Partida Rol por web

Durante unos instantes, pareció como si el tiempo se detuviera. La serpiente gigante estaba saliendo del agua con las descomunales fauces casi desencajadas, preparada para engulliros de un solo bocado. Delante de vosotros, a unos cien metros, la salvación os esperaba, pero estaba lejos, muy lejos.

Todos sentisteis la sombra de la serpiente sobre vuestras cabezas, esperando para descender y acabar por fin con todo, pero de repente...

Unos enormes tentáculos surgieron por todos lados, alrededor del bote. El mar embravecido parecía que iba engulliros y la serpiente, dejó de fijar vuestra atención en vosotros para centrarse... en la criatura que había hecho aparición delante vuestra.

Cuando mirasteis, visteis a una criatura similar a un pulpo o calamar gigante, viniendo a vuestra memoria lo que en tantas películas habíais visto.

El Kraken.

Cuando los ojos del Kraken se elevaron por encima del nivel del mar, uno de sus tentáculos golpeó la barca con fuerza y todos salisteis volando por los aires, aterrizando en mitad de aquella batalla campal entre los restos de madera de vuestra pequeña embarcación.

Aquel estaba siendo, sin lugar a dudas, el peor de los peligros por los que habíamos pasado hasta el momento. La serpiente había sido sólo un aviso de lo que estaba por llegar y todo el bamboleo de la barca, toda la desesperación que nos invadió a todos, toda la preocupación porque seguramente no saldríamos vivos de allí, en especial quien me preocupaba más era Lex que aún seguía en el agua, no iba a ser nada comparado con lo que aguardaba en las profundidades, agazapado para acabar de un solo golpe con todos nosotros.

—¡NOOOOOO! ¡Cuidado! —Era lo único que podía gritar, muerta de miedo como estaba al ver los enormes tentáculos que salían de todas partes dispuestos a hundir la barca y con ella a todo el grupo.

No quería morir, eso era algo que tenía muy claro, y por supuesto no quería que muriera ninguno de mis compañeros. Había que encontrar una salida o la forma de acabar con el kraken que yo siempre había pensado que era fruto de la imaginación, pero sólo éramos niños y un adulto bastante decrépito que poco podrían hacer ante semejante bestia, y mucho menos Scott con su insignificante y patética espada de atrezo.

Sin embargo, lo que estaba sucediendo era algo que, si conseguíamos alcanzar la orilla y escapar de allí, nos daría la oportunidad perfecta. La serpiente y el kraken parecían más que dispuestos a enzarzarse en una pelea que, con toda seguridad, sería a vida o muerte lo que podía significar que dejarían de prestarnos atención.

Aunque no íbamos a tener tanta suerte. Uno de los tentáculos del pulpo gigante dio de lleno en la barca haciéndonos salir a todos disparados por los aires... Si por lo menos nos hubiera lanzado hacia la orilla o bien lejos de aquella inminente pelea. Pero no, tuvo que lanzarlos en medio de aquellos dos enemigos a muerte.

Vi una de las tablas de la barca y me agarré con fuerza a ella, intentando saber qué había pasado con mis compañeros a la vez que intentaba quitarme de en medio de los dos combatientes.

—¿Dónde estáis? ¿Estáis bien? —Intenté gritar haciéndome oir en medio de todo aquel estruendo y sintiendo cómo la boca se me llenaba de agua cada vez que la abría.

Scott guardó la espada de atrezzo de nuevo entre su cinturón y su pantalón. No sabía muy bien porqué ni para qué, pues hasta ese momento le había servido más bien de muy poco. Entonces recordó la espada pirata que Anne le había dado en su huída a la carrera del Infierno.

¿Dónde la había puesto? No lo recordaba por mucho que lo intentaba. ¿La había dejado olvidada en algún sitio? ¿Cómo podía ser tan tonto? Bueno... Fuera como fuera, había demostrado ser un espadachín patético.

Scott decidió lanzarse al lago. Era consciente de que se le había escapado el pipi y saltar al agua y tratar de nadar hasta la orilla era la solución a todos sus problemas.

