Partida Rol por web

Los hijos de Ak

Parte II: pesquisas en Cuiabá

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18/04/2018, 11:03
Martin Lecián

Para mí este asunto -como casi todo en mi vida- se reduce a turbios tejemanejes en los bajos fondos de la sociedad. Dagas rituales, billetes de lotería o anillos de diamantes, da igual: si se trata de apoderarse de lo ajeno, seguro que los "sospechosos habituales" sabrán más que toda la policía de Brasil y que cualquier profesor/explorador.

El razonamiento de Martin continúa: Si el valor de Marvin y de sus descubrimientos es un valor monetario, los anticuarios y el hampa de la ciudad nos permitirán saber, al menos, qué grupos están en juego. Y una vez sepamos con quién nos enfrentamos, más fácil será saber dónde tienen a Marvin.

Cuando la tos me lo permite, vuelvo a tomar la palabra:

Señores, quizás es el momento de explorar el ambiente en que se movía Marvin. Tenemos que descubrir con quién hablaba, dónde comía, qué hacía con su dinero. Yo puedo ir a ver esos anticuarios y, sobre todo, los tugurios de la ciudad. Con todos los respetos, en esos ambientes ustedes me serían tan útiles como yo a ustedes en un lujoso hotel. Así que quizás es el momento de separarnos temporalmente.

La verdad es que la sensación de peligro es fuerte, y siempre es mejor trabajar con alguien que te cubra las espaldas. Me gustaría tener a los fornidos Rondón y Mahoney conmigo al entrar en ciertos sitios, pero el tiempo apremia, y cuanta más información consigamos hoy mismo, mejor.

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18/04/2018, 11:45
Sir Edward Evans-Pritchard

-Yo pe-pe-pe-personalmente opino que no le sería muy útil en tales sitios - dije mirando al señor Lecián. -Yo mismo puedo acerca-ca-carme al hotel de enfrente para sonsacar algo de información del señor Claude. Estoy ma-ma-más que convencido de que nos será de-de-de-de ayu-yu-yuda.

Aunque la perspectiva de ir solo a algún sitio me ponía bastante irritado y hacía que las manos me sudasen, no podía hacer otra cosa. Era mi deber como amigo de Marvin, salir en su búsqueda. 

-Si no encontramos na-na-nada,  pode-de-demos ir a la selva.

Dicho esto le entregué un pañuelo de seda fina a Martín antes desalir hacía el hotel. No había tiempo que perder.

-Parece que lo necesita más que yo.

 

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18/04/2018, 12:38
Connor Mahoney

Desconocía por completo la ciudad de Cuiabá, lo que hacía que no pudiera pensar en lugares a los que acudir para dar con algo que les ayudara a seguir investigando, algún hilo del que tirar. El señor Lecián, por otra parte, parecía bastante decidido a hacerse cargo de ir por ambientes menos tranquilos que el hotel donde se encontraban. Connor no pudo evitar arquear una ceja, inquisitivo ante el comentario de aquel hombre sobre su utilidad a la hora de hacerle compañía.
-Creo que no nos conocemos lo suficiente, señor Lecián, para tales aseveraciones. Puede que se llevara alguna sorpresa si pudiera comprobarlo. Pero si está tan convencido, lo dejaremos para otra ocasión.

En contraste total a las declaraciones de aquel tipo, el señor Evans-Pritchard daba toda la impresión de sentirse sobrepasado por la situación en que se encontraban. Por su aspecto y su insistente tartamudeo que parecía que no le iba a abandonar, no tenía la impresión de que fuera el más indicado para sonsacar información. Si estaba así en la tranquilidad de aquella habitación, entre gente de confianza, temía mucho los resultados de dejarlo a su suerte entre desconocidos.
-Sin ánimo de ofender, señor Evans-Pritchard, pero tengo la impresión de que se quedaría más tranquilo si le acompaño al hotel para buscar más información sobre ese tal Claude. Yo por mi parte estaré encantado de acompañarle.-Mahoney intentó esbozar una sonrisa tranquilizadora, tratando de mostrar de que sus palabras no eran sarcasmo ni ningún tipo de chanza a costa del arqueólogo.

