le resultó el doble de placentera, tanto que no fue capaz de contestar, tan sólo asentir como un idiota... su idiota.

Pero aquel momento de alegría duró poco, allí no habían ido a hablar de ningún libro pero si a meterle una bola de fuego por el culo a una maga que no lo era...

—Si os habéis dado cuenta... Ratko y yo hemos usado magia y no nos ha caído ningún rayo divino ni ha aparecido ninguno de esos asquerosos orbes —comentó—; creo que aquí se cuece algo... ¿Nos permite entrar a la torre sin mas? No sé... 

- Cierto... puede que nos rete, puede que no... sólo lo sabremos cuando estemos dentro- dijo ya recuperada la compostura.

Tras los comentarios de sus compañeras, el nigromante asintió.

- Ahora mismo no puedo asegurar que sea una ilusión pero no hemos llegado tan lejos para echarnos atrás, debemos centrarnos, como dice Shany nos deparan más pruebas, vamos- dijo con decisión caminando hacia el interior de la torre

Haciendo caso omiso a aquella advertencia, os adentrasteis con decisión a la torre.

El interior estaba oscuro, vacío, era algo extraño puesto que supuestamente aquella torre era una academia ¿cómo era entonces que justo la entrada era solamente una gran habitación vacía y oscura? ¿era producto de la magia de Mashane?

El eco de vuestros pasos retumbó por toda la estancia, incluso un leve carraspeo resonaría con un volumen más alto del normal. Pocos segundos hicieron falta para que la imagen de "La usurpadora" hiciera acto de presencial.

Esta vez se mostraba de cuerpo entero, mostrando ropas elegantes y lujosas.

Así que habéis decidido aceptar el desafío. Estupendo, seguramente llegará un momento por el cual os arrepentiréis de haberlo hecho. Con un poco de suerte, nos veremos en lo más alto de la torre.

Lentamente, la imagen que era claramente una proyección arcana desapareció. Tras su disipación repentina se reveló una escalera que ascendía justo al fondo de la sala. Parecía que las pruebas que os había interpuesto aquella maligna maga estaban a punto de comenzar.

Cuando subisteis a la primera planta, os encontrasteis de nuevo en una sala inmensa pero vacía. En el centro de ésta, había simplemente unos cubos que irradiaban un pequeño haz de luz. Cada uno de un color diferente.

Si os acercabais con prudencia comprobaríais que no parecían ser ninguna trampa, sino más bien un rompecabezas.

Dichos cubos reaccionaban ante el contacto de vuestras manos, pero parecía que tenían una simbología que estaba desordenada. Definitivamente la teoría de que se trataba de un puzle cobraba fuerza, igual teníais que estrujaros un poco los sesos para dar con la clave...

Aquello definitivamente no estaba bien, pensó Ratko nada más entrar en la torre, aunque tampoco era de estrañar con todo lo que había montado aquella maldita mujer. Ver lo que debía ser una academia de magos, llena de aprendices de aquella manera... Enfadó aún más al nigromante pero lo que terminó de enfadarlo más fue la visión de la mesonera, volverían a verse las caras... Eso era seguro.

- Cubos mágicos... Es un puzzle que debemos resolver, suelen reaccionar al tacto, seguramente habrá que ordenarlos... Aunque hay veces que obedecen a otro patrón... Veamos- comentó el díabal examinando los objetos con prudencia sin llegar a tocarlos del todo- tened cuidado son muchos los hechizos que se pueden esconder mediante magia en el objeto más inofensivo... 

Entraron esperando cientos de trampas o seres horribles creados por la las perversa magia, fuego, hielo y relámpagos… pero no, solo una habitación vacía y luego la imagen de la perra. Shany estaba segura que antes no tenía tanto pecho, seguramente se había hecho algo con magia. Si incluso sus ropas habían sido cambiadas por algo más elegante. Cada vez estaba más segura que esa mujer siempre deseó ser algo más de lo que la vida le impuso. Imbécil.

Unos instantes después, tenían una escalera y unos cubos de colores. Shany les miraba enarcando una ceja, sin saber muy bien que buscar. No era una chica muy lista en esas cuestiones.

