Agarro una silla cercana a la mesa y me siento en ella, posteriormente cojo con las manos la comida y empiezo a comer como un descosido salpicando y cayendo al plato más comida de la que lograba que entrase por mi boca.
Ñam Ñam Ñack, grh, grrrr... Mmmm..., ya no recordaba el sabor de la buena comida. ¡Sabe esto mucho mejor que todos los tipos de insectos que he podido llevarme a la boca!.
Con muy pocos modales el orco pide una jarra de aguamiel y toma un trozo de carne de mamut. PROVECHO! JAJAJA grita escupiendo trozos de comida entre sus dientes, y se sienta cerca de la enorme fogata en el centro del salón moviendo su jarra al compás de la melodía del bardo de turno.
Luego de este festín veré que es de la vida de mis antiguos compañeros, después de todo ya cumplí con mi encomienda y los traje a todos a salvo. jeje siempre cumplo con mi trabajo.
-Un buen plato es muy importante sí. Dije entre carajadas al Nórdico.
Acabe rápidamente mi plato y me levante de la silla.
-Bueno amigos. Vuelvo en un rato que voy a salir a tomar un poco el aire.
Page la comida y me encamine a la salida.
Dime cuanto es y me lo resto del dinero.
PD: Ansias, cuidado que os atragantais jaja
Salí por la puerta. Mire todos los letreros de las casas hasta que pude ver lo que parecía una tienda. Entre sin más pensarlo.
Me acerque al mostrador y le dije a la persona que me atendía.
-Muy buenos días tenga usted. Acabo de llegar del sur y quería deshacerme de unas prendas que me regalaron. Dije sonriendo amablemente.
-Son cálidas y bastante bonitas, seguro que podrás revenderlas muy pronto a algún estudiante escueto y de buen vestir.
-Mi tío Lazarus me dijo que no las vendiera por menos de 1500 septims, pero hoy estoy de humor y te pediré tan solo 1000.
Es una oferta que no podrá rechazar.
-Y además tengo varias piedras preciosas que estoy dispuesto a darte por el módico precio de 290 septims. Son muy apreciadas por los magos y prefiero dárselas a un vendedor de confianza que a esos locos. Dije riendo.
Las prendas valen 1000 septims. Y las piedras en total (piedras varias, el Zafiro y el Rubí) valen 290. Total de 1290 septims. En cuanto me respondas, dime tambien si los demas siguen en la taberna y volvere con ellos.
Teniendo en cuenta las directrices del juego (El videojuego) puedo vender siempre a los herreros si ellos tienen dinero, supongo que no abra problemas con esto. Si algo esta mal avisame ^-^
Que bien he comido si si, oh.. que es esto.. oh no, ¡oh no! noto algo... ¡¡ESTÁ DENTRO MIO!!. Me llevo una de mis manos a mi estómago, mientras que un sonido grave e intenso sale sin previo aviso de mi garganta retumbando en todos los rincones de la taberna. ¡Ah!, que susto, solo era un eructo.
Me levanto de la mesa y sigo al argoniano hacia la salida.
Me voy sin pagar!! xD, si el tabernero no se da cuenta mejor para mi jajaj
Buenos dias caballeros. - Deje hablar al argoniano. - Uhm entiendo. A ver dejame verlas... - Al cano de pocos minutos levanto la mirada. - Vaya... esas ropas son buenas.. pero te doy 1000 septims por todo, esas piedras son imitaciones.
-Me parece un robo, pero aceptare.
Le di todas las pertenecias y recogí los mil septims con mala cara. Salí por la puerta sin mirar atrás. -Ya nos veremos.
En la calle de nuevo pude ver al encapuchado en la puerta, parece que ya había terminado de zampar. Entre en la taberna y al pasar a su lado le salude levantando la mano y dejandole ver mis dientes en una amplia sonrisa.
Entre en la puerta de la posada y dije en voz alta para todos.
-¡Bueno ya estoy de nuevo! Esperare en la puerta para que subamos al colegio. Tomaros vuestro tiempo en comer.
-¡Ah se me olvidaba!. El Rubí del bandido era falso. Me han dado solo 8 septims por el... Uno para cada uno, y dos para mi por el trabajo. Que la maldita vendedora quería darme solo 5. Comerciar es un arte amigos. Dije riendo y dandole un septim a cada uno.
Casualmente contemplo toda la escena del argoniano y su acompañante, mientras salía de la taberna junto a el.