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18/04/2018, 19:50
Sir Edward Evans-Pritchard

-Esta-ta-ta-ta-taré encanta-ta-ta-ta-tado de que me acompa-pañe -le dije esbozando una sonrisa. 

Si estaba siendo irónico, jamás me daría cuenta, pues mi inocencia le ganaba por goleada a mi pobre instinto.

Notas de juego

Perdón por el doble post en un turno. Me parecía correcto contestar escuetamente a esto. 

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19/04/2018, 00:49
Elías Rondón

Yo puedo acompañarle, señor Bird, quiero decir, Lecián -visto lo visto, aquel nombre parecía no importarle al dueño que fuera dicho en alto-. Cuiabá es una ciudad turística, bella, pero también peligrosa. Si anticuarios es lo que quiere visitar, en la parte sur podemos dirigirnos al más principal, y, curiosamente, el más pequeño. En él se hacen una vez al mes grandes subastas... -luego miró al señor Evans-Pritchar y al señor Mahooney-. Señores, si les parece bien nos encontraremos aquí cuando acabemos nuestras respectivas visitas. Así tendremos un control de unos sobre otros. Por cierto, deberían alquilar una habitación -señaló a los tres-. Tened cuidado. Vamos, señor Lecián.

Y dicho ésto salieron ambos dos mientras Sir Edward y Connor hacian lo propio hacia el hotel.

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19/04/2018, 00:50
Elías Rondón

Salísteis del hotel, y tras entregar el guía las llaves de la habitación en la recepción, anduvísteis por la plaza de la república. Hacía sol y la gente había salido a la plaza a deambular por los jardines y sentarse en los bancos y terrazas que había dispuestas.

Y dígame... He oído algo de unos tugurios, señor Lecián, ¿qué es lo que se propone? El señor Marvin, por lo que tengo entendido, no se codeaba en los bajos fondos ni nada por el estilo. ¿quiere que le lleve a la zona de locales o al pequeño anticuario?

Notas de juego

Postea sólo para tí como destinatario. NO AÑADAS a tus compañeros.

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19/04/2018, 00:50
Director

Una vez fuera del hotel, después de que Lecián y Elías se hubieran marchado a husmear, cruzásteis por plaza de la república. Hacía sol y la gente había salido a la plaza a deambular por los jardines y sentarse en los bancos y terrazas que había dispuestas. No tardásteis ni cinco minutos en dejar de maravillaros por aquella bonita estructura de jardines para hacerlo con el bello edificio Deigón. Una de las vías principales del conjunto de pasillos y caminos de la plaza de la República pasaba directamente por la puerta del hotel, y éste estaba decorado con numerosas palmeras y alumbrado, que lo hacían el pequeño recito más lujoso de la ciudad, sin duda.

Estábais frente a la entrada del hotel.

Notas de juego

Postead sólo para vosotros. NO MARQUÉIS a Lecián.

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19/04/2018, 02:47
Connor Mahoney

Se despidieron discretamente de sus compañeros y avanzaron para atravesar la plaza en dirección al hotel que se encontraba al otro lado. Connor se permitió por unos segundos relajarse observando la cuidada decoración de parques y jardines que parecían invitar a los transeúntes a recrearse en su paseo atravesando aquel lugar tan céntrico de la ciudad. Pero solo fueron unos segundos, tras los cuales su mente volvía a centrarse en el próximo objetivo de su misión. Cuando se encontraban frente a las puertas de aquel hotel, se dirigió al señor Evans.

-Sir Edward, estoy seguro de que usted proyecta una imagen más respetable que yo. Probablemente si al entrar hasta la recepción pregunta usted al encargado por el profesor Levi-Strauss de más confianza que si abro la boca yo. Además, lo conoce mejor.

Aparte de que creía sinceramente que aquello era cierto, intentaba infundir algo de confianza en su compañero con aquellas palabras.

