Partida Rol por web

¿Se estan tardando mas de la cuenta, no? - Irina le comenta por lo bajo a la hermana, como tratanto de no alarmarla mas de la cuenta.

CHARLIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!! COMO VA ESO AHI ABAJOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!

La joven trata de gritar lo mas fuerte que puede, como si sus compañeros hubieran bajado al centro de la tierra.

Eso, si han tenido problemas y se han encontrado con caníbales como el doctor Brush lo mejor es ponerles sobre aviso. Piensa Leroy torciendo el gesto al otro lado del tronco.

¿¿HOooolaaaa?? ¿como os va ahí abajoooo? grita Flora angustiada mientras mira a su alrededor, buscando otra fuente de peligro.

-¡Mal! ¡Esto parecen las cloacas de la isla! - sube la voz de Charlie entre ecos.

En realidad, se nota que solo son sus habituales gruñidos. No hay alarma o miedo en sus quejas.

-Para subir, tendrán que ayudarnos. Esto cansa mucho. Cuando le de dos tirones a la cuerda, estiren.

-¡¡Venga, ya están de vuelta! Tiren con fuerza, a ver si podemos seguir.- Leroy se muestra algo más contento al saber que los dos exploradores de las profundidades regresan. Por fin podrán continuar.

El detective se mostró disconforme con la decisión de Charlie y se encogió de hombros.

—Bueno, subamos pues.

Miró un instante hacia abajo, como deseoso por continuar la única tarea que le había motivado desde su llegada a la isla. La desesperanza estaba, cada vez más, tatuada en la impronta de Félix que trataba de buscar un excusa, por muy azarosa que pareciera, para mantenerse activo y con esa pizca de fe que pudiera llevarle a ese final feliz que esperaba que tuviera ese cuento.

Esperó la reacción del vagabundo y le siguió hacia arriba, detrás suyo, manteniendo la cuerda desde abajo dispuesto a asegurar la vida de su compañero.

—Adelante, te aseguro.

-Dicen que el que busca encuentra pero, la verdad, ¿qué posibilidades había de que el libro hubiera caído ahí abajo? - consuela a su decepcionado compañero. - Nos estamos jugando la vida por un simple presentimiento. Y quien dice la vida, dice partirse una pierna y convertirse en una carga para los demás. ¿Se imagina el sentimiento de culpabilidad que puede provocar el dejar tirado a un viejo herido cuando vengan más cosas de esas a por nosotros? - le dice con maliciosa sorna rematada por un aceso de tos.

Desanimado o no, lo que es evidente es su cansancio. El sudor le cae a chorretones por la frente, arrastrando la mugre y dejando su frente a rallas.

-Sigamos. - dice dando dos tirones a la cuerda y esperando la ayuda para comenzar a trepar.

Félix espero a que Chalie estuviera en un punto estable para subir tras el.

—Arriba —pensó.

Finalmente los dos valientes suben de nuevo bastante desanimados por no encontrar nada en esa sima profunda más allá del viento, telarañas y el vacío absoluto. Aunque al menos seguís estando juntos, aún os queda algo de salud (de la mental no tanta) y no hay signos de peligro a vuestro alrededor.
El sol se haya en su punto más alto por lo que pronto empezará a caer la tarde y con ella la oscuridad aunque vuestra preocupación a corto plazo pasa por comer y beber algo.

- No parecen haber encontrado gran cosa - grita Leroy desde el otro lado del tronco que une ambos riscos.- Si les parece bien, podemos continuar siguiendo el rastro de ramas partidas que dejara el avión tras de sí.

Charlie se tumba exhausto en el hierba y recupera el aliento entre toses.

-El rastro se pierde. Cof, cof. Vaya usted de si quiere. Yo seguiría con la ruta de la que hablamos antes. La costa, el bambú y todo eso. Cof, cof, cof. - dice de forma seca y abrupta.

Luego mira hacia las dos mujeres y su semblante y su mirada se ablandan.

-¿Estaba preocupada por mi? Mire que mala hierba nunca muere. - bromea con Flora, casi con ternura.

Los mensajes que se escuchaban por la radio parecen estar relacionados con los que has percibido en tus sueños. ¿Tal vez estén relacionados?
Y otra cosa, esas cosas que has visto te recuerdan un tanto al mito vudú. Personas que son controlados por otra persona, tal vez sea algo de eso...

Esos bichos semihumanoides sin duda deben estar en algún sitio. Es decir, deben tener un lugar donde descansar, comer y esas cosas. Tal vez si localizáis ese lugar podréis conseguir ventaja sobre ellos...

Félix se irguió al lado de Charlie intentando mostrarse entero.

—¿Cansado? Le veo algo mayor, amigo —dijo en un infructuoso deseo de alegrar el ambiente.

Se giró y miró a cada uno de los que habían estado esperando la vuelta de los dos escaladores, deteniendo la mirada sobre todos ellos unos instantes. Acto seguido meneo la cabeza a ambos lados cayendo de nuevo en el desánimo.

—Sinceramente, creo que la mejor opción que tenemos es saltar por este barranco pero sin cuerda. ¡Maldita isla! Se me acaban las opciones. No se, supongo que ambas opciones son buenas así que...

Dejó la frase en suspenso. Realmente le importaba bien poco la dirección que el grupo tomara pues ya había caído en la desesperanza y no creía en ninguna salvación posible. Quizá por eso hubiera seguido hasta que la negrura del abismo les hubiera tragado y, con ello, liberado de la eterna isla.

Se encogió de hombros esperando alguna alternativa más aunque dudaba de ésta posibilidad.