Cuando llego veo la masacre. -Acabad con ellos, hacer que nos presten atención y embosquemosles... Atacar por los flancos, a los supervivientes del pueblo los llevaremos a la guarida.-
Alento a mis hermanos y me preparo para la batalla....
Tus hombres siguieron tus ordenes pero los muy cobardes se parapetaron en mujeres en niños para evitar sus ataques. Aquello se convirtio en un baño de sangre. Era como si hubierais caido en una trampa. De la nada aparecio una segunda oleada de jinetes que comenzo a masacrar a los lobos uno a uno...
-Mierda! Retirada! Retirada!- Les grito maldiciendo nuestra mala suerte. -Que no os sigan! No deben conocer la guarida!- Añado yendo de vuelta a la guarida mientras ayudo a los que tenga más cerca, una vez en el bosque me aseguro de perderles antes de ir a la guarida cagandome en todo....
Me quede allí enfurruñada por todo lo sucedido y molesta con el mundo, lanzando piedras y encogiendo mientras blasfemaba en tono bajo por todo lo sucedido, pues mi destino ya estaba truncado, ya no me quedaba nada, si iba a la torre mis castigos serian horribles, y aquí tendría que vivir en cuevas...
Lograsteis escapar muy pocos, escuchando los gritos de los que quedaron atras pero volver era un suicidio.
Volvieron muy pocos al refugio, menos de la mitad de los que se fueron. Algunos heridos, todos vencidos.
Al volver pudieron encontrarme en el suelo sentada abrazando mis rodillas y con la capa cubriendo mi cuerpo pero no mi cara, tenia cara de muy pocos amigos, pues si la discusión me había cabreado quedarme allí sola esperando aun mas. No dije nada, solo mire al que me había secuestrado y gire la cara.
Llego enfadado y frustrado, pateando todo objeto inanimado que vea. -Joder! mierda! me cago en su puta madre!- Miro a la chica con furia. -Enhorabuena, tu premonición se ha cumplido. No te preocupes que sus almas cargarán en mi conciencia para toda mi puta vida... Contenta?- La espeto quitandome el cinto con las armas y tirandolo contra la pared con violencia.
Golpeo la pared con furia, haciendome sangrar los nudillos, me he hecho daño, pero mi cabreo me impide chillar de dolor, simplemente calma mis frustraciones con estoico semblante de enfado.
-Quieren a su zorra? La van a tener, por mis cojones que iré al castillo y sacaré su corazón con mis putas manos...- Miro a la chica y la señalo, en un gesto de que no diga nada, pues lo de zorra no iba por ella, sino por su cometido obligado, se que ella no tiene opcción ni culpa, y mi enfado no va con ella....
-Vamos a dejar que se confien, en un par de dias, iremos de noche y conseguiré la cabeza del "señor de la mierda" en una bandeja de plata....- Hablo a mis hermanos.
Suspire al ver la escena y puse los ojos en blanco, cuando finalmente se relajo me levante y fui al cuenco que me habian dejado con agua. Tras romper un poco de la tela de la parte de abajo de mi vestido y humedecerla me acerque a el y cogi sus manos limpiando las heridas que se habia echo - Te lo dije... su ejercito es mas grande... esta no es la solucion. Podias haber sacrificado solo mi vida, y ahora has sacrificado las de muchas personas. - Lo mire un segundo a los ojos y despues volvi con sus manos - Tu no puedes hacer nada, lo unico que has echo ha sido aumentar su ira... y tampoco podras coger su cabeza pues no podras entrar en palacio - Cuando las hridas estaban curadas cogi otro cacho y se las bende volviendo al cuenco para limpiar la sangre de la tela - Pero yo si... yo si puedo llegar a el, si puedo estar con el en el momento en el que un hombre esta mas debil... Lo has tirado todo a la basura, pues ya no se fiara de mi
Sara se acerca a mi, y tras arrancarse un trozo de vestido cura mis heridas en la mano mientras me habla. -...Si es la solución, si más gente nos apoyase....- susurro mirándola como me cura con cierta ternura.
-No quería sacrificar tu vida, ni la de los del pueblo...- Aprieto la mandíbula recordando la matanza, y los ojos se me ponen vidrosos.
-Si podré entrar en palacio, puedo ser como un gato negro en la noche, colarme sin que nadie me vea...- La aseguro sin orgullo, más bien, con seguridad idolatrada en cierto modo, pues debo poder hacerlo...
Tras curar mis heridas me las venda.