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19/04/2018, 12:11
Sir Edward Evans-Pritchard

-No creo que lo que preci-ci-cisamente proyecte-te-te-te-te sea una i-imagen de co-co-confianza -le contesté a la par que llegábamos al hotel. -Aún así, déjeme hablar a mi-mi-mi.

Si los buenos modales en la recepción del mismo no daban resultado, debería de hacer una jugada de la línea secundaria. Siempre llevaba la billetera con algún dinero de más, por si las cosas se torcían. Como se habían torcido en aquel momento. Aunque fuese un comportamiento que no me gustase, debía de sobreponerme a mis miedos para encontrar a mi querido colega. 

Me dirigí a la recepción con paso decidido. Primero le preguntaría por el paradero del profesor, y si no lo sabía, le ofrecería algún que otro billete.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sobornar solo en el caso de que el o la recepcionista no me de información. 

Tiro 2d6 porque Sir Edward es un ricachón.

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19/04/2018, 17:35
Martin Lecián

- Bien, el señor Marvin nunca ha tenido tratos con el mundo del crimen, según usted, pero ahora sí los tiene. Los que lo han secuestrado son criminales y, si no nos llenan la tripa de plomo, otros criminales nos podrán indicar quién se lo ha llevado.

Respiro el ambiente plácido de la ciudad, consciente de que, como en todas las ciudades plácidas, la cara oculta es mucho más rentable que la cara vista.

- Me parece que aún es pronto para ir a visitar locales de los bajos fondos y, por el contrario, por la noche quizás ya no encontremos el anticuario abierto. Lléveme al pequeño anticuario, por favor.

Mientras cruzamos las plazas y calles de Cuiabá presto mucha atención a ver si otra vez estamos siendo seguidos. En caso afirmativo, habrá que intentar identificar a los perseguidores, o quizás incluso abordarlos... En caso de que ahora no nos sigan, me da muy mala espina:  eso quiere decir que les basta con saber dónde nos alojamos, lo cual les permite hacernos una visita en cualquier momento de la noche. Enjuago el sudor de mi frente con el maravilloso pañuelo que me ha dado el entrañable Sir Edward (qué pipiolo tan amable, creo que no me costaría cogerle cariño) y añado en voz alta:

Si usted conoce al encargado del pequeño anticuario, quizás sería bueno que me presentara como empleado... o mejor, criado de un rico noble ruso que se ha establecido en Río de Janeiro y que me ha mandado en busca de objetos de interés para su colección particular. Ah, y antes de que lleguemos, dígame: el señor Marvin, ¿visitaba al anticuario? ¿Sabrá este quién era Marvin?

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago una tirada para ver si estamos siendo seguidos. El dado extra es obvio.

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19/04/2018, 22:07
Elías Rondón

Señor Lecián... no sé porqué Marvin le llamaba así, Pájaro Amargo. Deduzco que es una expresión muy cercana. Aquí tenga cuidado con las emociones, y no saque esa pistola así como así -dijo discretamente-. La policía tiene muchos ojos en esta ciudad y no conviene llamar la atención.

¿El anticuario? Sí, tengo entendido que sí -respondió Elías-. Marvin es más dado a la exploración, pero sé que a veces a acudido a Antigüedades Luboslaw, el tugurio de las subastas de piezas primitivas del que os he hablado antes, para estudiar y adquirir piezas. Tampoco sé mucho más... Pero sí, el señor Marvin era una cara conocida para el dueño polaco de esa casa de subastas.

Elías atendió con atención la falsa coartada y le pareció muy correcta.

De acuerdo, no está demasiado lejos. Vayamos, es por ésta calle.

Entonces anduvísteis media cuadra, que era una medida muy común similar a las manzanas, por ejemplo, en otros lugares del mundo, y llegáteis frente a un edificio con un local algo descuidado. "Antigüedades Luboslaw". Estaba situado, sorprendentemente, en una zona de tiendas y comestibles, entre una frutería y una carpintería. Sin más preámbulo entrásteis, y un atrapasueños cascabelado sonó al acceder al interior. Una vez allí, viendo que la tienda estaba vacía, no tardásteis en introduciros en el interior. Había todo tipo de piezas antiguas, tanto primitivas autóctonas como modernas...