-Quizás debemos metérselo en el culo- aventuró con una sonrisa, corroborando los símbolos, pero sin tocar nada. Prefería que fueran las hábiles manos de Ratko quien tocara algo tan delicado.

—El problema es que puedes encontrar varios patrones— objetó Niella tocando con suavidad el cubo azul y luego el verde— ¿Véis? El azul no tiene ninguna "isla" en el dibujo, ninguna forma cerrada, quiero decir. El verde tiene una central, el rojo tiene dos y el morado tiene tres, en línea. Pero si lo ordenamos por el número de líneas sería... veamos... El rojo tiene dieciséis, el azul diecisiete, el verde dieciocho y el morado.... bufff veintidos. Lo de las islas me parece lo más lógico, pero puede haber más cosas que no sepamos.

Niella miraba a Ratko, nerviosa, esperando que él diese con la solución.

Aunando los esfuerzos, conseguisteis que aquellos cuatro cubos de colores se sincronizasen de manera armoniosa, provocando que comenzasen a parpadear hasta desaparecer como si fuese otra proyección mágica más de aquella torre.

Aunque teníais confianza de haber resuelto aquel rompecabezas, hasta que no se materializó de nuevo una escalera ascendente no suspirasteis de alivio. Podíais continuar tras haber superado la primera prueba.

Ascendisteis nuevamente pensando qué sería lo que os prepararía ahora la usurpadora.

Una vez llegados a la nueva planta os disteis cuenta que en esta ocasión no había una gran sala, sino un largo pasillo cuyo final casi no parecía tener fin.

Avanzasteis con cautela, como siempre, pensando dónde estaría exactamente el desafío. Intentando desentrañar cuales eran los secretos de aquel pasillo, tanteasteis paredes y suelto para comprobar estupefactos que pocos metros por delante de vuestra posición, varios relámpagos zigzagueantes recorrían el lugar rebotando de forma caótica y errática.

No sabíais cuales serían las consecuencias de ser impactados por un rayo así, además calcular la trayectoria era imposible debido a rebotes aleatorios ajenos a cualquier física... ¿qué significaba aquello? Que para cruzar al otro lado había que demostrar unas habilidades físicas y una agilidad endiabladas.

No había tiempo que perder. ¿Quién sería el primero o la primera en intentarlo?

Niella cogió aire. Tenía un físico bastante débil, pero era bastante ágil y, además, confiaba en su suerte. Al fin y al cabo, podías ser la persona más ágil, inteligente y fuerte del mundo, pero sin suerte no lograrías sobrevivir en él. Sin esperar a que nadie dijese nada la chica se lanzó a la carrera saltando, agachándose y tirándose a un lado de cuando en cuando, como si la vida le fuese en ello... y es que realmente creía que la vida le iba en ello. Cuando llegó al final del pasillo se encontraba exhausta, pero sonriente. Jadeando levantó el brazo a sus compañeros para indicar que estaba bien antes de revisar las paredes.

—Esperad un minuto. Voy a ver si hay algo que pueda apagarlo para que paséis sin peligro.

Definitavemente la novata era una caja de sorpresas, debido a que el diabal había estado cao no había podido estudiar a Niella, pero cuando ambos se pudieron a resolver el rompecabezas constató que la muchacha conocía secretos arcanos, no estaba seguro de a que rama pertenecía, pero lo que estaba claro es que poseía poder un poder, que aún no había terminado de desvelar pero que lo haría al final de aquellas pruebas y deseaba verlo.

Cuando el nuevo test se abrió ante ellos, el demonio torció el gesto, no era especialmente bueno en lo que se refería a habilidades físicas, pero... miró a Shany de reojo, desde que había empezado a... intimar con la dama de ébano había desarrollado ciertas dotes de resistencia que estaba seguro habían terminado por fortalecerlo de alguna manera... poder estar a la altura de Shany era físicamente un reto...

—Esperad un minuto. Voy a ver si hay algo que pueda apagarlo para que paséis sin peligro.

- De acuerdo... pero es posible que tengamos que pasar necesariamente por aquí como parte de la prueba- le respondió a la novata mientras examinaba la situación y se preparaba por si era necesario realizar el salto.