¿1000 Septims? ¡Uuhh!,p... pero que ven mis ojos..., está claro que aquí hay algo que huele muy mal. Acerco la nariz a uno de mis sobacos e inhalo un poco del aire de su alrededor. ¡¡Ah!!, creo que soy yo.
Umm... si si, ese dinero debería de ser repartido entre todo el grupo, ¡o si si! Ya que lo hemos ganado entre todos...
A partir de ese momento empecé a ver con otros ojos al misterioso argoniano...
Me parece que te he pillado con las manos en la masa xD
Salí de nuevo de la posada y me encontré al encapuchado mirándome. Parecía haber advertido mi conversación con la tendera de antes. Me acerque a el asta estar muy pegado y mientras alzaba mi bolsa recién saturada de Septims le dije:
-Negocios de familia. Y me senté en la barandilla de madera que tenía la posada en su puerta. Riéndome de vez en cuando mientras observaba al encapuchado hacer cosas extrañas.
No has visto nada extraño xDDDD... o si. Nunca lo sabremos jaja
Aagh... Ignorando las palabras y gestos argoniano pues ya me había quedado que no era de fiar doy media vuelta, me acomodo con ambas manos mi capucha y me dirijo con paso ligero aunque tiritando por el frío hacia el colegio de Hibernalia.
Claro nada extraño no?, que te den 1000 septims así por tu cara bonita pues que quieres que te diga macho jaja, por suerte el que te ha pillado ha sido mi mago, que es un buenazo, si llega a ser el elfo o el orco te habrían dejado sin dedos. xD
Me gustaría llegar al colegio de Hibernalia más antes que los demás, me gustaría ver los hechizos que se pueden comprar por allí
El dinero es de vender cosas mias xD
Ya ves que las gemas me han dicho que eran falsas... cabrones xD Esta noche ire a su casa y le robare jaja
Sin soltar la copa de vino agarré la moneda que arrojó el argoniano con la mano izquierda haciendo del movimiento un único gesto. Tras saborear un trago más del vino decidí levantarme y, con la misma moneda dando vueltas entre los dedos, me acerqué al tabernero
-Buenas tardes buen hombre-le pasé la moneda rodando por la barra-Sea tan amable de informar a unos viajeros de qué podría interesarnos de Hibernalia, ¿algún trabajo para el Jarl? ¿Tal vez los magos necesiten algo?-obviamente ya teníamos cosas que hacer, pero eso no quitaba que buscarse un sobresueldo estuviera justificado
Tomo un sorbo de mi tazón de leche caliente sin participar en la conversación, cuando el argoniano me lanza la moneda la cojo con agilidad sin siquiera levantar la mirada para mirarle y me la guardo en el bolsillo; veo como los demas se van levantando,sin embargo yo continuo bebiendo con tranquilidad y sin prisas.
Una moneda cae en la mesa, pero tengo las manos ocupadas partiendo un buen trozo de Mamut, al terminar de partirlo cojo la moneda y se la vuelvo a lanzar a Teeinav diciendo, quédate esta moneda por el desayuno en soledad, de momento no la necesito jejejejeje.
Veinte minutos después me dirijo hacia la salida con el estómago lleno y un bienestar en el cuerpo que hacia tiempo que no tenía, bueno es hora de ir al colegio.
Caminó hacia el pueblo y una vez allí decidió buscar a los aventureros de los que le habían hablado en las tabernas, suponía que sería allí donde más probabilidades tendría de encontrarlos.
Abrió la puerta y caminó hacia el tabernero, lo conocía, había ido allí en otras oportunidades, no muchas, pero lo había hecho. Le habló en voz baja y el hombre le señaló un grupo variopinto sentado alrededor de una mesa.
Llevaba su cuerpo cubierto por una armadura metálica, debajo una túnica abrigada, sus manos estaban cubiertas por unos guantes de piel y sus pies por botas del mismo material. La espada pendía del cinto sobre la pierna izquierda lo que denotaba que el hombre era diestro, o al menos aquella era la mano con la que usaba la espada. De su espalda pendía una mochila y de esta colgaba un escudo del mismo material que la pechera, al otro lado de la espada pendía una pequeña bolsa de cuero que podría contener monedas, pero que en realidad tenía otro propósito.
Caminó hasta las personas que les había indicado el cantinero y saludó.
-Sed bienvenidos a Hibernalia. Savos Aren les saluda y agradece hayáis aceptado su pedido de ayuda. Mi deber es guiarlos y ayudarlos a cumplir con éxito su encomienda-
Apuro el whisky y miro al recien llegado.
-Hummm que velocidad. ¿Y nos llevarás ya? ¿O nos dejaras tomarnos otro trago?