Partida Rol por web

Antes de que Bradford tocara siquiera a Ava, recibió un rodillazo en la cara. Uno bien duro, el rodillazo más fuerte que ha recibido en su vida.

Él no lo vio, pero los demás si.

El rugido de pelea había hecho que muchos abandonaran la clase y fueran corriendo al pasillo. Entre ellos Nick Hurley. Éste, al enterarse de quién eran los rivales, sorteó de un salto casi cinco escalones y mientras aun caía (la distancia no era demasiada) estrelló su rodilla contra la cara de Bradford.

Bradford sintió el sabor a metal en su boca, de la sangre, y se quedó algo desorientado. Era como recibir un golpe de un autobus en marcha.

-¡Así que te gusta pegar a adversarios caidos! ¿no?

Hurley dejó caer su sombrero y se subió las magas de la camisa.

-¡Te voy a matar, hijo de puta!

Pero antes de que Hurley se metiera, Jason Finns lo detuvo, echándolo hacia un lado. Hurley pegó a Finns para quitarse de encima, pero ya había demasiada gente entre ellos y Bradford.

-¡Eh! Si tienes huevos, si crees que puedes vencerme ¡te estaré esperando en el torneo! ¡Esta noche! Si no vas, haré de tu vida en este lugar un infierno ¡Un infierno!

Había conseguido darle, no tumbarle, pero si al menos tocarle, pero no podía más, la rodilla le dolía horrores, estaba demasiado débil como para seguir la pelea.

Cuando dió el último golpe, no pudo aguantar más en pie y cayó al suelo, estaba casi como ida de los golpes y el dolor que sentía. Le parecia ver a gente que se metía por medio, pero no distinguia bien quienes eran. Terminó tumbandose en el suelo, jadeando del esfuerzo, derrotada.

Se lleva la mano a la boca mientras escorvaba su espalda y veía como la sangre goteaba de su cara, cayendo al suelo y provochando diversas gotas que no tardaron en unirse para formar un pequeño charco.Sus ojos quedaron un tanto asombrados al ver sangrar, pero de pronto una sonrisa se dibujo en su rostro, una un tanto escalofriante, como si estuviera desfrutando con ello.

-Ahaha.......ahahahahaha- poco a poco se incorpora, observando al que se atrvió a golpearle.

-Mira quien está aquí.El que ataca por la espalda para después quejarse de pegar a adversarios caidos...- arranca levemente con la gargante, produciendo un ruido un tanto desagradable, para después escupir, soltando una saliva carmesí que se estrella en el suelo cerca de la cara del cuerpo de Ava.Acto seguido se pasa la mano por la cara, restregándose la sangre que se había quedado más pegada a su piel, quitándose la restante con la mano, en la cual se queda.

-Eres un puto marica.¿Te crees que me das miedo con tus amenazas estúpidas, ropas caras y tus perfumes apestosos? Estoy deseando hundirte tu asquerosa cara de niño malcriado en el suelo, y cuando termine, no vas ni a reconocerte cuando te mires en el espejo- dice ahora más serio, volviendo a su estado habitual.

Nick miró amenazante a Bradford y luego echó a reir, con una carcajada, que acentuaba su voz grave.

-Te voy a humillar en la pelea, cabrón. Eres nuevo, vienes aquí, y ¿te crees el rey del barrio? esta noche te vas a sentir un maricón el resto de tu vida.

Se apartó del rapado y se acercó a la chica derrotada. Levantó la mirada hacia Brenda.

-Eh, eh, ayudame. ¿Sabes conducir?

Mis músculos se estaban tensando ya, pues pensaba romper la silla en la rodilla del idiota o la rodilla del idiota con la silla, lo que cediera primero pero el chulito de playa ( con toda la razón del mundo ) se me adelantó y no pude quedarme agusto ahora que empezaba a sentir la adrenalina.

- Casi mejor que haya sido así..

Solté la silla para observar todo lo que sucedía a mi alrededor y cuando Nick me habló me acerqué a Ava, pero mi idea sobre curar a alguien era ponerle un poco de mercromina y una tirita, así que tampoco iba a poder ayudarla demasiado, así que como si nada.

- Sí, claro, sé conducir..

