Partida Rol por web

Niella se había movido entre los rayos con confianza y ligereza. ¿Su secreto? Había aparcado la duda a un lado dejando que fuese su instinto primario el que diese las órdenes a su cuerpo. De este modo, había reaccionado a cada rayo sin que ninguno de estos llegase siquiera a rozarla. La muchacha parecía  satisfecha consigo misma, más esa sensación desapareció al comprobar que no había ningún dispositivo que pudiese apagar aquella telaraña eléctrica.

—Mierda... Lo siento, pero aquí no hay nada que pueda apagarlo. —dijo tras unos minutos buscando. La chica arrugó la frente. Veía a Shany muy capaz de superar aquella prueba pero el mago... El mago tenía aspecto de no haber levantado el culo de una silla más que para ir a la biblioteca a coger otro libro. Si al menos hubiese habido ventanas— Vais a tener que cruzar.

La nueva prueba era totalmente diferente a la anterior, seguramente igual de peligrosa. En la otra podría parecer una tontería, unas cajitas a resolver, pero desataría alguna trampa mortal si erraban. Todo en esa maldita torre era mortal. Antes de intentar nada, buscó algún patrón en los rayos, llegando a la conclusión que no lo tenían. Debía dejarse todo a la suerte o a la agilidad. Antes de poder decir algo, Niella estaba del otro lado, saludando con una juvenil sonrisa.

-En serio, nos está dejando muy mal- murmuró con una media sonrisa. Se acomodó su equipo, distribuyéndolo para que no sea un estorbo. Luego avanzó medio agachada, como una pantera correteando entre la selva, sintiendo como su cabello se erizaba cuando la descarga eléctrica pasaba especialmente cerca. Solo un golpe de esas cosas provocaría muchísimo dolor, quemaduras y hasta la muerte. No era una prueba, era un tamiz para dejar atrás a posibles retadores.

Estaba claro que a pesar de la buena voluntad de Niella, las cosas no podían ser tan fáciles para Ratko puesto que no había otro camino posible que seguir hacia delante sorteando los obstáculos... en aquel caso rayos morados, el diabal avanzó haciendo uso de sus cualidades físicas... más bien justitas por eso trató de seguir la estela de Shany, que con su habilidad felina iba esquivando los rayos con mucho mejor tino que él, que sin quererlo se tragó unos cuantos, recibiendo el impacto en extremidades y hasta en el pecho lo que hizo que se le pusiera el pelo de punta y terminara más chamuscado que los palos de un churrero. Lo bueno... es que por lo menos llegó a pasar al otro lado, aunque casi podría haber terminado de otro lado...

- Pero mal...- añadió el diabal con un tic en el ojo producto de los calambrazos que había recibido- esto de ser el jefe me está sentando muy mal...- estaba recibiendo más palos que una estera

Mientras iba avanzando, sus sentidos también estaban en otro lado, oyendo las pisadas de su diabal. Cuando el primer rayo impactó en él, Shanny intentó moverlo, darle un empujón o lo que fuera para apartarle del impacto del siguiente, pero solo consiguió que uno de los rayos le diera con fuerza. Al final todos terminaron cruzando, pero la guerrera estaba especialmente mosqueada por haber fallado en mantenerle entero.

-Tsk, con Earendill habría sido peor. Toda esa agua junta nos habría entorpecido- se encogió de hombros, aunque en realidad siempre había apreciado a su pequeña ex líder-. Deberíamos haber puesto algo explosivo en la base de la torre. Nos ahorraríamos problemas- repitió ese imposible plan, pues no disponían de nada para realizar semejante proeza.

Niella se tapó los ojos al ver como los rayos impactaban contra Ratko,que parecía destinado a recibir todos los golpes en aquella aventura. Y si uno no le alcanzaba, Shany le empujaba a él. Afortunadamente no parecía que aquellos rayos fuesen mortales, aunque el líder del grupo tenía el aspecto de alguien al que le han metido en un saco lleno de gatos. 

