Partida Rol por web

Una vez acabado con esos "pobres" trasgos me dirijo a la vagoneta gris y cojo uno de los picos, vamos muchachos, ya hemos calentado es hora de cavar para extraer ese mineral. 

Seguidamente me dirijo a la veta numero 2 y me pongo manos a la obra.

Después de un rato dejo la veta 2 vacía cargo con las 15 unidades de hierro. Y espero a que terminen mis compañeros.

Estire mis musculos después del combate. Estar agazapado me encanta, pero es hora del trabajo.

Deje el arco al lado del carro mirando al Nórdico -Cuidamelo amigo.

Tome el pico y empecé a picar. A ver si tenemos suerte y salimos de aquí de una vez.

Levante el pico y nada mas tocar la roca se partio con un sonoro grito metalico... 

-Lo mio son las tareas delicadas... no esto... Mejor lo dejo por hoy. Me retire y me quede apoyado en la vagoneta a la espera de los demas.

Aun mantenia el arco con la flecha preparada para matar a cualquiera que apareciera para interrumpir la extraccion de los minerales.

-¿Como va la cosa por ahi?-Dije sin mirarles. No recordaba lo horrible que era estar bajo tierra, sabiendo que en cualquier momento todo esto se podia venir abajo de golpe y dejarnos sepultados dentro.

Mientras que los demás se dedican a picar Turr´okk se acerca a los cadáveres trasgos y los registra, poniendo especial interés en el chamán.

-No hace falta que oz dejéiz la piel. Con que tengamoh pa´arreglar el carro bazta- dice mientras tantea el cuerpo de un trasgo inerte con cara de asco.

La dejar las 15 unidades de hierro que saque de la mina, observo que mis compañeros no están por la labor de cavar. ¿Qué pasa no tenéis brazos fuertes para trabajar en la roca?. Miro al argoniano, Si quieres volver a intentarlo hay más picos en la vagoneta, seguro que el que cogistes estaba podrido.

Y sin más vuelvo a la mina, había que sacar más hierro aun.  

Me coloque en la veta 12, tenía pinta de tener bastante hierro, pero para mi desgracia estaba muy profundo y pasaron varías horas hasta que pude terminar por sacar todo el hierro de la veta. Me eche a los hombros las 13 unidades de hierro y subí a depositarlas donde había dejado anteriormente las otras unidades.

Cansado por el combate me siento en el suelo apoyándome en una pared cercana para después poner ambas manos detrás de la cabeza a modo de cabecera. Mis párpados comienzan a cerrarse lentamente...

El golpe y el golpe de los picos trabajando lograba abrir los ojos en alguna que otra ocasión.

¡¡Ejem!!, ¡Coff!. Al haber recuperado mi voz habitual hablo al nórdico entre golpe y golpe de pico. E-el buen guerrero nunca es irascible. Al decir estas palabras acomodo todo mi cuerpo y cierro nuevamente los ojos... 

-No amigo no. Dije riendo ante lo que el Nórdico me pedia. -Tengo que cuidar mucho mis manos, si no perdere la punteria con... el arco ¡Jaja!. Reí bastante alto. -Ademas, parece ser que a ti se te da bastante bien.

Mientras algunos picaban y otros vagueaban, me dediqué a rehacer como buenamente pude la ropa que había quedado algo chamuscada por el asalto mágico; comprobé si tenía todo en el sitio que debería y que no faltaba nada. Pero a pesar de seguir de una pieza sentía la piel aún tirante, recién curada, y el mero pensamiento de coger un pico me hacía sentirme mal.

-Creo que poco os podré ayudar con esto, lo avisé fuera y reitero mi postura-busqué unas maderas donde sentarme y esperé pacientemente.

Tampoco es como si fuera a haberme puesto a picar si no me hubiera atacado el goblin... aquello era una actividad indigna de un Altmer. Si bien no había motivo para hacérselo saber.

Viendo que ninguno del grupo hace por extraer mineral, vuelvo con el pico a una de las vetas, para conseguir el metal que falta.

"Crank", por los dioses nórdicos este pico ya no aguantaba más, la veta anterior había sido muy dura y el pico se había quebrado.

La veta donde me encontraba no estaba muy lejos de la vagoneta donde había más utensilios para cavar, este parece más resistente, me hice con otro pico y volví a la veta donde se encontraban los restos de madera del pico anterior.

Recogí unas cuantas unidades más, suficientes para que el herrero arreglase el carro.

Bueno ya esta todo, llevemoslo al herrero. Y mientras en la posada me tomare unas buenas jarras de aguamiel, sin dudad me las he ganado, compañero.

Le di unos golpes en la espalda al Nórdico con algo de miedo, quizás me rompiese un dedo.

-En cuanto encuentres una manera de llevar las treinta piedrecitas estas de nada te espero en la taberna para pagar un par de rondas a tu salud. Dije mientras me alejaba sonriente hacia la salida de la cueva mientras daba algunos ágiles saltos para llegar antes.

-¡Cuanto antes las saques, antes beberemos!

Busco una carretilla o vagoneta que podamos usar para llevar el mineral.

Ponéis los minerales en la vagoneta y os toca echar de vuestra parte para mover la vagoneta hasta cerca del herrero. Una vez llegáis allí, el herrero se os acerca. - Vaya muchachos, si que habéis tardado poco. Supongo que hasta esta noche no lo tendremos. - Dijo mirando al orco. - ¡Manos a la obra muchacho! - Dijo esperando la respuesta de Turr´okk.

Llegas antes a la taberna y te saluda la tabernera joven de antes con la cabeza.

-Llega la hora de ponerze manoh a la obra- dice el orko frotándose las manos- Zi queréiz ezperad en la pozada.

Y remangándose se va con el herrero.