En realidad en ese aspecto había sido prácticamente como un hombre. En cuanto hice diecesiete años ya estaba detrás de mi padre para que me enseñara a conducir.

Nick mira como la chica trata de ayudar a Ava, pero es imposible, tiene la rodilla rota. Se va a perder con total seguridad el torneo, pero rezaba para que solo fuera ese torneo y no que cojeara toda su vida.

Nick sacó las calles de su deportivo, tomó la mano de Brenda y la depositó en ella, luego cerrándola.

-Tu conduces y yo la llevo. Vamos al hospital.

Le pidió.

En otra ocasión a un tío así le hubiera respondido algo como " que sea negra o mujer no significa que sea tu puta esclava ", por el simple hecho de que era un niño con pasta, pero en aquel momento me preocupaba la rodilla de la pija, con la que el idiota de turno se había cebado..

- Si me llega a destrozar a mí una rodilla lo entierro aunque acabe en la carcel.. - Pensé con rabia mientras cogía las llaves.

Cogí la mochila de la mesa y me la puse al hombro, pues tenía en ella mis cosas y miré un segundo a Jason y asentí con la cabeza, dándole las gracias sin decir nada, pues incluso le habían golpeado por intentar parar aquella pelea absurda.

- Sí, vamos, eso tiene muy mala pinta.

Me di cuenta de que quizás no debía haberlo dicho así en voz alta, pero la sutilidad y yo no éramos grandes amigas. Esperé a que Nick la cogiera y luego, sin decir ni una palabra más, comencé a caminar hacia la puerta, esperando a Nick pues el sabia donde estaba aparcado su coche.

Estaba deseando que llegara el momento de la pelea.Se sienta en la mesa del profesor, observando como se llevaban a la pobre chica mientras se ponía la sudadera.

-Veis lo que pasa por meterse conmigo mamonazos.Esto no ha sido ninguna demostración de mi fuerza, sino una advertencia, una advertencia sobre mi, y quiso decir que si me tocas estás muerto.Ya estoy hasta las mismísimas pelotas de que estos pijos se crean el puto omgligo del mundo.No le pegué por gusto, sino porque se lo merecía.No penseis mal de mí, yo no me meto con nadie si nadie se mete conmigo...- dice por último para volver a poner los pies en el suelo y caminar y disponerse a salir de la clase, en la cual no quedaba casi nadie, y finalmente desaparece de la escena como si anda hubiera ocurrido allí.Iría a su dojo, donde su maestro le daría una cura, consejos y experiencia para el próximo combate.

-Cuando el mister vea mi cara, no se va a poner muy contento...- murmura sin haberse arrepentido de lo ocurrido.Sale del instituto y observa aquel coche en el cual iban a llevar a Ava.Pasa por un costado de este y mira que la están dispuestos para salir.

-No me creo el rey del mundo, sólo devuelvo lo que me dan- le dice a Nick antes de que se fuera.

Nick coge a la chica en brazos y sale corriendo por la puerta principal. Jason mira un segundo a Brenda, limpiándose la boca con el puño, asintió con la cabeza despacio. La chica sale siguiendo a Nick.

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Tras casi tres horas en el hospital, Nick y Brenda se quedan en la sala de espera, el pijo agradece de forma personal a la chica que le ayudara, y también prometió que se vengaría, aunque ella fingiera que le daba igual.

Justo entonces, el médico sale de quirófano. Se acercó a la pareja.

-Se ha recuperado y no hará falta quedarse aquí esta noche, puede irse a casa y reposar. No le va a quedar cicatriz pero....posiblemente no vuelva a poder hacer ejercicio físico, seguramente los primeros años pueda andar con cojera, pero luego, solo podrá hacerlo con bastón.

Anuncia el medico siendo un gran palo para Nick, ya que sabía del pasado de Ava como luchadora. Agradeció al doctor y luego le explicó a Brenda algo de la historia de Ava, que desde pequeña había entrenado para luchar y esto iba a ser muy duro para ella.

Ambos acompañaron a Ava a casa, no le dijeron nada pero ella se lo temía, no en vano, tenía los ojos rojos de haber estado llorando, pero ya no lo hacía, no delante de ellos.