—Oye, ¿estás bien?— Niella tocó el hombro de Ratko y lo retiró con una exclamación al recibir un calambrazo de la electricidad estática que aún quedaba en el cuerpo del diabal y agitó la mano para calmar la molestia— ¡La madre que te pario!

Ratko se puso a quitarse el polvo de su traje y arreglarse el cabello, le gustaba ir bien vestido y estar aseado, era un demonio muy coqueto pues siempre había que estar dispuesto para lo que surgiera, además era el representante del gremio y había que causar una buena impresión, esto era algo que sus compañeras se habían percatado desde antes de la aventura y después de haber sido chamuscado aquella atención a su aspecto más que a sus heridas era algo que entraba dentro de lo normal... lo que no lo era tanto fue la expresión de su rostro y el temblor de sus manos.

-Tsk, con Earendill habría sido peor. Toda esa agua junta nos habría entorpecido- se encogió de hombros, aunque en realidad siempre había apreciado a su pequeña ex líder-. Deberíamos haber puesto algo explosivo en la base de la torre. Nos ahorraríamos problemas- repitió ese imposible plan, pues no disponían de nada para realizar semejante proeza.

- Pues... esa agua...junta... ahora me vendría...muy bien...- dijo con voz temblorosa tratando de aparentar una normalidad que se le escapaba como el aire de sus pulmones a través de la boca, en forma de jadeos, tratando de respirar. 

—Oye, ¿estás bien?— Niella tocó el hombro de Ratko y lo retiró con una exclamación al recibir un calambrazo de la electricidad estática que aún quedaba en el cuerpo del diabal y agitó la mano para calmar la molestia— ¡La madre que te pario!

- Estupendamente...- dijo dando una honda respiración para capturar todo el aire posible y dar un paso adelante- mi... madre... es una dama... maravillosa... lástima haber salido... a mi padre...- mierda... pensó... otra vez no- Sigamos...- fueron sus últimas palabras antes de caer redondo al suelo, el diabal... ni siquiera notó el contacto con la fría superficie pues la oscuridad lo había envuelto antes de que sus piernas dejaran de sostenerlo.

-¡Ratko!- Niella se asustó que al ver de nuevo caer a su jefe.- Shany, ayúdame. Cada vez que te diga, metele aire. Y tapale  nariz.

Los nervios y el miedo a terminar de romperle algún hueso hicieron que los esfuerzos de Niella fueran en vano. Por mucho que intentaba hacer que el corazón del diabal volviese a latir, no lo conseguía. 

-Mierda....

Finalmente saco la hierba y rogó a los dioses para que sirviera de algo

La guerrera miraba al mago con bastante preocupación, sin saber bien si debía ayudarle a avanzar o dejarle recuperarse para no herir su orgullo. Pero sus temblores y frases entrecortadas no parecían remitir, pero a pesar de todo intentaba estar “presentable”. Nunca entendería esa faceta suya, pero la respetaba. Entonces, cuando ya se dispuso a continuar, se precipitó al suelo.

-¡Ratko!- con premura intentó atraparlo antes de que tocara el piso, evitando algún otro daño-. Ya basta. Esto empieza a molestar- era la segunda vez que le veía así, siendo la primera vez cuando esa cosa negra intentó llevárselo-. Es solo un poco de electricidad, eres más fuerte que eso- sus ojos fueron hacia Niella, como si ella tuviera la respuesta pintada en la cara-. Voy a matar a esa condenada perra.

Era la única forma que tenía de quitarse esa impotencia y rabia: destrozar a la culpable de todo aquello y rogar que sufriera con cada corte de su espada. Pero por suerte Niella tenia mejores ideas, asi que empezó a seguir sus indicaciones, al pie de la letra y rezando en silencio a todos los dioses que conocia. Pero todo esto parecia ser en vano y la pequeña compañera sacó unas hierbas de su bolsa. Shany solo podia observar esas plantas con esperanza, pues ella no tenia idea sobre que hacer a continuacion.