Es aquí. Allí está el dueño del negocio -señaló Elías con la cabeza y arremangándose las mangas-.

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19/04/2018, 22:12
Luboslaw Kuczynski

¡Hola y bienvenidos! -dijo entonces un tipo que salió de detrás de una gran alcoba victoriana y se aproximó a vosotros con las manos abiertas y sonriendo-. ¿Qué les trae por aquí, señores? Tenemos todo lo que puedan necesitar, y tal vez más: pinturas, cortinas, cómodas, sillares incas y un sinfín de artículos espléndidos. Tanto como gusten, ¡echen un vistazo! -el tipo se giró y extendió su mano como invitándoos a pasar y revisar todo. Era un poco estrambótico, pues tenía acento polaco e iba vestido todo de negro, como con una especie de caftán o similar.

Notas de juego

No notaste nada en cuanto a si os seguían antes de llegar al lugar.

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19/04/2018, 22:19
Director

El lujo de aquel era impresionante. Una recepción de patio interior columnado al más puro estilo inglés os dejó boquiabierto. Si la espectacularidad exterior ya se hacía notar, la galantería y pomposidad de aquel interior no era sino demasiado exhuberante para la vista. Era casi grotesco, en comparación con el bajo nivel de vida de los habitantes de Cuiabá en su mayoría. Las cortinas de terciopelo rojo adornaban sobre más cortinas de seda, blancas, las cuáles cubrían ventanas grandes y espaciosas. Mesas de a cuatro, bañadas en el más fino barniz y talladas en madera importada hacía que el oro brillase en menor cantidad. Hasta el más bajito de los recepcionistas parecía ir mejor vestido que vosotros.

Una vez llegásteis a la recepción, atravesando el patio y toda la gente presente, vísteis que el recepcionista os había echado el ojo desde que entrásteis. Hizo ademán de hablar con educación, pero desde luego sabía que no estábais alojados allí.

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19/04/2018, 22:27
Recepcionista del hotel Deigón

Señores, buenos días, ¿Puedo ofrecerles una habitación? -dijo con una sonrisa en su rostro-. Se conmemora el veinticinco aniversario del hotel Deigón. Si quieren pueden tomar un tentempie, ¡sírvanse ustedes mismos! -os girásteis unos instantes y vísteis a varios camareros en el hall de entrada. Entendísteis entonces el porqué de tanta gente allí-.

Notas de juego

Edward, si sobornas acompáñalo con una tirada (una nueva) y tu intervención acerca de lo que dices ;)

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20/04/2018, 11:35
Sir Edward Evans-Pritchard

El hotel era francamente impresionante. Estando incluso acostumbrado al lujo, aquello estaba fuera de todo parecer. Una cosa que también llamó mucho mi atención era la elegancia de todos los presentes. Cuando llegamos al mostrador esbocé unas de mis mejores sonrisas. 

-Muchas gracias por el recibimiento, jo-jo-joven -le dije a la par que ponía mis manos sobre el mostrador, aparentando una postura de confianza y seguridad. -Pero la verdad es que vengo a darle una sorpresa a un viejo amigo -mentí. -Me gustaría saber la habitación del profesor Claude. 

Antes de dejarle si quiera contestar, proseguí mi argumentación. 

-Se que no es preceptiva su a-a-a-ayuda, pero es un acontecimiento muy importante y él esta-ta-ta-ta-taría encantado. Además, aquí tiene un "anticipo" de sus honorarios...

Acompañe la frase con la muestra de un fajo de billetes. 

- Tiradas (1)
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20/04/2018, 20:16
Martin Lecián

Sonrío de medio lado y agradezco con una pequeña reverencia la invitación del dueño. Doy una pequeña vuelta haciendo gestos admirativos sobre los objetos que se ofrecen y, finalmente, le hablo directamente al señor Kuczynski.