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Cuando Brenda volvió a clase, ya terminadas, para recoger su moto, vio salir a Bradford del colegio, con una sonrisa victoriosa, casi malévola. Varios le seguían como si fuera el puto amo del lugar, sin embargo, él pasaba de ellos.

Brenda se dirigió hacia la moto y encontró a Jason allí, sonriendo un poco. Le informó del nuevo cambio de rumbo que había provocado aquella pelea, como Bradford ahora era lo más en el Mathew. Ella a cambio lo recompensó con una explicación de lo que le pasó a Ava.

Quedaron para ir juntos al torneo.

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Una toma general de la ciudad de San Francisco, con su famoso puente, se iba tornando en camara rápida, del día a la noche, iluminándose de rojo el cielo primero, y luego acabando en penumbra, con las luces de la ciudad como única iluminación.

Luego, con una ruta en camara rápida, desde el puente hasta la casa de Nick, muestra el camino a Pacific Heights, la zona más cool de la ciudad, repletas de mansiones y jardines. Hoy estaba especialmente bulliciosa, sobretodo en la casa de Nick: una gran mansión, con un jardín enorme en la parte delantera. Estaba llena de coches caros, gente joven yendo y viniendo con vasos de alcohol en la mano.

Un taxi se detiene delante de la puerta y del auto sale Ryan.

Luego Brenda y Jason aparecieron en la moto de la primera.

Bradford vino caminando, todos le aplaudieron al pasar.

Nick se acercó a recibirlos a la puerta.

-Bienvenidos a mi "humilde morada" pasad y bebed algo si quereis.

Avisó. Estaba vestido de forma elegante, con un sombrero a lo mafioso de los años 30. Miró con rabia un instante a Bradford, como si lo fuera a matar en cualquier momento.

Llevó al grupo a la parte de detrás, donde había un jardín más grande, con piscina, estatuas griegas y demás.

Había mucha gente allí, esperando ver una lucha.

Había, tambien, varias colchonetas en el suelo a modo de ring y alrededor, estaba llena de gente que bebían, fumaban, y se metían mano sin cortarse.

Ava estaba sentada en una silla de ruedas, al lado de una mesilla con ponche y frutas. Nick se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, luego se fue quitando la ropa, bajo los pantalones tenía una vermudas, y no tenía camisa. Él también iba a pelear como prometió.

No le gustaba ser el centro de atención, no de ese modo. Se había arreglado en la medida que había podido, pero no habia conseguido esconder las heridas y su cara pálida despues de todo. Le habían administrados analgésicos y le quitaban parte del dolor, pero ella no quería olvidar ese dolor, aunque el que no se borraría sería el de su orgullo.

Estaba mirando hacia la mesa, fijamente, cuando sintió el beso de Nick, levantó la mirada y sonrió levemente. Se la notaba triste e ida, antes de que se marchara Nick, le cogió de la mano para llamar su atención y que le mirara.

- Ten cuidado.. ya bastante tenemos con una coja.. - bromeó

Las noticias sobre la rodilla de la chica me dolieron hasta a mí y más después de conocer su historia. Una podía ser lo que quisiera, pero que por una gilipollez como la de clase la hubieran dejado coja para el resto de su vida era totalmente injusto. Yo no iba a decirla nada sobre lo que había dicho el médico, suponía que sería Nick el que lo haría, pero eso no quitaba para que me sintiera mal por ella y rabia por lo sucedido.

- Tenía que haberme metido en medio y haber dejado a ese idiota sin dientes.. - Pero en el fondo sabía que eso era lo peor que hubiera podido haber hecho, pues si alguien se hubiera metido en una de mis peleas por mucho que me hubieran estado machacando le pegaría a él.

Recordé las palabras que había dicho Brad justo antes de ir al hospital, que venían a ser una excusa barata y simple de " no es mi culpa es que el mundo me trata mal " e hicieron que me hirviera la sangre, pues si le hubiera dicho algo así a mi sicólogo me hubiera dicho que creciera de una puta vez y dejara de culpar a todo el mundo de lo que tan sólo yo tenía la culpa, pero estaba segura de que tendría la oportunidad de enfrentarme a él, si no era hoy sería otro día.

Recogí a Jason para ir a casa de Nick en mi moto, la tenía mucho cariño y al llegar nos acercamos a Ava para preguntarla qué tal estaba.

