Partida Rol por web

Viendo que Elisabeth busca algo de forma bastante enfocada, sin ir a tientas, decido ayudarla, pese a no tener ni idea de lo que busca

- A ver qué podemos hacer con esto digo mientras intento levantar la escalera y ponerla en la posición correcta para que la amiga de lo místico pueda reanudar su búsqueda.

La escalera pesa bastante más de lo que esperaba,, o por lo menos de lo que esperaban mis músculos, acostumbrados a que el trabajo duro lo hagan las pequeñas células grises de mi cerebro. Pese al frío, el esfuerzo hace que rápidamente empiece a entrar en calor, pero sin llegar a sudar - Qué buscas, Eli
le pregunto entre esfuerzos al levantar la escalera.

Finalmente, y para sorpresa de hasta yo mismo, la escalera queda en la posición que debiera. Me separo un poco de ella, para verla con más perspectiva, y luego vuelvo a acercarme y moviéndola con movimientos diestros compruebo que está estable

- Creo que ya puedes subir al tiempo que extiendo de nuevo mi mano para ayudarla, en esta ocasión, a subir a la escalera.

Señala los libros situados en la parte más alta de la estantería. Aparentemente, no tienen ningún texto en sus lomos que pueda indicar cual es su contenido, y eso parece haber llamado la atención de Elizabeth. Son los únicos que ha encontrado sin identificar.

 - Gracias - Aunque a regañadientes, agradece la ayuda de Mark y se apoya una vez más en su mano para empezar a subir por la recién colocada escalera

Una vez ha alcanzado la altura necesaria, trata de sacar el primero de los tomos, el situado más a la izquierda, ansiosa por descubrir su contenido.

Ricky ha jugado despreocupadamente con Diamante hasta la caída de la gótica, en ese momento no puede reprimir una sonrisa. Aunque se guarda de hacer ningún comentario sobre el accidente o sobre Rubí, hace rato que no la mira, evitándola premeditadamente.

Continúa con el peloteo con su amigo aunque la búsqueda de Elizabeth en la biblioteca parece distraerle más de lo debido, muchas veces manteniendo la pelota en sus manos demorando el paso, con la vista en la siniestra compañera, hasta que Steve le devuelve al juego.

En todo caso poco a poco, a cada pase que da o recibe, el jugador de Rugby ha ido acercándose a Elizabeth y sus libros.

Subes temblorosa y aún dolorida por la caída a lo alto de la estantería. La madera áspera y húmeda de la escalera contrasta con el calor y la ansiedad que tienes en tu ánimo.

La luz en lo alto de la estantería es diferente. Es más global aunque de todas todas es menos intensa. La danza de llama lleva sus ecos hasta donde te encuentras y el fulgor rojizo del fuego le da un tono diferente al color de las cubiertas de los libros. Hay cientos de ellos, tal vez miles, pero tú tienes claro tu objetivo: la colección de tomos encuadernados en negro y sin escrituras en su lomo.

¿Qué vas buscando? Ni tú lo sabes. Pero es emocionante. Total, para estar con esos tontainas alrededor del fuego...

Por fin llegas a tu objetivo. Te aseguras como puedes en los peldaños y apoyas el cuerpo contra la escalera para no caerte y para tener las manos libres. Observas 10 tomos encuadernados en cuero negro y de grosor diferente. Extiendes una de tus trémulas manos hacia el primero de los tomos. Está frío... Está húmedo... El olor es especial. No hay escrituras ni referencias de ningún tipo en el lomo del libro. Ni en la contraportada. Manejas el volumen con sumo cuidado. Tu misticismo casi detecta la vibración del conocimiento. Lo abres.

Como esperabas se trata de un libro antiguo. De hojas finas y casi transparentes. Con dibujos en blanco y negro realizados de manera artesanal. Podría haber estado en latín, pero no es el caso. Menos mal... respiras aliviada.

Lees el título: "Compendio de Astrología y las Artas Astrales"

Interesante, desde luego que sí. Y más teniendo en cuenta que el cristianismo reniega absolutamanete de este tipo de creencias paganas.

