Partida Rol por web

- Yo haré el primer turno - dice Felix Strode -.

Felix se acomoda cerca del fuego y os dais cuenta que al igual que ya ocurrió las otras dos noches, se ha formado trazas de sedosa niebla que parece moverse caprichosamente. A veces, de reojo, os parece que adopta formas reconocibles. Rostros, extremidades, siluetas completas... Incluso parecen susurrar cosas al oído, pero pronto dejáis de hacerles caso y conseguís dormir.

De repente, el sueño que estás teniendo esa noche se vuelve lúcido:

Estás en Italia, en algún momento del medievo. Los restos en llamas de una pequeña aldea se extienden a tu alrededor. Hay docenas de cadáveres esparcidos por sus embarrados caminos. Los inspeccionas con tu millar de ojos. Algunos han muerto hace poco. Otros han sido mutilados más allá de todo reconocimiento, para después ser recompuestos de maneras extrañas, sin orden ni concierto. Pero ahora se están descomponiendo. Sin personas que atormentar ni con las que jugar, estás perdiendo energía. Este extraño reino, con su limitada geometría, te cansa si nos puedes infligir dolor y causar miedo. Pero no deseas abandonar este lugar para siempre, pues las débiles y temerosas mentes de las simiescas criaturas que lo habitan son deliciosas más allá de toda medida. Debe haber algún modo de dormir, y que más de ellos vengana a ti. Sí, lo harás, incluso aunque te haga algo vulnerable.

Doblas tur zarcillos, aplanas tus cerebros-velas, conviertes tus garras-lanzas. Te transformas en algo que las criaturas simiescas no pueden resistir. La nueva forma se asienta y te rindes a un fervoroso letargo.

Tú, Abholos, te has convertido en un libro.
 

A continuación, eres despertada por Felix Strode, que te sujeta la cabeza con cuidado, y te das cuenta que estás empapada en sudor y has arañado la tierra de alrededor.

- Señorita Krilov. ¡Señorita Krilov! ¿Se encuentra bien?

Al poco de dormir, os despertáis a causa de unas fuertes voces que denotan alarma. Os giráis y veis a Felix Strode de rodillas, sujetando la cabeza de la señorita Krilov y ayudándola a incorporarse, al mismo tiempo que le pregunta si está bien. Ella parece algo confundida y agotada. De hecho, está empapada en sudor, a pesar de que la noche tiene una temperatura agradable.

Puede que nunca haya agradecido tanto escuchar una voz conocida y que alguien me despertara de un sueño. Me duele la mandíbula por haber apretado los dientes, y tengo las uñas llenas de tierra.

¿Es que no voy a dejar de tener pesadillas mientras estemos en este horrible lugar?

Claro que, si se piensa fríamente, es normal. Tener pesadillas allí era lo único normal del lugar.

Miro a Felix, que parece ser quien me ha despertado.

- Sí... creo que sí, señor Strode.

Me despierto, sobresaltado por el sorprendente ruido, para encontrarme tan curiosa escena: Felix Strode de rodillas, sujetando la cabeza de la señorita Krilov y ayudándola a incorporarse, al mismo tiempo que le pregunta si está bien. Ella parece algo confundida y agotada. De hecho, está empapada en sudor, a pesar de que la noche tiene una temperatura agradable..

Me incorporo rápidamente, acercándome a ellos no sin antes coger una de mis lanzas de bambú que había dejado a mano, pero me doy cuenta de que Strode solo intenta despertarla de ese extraño letargo inquieto.

-Irina, ¿está usted bien? ¿Ha tenido alguna pesadilla.... o visión? -añado.

Puede que nunca haya agradecido tanto escuchar una voz conocida y que alguien me despertara de un sueño. Me duele la mandíbula por haber apretado los dientes, y tengo las uñas llenas de tierra.

¿Es que no voy a dejar de tener pesadillas mientras estemos en este horrible lugar?

Claro que, si se piensa fríamente, es normal. Tener pesadillas allí era lo único normal del lugar.

Miro a Felix, que parece ser quien me ha despertado.

