Partida Rol por web

—Precisamente por eso —respondió la chica tapándose la boca para eructar con suavidad— Necesitamos reservar la artillería pesada para hacer picadillo a esa pécora.

Aunque aquello parecía lógico, Niella ocultó la verdadera razón: esos dos estaban juntos y a juzgar por los ojitos que se ponían, enamorados hasta las trancas, y por tanto, que uno cayese afectaría al otro mucho más que si caía ella.

—Pero picarla en cachos muy,muy pequeñitos— murmuró mientras esperaba el efecto...

Ratko no quería volver a caerse redondo delante de las chicas, el tan sólo pensarlo lo ponía nervioso pero además no estaba seguro de poder volver a levantarse, tenía la sensación de que un soplo de aire lo volvería a tumbar pero se negaba a hacerlo, no sólo porque aquello se estaba haciendo repetitivo sino porque lo que quería era tener un mínimo de fuerza para darle su merecido a la arpía que había montado aquella feria. Por tanto, mientras se decidía a ver que hacía con el agua de marras Shany dijo en voz alta su idea, que era la de probar el líquido

- Probar el líquido puede ser contraproducente... no se si te acuerdas del agua que vimos en las mazmorras y que casi me dejan tonto para siem... ¡Niella!- dijo tarde, muy tarde- Pero... ¿pero que has hecho? eso puede ser cualquier cosa... ¡Insensata!- dijo molesto con la chica temiendo que el "agua" reaccionase con algún maleficio

Niella puso una cara como si se hubiera tragado un sapo. Se llevó la mano a la boca y se tambaleó como si se fuese a caer. Sin embargo, no fue el caso. Tras unos segundos de tensión, la chica sonrió.

-Tranquilo Ratko: Si fuese sensata no te habr... Está rico... Pero es... Un poco indigesto... Ejem bastante indigesto.  No lo recomiendo... Aunque lo mismo es lo que hay que hacer

Por suerte la valentía o estupidez de Niella no le había condenado a ser un ser descerebrado cubierto de un moco negro como casi le pasó a Ratko, pero tampoco parecía estar en muy buena salud. Eso indicaba que esa no era la copa… ¿O sí?

-Tienes más corazón que cabeza- dijo a modo de insulto y alago a la vez-. ¿Eso significa que debemos beber la otra?- suponía que sí, pero esta vez no dejaría que fuera Niella quien se siguiera arriesgando-. Aún sigo sin entender que demuestra con esta prueba. La primer ingenio, la segunda agilidad o velocidad… ¿Esta valentía?

Se encogió de hombros, esperando que alguno de ellos tuviera verdadera idea de porque se estaban arriesgando con dos malditas copas de algo posiblemente venenoso. Los asesinos Orumitas solían ser más simples y directos, sin tantas vueltas a menos que se pagara de más para dar un mensaje. En este caso se le escapaba el mensaje que pudiera tener.

Quizás que los magos, que físicamente suelen ser más débiles no pasen

Y por un momento, todo parecía ir bien... Solo lo parecía porque otra arcada más fuerte aún que la anterior le vino a la boca del estómago. Y de ahí, a la boca. Y de la boca al suelo. Y Niella, tras dar un traspiés, a los brazos de Shany.

La parte buena era que la chica parecía viva. Muy perjudicada, pero viva. La parte mala, que su estómago dolía como si un montón de sanguijuelas peleasen por salir. 

También estaba consciente, pero eso no estaba muy claro si era bueno o malo. Al menos para los estupefactos compañeros que aún la oyeron murmurar con retintin a través de la respiración agitada.

–Pero es mejor que la sopa picante de Shany

Mientras contemplabais como Niella perdía la consciencia, las escaleras que indicaban que se podía seguir avanzando se hicieron realidad.

-¡NIELLA!- la joven cayó sobre ella y aunque estaba preparada para esta eventualidad, creyó que había superado el efecto de lo que sea que bebió. Con delicadeza la depositó en el suelo, comprobando que aun respirara o que le latiera el corazón. Quizás si la obligaba a vomitar soltara algo de ese maldito veneno, pero este actuó demasiado rápido, ya debería haber sido absorbido por su organismo-. Mierda. No reacciona- le dijo a Ratko alzando la vista, justo para ver como las escaleras aparecían ante ellos-. Esa hija de puta…

A menos que Rakto tuviera la capacidad de ayudarla, quizás deberían descansar otro rato ahí hasta que la joven volviera en sí. Se lo debían.

