Partida Rol por web

Bueno, bueno, nuevamente aquí para reabastecernos, a ver que me llevo, esta vez.

me quedo pensativo unos instantes y mesándome las barbas sonrío.

hmmmm, saco mi hacha y mi escudo y los pongo sobre la mesa, bueno esto de momento no lo necesitaré, ahora quisiera un hacha mágica y un escudo mágico, que la batalla que se avecina va a ser dura, ademá unos guanteletes de fuerza de ogro, bien creo que por el momento está bien....

tras repensarlo por unos instantes.

Y, por esto que me puedes dar?, le pregunto a Cregel sacamdo el broche de escudar.

Con las nuevas adquisiciones en la mano, recuerdo, en parte gracias a la mirada de Cregel, el importante hecho de que he de devolver mis posesiones anteriores, asi que resignada, me vuelvo a adentrar en las armerias... - Espera, creo que he cambiado de opinión...

Con las ideas bastante más claras, me acerco a las armaduras alli expustas, y tras deshacerme la que hasta ahora llevaba, elijo una similar, aunque imbuida con poder mágico... -La última vez no pude llevarte, pero hoy es otra historia... - pienso, mientras me enfundo en la nueva armadura. - Ahora a cambiar el escudo... murmuro, eligiendo uno de madera, y no de mithril, pero tambien dotado de magia....

Sonriente, y tras unos largos minutos en la armeria, vuelo a acercarme al mediano, Cregel, y mientras le enseño lo elegido, le entrego las monedas que faltan para cumplir la compra.

Bien Cregel, ¿es correcto?

Tala se acerca a las varitas esta de aca me servira saca una Vara con cargas para usar Flecha acida de Melf, Bien, al fin podre hacer algo mas que dormir a los enemigos

El mediano se acerca sonriente al grupo es evidente que le agradan de sobremanera, con un rápido vistazo ve lo que cada uno a tomado y como no dando mucha importancia hace ademan de que se lo lleven.

Adelante, de todos modos a nadie servirán esas cosas si se quedan aquí he pensado en abrir incluso la otra bodega pero creo que la reservare para una situación mas apremiante por que han de saber que esta no es una armería cualquiera aquí se resguardan todos los objetos que los magos han creado en pago a permitir usarles las instalaciones y el calabozo y la verdad por mal que me lleve con los hechiceros tengo que admitir que saben lo que hacen incluso me hicieron esta hermosa daga justo a mi tamaño la cual he guardado siempre con mucho cariño y jamás la he ensuciado con sangre ni de amigos ni de enemigos pero creo que esta vez la usare ….

Mientras habla el mediano saca una hermosa daga de un bolsillo oculto en su armadura de cuero, es evidente que se trata de un gran trabajo ya que la hoja es de plata y el mango de mithril, además de que brilla con una tenue luz azul.

… por que me parece que esta vez la ocasión lo amerita por que mis amigos dependen de que logremos resistir el tiempo suficiente y el enemigo no permitirá que lo retrasemos mucho aunque gracias a que logramos llamar su atención no se detendrán hasta acabar con nosotros ya que ahora somos un obstáculo pero….

Mientras el mediano sigue hablando e potente sonido de un cuerno de guerra se dispara en el aire, el grupo e incluso el mediano guardan un sepulcral silencio ya que el sonido no viene de el interior de la fortaleza sino del exterior, aparentemente el enemigo a llegado ya hasta las puertas de la fortaleza…..

Vamos dejen de quitarme el tiempo repórtense con Skurtgel… Apura el mediano.

Kirik se queda con su medallón extendido ignorado totalmente por el mediano…

Al ver a Cregel salir corriendo tras escuchar el cuerno, sonrío ante la perspectiva de usar mi nueva hacha, guardo el broche en mi mochila nuevamente y salgo a buscar al semiorco.

Vamos chicos, que llegaremos tarde y acabarán con todos antes de que lleguemos

Parece que ha llegado la hora... - murmuro, tras el comentario de Kirik, mientras encamino mis pasos hacia la salida. - Lo mejor será reunirnos con Skurtgel, tal como nos ha indicado Cregel. - agrego, salinedo de la armeria, con Hask trotando tras mis pies.

Conforme avanzan no pueden evitar notar que la mayoría de los mercenarios se encuentran sumamente nerviosos, es evidente que muy pocos tienen adiestramiento miliar necesario para combatir como un ejército. Acostumbrados como es obvio a llevar a cabo pequeñas tareas especializadas ahora encuentran difícil el sujetarse a la estricta disciplina necesaria para combatir efectivamente como una unidad.