Una tienda magnífica, excepcional -digo, exagerando mi acento checo para ver si pasa por ruso-. Permítame que me presente, señor Kuczynski. Mi nombre es Vasily Ilich Bashkin, y trabajo como secretario y mayordomo del conde Morunov. El conde Morunov tuvo que abandonar Rusia con motivo de la revolución y ha decidido establecerse en Río de Janeiro. El conde es una persona única, muy particular, y desea que la decoración de su nuevo hogar sea también única y particular. Por eso me ha encargado recorrer los mejores anticuarios del país en busca de piezas excepcionales. Cómo no, "Antigüedades Luboslaw" es una visita obligada cuando uno recibe un encargo de este tipo.

Sonrío para subrayar mi admiración por su tienda y continúo:

Verá, Luboslaw, mi señor el conde desea decorar una parte de la casa con objetos de las culturas indígenas del Brasil. Lleva semanas estudiando estos asuntos, que para mí son un poco ajenos, y tiene una idea muy clara de lo que quiere. Espero que usted pueda ayudarme, porque yo no me oriento en estos temas, así que confío en su gran experiencia.

Saco del bolsillo de mi chaqueta la carta que me mandó Marvin y la sostengo de tal forma que Luboslaw no pueda ver nada de lo que hay escrito en ella (ni siquiera distinguir que no está escrita en cirílico). Es decir, él ve apenas la parte blanca del sobre, por ejemplo. Después continúo:

- A ver, por ejemplo: me encarga que en esta zona busque objetos de una tribu concreta, unos tales... a ver, perdone, Otwes, eso es. ¿Usted sabe qué son los Otwes? ¿Tienen sus objetos algún interés particular? A veces pienso que mi señor el conde se ha vuelto loco, ¿puede haber alguien más aparte de él, en todo el mundo, que tenga interés en la tribu de los Otwes? En fin, yo no lo comprendo, si le digo la verdad...

Me encojo de hombros fingiendo ingenuidad y desconocimiento mientras me fijo mucho en su reacción al oír el nombre de la tribu. Después continúo con el juego de la carta:

Qué más, que más... Ah, sí. El conde Morunov es un fiel seguidor de las investigaciones de un profesor americano que, al parecer, trabaja por aquí. Un tal Marvin Sorocco. Tengo instrucciones de intentar comprarle a él directamente algún objeto. ¿Usted sabe si el señor Sorocco vende piezas que él mismo descubra? Supongo que sí... ¿Tiene usted algún objeto vendido por él? ¿Negocia con mucha gente el señor Sorocco o es otra de las excentricidades del señor Conde?

He hablado demasiado y siento un ahogo muy fuerte provocado por mi enfermedad. Haciendo de tripas corazón me mantengo de pie, enjuagándome la frente con el pañuelo de Sir Edward y escruto la cara del polaco tratando de distinguir si oculta alguna información acerca de los Otwes o de Marvin.

Notas de juego

Por cierto, ¿tengo conmigo la daga?

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21/04/2018, 00:54
Luboslaw Kuczynski

El anticuario no sabía muy bien qué responder. Al principio estaba convencido que el tal Vasily y su señor el conde Morunov serían sus próximos clientes clave; pero en cuanto nombraste varias veces a un tal Sorocco su semblante cambió, entrecerrando los ojos en señal de duda.

¿Hasta dónde alcanza su interés, señor Ilich? ¿Para con su señor o para con Marvin Sorocco? -te preguntó Luboslaw-. Los Otwes, sí, una de las tribus Bororo de esta zona. No sé si el señor Sorocco tiene piezas, pero dudo mucho que las venda: él se dedica a descubrirlas, como bien dice usted. Últimamente no lo he visto mucho  poar aquí.. Además, hay un tipo, un tipo francés de apellido Levi-Strauss, que sabe bastante de esos Otwes. Un día ese señor llegó aquí con Marvin, hará unos meses, indagando sobre las mismas preguntas que usted, en boca de su señor conde, está haciendo. Tal vez si se lleva algún objeto podamos llegar a un acuerdo... A veces... se me olvidan ciertas cosas... -el anticuario había dejado de ofrecer su discurso de vendedor por un tono más agresivo verbalmente, queriendo explotar económicamente vuestra necesidad-.