- Se te ve mejor aspecto que hace un rato.. - Mentí claramente pero no podía decirla que estaba igual de horrible debido a la paliza. - Como te prometí aquí estoy..

No es que pretendiera cambiar mi círculo de amistades y mucho menos, por los niños más ricos del lugar, pero ella al menos se había ganado mi respeto y la trataba como tal.

Avanza a paso tranquilo por aquella mansión, evadiendo a todo seguidor suyo, y soportandolos cuando no tenía otro remedio.

-Tsk....si lo llego a saber que me iba a pasar esto....no me hubiera molestado en combatir con esa...- murmura observando la casa.Era como la esperaba, una casa de ricos cabrones, que se pasaban todo el día comprando y alardeando de sus propiedades, teniendo siempre un buen grupo lamiéndole el culo.Se acerca a la mesa del ponche ya que observa que allí estaba ese richacón asqueroso y Ava.Iba vestido practicamente igual, con su sudadera y sus vaqueros, no se molestaba en ponerse cómodo, pues era así como mejor se sentía.

-Vamos a pelear, no tengo todo el día- le dice a Nick que parecía estar preparándose.Su mirada se desvía hacia a Ava durante unos instantes.Tenía lo que se merecía, quien le toca tiene lo que se merece, sólo esperaba que no se levantara nunca más de aquella silla, y ya se pensaría dos veces en empujarle.

La casa era impresionante. Era muy parecía a la que tenían los padres de Ryan hace algunos años, antes de todo lo que pasó, por lo que sintió un poco de tristeza cuando entró. Rápidamente, una vez en la parte de atrás, se colocó junto a un árbol, sentándose bajo el y se quitó la camiseta dejando a la vista un vendaje de tela y esparadrapo que le recorría el pecho de un lado a otro y le llegaba hasta el hombro.

Se tocó la zona de la herida con la mano y se puso una camiseta ajustada de las que le había dejado Ryan en la mochila. La sorpresa fue cuando vió que tenía una especie de mangas de red que se aferraban a sus dedos. Algo curioso. Se quitó los pantalones allí detrás, casi oculto a la vista de todos y se colocó unos vaqueros holgados.

Después, sacó vendas y más vendas de la mochila y comenzó a vendarse los tobillos, los cuales también los tenía algo jodidos por las últimas peleas.

Tras vendarse con fuerza, unos calcetines negros cortos y unas zapatillas de suela casi lisa, como las que utilizan en Tae Kwon Do.

Lo que no había reparado era en la pintura para la cara que había en el bolsillo de la mochila.

Para otra vez. Pensó.

Una vez listo, comenzó a estirar detrás del árbol, con las manos apoyadas en él.

Nick miró a Bradford e hizo calentamientos con los brazos. Mantuvo la cordura y también una sonrisa.

-Paciencia, lo bueno se hace esperar, lo que nos vamos a reir...

Dijo Nick.

-No te preocupes, yo nunca pierdo.

Nick se acercó al centro del ring.

-Señores, Señoras, cosas extrañas. Bienvenidos al torneo que yo organizo de mi bolsillo como mera diversión aquí, en Pacific Heights. Enhorabuena a los que pasaron la prueba y enhorabuena a los invitados. El torneo irá de la siguiente manera:

La primera ronda determina quién pasa a la siguiente ronda. Los que vayan perdiendo se apartan y sigue el combate hasta que solamente quede uno invicto.

Ese campeón se llevará 1.500 pavos.

Pero no todo es fácil, he contratado a dos perros de la calle para pelear con vosotros, pobre aquél que se enfrente a ellos. También está la campeona de lucha del instituto. Toca aclarar, que aqui no hay mierdas de esas de diferencia de sexos: aqui todos pelean a muerte, tios con tios, tias con tias, y mixtos. No hay cuartel para nadie.

Nick señaló a Bradford.

-500 pavos más a quién le rompa los huesos a ese.

El organizador llamó a una chica y esta, en bikini, se acercó al chico.

-Mete la mano ahi y saca los nombres nena.

La chica, una mojigata que solo podía alardear de fisico empezó a sacar nombres.

-Jason Finns contra John Fu.