- ¡Hay que nadar! - Dijo antes de prepararse para lanzarse de cabeza.

Pero entonces la barca volcó y acabó en el agua de todod moduod. Una vna en el agua notó como uno de aquellos tentáculos le rozó la pierna un segundo a punto estuvo de agarrarle cuando emergió del agua y se lanzó contra él. Por suerte Scott logró esquivarlo y comenzó a nadar como si no hubiera un mañana hacia la orilla, pues en efecto no lo habría si no llegaba a tierra firme cuanto antes.

No había tiempo para dejarse dominar por el pánico, había que alejarse de allí y abandonar la barca antes que la serpiente marina los devorara. La joven Walsh iba a gritar a sus amigos que se lanzaran al agua cuando aquellos inmensos tentáculos surgieron de las profundidades del lago, no llegando a comprender como aquel lago podía contener a semejantes bestias. En el lapso de un suspiro el kraken destrozo la barca, todos salieron disparados en distintas direcciones junto con los restos de la barca.

Una vez se hubo repuesto de semejante impacto, saliendo a la superficie en busca de aire, Lex se topo de frente a uno de los ojos del temible Kraken. El grito que esta dio fue acallado en el instante que uno de sus tentáculos envolvió sus piernas, centrándose en lograr librarse de su presa desesperada.

Intentar luchar contra esa serpiente marina con dos simples remos era lo mismo que cortar acero con un cuchillo de plástico, algo totalmente inútil, aquel monstruo se elevaba sobre el agua abriendo sus fauces al igual que una boa desencaja su mandíbula para tragarse a su víctima.

Miré a Emiko que se encontraba a mi lado y luego a Lex que aún estaba en el agua, dibujé una pequeña sonrisa de despedida y una mirada de cariño mientras esperaba que aquella boca llena de afilados dientes nos tragase a todos del tirón pero en vez de eso unos tentáculos emergieron alrededor de la barca, los miré entre sorprendido y aterrado, como si con un solo monstruo no tuviéramos suficiente, ahora teníamos un maldito kraken.

Uno de sus tentáculos golpeó la barca haciéndola pedazos y provocando que saliésemos volando en todas direcciones cayendo de nuevo en la fría agua, ya la serpiente se había convertido en una amenaza secundaria varios tentáculos nos rodeaban y unos de aquellos apéndices llenos de ventosa casi llegó a cazarme pero un rápido movimiento sobre el agua me permitió esquivarlo, pero entonces escuché un grito y miré hacia allí..
era mi prima que había sido atrapada por uno de esos tentáculos-¡LEEEX!-volví a gritar nadando hacia ella y me lancé sobre sus piernas agarrándola con fuerza-¡HIJO DE PUTA TU NO TE LA LLEVAS!- grité furioso mientras le daba patadas al tentáculo desesperadamente esperando que soltase a Lex.

Scott vio como atrapaban a Lex. Ella era su amiga y no iba a permitir que aquel monstruo marino se la llevara. Él mismo había estado en apuros y de no ser por sus amigos igual ahora no estaría a punto de ser devorado por un kraken y una sierpe marina... Aunque pensándolo bien no sabía que era peor.

Fuera como fuera, eran goonies y los goonies no dejaban atrás a sus amigos. Scott nadó todo lo rápido que pudieran dirección al tentáculo que acababa de atrapar a Lex y cuando estuvo junto a éste se abrazó al brazo y hincó sus dientes en el pulpo con todas sus fuerzas.

Emiko sintió que todo a su lado explotaba y de repente, se encontró volando junto a los trozos del bote y todos los demás. Cuando cayó de nuevo al agua, lo hizo en una postura extraña, lo que hizo que tragara agua y tardara en salir a la superficie, confundida.

-Arrgghghgh. Qué....argg... ha....

No pudo terminar la frase. Un tentáculo gigantesco de la criatura, la agarró por la cintura y la elevó en el aire. Emiko miró a su alrededor y vio que no era la única, pero eso no evitó que gritara.