Tienes 9 volúmenes más...

El ambiente permanece relajado. Todos alrededor del fuego. Marcos dormitando, Greg y Jimmy en lo suyo, la pobre Rubí decaída, con la cabeza baja y su melena rubia delante de la cara. Diamante y Rick peloteando distraídamente, cada cual con sus pensamientos.

Mark Spinner ha conseguido levantar la escalera y la ha apoyado contra la estantería. Elizabeth por fin puede llegar a lo que quiera que esté buscando... Quizás es más curiosidad que otra cosa, pero permanece entretenida. Al viejo Marcos le encantaría participar seguro. Sus conocimientos como bibliotecario podrían ser interesantes... Mark permanece cerca de Eliz. Al fin y al cabo el arquitecto es más afín a los libros que a las pelotas de rugby.

- Ayúdame a bajarlos - Tras echar un vistazo al primero de los libros que consigue alcanzar, alarga su brazo hacia abajo esperando a que Mark lo recoja - Déjalos ahí - Comenta de nuevo señalando la mesa más cercana

Ya que parece que tendrán bastante tiempo libre, quiere aprovechar el tiempo para leerlos todos. Está muy cansada y le duele todo a causa del golpe y del frío que han estado soportando desde el comienzo de la noche. Aún así, no cree que sea capaz de conciliar el sueño en un lugar así. No se lo perdonaría jamás. Perder la oportunidad de disfrutar de aquel ambiente y aquella atmósfera sería como un sacrilegio.

- Son libros sobre astrología - le dice al arquitecto sin mucha gana

Repite la maniobra con el resto de tomos hasta que consigue bajarlos todos. Ahora tendrá tiempo de ojearlos con calma.

A medida que vas alcanzando los volúmenes a Mark, que está a los pies de la escalera, echas un vistazo al título de cada volumen. En ningún caso el mencionado título está en la cubierta o en la contraportada del libro. Siempre tienes que buscarlo en el interior del libro, en las primeras páginas.

-Son libros sobre astrología- le has dicho a Spinner. Pero te has precipitado. Los siguientes volúmenes tienen títulos diferentes:

II. Compendio de Astronomía y las Ciencias del Espacio
III. Tratado sobre Anatomía Humana
IV. Tratado Cirugía
V. Compendio de Artes Arcanas: Conjuros y Brujería
VI. Atlas de Anatomía Humana
VII. Mitología Pagana
VIII. Satanismo y Magia Negra
IX. Pociones y Galénico. Tratado sobre Farmacia
X. Tratado sobre Botánica

Todos viejos, de más de un siglo con seguridad. Todos vibrantes y casi vivos. Llenos de conocimiento. Llenos de misticismo. De ciencia. De ocultismo. Una extraña colección.

El balón volaba, incesante, de lado a lado de la habitación entre las manos de los dos compañeros, perezoso y cansino en las de Rick, rápido y preciso en las de Diamante. A este último también le estaban siriviendo esos pases para relajarse y entrar en calor ya que, cada lanzamiento, lo hacía de una forma distinta...unos pases eran planos y rápidos, otros lentos y elevados, algunos describian trayectorias que cambiaban sorprendentemente de dirección mientras avanzaban y otros venían precedidos por fintas a contrarios imaginarios y pasitos en distinas direcciones. Era realmente bueno y eso se notaba.
Rick estaba algo distraido, no paraba de mirar hacía el lugar en que se encontraba Elizabeth, momentos en los que a Steve le daba tiempo de coger un chicle de su bolsillo, cruzar los brazos, echarse cacao en los labios que habían sufrido con el frío, dirigirse a su hermano Greg con el pulgar en alto preguntandole si todo iba bien e incluso echar rápidas miradas hacía el rincón del que Rubí no se había movido ni un milímetro.
En una de esas pausas que hacía su capitan hasta le dió tiempo de correr la mesa, aquella que había sido tallada, y empujarla hasta la pared donde estaba la puerta de entrada, girándola de lado de modo que el tablero pasaba a estar pegado a la pared, con lo que era imposible ver el dibujo de Rick sin separarla antes...
- Eh! Grandullón!- le dice mientras se acerca al lugar donde estaba él, Eli y Mark después de hacer eso-estamos en lo que estamos?- pregunta mientras su mirada se fija sin querer en el trasero de Elizabeth que, al estar subida en la escalera, había quedado a la altura de su cara.