-En serio, no quiero que te arriesgues, y si te entrego ahora la matanza habrá sido en vano. Deben pagar por lo de hoy...-
- Haras lo que quieras, asi que me parece estupido seguir dicutiendo - igual que lo habia echo antes dejandome en aquella cueva. - Deberias bañarte o se te infectaran las heridas - Dije sin mas volviendo a cubrirme con la capa y abrazando mis piernas, apoyando la cabeza en mis rodillas.
-Y que quieres hacer tu? Ir a tu falso destino?... Tienes razón, paso de discutir más contigo. Gracias por la cura, voy a bañarme...-
La digo yendo por el primer camino de la cueva que lleva a las aguas termales.
- Al menos alli seria de ayuda, aqui solo estoy encerrada en una cueva esperando que vengas a gritarme... - Dije antes de ponerme tambien la caperuza y hacerme un ovillo rojo en el suelo... protegida por la tela no pude evitar derramar algunas lagrimas intentando controlar los sollozos, era rabia, impotencia, miedo, soledad...
Estaba a punto de entrar en la gruta que lleva a las aguas termales, y Sara me habla, encogiéndose más en un ovillo, me giro y camino hacia ella.
Me agacho poniéndome de cunclillas apoyando mis brazos en sus rodillas.
-Mi intención nunca fue la de gritarte, hemos discutido, por eso te he gritado, no por nada más....- La susurro dulce levantando su rostro con mis dedos en su mentón. Descubro que esta llorando, así que acojo su rostro entre mis palmas y con los pulgares seco sus lagrimas.
-Te dije que no tiene por que ser así, te puedo enseñar a luchar, puedes venir con nosotros, unirte a nosotros....- Añado sin perder el tono dulce.
- Yo... solo queria proteger a mi familia... - Dije sin poder evitar las lagrimas mas rapidas por mis mejillas - Siempre hice como si no supiera nada, siempre me hice la inocente, porque no queria que mi madre me viera sufrir, que su ultima imagen de mi fuera mala... - Me costaba contener los sollozos y mis manos se apretaban con duera en la tela de mi ropa - La noche que supo que iba a ser yo... esa noche... cuando me acoste ella no durmio... paso la noche llorando sin parar...
Sara no deja de llorar mientras me confiesa lo de su familia, y no puedo hacer menos que abrazarla y apretarla a mi pecho, quedando yo de rodillas para tener estabilidad.
-Toda mi familia fue asesinada, mi hermana después de ser violada, al igual que mis primas pequeñas, y todo por ser Lobos. Solo me queda el odio y un sentimiento de venganza, nada más... Y lo que le paso a mi familia no quiero que le vuelva a pasar a nadie más...-
La digo sin soltarla, besando su frente para luego seguir abrazándola.
Podia imaginarme pero no entender el perder a un ser querido de esa manera, yo.. solo la tenia a ella. - No era mas que una niña cuando esta capa recallo sobre mi... ¿Sabes lo que les pasa a las chicas que van a la torre? Que nadie se acerca a ellas... por miedo, por asco, por pena... - Nunca habia tenido una sola amiga, ni un chico que me cogiera de la mano siquiera, nadie aparte de mi familia.
La suelto ligeramente, secando de nuevo sus lagrimas con mis pulgares, pero no me separo de su lado; estando casi pegados el uno al otro.
-...Por cobardía.- Añado. -...No puedo devolverte ésos años vacíos, pero puedo ofrecerte un presente y futuro llenos de vivencias y amistades, y gente que se moriría por tu amor con solo conocerte...- La comento lo que la esperaría si se une a nosotros...
Lo miraba con mis ojos verdes inchados por las lagrimas, y mis labios humedecidos y rojos de morderlos - Toda mi vida me he mentalizado para algo que ya no ocurrira... y ahora... ahora no se que quiero... no se que hacer...- preferiria haber muerto en esa torre... morir llevandomelo a el conmigo al otro lado...
Observo a Sara, sus preciosos ojos verdes están ligeramente hinchados de llorar, sus labios rojos de mordérselos y con un brillo de estar humedecidos. Confiesa que ya se había mentalizado y ahora no sabía qué hacer. -Puedes probar a estar aqui con nosotros, conmigo, y vas viendo...- La digo cogiendo su mano con suavidad. -...Ésto no tiene que ser malo, nosotros no somos los malos, aquí tendrás una vida, y podrás vivirla como quieras.- Añado con una sonrisa encantadora.