Partida Rol por web

-Cuéntenme qué averiguaron ustedes- instó el joven -Que tampoco podemos irnos ahora... algo necesito comer, no sé ustedes-

No recordaba cuándo había visto a Blarc comer... ¿comía? ¿Cómo hacía con el casco? Nunca le había visto el rostro, así que podía llegar a ser una buena oportunidad de hacerlo.

Luego, una vez en camino a buscar soldados para acompañar nuestra redada, elaboraron un plan. No se podía escapar, y tenían que tener una cacería exitosa.

- Por desgracia yo he encontrado poca cosa ... croe que el noble tiene algo mas que ver, sabe algo de los dietnes a demas como si hubiera sido suyo incluso o que lo deseara ... asi que el o el mayordomo saben mas, pero es solo una intuicion ..., seria demasiado tipico ... HA SIDO EL MAYORDOMO ... no? -

Dice mientras que sigue pensando como podria ayduar en todo aquel caso.

- Yo tambien necesito comer algo, mis fuerzas me fallan de pensar tanto -

-Tal vez el noble contrató a ese tal Nat- comenzó a elucubrar el joven mulorandino -Tal vez supo de aquella historia que me relató la Suma Sacerdotisa...- negó con la cabeza -Son sólo suposiciones, porque hasta que no agarremos a Nat- miró a Blarc un efímero momento -Y lo mantengamos con vida como para interrogarlo y usarlo como testigo si fuera necesario, no podremos incriminar a un noble- se encogió de hombros.

Los hombres de la Ronda se sitúan discretamente por los alrededores del edificio. Uno viene a deciros que hay luz en su ventana (o sea que está en casa).

Os llama la atención algo... Si al parecer los asesinos se han contagiado por culpa de los dientes postizos de licántropo... ¿Cuánta gente en Velen tiene esos dientes?

Luego de hablar un rato mientras comían, Rebás llegó a una conclusión que les compartió rápidamente.

-Debemos averiguar a quiénes atendió la maga- dijo levantándose y limpiándose la boca con una tela que ofició de servilleta -A esas personas son las que tenemos que tratar-

La redada sale estupendamente bien. La Ronda vigila todos los accesos al edificio. Incluso en el tejado del edificio de al lado hay alguaciles esperando. En la hora acordada, se abre sigilosamente el portal y subís por la desvencijada y empinada escalera. Cuando estáis todos en el rellano adecuado (se han hecho discretas averiguaciones), Blarc derriba la puerta y entráis en tromba. Dando el grito de rigor:

- ¡En nombre del Rey, paso a la justicia!

En la primera habitación hay dos jóvenes durmiendo en el suelo con mantas. Uno van tan borracho que no se entera de nada. El otro  dispara una ballesta que tenía cargada al lado. Hiere a un alguacil, pro tres más se le echan encima tres alguaciles. Le dan una paliza y lo encadenan.

Mientras ya habéis pasado a la otra habitación, un dormitorio cochambroso donde dos mujerzuelas se ponen a chillar al veros entrar. El tipo que estaba entre las dos intenta salir por la ventana desnudo, pero una descarga de fuego de Zook le inspira prudencia. Se rinde. 

Rebas cura al alguacil herido e interroga a las mujeres que confirman que su cliente se llama Nat.

Los alguaciles registran la vivienda y encuentran un escondite con objetos robados y sustancias ilegales.

- Eso, o la banda de Nat simplemente estaba al tanto del memorial que recibió aquella noble familia, robándolo para su propio fin. - Concluyó rápidamente con respecto al tema del mayordomo. - Tenemos la lista de la maga, por lo que eso debería ser tarea fácil. Primero, toca cortar el problema de raíz. - Sentenció con decisión, dispuesto a ir a por el tal Nat, y encargándose de reclutar a un par de muchachos de la ronda para cubrir la operación y nadie se les escapase como la primera vez.

...

Tras ello, se habían dispuesto a marchar. El plan de ingreso resultaba relativamente bien. Naturalmente, el Paladín de Helm no mostraría piedad alguna ante aquellos encargados de engendrar tales monstruosidades, pues estaba más que dispuesto a hacer cumplir su juramento de venganza. Si sus puños no eran lo suficiente para intimidar a aquellos bastardos, no le temblaría el pulso en desenfundar su espadón de plata.

- Confisquen todo aquello. Puede ser evidencia. Nosotros nos encargaremos del individuo de aquí en más. - Les ordenó a los muchachos, encarando la marcha hacia donde fuere que el refugio le llevase. Sea Nat, o cualquier cantidad de secuaces de debiese atravesar para llegar a él. El caballero gris avanzaba pisando fuerte.

Zook era un investigador de guante blanco, pequeño, con magia de adivinacion y percepcion, no era de combate pero se sabia defender. Pero acompaño a su compañeros, y cuando fue necesario hizo un pco de presion ... el truco Flecha de fuego era perfecto apra esos fines .... quemaba y era facil de hacer y manipular para asustar a individuos con cierta resistencia estupida.

- Debemos encontrar primero esos dientes, y eliminar mas contagio ... - pero vamos a ver si hay algo interesante ... , Zook comienza a hacer un pequeo ritual y movimientos en una zona de la sala

Zook encuentra, gracias a su conjuro, tres dientes molares escondidos dentro del agujero de una viga. Aparte de pequeñas joyas robadas. 

Nat es el que estaba con las dos chicas. Lo lleváis atado al calabozo, listo para interrogatorio.