BRUM!!!!

Un nuevo estruendo hace temblar las ancestrales paredes de la biblioteca. Es probable que no haya habido tanto ruido y desorden aquí dentro desde que la biblioteca se construyó.

Ha sido Diamante, que sin demasiado esfuerzo ha arrastrado una de las mesas hacia la puerta de entrada. Ha procedido a volcarla y la ha colocado junto a la puerta. Los motivos que ha dado Steve para hacer esto son por seguridad. Bloquear la entrada a posibles enemigos. Aunque en su fuero interno, él lo ha hecho para tapar la inscripción hecha por Rick sobre esa mesa. Una inscripción desveladora y preocupante. El grandullón no parece siquiera haber visto lo dibujado por él mismo, pero Steve opta por ocultárselo de la mejor manera que se le ocurre.

Ahora nadie podrá entrar tan fácilmente a la biblioteca. Claro que impedir la entrada tiene como consecuencia que los que están dentro también tendrán dificultades para salir.

El silencio regresa al lugar. Los ecos del ruido son engullidos irremediablemente por el espacio vacío. Elizabeth continúa sacando libros de las estanterías. Saca unos ocho o diez volúmenes, todos negros, de gran tamaño y cierto grosor. La gótica permanece absorbida por los libros. Mark está cerca de ella. Rick ha ido acercándose paulatinamente.

¿Y ahora que?

Baja de la escalera y da unas palmadas para sacudir el polvo de sus manos.

- Gracias - Por una vez parece que su agradecimiento es sincero, y no lo hace a regañadientes - Ahora podrías ayudarme a llevarlos hasta allí - Dibuja algo parecido a una sonrisa y comienza a cargar con un par de tomos para dejarlos en la mesa más cercana al fuego donde los demás descansan - Tal vez quieras echarle un vistazo a alguno. Parecen muy interesantes - Probablemente es la primera vez que cruza tantas palabras con el arquitecto

Revisa de nuevo los contenidos y escoge el que a priori suena más interesante. Se sienta junto a su amiga y tras preocuparse por su estado comienza a leer con interés. Aún le duele el culo tras la caída, por lo que toma asiento casi de lado. Cruza las piernas y coloca el libro sobre ellas. Abre la oscura tapa y tras confirmar que el título es el que quería; "Satanismo y magia negra", comienza a leer en voz baja, buscando algún índice en el que encontrar pasajes que puedan ser interesantes.

Jimmy se acerca a su hermano y se sienta junto a el. Con las mangas del jersey estirajadas hasta cubrir las manos y el pelo alborotado y brillante por la humedad. De vez en cuando se gira para dar la espalda al fuego y así calentarse por los dos lados, aunque en realidad lo hace para poder observar a sus compañeros.

Sin asentir si quiera a su hermano, registra sus bolsillos metodicamente hasta dar con un mechero de propaganda de un bar universitario. Por la cabeza le pasa la idea de hacer que la llama caliebte el metal, para que al pasárselo a su hermano se queme y agite la mano. En otra ocasión sería divertido, pero Greg esta febril y no hay quien le ría las gracias, asi que finalmente le tiende el mechero.

Toma Greg.

Con disimulo se acerca al oido de su hermano y le susurra algo, aunque no se le entiende sus ojos vivaces saltan de uno a otro de los compañeros.

Se le esta pirando la pinza a la gente. Rick me preocupa y creo que Steve confía demasiado en ese lunático. Tu estas con fiebre, el bibliotecario jodidísimo y Mark creo que es marica. Como se ponga burro no se que vamos a hacer...

Greg enciende el porro con el mechero que le pasa su hermano Jimmy. Cierra los ojos mientras da una larga calada, intentando relajarse. Escucha atento cuando su hermano le susurra algo al oído. Mientras escucha, parece atragantarse con el humo, porque empieza a toser. Luego mira a su hermano con el ceño fruncido, y acerca la cabeza para susurrarle algo a su vez.