- Sí... creo que sí, señor Strode.

Algo más despejada, veo que Brush se acerca, y también pregunta por mi estado.

- Otra pesadilla... no dejo de tenerlas desde que estamos aquí. Creo que he soñado con ese libro.

Irina parece aún confusa por el repentino despertar, pero es necesario que no pierda en la memoria lo que pueda recordar de su sueño. Le pregunto, antes de nada:

-¿Otra vez? Eso no puede ser casualidad.. ¿Qué ha soñado? Haga memoria.. Tal vez pueda sernos útil.

- Señorita, cuéntenos todo lo que consiga recordar - dice Leroy, desde detrás del Profesor Ezekiel -. Es necesario que no se olvide de nada.

Felix levanta la mirada y observa a Leroy con la boca semiabierta y ojos cansados.

- ¿Crees que la pesadilla es información que nos pueda servir para sobrevivir en la isla - cuestiona Felix -?

- No lo sé, maldita sea, pero como arqueólogo le puedo decir que a veces conviene dejarse la lógica en casa, bien guardada en un cajón.

- Es difícil de recordar... o más bien confuso. Es como un recuerdo lejano. Como si realmente lo hubiera vivido, pero hace mucho tiempo.

Aprieto los ojos intentando hacer memoria.

- Lo veía todo a través de los ojos de una criatura. Una criatura con muchos ojos. Todo recordaba a lo que pensamos que sería la época medieval. Creo que en Italia. Había cadáveres extraños... retorcidos o mezclados de forma extraña. Al final, yo, es decir, la criatura, se transforma en un libro.

Escuché en silencio los recuerdos de Irina, por nada del mundo quería interrumpirla y que se dejase algún detalle importante. Pero no pude evitar relacionar ese libro que menciona con el que tantas veces había sido nombrado ya.

Ese libro que tenían que haber tirado desde el avión que ahora estaba estrellado.

El libro maldito.

Cuando Irina dejó de hablar, en ese momento de reflexión no pude evitar hacerlo yo

-Seguro que ha sido más pesadilla que sueño, Irina.. Espero que pueda usted recuperarse, y gracias por el esfuerzo de volver a rememorar tan horribles escenas. Tanto si su sueño era una advertencia o una clarividencia, está claro que está relacionado con el libro que ya nos es familiar. Ahora podemos saber algo sobre su origen, y desde luego que no es inocuo. Cadáveres mezclados de forma extraña.. Eso me recuerda a los que nos atacaron en el avión. Ese libro no puede andar lejos, y desde luego que no podemos tratar de ignorarlo. Las señales son muchas, y cada vez más frecuentes.. Tenemos que acabar lo que fue empezado: la destrucción de ese libro. Ya hemos sufrido sus consecuencias, y afecta a todo en esta isla. Acabará afectándonos a nosotros también si no atacamos primero.

- Esto es, desde luego, el caso más extraño que me he encontrado en toda mi carrera - pronuncia Felix Strode -. Está bien, si ese maldito libro quiere jugar con nosotros, subamos la apuesta y vayamos a por él.

Leroy observa divertido el arranque de valentía de sus compañeros.

- Vale, vale, vale... Ese libro me hará portada en todas las gacetas.

- Ni sueñes con volver con ese libro, Leroy. Ya has visto la clase de seres y fenómenos que lo rodean - dice Felix poniéndose en pie frente a Leroy, que hace cábalas pensando en el libro como un premio -.

- Eh, agente, vuelva a su jurisdicción. ¡Aquí no tiene autoridad ninguna!

- ¿Quiere hablar con mi puño ese tema - dice Felix arremangándose la camisa -?

- ¿Eso es lo que haces cuando no te obedecen?

El ambiente se ha vuelto tenso e incómodo. Felix Strode y Leroy Currie, ambos de pie, se miran fijamente como dos depredadores y un territorio que dominar. El silencio y la densa niebla parecen entidades vivas, hasta que algo cobra importancia. Un lejano cántico que sólo puede provenir de una boca con labios rotos y dientes destrozados que suena "Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn" os llega de manera sutil. A veces, parece más un escalofrío que os recorre la columna que un siseo en vuestro oído.