Consciente de esto el capitán ha reducido el número de hombres en cada unidad al mínimo indispensable. Cada unidad parece estar integrada por no más de cien hombres divididos por su función.

Buscan con la vista al capitán para recibir las órdenes pertinentes pero éste se encuentra en las almenas de la muralla al parecer observando el futuro campo de batalla. Por las almenas observan correr al pequeño Cregel quien seguramente acude al llamado del semiorco para auxiliarle en la estrategia, desde su posición observan que el semiorco hace una ingente cantidad de furiosos movimientos como si pelease con alguien.

Acercándose un poco mas alcanzan a escuchar un poco confusas algunas palabras desde fuera de la fortaleza….

Vamohs mihs amohs ohs retshn para darles unah oportunidah de vivir un diah mahs….

Sih lograh vencehr a nuestro campeohn no lehs atacaremohs pohr el diha de hoy…

No tardan en escuchar la respuesta del semiorco…

Ja, de ningún modo puedo creer en la palabra de una sucia criatura como ustedes y no arriesgare a nadie para acudir a un reto convocado por una basura como tú….

La conversación sigue en el mismo tenor aunque no escuchan claramente todo lo dicho pero si observan las inconfundibles señas del semiorco que evidencian su enojo…

Ha dicho un reto? - inquiero sorprendida y en voz baja hacia mis compañeros, tan solo para confirmar lo que mis oidos han escuchado. - Acerquémonos un poco más, y veamos que hay ahi fuera. - agrego, caminando hacia las almenas, con la intención de observar el ejercito que sin duda nos aguarda al otro lado de los muros...

silencioso y mascullando por lo bajo prosigo mi caminar hacia donde se encuentra el semiorco.

Tala se acerca con interes un reto..pero confiar en estas criaturas es darle una ventaja, no les creeria que pensaran en realizar un combate limpio , se detiene a unos metros del semi orco esperando escuchar la contestacion del Goblin

El grupo sube hasta la muralla y avanza por ellas hasta la parte superior de la puerta, el panorama al que se enfrentan es terrible, por lo menos 12,000 enemigos eles observan desde alguna distancia al otro lado de la muralla. El ejército enemigo en perfecta formación se encuentra dividido en unidades de aproximadamente 1,000 elementos. No pueden evitar hacer sus cuentas mentales por lo que se dan cuenta de que son superados por lo menos en proporción de 6 a 1. Muy cerca de la puerta un goblin se encuentra haciendo el ofrecimiento al semiorco, algunos segundos de observación permiten a Itzaina y Frodo identificarle como el goblin que les auxilio a escapar de la fortaleza, “Grutesh”.

El goblin enfundado en su armadura de cuero discutía altaneramente con el semiorco con ademanes de superioridad como dando a conocer de su magnanimidad.

Pehro lo quhe ofrehsco ehs solahmente por quhe sabemohs queh noh reprehentan un peligroh y mihs amohs quierehn divertirhse con ustehdes…

El goblin se sonríe sarcásticamente es evidente que aún cuando sus intenciones y las de sus amos sean indescifrables, su seguridad sobre la superioridad que el tamaño de su ejército les dan es verdadera…

Al encontrarse ya muy cerca del semiorco escuchan como Cregel reflexiona con él.

Los muy malditos no saben que tan poderoso es nuestro ejército, están confiados porque saben que no podemos albergar un ejército muy grande en esta pequeña fortaleza pero saben que por el tamaño podríamos ser unos 8 mil lo que les dificultaría las cosas, debemos evitar el confrontamiento directo lo más posible ya que en cuanto vean la realidad y que su superioridad numérica es mucho mayor de la que suponen no dudaran en atacar.

Pero entonces que recomiendas - Pregunta el semiorco.

Creo que deberías enviar a un Campeón a enfrentar a quien manden, quizá Valior…

Nuevamente observan esa otra cara del mediano quien con rostro serio y meditabundo parece estar ideando mil estrategias en su mente, en sus ojos un extraño brillo les provoca un ligero escalofrió al notar un cierto deseo de sangre en su mirada.

¡Eh, pero si es el maldito cobarde de la ciudad neogi, sube aquí cobarde y te daré tu merecido! Frodo agitaba su puño en alto mientras miraba desde la fortaleza al goblin.

¡Como no vengas soltaremos a los dragones! Y acto seguido sonrió malignamente intentando hacer creer al pequeño ser que lo último podía ser una amenaza bien respaldada.

¡Bah, da lo mismo, divirtámonos con ellos, ¿quién es ese campeón? Yo quiero verlo, porfa, ¿puedo? Dijo mirando suplicante a Cregel y Skurtgel.