Ratko se había quedado mirando a Nutella sin pestañear, estaba seguro que eso de beberse el "agua" de una sentada iba a tener consecuencias... Probablemente un líquido sería benigno y otro no tanto o tal vez ambos eran malos, pero haciendo lo que habia hecho aquella insensata lo único que podía pasar es que a ella le empezase a pasar algo raro o que se quedara más fresca que una lechuga, cosa que dudaba seriamente, por tanto mientras el demonio no hacia más que estudiarla y ella y Shany se ponían a hablar y discutir sobre los beneficios del líquido y la necesidad de ingerir el segundo, los ojos de Ratko iban de una a otra como si de un partido de tenis se tratará cuando Niella cayó hacia adelante...

-Esto de los desmayos es contagioso... A ver si la siguiente vas a ser tú... Y prefiero que no lo seas- dijo al lado de Shany mientras el diabal ponía sus manos sobre el rostro de la muchacha y recitaba una especie de salmo y oración, en un lenguaje desconocido para la orumita y cualquier persona que no fuese mago​​​​​​. 

—Otra vez no... No... Por los estómagos de las cabras bicéfalas. No dejéis que ella cocine.

Tras unos minutos, Niella comenzó a recuperarse, no sin antes murmurar frases que, aunque comenzaban de forma preocupante terminaban de forma que solo insultaba a la cocina orumita. Parecía que la chica estaba a salvo. Niella se giró sobre su cuerpo, quedando recostada en una relajada posición semifetal, con la expresión de alguien que acababa de pasar de una pesadilla a un sueño ligero. Sin embargo algo, ¿un instinto? ¿la respiración de sus compañeros? ¿algún ruido? hizo que empezase a espabilarse y salir de aquella placidez.

—¿Qué ha pas...? Ah. El líquido. Era un poco más fuerte de lo que pensaba... Gracias por sacarme de ese sueño... era algo horrible e indescriptible —la chica tenía la frente perlada de sudor, pero parecía optimista. Al fin y al cabo seguía viva— Anda mira. Ya podemos pasar a la siguiente sala... ¿Qué fue lo que funcionó?

-No voy a desmayarme- le dijo frunciendo el ceño y sin mirar directamente al diabal, pues no era algo que pudiera prometer, sobre todo viendo cómo se estaban desarrollando todas esas pruebas.

Sea lo que sea que había hecho Ratko, pareció funcionar, al menos la joven hablaba entre sueños, aunque fuera para difamar la comida de Shany. Pero bueno, ya había visto como sus compañeros una y otra vez no sabían apreciar las bellezas de su pueblo, como su hermoso desierto y la picante comida… Bueno, Ratko si supo apreciar algunas costumbres Orumitas.

-¿Qué ha pasado? Casi la palmas mujer- le dijo con ganas de darle un golpe en el hombro, pero que contuvo por su estado algo delicado-. Pero eres una chica dura, así que lo puedes contar- la última pregunta le hizo mirar hacia la puerta-. Supongo que es una prueba de valentía…- O estupidez, pero no iba a decirlo en voz alta-. Como sea, pasamos a la siguiente.

La cual podría ser luchar contra un titánico monstruo o armar un rompecabezas con partes humanas, no podía estar segura de nada.

—En realidad me sentó como si hubiese comido algo en mal estado. No pesado o a lo que no estás acostumbrado, sino algo podrido, quemado y crudo al tiempo.— La muchacha se pasó la mano sudorosa por el cabello y sonrió guiñando un ojo— Bueno, estamos en paz.

Después de unos segundos tocando el estómago para ver si seguía en su sitio o decidía dar otro par de vueltas más, el otro vaso de agua y lo cogió con cuidado, acercándoselo a la nariz como si fuese a dar otro trago. En lugar de ello, lo posó en la mesa. 

—Sigo creyendo que es para evitar que la gente lo alcance, no una prueba, sino un simple impedimento. Seguramente no sea maga, y esta es una buena forma de librarse de alguien que podría achicharrarla a distancia. O de dejar lo suficientemente tocado a su guardaespaldas. — miró a las escaleras —Creo que será mejor que descansemos. Algo me dice que no hay más pruebas, sino que esa perra está ahí detrás. Yo estoy un poco mareada aún. Ratko tampoco tiene muy buen aspecto... Aunque bueno. QUizás la otra copa contenga el antídoto

Aquella última frase la había dicho a modo de broma, aunque la voz rasposa por la vomitona no dejaba verlo con claridad.

