Partida Rol por web

La corazonada de Ryan estaba bien encaminada. Abrió la puerta suavemente y lo que encontró dentro respondió a sus preguntas, pero tenía el corazón en un puño: Ahora, palabras como Mushu, que dos jovenes vengan cargados de droga, y que fueran más niñatos que Ryan en cuanto a edad, tenían un nuevo significado.

Un olor a rancio, con el ambiente cargado completamente, invadió los sentidos de Ryan.

La poca luz que entraba por la puerta principal hizo que viera todo:

Era una sala muy grande, con muchas camas, pero abarrotadas de chicas jovenes chinas, algunas niñas, todas ellas en un estado precario, desnutrición, enfermedad, incluso habían más chicas que camas y algunas tenían que dormir en el suelo.

Ahora ya sabía porqué Boris tenía un local en un barrio chino, y también porqué los chinos estaban en guerra con los rusos: Boris traía chicas chinas para explotarlas en la prostitución.

Ryan abrió los ojos como platos una vez cerrada la puerta.

Miró a cada una de las niñas a los ojos, y se llevó el dedo índice a sus labios para que se mantengan en silencio y después, les habló en chino como a la camarera.

- No gritéis, no voy a haceros nada. Mi nombre es Ryan y os voy a sacar de aquí, ¿vale? ¿Está aquí Xian Fu? Tengo que encontrarlo. - Dijo el rubio mientras miraba a un lado y al otro, esperando que nada sucediera.

Y para colmo de males, el maldito chino no me ha dejado ni un puñetero teléfono para llamarle.

Que cojones...

Se metió la mano en el bolsillo y tanteó que tenía el móvil, sin embargo, no sabía muy bien a quién llamar.

- ¿Alguna habla mi idioma? - Dijo después en inglés.

Las chicas miraron a Ryan con los ojos bien abiertos también, como si no se esperaban eso. Una chica alzó la mano y luego señaló a la cama de enfrente, donde había una chica tumbada, con signos de haber sufrido una sobredosis.

-Es Xian Fu.

Dijo, en inglés.

-Yo hablo un poco.

Aclaró, la misma chica.

Ryan caminó agachado hasta un lado de la chica y le sonrió, cogiéndole la mano.

- He venido a por ti, y a por las otras ya de paso. - Dijo en inglés con una sonrisa en la boca. - Diles que no digan nada que tengo que pensar como sacaros a todas de aquí. No será algo fácil así que espero que colaboréis. Yo venía simplemente a buscarte y me acabo de encontrar con todo esto. -

El rubio no era una persona buena.

Vamos, que de bueno tenía poco, pero aún en su maldad, tenía un código de honor.

Ni mujeres, ni niños.

Y claro, estaba trabajando para un ruso que ese código de lo pasaba por el forro de las pelotas.

- Ahora dejadme pensar, silencio. -

Sacó el móvil y comenzó a pasar contactos.

No... no... no... no puedo llamar a nadie...

Se sentó en una cama y se llevó una de sus manos a la cabeza, intentando pensar en algo. Con los tres animales allí fuera, le será muy difícil escapar con todas estas chicas.

Se volvió hacia Xian Fu.

- Oye... ¿tu tienes un hermano o algo aquí, en América? - Describió al chino que casi lo apaliza. - Si sabes su teléfono o si alguna de aquí sabe el teléfono de algún hermano, es el momento de soltarlo. -

Cuando Ryan toca a Xian, siente que ella no tiene pulso y que está fria. Probablemente lleve muerta toda la noche.

La otra chica se acerca a él y traduce lo que dice Ryan al cadaver, sin darse cuenta de lo que pasa.

-Ella no lo sé, ayer forcejeaba mucho y le inyectaron esa mierda, como a todas, pero yo si tengo familia aqui.

Ella se colocó el pelo tras el oido y cogió el movil de Ryan, donde marcó un numero, alguien contestó en chino, y ella se puso a llorar, mientras hablaba en chino también, pero de alegría, hacía mucho tiempo que no hablaba con ese familiar.

-Nif..nif...shilon....ejem...¿que le digo? ¿que hago?

Preguntó en inglés a Ryan.

- Dile que te tienen atrapada en este sitio y que estas con un amigo que te va a sacar de aquí. A ti y a todas las que están aquí encerradas. Que si conoce a los chinos que han luchado hoy en este bar... - Le explicó dónde estaba él y dónde conoció al chino que lo envió aquí. - ... que te de su teléfono. Y después, me lo pasas que yo sigo hablando con el en chino. -

El plan era complicado.

Lo primero era esperar a que sea de noche, para que la guardia sea menor.

Pero si no se puede, tendré que improvisar.

- Dile eso, dile que Ryan ha encontrado a Xian Fu y que si conoce a algún familiar de ella, o un amigo, o algún chino que quiera darle por culo a los rusos, que me llamen a este teléfono. -

La chica hizo lo que Ryan le dijo.

Luego, Ryan pudo oir algo.

"Ryan...Ryan.."

Los recuerdos se entremezclaron, se vio a su mismo sacando a las chicas de allí mientras los chinos corrían por todo el edificio, golpeando a los rusos. En otro Flashback, vio a John, llorando mientras abraza a su hermana muerta.

Y luego a una chica rubia, muerta de un disparo en la cama. Luego a si mismo, siendo golpeado por los rusos, para luego, ver una mano amiga que le recogía del suelo, al incorporarse, vio que era Chad.... Y justo entonces.....

-¡Ryan, levántate, leches, es hora de pelear!

Era la voz de Chad. El cual le daba golpes en el hombro para despertarlo, se encontraba de nuevo en el almacén del club, todo había sido un sueño.

- ¡Noooooooooooo! - Gritó Ryan mientras hizo aspavientos con la mano al despertarse.

Le costó unos segundos darse cuenta dónde estaba, y quién estaba delante de él para así tranquilizarse.

- ¿Tío? ¿Ya es mañana? - Dijo más tranquilo. - Dios, que sueño más raro que he tenido. -

Se levantó de la cama lentamente, para estirarse un poco una vez de pie. Hizo crujir sus dedos y desentumeció los hombros.

- ¿Pelear? ¿No vamos a correr un poco para calentar, no? -

A Chad no le costó imaginar qué se le pasaba por la cabeza al chaval. Hoy no tenía puesta su cazadora, sino una camisa de tiros, unos pantalones negros y unas botas. Se apoyó en el marco de la puerta y le dió algo de tiempo para que se despertara bien, aunque no pudo evitar sonreir.

-¿Calentar? jajaja solo los mediocres calientan, chaval, los genios van a tope siempre.

Le comentó, dándole una patada suave en la planta de los pies.

-Arriba, te voy a zurrar un poco.

Le dijo, divertido.

Ryan negó con la cabeza.

- Pero si eres como mi padre, no podré hacerte mucho daño... - Dijo Ryan medio sonriente. - ... directamente te destrozaré los riñones. - Continuó.

Hizo crugir los huesos de su cuello y se concentró.

- Me va a doler pegarle a un viejales. -

El rubio se acercó a una columna de metal y cogiendo un hierro que había en el suelo, la golpeo un par de veces.

- ¡Round 1! - Gritó, y se lanzó al ataque...