Partida Rol por web

Sabiendo que mi rechoncho cuerpo podía tener problemas a la hora de ejecutar un gran salto, decidí tomar carrerilla y, con la gracilidad propia de una bailarina de ballet, di un gran salto sobre la letra S. Me sorprendí a mí mismo al advertir que había caído justo en ella y respiré aliviado.

-¡Puez no ez tan difícil como me temía! -exclamé, poniendo los brazos en jarras, en tono optimista-. ¡Venga, chicoz, que noz quedan cinco máz!

¡Sangre! ¡Claro! ¿Cómo no me había dado cuenta? Sangre era lo que les gustaba derramar a los piratas ¿no? Por lo menos una parte de la trampa, la referida al acertijo que había que adivinar, estaba solucionada, ahora sólo faltaba que todos fuéramos capaces de saltar a la baldosa correcta. Y eso era precisamente lo que más me preocupaba, sobre todo por lo torpe que era.

Respiré hondo y me dispuse a dar aquel salto como si de ello dependiera mi vida. Aunque claro, si me paraba a pensarlo un segundo mi vida, y la de mis compañeros, dependía de que fuéramos capaces de saltar. El comprobar que Caleb lo había conseguido me animó a mí, si tal y como él decía no era tan difícil yo podía conseguirlo a pesar de mi natural torpeza.

—¡Ale-hop! —grité mientra cogía el suficiente impulso para saltar y, sintiendo aún los nervios recorriéndome, solté aire ruidosamente aliviada al ver que lo había conseguido.

No había pasado nada de momento.

Pero teníamos que seguir teniendo cuidado para no pisar en otra letra no fuera que las cosas se derrumbaran o saltaran pinchos por todos los lados. Afortunadamente tenía a Lex agarrada a mí y eso me daba más fuerzas aún. Me volví para mirar la y la cogí de la mano.

-Juntas?- agregué emocionada mirando a Lex. Vamos! A La A.

Lex devolvió una sonrisa emocionada a Anne y el animo perdido del comienzo volvió en forma de adrenalina al ver que habían salvado la primera baldosa

-¡vamos! - respondió a su amiga apretando la mano de esta para dejarla libre acto seguido permitiendole demostrar con el salto que dió quien era la líder del equipo de baloncesto.

Con la misma confianza demostrada por la rubía, Lex tomo impulso y aterrrizo junto a ella en la letra Al, aquella baldosa era un poco más pequeña que la S y aunque podían permanecer las dos juntas sin problema, el mantener el equilibrio tras el impulso había sido un tanto complicado. A punto de retroceder con el pie para buscar un mejor apoyo, con el consiguiente riesgo que aquello suponía la joven Walsh opto por aferrarse de nuevo al cuerpo de Anne quedando pegada a ella.

-Las siguientes mejor de una en una ¿vale? - sonrío divertida y algo preocupada viendola directa a los ojos en una corta distancia - bien - tras aquella aclaración giro el torso junto a Anne, soltandose de ella, mirando al resto de compañeros, viendo que Sarah y Caleb saltaban a la primera letra juntos - será mejor que vayais de una en una, algunas baldosas pueden ser más pequeñas y no sosteneros a más de uno ¿de acuerdo? - luego lanzó una mirada a su primo - vamos Patrick, lentorro, te espero al otro lado - le dedicó con diversión en un intento por infundirle animos

Anne a parte de guapa y atlética era lista. Era algo que Scott no esperaba de una animadora. ¿Porque era animadora, no? Eso tenía entendido y si estaba equivocado, le sugeriría que lo probase. Sin duda aquella actividad le iba como anillo al dedo. En ese momento evocó el momento en que su dedo toco sus labios para silenciarla y un escalofrío recorrió su cuerpo. Aunque él era dos años menor que Anne, era bastante alto para su edad. ¿Hacían buena pareja? Puede que sí...