Notáis de repente como el acceso de las escaleras empezaba a parpadear, como si aquella salida fuese producto de la magia y tenía un periodo de caducidad.

¿Las estarías no estarían ahí eternamente? ¿Os obligaba aquello a tener que avanzar sin descanso a pesar de los esfuerzos a los que os estaban sometiendo?

—Oh mierda... ya descansaremos en las escaleras

Niella se levantó como un resorte al ver que aquella escalera amenazaba con desaparecer. Tenían que correr hacia ellas, aunque se encontrasen al borde del desmayo. La otra alternativa era volver a envenenarse, y aunque fuese Shany la que lo bebiese, nada podía garantizar que no saliese mal.

Ratko dio un suspiro de alivio cuando vió como Niella se reponía, parecía que después de todo había sido de utilidad en aquella misión porque desde luego no estaba teniendo su mejor actuación con tanto desmayo y cara pálida.

- Lo que dices de las actitudes mágicas de nuestra anfitriona es cierto... cada vez estoy más convencido de que no posee el don de la magia, simplemente está haciendo uso de elementos mágicos para obtener poder y defenderse, por eso se empeña tanto en destruir a los magos de verdad... lo que no entiendo son sus motivos. Y... sí... debemos movernos las escaleras van a desaparecer en cualquier momento, ya tendremos tiempo de descansar, al menos tú- miró a Shany- sigues entera... me temo que vas a ser nuestra mejor baza, sólo espero que sus trucos de magia no lleguen a mucho más cuando nos las veamos con ella, si aún no nos hemos repuesto no vamos a poder ayudarte en la lucha y eso me preocupa.

Aunque la idea de descansar era tentadora, Mashane allá donde estuviese supervisaba cada uno de vuestros movimientos. Fue así que cuando percibió que vuestro avance era más lento de lo que tendría pensado, amenazó con hacer desaparecer los accesos.

¿Por qué actuaba así? ¿Es que quería poneros a prueba? ¿O simplemente tenía poca paciencia?

La cuestión es que ahora habíais conseguido avanzar una planta más ¿dónde estaría el fin? porque parecía que no era en aquel momento.

Ante vosotros se mostraba vuestra nueva prueba, una sala sencilla a simple vista pero que mostraba cual iba a ser el elemento fundamental: un laberinto de espejos.

Observabais vuestras propias imágenes reflejadas en cada cristal, convirtiéndose en un abanico de siluetas que se movían en sincronía con cada paso que dabais. Al principio la idea resultaba hasta divertida, encontrar la salida en un lugar así era desafiante, pero lo fue aún más cuando os disteis cuenta que algo empezaba a fallar: el aire que había en la sala estaba desapareciendo lentamente. Lo notabais al respirar, cada vez era más costoso.

Aquello os ponía en una situación complicada, debíais ser lo suficientemente audaces y observadores para salir de allí con velocidad antes de que el aire que sustentaba vuestros pulmones se agotase.

¿Cuando acabaría aquella pesadilla?

—Podíamos descansar aqu... ¡Tu la llevas!

Al ver tanto espejo, a Niella le entró la risa y dejó salir su vena infantil, a pesar de que aún estaba mareada, con los músculos débiles y el estómago destrozado. Sin embargo, el correr entre los espejos y, cuando había suerte, saltar a las espaldas de sus compañeros como si fuese un tigre en lugar de una humana, le resultaba divertidísimo. 

Hasta que empezó a sentir que el aire se enrarecía. Aquello no era un lugar para divertirse ni para descansar, y hasta una cabeza de chorlito como Niella no podía ignorarlo. La muchacha miró entonces a su alrededor, tratando de buscar a sus compañeros, los de verdad entre tanto reflejo. Eso no le gustaba nada... Niella sacó el cuchillo y empezó a rajar los espejos, marcando la dirección.

—¡Estoy haciendo marcas con la daga! Haced lo mismo para intentar guiaros... Las mías terminarán en flecha, para que no las confundáis con las vuestras