Viendo cómo se comportan mis compañeros, enseguida me pongo en pie para tratar de calmarlos. Parecen dos gallos de pelea a punto de saltar uno sobre el otro, y no es plato de gusto jamás. Menos aún en nuestras circunstancias.

-Señores, calma, esperen, vamos a habl...

El cántico interrumpe mi razonamiento. 

-Ssssshhhhhh.... -les digo a todos, haciendo un gesto de escuchar alrededor, por si solo yo me he dado cuenta. No distingo el idioma de las palabras, pero suena tremendamente horrible.

Les miro a los tres, asustado. Sea lo que sea, lo estamos oyendo. Quizás está cerca. El miedo más ancestral vuelve a tratar de dominar mi razonado cerebro, y trato de no dejarle o estaré perdido. 

¿Creen que esa forma infantil y primitiva es forma de comportarse en un momento y lugar como éstos?

No habría sido sólo pensamiento si no también palabras, si el profesor no hubiera interferido antes, y si no nos hubiera mandado callar. ¿Qué había sido eso?

Una sensación, parecida a la de la pesadilla, me atenaza el cuerpo. Pero ahora no estoy soñando.

¿Verdad?

Cuando mi mirada se cruza con la aterrada del profesor, aún es peor. No sólo es sensación mía. Algo extraño pasa. No es sólo un idioma desconocido. Intento prestar atención a ver si se vuelve a escuchar y puedo comprender algo, aunque sólo de pensar en que se repita aquel "sonido" se me hiela la sangre.

La lengua te es totalmente desconocida. No eres capaz de discernir su mensaje, ni si proviene de algún dialecto o lengua más antigua. Sólo se asemeja a fragmentos que has leído alguna vez en los márgenes de algunas noticias esotéricas que hablan de extrañas voces o cánticos que se dejaban oír en la oscuridad, pero claro, no puedes asegurar que sea la misma situación.

Por cierto, no puedes dejar de mirar de reojo a la pasta con savia y sangre coagulada que mezclaste. De momento, la sangre sigue coagulada.

- No sé vosotros, pero creo que quiere atraernos. Que abandonemos este sitio seguro - dice Felix.

- Descansad ahora vosotros, yo seguiré con la guardia. Estoy bastante desvelado y mantendré los ojos bien abiertos - ofrece Leroy.

-Sea lo que sea, no debemos ir de noche. Ya sabemos qué tipo de criaturas pueden aguardarnos -hice una pausa, sujetando una de las lanzas-. Al menos ahora tenemos mejores armas que la primera vez que los encontramos. Me tienta ir a ver, pero no conocemos el terreno y estamos en desventaja. La morfología de las criaturas que nos atacaron en el avión, aparte de extraña, era también.. ¿cómo decirlo?.. Un poco mágica, quizás. ¿Se acuerdan que eran invisibles a veces? ¿Que las veíamos gracias a los rayos? Esta noche no hay tormenta. Podrían sorprendernos fácilmente..

- Sí, Profesor, me temo que tiene razón. Sólo los veíamos cuando les daba la luz - dijo Leroy llevando la mirada de uno a otro de sus compañeros.

- De noche nos llevan ventaja. No les vemos. Quizá mañana, cuando amanezca, debamos aprovechar las horas de luz para explorar la isla - dijo Felix.

-Propongo seguir con las guardias e ignorar ese cántico en lo posible, a no ser que se acerque. Como usted dice, Felix, es posible que quiera atraernos. Y una voz desconocida que pretende que vayamos a un lugar abrupto, es seguro que no es una voz amiga. Por la mañana, con la luz de nuestra parte, iremos en esa dirección.

Me sentí más seguro así, ir de noche no me parecía buena idea. Criaturas invisibles fue lo que nos encontramos la primera vez, pero.. nadie dice que sean las únicas mutaciones extrañas que hay. Quizás otras tengan peores poderes.