Ese tipo de operación era de las que más disfrutaba Rebás. No sólo por la adrenalina que significaba que todo funcionara bien, si no que también por las cosas que se podían descubrir gracias a la sorpresa y el sigilo. Había cosas que sólo de esa forma se podían encontrar.

Al parecer, no iban a encontrar mucho más, pero el seguidor de Toth se quería asegurar por su propia cuenta... para luego poder interrogar como se debe a ese tal Nat.

- Chicos, mirar que he encontrado ..... - Zook con mucho cuidado coge los dientes de donde lo ha localizado

- Chicos solo hay 3 dientes ... esta claro que ha vendido muchos ... , a ver son muelas ... maldicion, pensar que encontrariamos mas .... tenemos las pruebas de que el es el vendedor ... y ahora tenemos que saber a quien les vendio los dientes, aun podemos tener mas problemas si alguien que los tengas lo usa inadecuadamente ... - Zook estaba contento al menos habian encontrado parte de esos dientes malditos.

- Bueno ... y tenemos pruebas, estas joyas parecen de una noble ... nos dijeron algo de estas joyas no? ... - Zook cree que le comento algo la noble pero si es mentira Zook no lo sabe o no se ha dado cuenta, buscaba cosas y las encontro

- Chico ... te has metido en un buen lio ... y solo ayudando podras salir de aqui sin perder la cabeza ... me temo ... - digo mientras miro a Nat

- Creo que para hablar eres tu mejor no Blarc? ... -

- Muy bien, rata de alcantarilla. Seré breve, y agradece porque esta es mi forma de tener 'piedad'. - Sentenció hacia el ahora reo Nat, acercándose cara a cara hacia él. Con sus enormes brazos, tomó al sujeto de sus prendas y lo levantó hasta tenerlo a la altura de su mirada, acercando la misma bien, bien de cerca. A una distancia que le permitía distinguir con perfección, a través de su yelmo, sus ojos llenos de oscuridad y odio. Unos ojos que no eran del todo humanos.

- Me dirás cómo fue que llegaron esos dientes a ti. Y a quién les vendiste los faltantes. Y tal vez reconsidere el reemplazar los mismos con tus muelas. - Le ordenó, con claras e intimidantes intenciones de hacerlo. De hecho, se estaba conteniendo de no hacerlo. Aquel hombre era el culpable de la creación de unos cuántos monstruos y engendros, no diferente a aquellos que arrasaron con el pueblo de su madre.

- ¡Eh, tranquilo! ¡Sólo le robe un collar de dientes podridos a esa vieja! Oí que había un noble que pagaba bien por esas zarandajas. Y mi tía Rae tenía muchas antiguallas. Pero como la vieja agarrada me mandó a la mierda hace tiempo, me colé en su desván... Luego me djeron que echaban a la calle si no pagaba el alquiler y me fui directo a la tienda esa de magia. Unas platas me dieron sólo.  Me quedé unos cuantas por si me enteraba de quien era el noble y sacaba algo de oro.

- ¿Sólo la maga, fue tu única cliente? ¿Cuántos dientes le vendiste? Habla. - Continuó, sin mostrar conformidad alguna. Debía asegurarse de que estuviese realmente asustado, para asegurarse de que estuviera escupiendo toda la verdad. Pero también asegurarse de que no quedase ningún cabo suelto. Necesitaba de ese número, y verificar que coincidiera con la lista de clientes de la maga que habían hallado hace un tiempo.

-¿Qué noble y qué fue lo que escuchaste que le interesaba?- preguntó el joven, queriendo apuntar también en esa dirección.

Rebás se mantenía en segundo plano, pero escrutaba con detenimiento el rostro del joven, mientras también estudiaba al imponente Blarc, quien también era un misterio para él.

- ¡Solo a la tienda, lo juro por Tymora! Joder, solo conozco ese sitio para vender esa roña. Los vendí todos allí.

Sobr elo del noble:

Yo que sé, me lo dijo Ralph el Raspas. Un barquero contrabandista. Lo veo en los puestos de comida de la Plaza del Ancla. Me dijo que él sería el intermediario. Pero hace días que no veo al muy mamón de mierda. Seguro que le ha vendido lo que buscaba al señorito y está gastando el oro con las putas

- ... - El Paladín sostuvo en sus manos durante unos cuántos segundos al bribón, con no más que su temible silencio y respiración. Estudió la expresión de aquel hombre, no sólo si su miedo era real, sino si sus palabras también, u ocultaban algo de más.

Tras ello, soltó y dejo caer a Nat, para voltear hacia el gnomo. - ¿Aún tenemos el diario de citas de la Maga? Sus clientes estaban citados allí. - Consultó, si eso era todo, el misterio parecía hallarse zanjado y sin mayores sorpresas. Sólo restaba ponerse manos a la obra y resolverlo.

Rebás miró a Nat una vez más, y luego a Blarc.

-Ya es suficiente con éste, que se lo lleven los guardias- dijo el joven -Deberíamos encontrar a ese Ralph, antes de que aparezca muerto, y que la Guardia se ocupe de encontrar a los clientes de la maga. Simplemente con purificar a quienes estén dentro de la fecha en la que Nat vendió el collar...-

Y se dirigió a Nat.

-Nat, hace cuánto de la venta?-

Zook permanecia pensativo ...

- Espera Nat ... cuantos dientes vendiste .... vamos a contar los que tenemos aqui y los que vendiste y ver cuantos faltan .... por si aun hay alguno que aun no hemos descubierto ... -