Notas de juego

No, no la llevas. Está en la habitación de Elías.
Para sospechar con certeza si oculta información deberías hacer una tirada y añadir, si puedes, explicaciones para conseguir más dados. No obstante, es evidente que sí, y por ello os quiere sacar dinero por la información sobre claude.

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21/04/2018, 00:56
Director

Notas de juego

Vamos a dejar este par de días a Mahooney para que postee. Por cierto, Edward, cuando posteeis no añadas a Lecían de momento (te lo he corregido yo). Gracias :)

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21/04/2018, 01:12
Sir Edward Evans-Pritchard

Notas de juego

Es la segunda vez que me lo dices y no te hago caso. Disculpa mi despiste. No se me volverá a pasar.

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22/04/2018, 14:52
Martin Lecián

A Martin Lecián le cuesta mucho mantener la calma cuando nota que están intentando jugársela. En sus tiempos jóvenes, esta situación, en la que alguien se niega a darle algo que necesita (información, en este caso), la solucionaría a tortas e intimidando. Sin embargo, mira de reojo a Rondón y percibe por la puerta el sol y el bullicio de Cuiabá, y acepta que, esta vez, no trabaja solo y no está en su ambiente. Tiene dinero en el bolsillo y le dará una segunda oportunidad al antipático anticuario.

Saco del bolsillo del pantalón el llamativo fajo de billetes y, con él en la mano, se dirige al vendedor de nuevo:

Señor Kuczynski, le ruego que me disculpe. Si he entrado en esta tienda es precisamente porque necesito de sus conocimientos. Yo aquí estoy muy perdido, fíjese que hasta hace apenas unos meses yo nunca había salido de Rusia. Crecí en San Petersburgo, donde mis padres trabajaban en las tierras del conde. ¿Conoce usted esa zona? ¡Nada más distinto que esta tierra caliente! Así que ayúdeme, por favor -muevo los billetes delante de su cara-. Para empezar, dígame cuál de estos maravillosos objetos que usted expone le podría gustar a mi señor conde, y yo se lo compraré con total confianza de acertar. ¿Me recomienda por ejemplo esa máscara ritual? ¿O alguna estatuilla de rasgos humanoides?

Espero a que me haga una demostración de sus tesoros y me indique alguno que podría comprar para el conde (y que yo pueda pagar con el dinero que llevo encima, claro).


Una vez hemos llegado a un acuerdo, me muestro muy satisfecho, como si de verdad hubiera cumplido con mi objetivo en Cuiabá. Entre unas cosas y otras, llevamos un rato sin hablar de Sorocco, de los Otwes ni de Lévi-Strauss. Cuando me está envolviendo el objeto en cuestión, dejo caer:

- Esto es una compra estupenda, estoy seguro. Sin embargo, el conde insistirá en preguntarme por qué no he conseguido ningún objeto de los Otwes, o alguno de los descubrimientos del señor Sorocco. En el hotel guardo una suma importante que podría utilizar en algún otro objeto, si coincidiera con los intereses del conde. ¿Podría usted ayudarme en este sentido?

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me he permitido narrar cosas que dependen del PNJ para avanzar en mi pesquisa dentro de este mismo post, pero, si no te parece bien, lo fundamental en esta ocasión es lo que hay antes de la raya: un intento de calmarle y ganarme su confianza (a costa de mi dinero). Para reforzar la sensación, hago una tirada intentando actuar desenfadadamente, como si no me importaran Sorocco ni los demás, solo la compra para el conde. Considero que mi aspecto claramente extranjero y ajeno al mundo de la arqueología me puede dar mayor credibilidad en mi actuación, y por eso tiro dos dados.

Si permites también la segunda parte, y Kuczynski me da alguna información acerca de Sorocco, Lévi-Strauss y los Otwes, creo que puedo tirar dos dados para descubrir qué parte de la información está guardando para sí. He negociado mil veces con objetos robados, y muchas veces sucede que uno quiere ocultar dónde está el botín, o dónde lo ha robado, o sencillamente que se trata de un objeto robado. Por eso quizás me resultaría más fácil descubrir qué información oculta que a una persona sin mi trasfondo.