Partida Rol por web

Guardo mi pistola y yendo agachada por el pasillo trato de llegar a la puerta en la que estaba el hombre..

Una vez llegue al interior compruebo si hay alguna luz o si escucho las voces de las mujeres que tienen presas..

Vamos chicas, necesito saber dónde estáis..

Llegas a un par de metros de la puerta, pues más cerca te pondría a descubierto. Desde ahí puedes ver hacia adentro. El puente es mucho más pequeño de lo que hubieras imaginado, de unos 4 metros de ancho por 6 de fondo. Hay mucha luz allí, pues entra por un gran mirador que esta en el extremo mcontrario de donde se encuentra la puerta. Desde dinde estas alcnazas a ver a una de las chicas sentada en el suelo, vigilada por uno de esos sujetos. Se encuentran en la esquina a la derecha de la puerta.

Dónde estará el otro.. Me pregunto mientras apunto con mi arma al que veo y disparo, para luego colocarme en el otro lado de la puerta con el fin de no comerme el balazo en respuesta que posiblemente provenga del interior tras disparar yo. 

Le das al que está cuidando a las mujeres y logras salir de de la línea de fuego a tiempo. Después de eso, un silencio, pesado, casi espeso. Entonces solo escuchas el susurro preocupado de McLeud, que te dice:

- Eva, ¿Están bien?.

Sí, tu? Sigues entero? - Pregunto susurrando pero atenta a cualquier movimiento en el interior.

El teniente no alcanza acontestarte. De dentro del puente se siente un forsejeo. Después se escucha la voz del jefe de los terroristas.

- Tengo una rehen en mi poder y voy a salir con ella. Si alguno de ustedes intenta evitarlo, le vuelo los sesos.

Suéltala y te dejaremos marchar como si no hubiera pasado nada!! Respondo desde la puerta tratando de que no le haga nada a la mujer.

Por respuesta recibes una carcajada. Después el tipo dice:

-Realmente creen que soy idiota. Esta ricura es mi seguro de vida. Haora yo y mi compañero saldremos de aquí y nos reuniremos con los demás allá abajo y ustedes no hrán nada estúpido.

Tras pensarlo un momento le vuelvo a responder: Dejadlas salir y podéis llevarme a mí como rehén, al fin y al cabo a mí ya me tenías ganas no? Te estoy dando la oportunidad de vengarte.

Cuando dices eso, McLeud sale de detrás de la mesa con la pistola en alto como impulsado por un resorte. Te mira con cara de que estás llendo muy lejos y dice:

- Esto no tiene sentido. Los sistemas están muertos. No hay forma de salir de aquí.

Por su lado, Casius te mira con una expresión insana, algo que da miedo y asco al mismo tiempo. Entonces dice:

- Bien. Acepto el cambio. Te entrego a esta chica y tu tiras tu arma y vienes conmigo.

Me entregas a esa chica y yo tiro el arma. Pero tienes que soltarlas a todas para que vaya.. No pensarás que soy tan facilona e idiota no? Digo desde donde estoy.

El sujeto se hace un poco para atrás, de manera que la luz deja verlo claramente a él y a su rehen. Se trata de la comandante Hayes, quien, apesar de la situación, se ve bastante entera.

Ahora quien quiere ganar tiempo es Casius, quien dice:

- Te entrego a las tres tenientes de menor rango, pero me quedo con la morena - señala a Claudia Grant - y con esta. No creerás que te voy a dar a la hija del almirante así como así.

Vamos a ver alma de dios.. - Digo empezando a creer que es idiota de verdad.. - y que gano con que me des a dos y me entregue yo? Estamos en la misma situación.. además a mi me la sopla que sea la hija de un almirante.. si acabo de dejar a un coronel metido en el armario donde lo tenías por ser un gilipollas.. así que esta negociación no está funcionando me parece a mí.

Casius te mira con odio y con las venas de la frente hinchadas, te dice:

- Eres una ramera idiota. No lo entiendes, yo tengo los ases en la mano, tú ninguno. Reconozco que me encantaría tener media hopra a solas contigo, pero no eres tan importante como ellas.

Cuando Casius termina de hablar. Una detonación muy cerca de la torre del puente hace que todo se sacuda.