Igual si le salvaba la vida en algún momento podría llegar a besarla. ¡Sí, eso estaría bien! Scott lo tenía decidido, no iba a separase demasiado de ella. Quizás con un poco de suerte en alguna de aquellas trampas estuviera a punto de morir y entonces él... ¡Zas! Aparecería en el último momento como un superhéroe y la salvaría. En ese momento ella no podría hacer otra cosa que olvidar el incidente de su camiseta olvidada en el calabozo del barco y caer rendida a sus pies.

Scott mostró una sonrisa bobalicona tras volver a la tierra. Sus amigos ya había empezado a pasar de baldosa en baldosa y Anne ya estaba saltando a la segunda. ¡Tenía que ir tras ella! No podía perder ninguna opción de salvar a la que sin duda iba a ser la primera chica en el mundo a la que iba a besar. Saltó sobre la S y a punto estuvo de perder el equilibrio, pues estaba masivamente ocupada por otros de sus compañeros y entonces sin pensárselo dos veces volvió a salta sobre la A agarrándose a la cintura de Anne.

- Tranquila, ya estoy aquí... - Le susurró al oído. - ...yo te cuido. 

La cercanía con el cuerpo de Lex hizo que mis mejillas enrojecieran levemente.

Suspiré desviando mi vista hacia otro lado, tan solo un par de segundos, mientras me mordía el labio y asentía a sus comentarios palabras. Si no hubiera tanta gente allí seguramente habría hecho una locura. -Vale.-Pronuncie levemente. 

Mientras Lex se giraba hacia el resto yo me disponía a saltar a la siguiente baldosa. En ese momento noté un pequeño movimiento tras de mí y alguien que se me acercaba al oído.  Me quedé muy quiera, ya que pensaba que era Lex animandome, pero...

-Scott!!- Que susto. -Eeemmmm...estooo...v-v-ale...-dije ruborizada aún más. Jo, que mono...

Salte de nuevo y permaneci quiera, por si pasaba algo. Levante las manos en señal de Victoria cuando vi que lo estaba consiguiendo.

El profesor observó en silencio y con una sonrisa como los chicos desentrañaban aquella trampa y se lanzaban a atravesarla. Aunque en un primer momento, se preparó para detener a Anne, al ver que lo conseguía sin problemas, dejó que fuese aquella joven quién les guiara.

-Tened cuidado, chicos. Uno a uno, uno a uno, vaya a ser que piséis en donde no debáis -les advirtió, mientras intentaba controlar un poco a todos.

Scott no iba a dejar a Anne sola. Había notado como en cierta manera, tenerle justo detrás la reconfortaba. Eso era bueno, buena señal. Así que, sin pensárselo dos veces saltó de nuevo tras sus pasos y entonces... recordó algo. ¡Le había puesto el dedo en los labios a Lex y no ha Anne! ¿Cómo podía haber olvidado aquello? ¡No era posible!

Lo que tampoco era posible, o más que imposible no era buena idea, era mantener la mente distraída en asuntos ajenos a lo que estaba haciendo. Un hombre no podía hacer dos cosas a la vez. Esa ley era universal e inmutable. Scott lo sabía, pero si además a aquella ley le añadías que quien estaba haciendo dos cosas a la vez no era un hombre hecho y derecho sino un adolescente temprano con muchos pájaros en la cabeza el resultado sólo podía conllevar caos en estado puro.

Sumido en sus trascendentales pensamientos, Scott apoyó mal el pie. Tan mal lo hizo que casi acabó por los suelos. Por suerte, el pie izquierdo, el que estaba más atrasado evito la caída y las risas de sus compañeros, aunque... por desgracia piso donde no debía. El pie izquierdo acabó sobre la letra U, la que estaba inscrita en la baldosa que estaba justo detrás de la N y entonces, Scott supo que lago muy malo iba a suceder.

- Mierda... - Pudo escuchar en esta ocasión Anne susurrado a su oído.

Dicho y hecho, el resbalón de Scott iba a salirles caro.

Inmediatamente, de varios de los agujeros de la pared surgieron unos dardos que cortaron el aire y se dirigieron hacia Scott y Anne, aunque ninguno de vosotros los vio salir, sino que escuchasteis el sonido como de un tubo hueco del que salía algo.

¡Pluf! ¡Pluf! ¡Pluf!