Partida Rol por web

Las situación se sale de madre en segundos. El grito deja plantados a uno y a otros en distinta manera, pero es Steve quien primero reacciona anteponiéndose a sus temores y arrancando enuna alocada carrera hacia un peligro absolutamente desconocido.

La reacción de la criatura no ha sido la esperada. Todos se habían preparado para hacer frente a un enemigo y lo que ha sucedido es que una figura menuda y de talla escueta, de complexión aparentemente débil, se escapa entre las sombras perseguido por Steve.

- ESPERA!- grita Steve, mientras su voz reverbera en las catacumbas- PARATE AHORA MISMO!- corría a ciegas, guiado por el sonido de los pasos de aquella sombra a la vez que con sus brazos extendidos mantenía el contacto con las paredes del tunel para evitar golpearse o tropezar. Si algo caracterizaba al mejor quarterback de la liga de futbol americano universitaria era, además de su fabuloso brazo izquierdo, su rapidez, su agilidad, que le servía para zafarse de tios muchos más grandes que él mientras recortaba yardas a la linea de anotación. Ahora mismo lo estaba demostrando. No veía practicamenta nada pero sentía que se estaba acercando, podía escuchar la respiración de la figura que lo precedía, jadeante, nerviosa- NO VAS A ESCAPAR...-le advierte mientras acelera aún más- TIENES QUE DEJARNOS SALIR!!!

Al ver a su hermano salir corriendo tras la figura, Greg no duda un instante, y echa a correr a su vez. Llevando el quinquel, intenta que la luz no abandone la espalda de su hermano.

¡Espera, Steve! ¡Que te vas a perder sin luz!- Greg intentan ponerse a la altura de su hermano, esperando que Jimmy también les siga. No le gustaría que se quedase atrás solo.

¡Loco!

Jimmy no se lo puede creer mientras se arranca a la carrera precedido de sus hermanos, sin ver más que la espalda de Greg al contraluz del quinquel y sentir sus dedos rozando la pared mientras avanza para no perder la referencia. En la mano derecha la pata de la silla toma protagonismo y el joven la aferra con más fuerza pensando en que puede que tenga que usarla.

De pronto la cordura se escapa como el vaho de los jadeos de Jimmy, nada tiene sentido y tal vez por eso comienza a reir mientras corre a ciegas y grita:

¡Cógelo Steve, vamos a darle una paliza! ¡Vamos, ya es tuyo, corre!

El atletismo es cuestión de genética, y así lo demuestran los tres hermanos Skilton, que uno tras otro se arrancan a correr en pos de la menuda figura que gritando intenta escapar.

La llama en el quinquel se agita amenzando con apagarse. A pesar de que Steve es el más veloz debido a sus entrenamientos constantes, ni el febril Greg ni el fiestero Jimmy se alejan demasiado en la persecución.

La carrera se ha iniciado de manera explosiva, y apenas han tenido tiempo de darse cuenta de que en esa dilatación del pasillo de donde ha salido el perseguido, había algo más que paredes y polvo...

Las sombras proyectadas por el quinquel de Greg te dan la luz suficiente como para saber que a este ritmo conseguirás pillarlo. Placar nunca ha sido tu misión esencial como quaterback, pero desde luego que si alguien sabe como hacerlo, ese eres tú.

Las pequeñas piernecitas de la menuda figura que había aparecido entre la oscuridad no daban abasto para poner tierra de por medio entre ella y sus perseguidores. Al contrario, los Skilton, no sólo Diamante, al que se le podía presuponer esa velocidad por ser deportista, sino también sus otros dos hermanos, estaban cada vez más cerca de ella.
Steve podía verla cada vez mejor, no sólo porque sus ojos claros se habían acostumbrado a la oscuridad, ni porque Greg portase el quinquel a pocos pasos de él, simplemente, se había echado practicamente encima de ella. Tanto que podría avalanzarse sobre aquella sombra en ese mismo momento...sin embargo, agigantó su zancada y aumento la cadencia de sus piernas un punto más, seguro de la ventaja que tenía. Hacer placajes no era precisamente una de sus funciones en el juego sino más bien esquivarlos, por eso debía asegurarse...el más mínimo error de cálculo, nada dificil en esa tensa situación, con tal oscuridad y supondría perder la presa. Luego...ni siquiera había pensado que haría cuando lo alcanzara...vamos Steve! Demosle una paliza...incitaba desde atrás su hermano Jimmy...vamos Steve! Vamos Diamante!...se animaba mentalmente él mismo...- Ya eres mioooo!- grita de pronto preparándose para saltar sobre la sombra...

Greg continua corriendo tras su hermano, viendo como este cada vez estaba más cerca de la figura que escapaba.

¡Cógelo Steve, vamos a darle una paliza! ¡Vamos, ya es tuyo, corre!

Las palabras de su hermano pequeño resuenan a su espalda. Greg frunce el ceño ante el comentario. Hace unos años el mismo estaría incitando a su hermano para que le diese una paliza, incluso se uniría con ganas una vez les alcanzase. Pero eso era antes. Ahora, y gracias al yoga, había conseguido controlar sus instintos violentos. Porque lo había conseguido…, ¿verdad? ¿Entonces porque sentía unas ganas terribles de patear a aquella figura que escapaba de ellos? ¿Porque sentía la necesidad de desahogarse con la cabeza de aquel tipo, por todo lo ocurrido en esas horas, aún sin saber si el tenía algo que ver o no? Vamos, Greg, unos buenos puñetazos en el estomago seguro que te quitan todo el estrés… ¡ni yoga ni pollas!