No digas tonterías, hermanito. No es marica… y si lo fuera no importaría. Hay que ser toleranteee, te lo he dicho muchas veces. Vive y deja vivir.

Y por lo demás no te preocupes. El amigo de Steve ha tenido un mal momento, pero ya parece estar bien. Solo tenemos que dejar pasar la noche y todo irá bien. Anda, toma y relájate un poco, que nos vendrá bien- comenta pasándole el porro, no sin antes darle otra larga calada.

Desde luego el tono de voz empleado por Eliz no lo había usado para contigo nunca antes. La invitación que te hace a que eches un vistazo si te apetece a los libros en los que está curioseando parece sincera.

A la luz danzante del fuego distingues los títulos de los libros. En todos los casos los títulos están dentro del libro, nunca en la portada ni el lomo de los mismos: que son negros, de cuero y sin señal ni numeración alguna.

Lo que lees te deja pensativo:

II. Compendio de Astronomía y las Ciencias del Espacio
III. Tratado sobre Anatomía Humana
IV. Tratado Cirugía
V. Compendio de Artes Arcanas: Conjuros y Brujería
VI. Atlas de Anatomía Humana
VII. Mitología Pagana
VIII. Satanismo y Magia Negra
IX. Pociones y Galénico. Tratado sobre Farmacia
X. Tratado sobre Botánica

Te sientas a la mesa donde Mark ha puesto el conjunto de volúmenes. El ambiente y el cariz que toman los acontecimientos te encanta. Aquí estás tú, en una antigua biblioteca de un convento lleno de dolor y con presencias extracorpóreas, a la luz del fuego, en una noche de tormenta y con un antiguo volumen encuadernado en negro sobre Satanismo y Magia Negra.

Los viejos libros sobre satanismo son bastante más viscerales que los actuales. Tal vez porque antes se tenía verdadero miedo al demonio, y por otra parte porque los que lo buscaban, lo hacían con auténtico fervor "religioso". No como ahora. Tú no eres satanista. Eso lo tienes claro. Pero te encanta leer sobre Satán, el "Ángel Negro", el Demonio, Lucifer, el Mal, el "Ángel Caído".

Te impresionan los grabados y dibujos que ves. Lees algunos pasajes escritos con letra elaborada. Es muy probable que existan muy pocas copias de un libro como éste! Al final el viejo bibliotecario va a tener razón... Esto está lleno de tesosros!

La parte de magia negra es igualmente interesante.

Casi por casualidad te paras a leer un párrafo revelador:

" 1523 A.D. Oaxaca, Mexico.

Los nativos hablan de una enfermedad que oscurece el alma y que causa una sed intensa por la sangre de sus hermanos. Hablan de hombres, mujeres e incluso niños cuya piel se colorea de gris y toma un aspecto putrefacto y maloliente. Una vez "oscurecidos" no hay manera de sanarlos, evitan la muerte y la única manera de destruirlos es mediante el fuego. Creo que es una tragedia pagana, ya que sin la ayuda de Nuestro Señor Jesucristo no puede haber cura a las enfermedades. Ahora que hemos bendecido a las masas con la luz y la verdad de Su Amor, debemos esforzarnos por buscar a esas almas oscurecidas, y limpiarlas con la Fuerza del Cielo.

Padre Esteban Negron"

No sabes si casualidad o no, pero la esquina superior derecha de la página en la que lees está doblada formando un triángulo perfecto. Como si estuviera marcada la página en el libro... o tal vez no.

Jimyy acepta agradecido el canuto. Mientras piensa en lo que le acaba de decir su hermano da una calada y deja que el humo salga de su boca en anillas, que toman forma cada vez que su mandíbula se contrae como si fuera un pez bajo el agua. Mira a su hermano otra vez y le responde, pero ahora no susurra.

Si a mi me da igual, Marcos es viejo y no me meto con el por eso. ¿Ves como soy tolerante? lo que ocurre es que cada uno tiene sus limitaciones y ya esta.