Jason, el chico de la escuela, se quitó la camisa, sin necesidad de prepararse nada (aparte no tenía pasta para nada más) El otro era un chino joven, de melena, con un fisico envidiable, y curtido en mil batallas. Ryan lo conocía, pero esa es otra historia.

-Siguiente...

Nick sacó un nombre y miró a Bradford, se guardó el papel y sacó otros dos. Era trampa, si, pero ¿quién tenía cojones de decirselo?

-El chico de la calle, Ryan contra...jojojo Brenda Arnold. Dale duro, nena.

Dijo haciéndose el Showman.

-Por tanto, a servidor le va a tocar Bradford, el hijo puta.

Nick sonrió y alzó el puño con el pulgar hacia abajo. La gente aplaudió, aunque estaban algo divididas a quién apoyar.

Ryan conoce a John Fu. Aunque ahora no tenía tiempo de hacer memoria.

Ryan primero miró al chino. Su saludo hacia él fue corto, casi un mínimo ademán de su cabeza, pero Ryan lo correspondió. No siempre puedes tirar a alguien de un tercer piso a una piscina y después ser su amigo. Pero después, su mirada pasó por su contrincante, una chica.

Estaba claro que él no era de esos que piensa que la diferencia de sexos esto, que la diferencia de sexos aquello, que el sexo debil y chorradas de esas. Aunque si era verdad que nunca había luchado con una mujer. Sería muy raro para él perder con una chica en su primera pelea, aunque bueno, todo puede pasar.

Él sólo tenía una meta, que griten su nombre, gane o pierda.

El rubio le deseo suerte al chino, la iba a necesitar seguro, pero después continuó con su precalentamiento.

Aún le dolían las costillas, sólo esperaba terminar la lucha entero. Ya que si ganaba, seguiría luchando hasta que caiga o salga victorioso.

Tampoco hacía falta que publicara que era la campeona de lucha femenina, al menos, no estaba ahí para dar bombo al sunto, sino por esos mil quinientos pavos y bueno, por algo de diversión quizás, eso tendría más emoción que pelear cuando todo el mundo se encarga de parar el combate cuando te pasas un poco, sin darle nada de emoción, pero aquí tendría que pelear contra hombres y quizás, contra alguna que otra rata que también participaba, así que sin duda, sería más emocionante.

- Vamos Jason, a ver si eres capaz de pasar y probarme lo que sabes hacer.. - dije guiñándole un ojo. - Prometo no pegarte muy fuerte si tenemos que enfrentarnos.. - Puse una mano en su hombro a modo de broma y luego, pasé la vista al que sería mi primer contrincante y asentí con la cabeza, saludándole.

- Pues si todas las peleas son a muerte o Nick hace trampas o las ha ganado todas porque sigue vivo..

Me quité la camiseta de tirantes que tenía para quedarme con un top negro que hacía que más bien poco de mi torso quedara oculto y luego hice otro tanto con mis vaqueros, para quedarme con unas mallas negras y cortas. La verdad es que en aquel momento con poca luz y si no sonreía igual ni me veían. Al menos, se podía comprobar que estaba en plena forma y sin duda, mis horas de gimnasio me costaban.

Observa la treta que hace Nick para que le tocara a él luchar.Le parecía bien, ya que no tenía pensado luchar contra ningún otro.Así pues se quita la sudadera quedándose en una simple camiseta, al igual que sus zapatos, y comienza a calentar y estirar, quería estar fresco para el momento de la verdad.Se concentra apra tener unos momentos de serenidad y relajación cerrando los ojos y respirando profundamente.

-Tranquilo Nick, pronto compartirás su dolor.Lástima que no hagan sillas de esas para dos personas- comenta un tanto borde y atrevido.

Ryan se acercó a su contrincante y le sonrió.

- ¿Eres Brenda, supongo? - Le dijo con una sonrisa mientras le tendía la mano. - ¿Sabes de dónde han sacado a ese capullo? - Continuó señalando al calvo.

La verdad es que Ryan se acordaba muy bien de él.

Era el tío que lo había empujado esta mañana en el instituto.

- Parece que nos ha tocado juntos. Intenta no dejarme mucho en ridiculo, ¿vale? -

Después, se giró un momento hacia el chino Fu y se puso ambas manos en la boca a modo de bocina.

- Fu, recuerda, bate tus alas, baaaaaaaate tus alas. -