Greg aprieta el puño y tensa los músculos de la mandíbula mientras corre. Si sus hermanos pudiesen ver su cara en esos momentos, reconocerían al antiguo Greg, aquel Greg lleno de odio.

Diamante parece dispuesto a culminar la persecución. Como solo los jugadores de rugby saben hacer, Steve toma impulso para placar al fugitivo en plena carrera. Se trata de tirarse hacia adelante y buscar con las manos el traspiés del contrincante. Pero el quaterback no logra su objetivo. Sus dedos rozan unos pies descalzos? que evitan el tropiezo, y el pequeño de los Skilton se golpea con fuerza contra el suelo duro de la gruta. La inesperada caída del rubio atleta coge desprevenido a Greg, que no logra esquivar el cuerpo de su hermano y cae tras trastabillar con él. El quinquel golpea contra el suelo y rueda por la piedra. La oscuridad se apodera del subterráneo. Jimmy, en esa décima de segundo antes de que la luz de la lámpara se extinga, salta por encima de sus hermanos esquivándolos por los pelos. Cuando sus pies tocan tierra, sus pupilas han dejado de percibir el entorno...

La situación da un cambio... letal.

Había fallado. ¿Cómo coño se había apañado para cagarla de esa manera? Casi podría haber tocado a esa sombra si hubiera alargado el brazo pero ésta se había escabullido entre sus manos como un pez que resbala entre las del pescador. Puede que fuera por la oscuridad, puede que fuera por la irregularidad del terreno sobre el que corría que le hubiera impedido plantar bien el pie en el momento del impulso...que más daba ya...ahora Diamante se lamentaba, aún boca abajo en el suelo, tapándose la cara con sus manos en señal de lamento. Para más inri, había sido arrollado por uno de sus hermanos, que había caído poco después trastabillado por su cuerpo, acompañando su golpe contra el suelo un sonido, similar a una lata que cae y rueda por el suelo...¿no habrá sido...?cuando apoyó las manos en el suelo e incorporó la cabeza pudo ver lo que había pasado, precisamente porque no veía nada.

Joder...- murmura entre dientes mientras su respiración se pierde entre jadeos. Podrían deberse a la carrera que acababa de darse pero no era eso su causa- Estamos a oscuras! Jimmy! Coge a ese cabrón!- grita presa del pánico que volvía a embargarle. Fué lo único que le dió tiempo a pensar. Ni siquiera se había levantado, señalaba desde el suelo hacía un punto engullido por la oscuridad del que provenían los ecos de la carrera que solo Jimmy podría acabar. Puede que no fuera la mejor de las ideas, no sabían lo laberintico que podría ser esa catacumba y su hermano podría perderse entre las sombras persiguiendo a esa extraña figura pero...¿acaso no estaban perdidos ya?

Cuando Greg tropieza con su hermano y cae al suelo, parece como si la razón volviese de golpe a el. El impulso que sentía de destrozar alguna cabeza se esfuma con el golpe, tan rápido como vino.

¡No Jim! ¡Tenemos que mantenernos juntos! Sin luz solo conseguirás perderte.

Greg, aún tirado en el suelo, palpa su bolsillo, hasta dar con su zippo. Lo enciende y, casi a rastras, se dirige hacia donde descansa el quinquel, para intentar encenderlo de nuevo. Que no se haya roto, que no se haya roto…

Correr detrás de sus hermanos es una cosa pero tratar de coger a lo que fuera que sea eso que corre en plena oscuridad es otra muy diferente, al menos eso debe pensar Jimmy que se para en seco después de sobrepasar a sus hermanos.

Y una mierda, no veo un carajo...

La frustración se apodera del joven que no sabe que hacer, pero correr en la oscuridad le aterra.

Joder!

Jimmy lanza lña pata de la silla hacia el lugar donde huía el extraño más por rabia que por afán de impactar a su objetivo.

- Lo he perdido...- se escucha en voz baja en la oscuridad. Sus hermanos, en el fondo, tenían razón. ¿De que servía ya correr entre las sombras? El eco de las zancadas de quien fuera aquel al que habían perseguido comenzaba a difuminarse en sus oídos, señal de que cada vez se alejaba más- Seguro que sabía el camino de salida, seguro que era algún cómplice del que nos encerró aquí- estas dos frases son acompañadas por un ruido sordo, como una patada o un puñetazo contra la pared. Después, el silencio formado desaparece de pronto con un violento grito- SACADNOS DE AQUÍ! DEJADNOS EN PAZ!- no sabían lo grande que podría ser ese tunel pero seguramente ese grito pudo oirse de un extremo a otro- ¿QUE COÑO QUEREIS DE NOSOTROS?

Efectivamente, los pasos del fugitivo se alejan en la oscuriad...

Las maldiciones de los hermanos se escuchan en la oscuridad, seguido del familiar sonido del zippo de Greg encendiéndose. La luz, aunque débil y tenue, vuelva a ahuyentar las tinieblas del subterráneo pasadizo.

El Gregory y Steve permanecen en el suelo aún. Jimmy patalea enfadado unos pasos más adelante. La pata de la silla que portaba como arma rueda sin destino unos metros más allá.

Se escapó, el muy... Y ahora que cojones hacemos?