-¡SOCORRROOOO! ¡AAAAHHHHH!

El profesor estaba sin palabras. Por si no fuera suficiente con una serpiente gigante, de pronto apareció aquel maldito... kraken, y los lanzó a todos por los aires como si fuesen trozos de corcho.

Por fortuna, el profesor cayó al agua antes que el resto, y vio desde el agua como el bote se partía en mil pedazos y los pobres chicos salían despedidos en todas direcciones, para acabar aterrizando, junto a los restos de madera, a su alrededor.

Mientras tanto, la serpiente se había detenido, asustada, y el kraken agitaba los tentáculos de todas las formas posibles... con varios niños agarrados. 

-¡Cuidado, chicos! -gritó, sin darse cuenta de que eso no servía de nada. Entonces recordó todo lo que había leído al respecto. Una criatura así solo tenía dos puntos débiles. La boca y los ojos. Si querían acabar con ella, o al menos, que soltara a los suyos, tendrían que hacerle daño ahí. ¿Pero con qué?

¡Los ojos. Hay que darle en los ojos con algo! -logró gritar, mientras luchaba por mantenerse a flote y acercarse a los demás.

El kraken elevó el tentáculo en el cual llevaba a Lex... con Scott colgado de sus pies y Patrick cabalgando a lomos como si fuese un caballo. A varios metros de altura, soltarse quizás no fuese muy buena idea, pero mientras tanto, tampoco podían liberar a Lex, que estaba fuertemente atrapada por el tentáculo.

Al mismo tiempo vieron como otro de sus brazos elevaba a la pobre de Emiko, que casi sollozaba de terror.

Aquel Kraken nos trataba con siemples pingajos, eramos unos aperitivos para él y aunque la serpiente marina se había retirado momentánemamente, además de Lex, Emiko también fue secuestrada por otro tentáculo de aquel monstruo. Ni mi peso ni los dientes de Scott hacían mella en el Kraken, así no íbamos a conseguir nada, pero el profesor nos dío una posible solución a voz en grito.

Cita:

Sabía que era un peligro enorme el que corría, pero teníamos que detener a esa bestia y si había que atacar a ese ojo, había que hacerlo ya-¡Lex, aguanta por lo que más quieras, aguantad todos!-grité mientras me soltaba de los pies de Lex dejándome caer al agua.

Estaba rodeado de restos de la barca así que cogí uno de los maderos y nadando hasta uno de los ojos del monstruo intenté clavárselo con toda la fuerza que pude, aunque no era mucha, flotando en el agua y sin punto de apoyo era muy dificil aplicar la fuerza necesaria para atravesar su globo ocular, pero quizas podría distraer un poco inflingiéndole algo de daño o al sentirse amenazado-¡Suéltales maldtia bestia!-grité furioso golpeando su ojo con el madero.

Cuando pensaba que la situación no podía ir a peor, había aparecido aquella inmensa bestia marina, que no era nada más ni nada menos que el Kraken, el gigantesco pulpo mitológico que había aparecido en películas como Piratas del Caribe o Furia de Titanes.

En medio de su enfrentamiento con la serpiente marina, nuestra barca fue echa pedazos y caímos al agua. Traté de alejarme para llegar hasta la orilla, pero, antes de que pudiera nadar un solo metro, sentí un poderoso tentáculo enroscándose alrededor de mi cintura y comenzando a elevarme. No tenía mucha idea sobre el comportamiento de los pulpos gigantes, pero estaba claro que no me soltaría con facilidad.

-¡Zuelta! ¡Zuelta, cabrón! -grité, muy asustado, intentando golpear a la inmensa criatura con mis pequeños puños, que como mucho le estarían haciendo cosquillas.

Otro de los tentáculos del Kraken agarró por los pies a Caleb y lo elevó junto a los demás a varios metros de altura. En aquellos instantes, había más goonies "volando" que nadando, y mientras tanto, el agua formaba olas enormes que amenazaban con tragarse a aquellos que se mantenían a flote, con el kraken a un lado y la serpiente gigantesca al otro.