Partida Rol por web

Está smetida en un despacho lleno de trastos típicos de oficina además de otras cosas como libros antiguos, obras de arte y cosas así. No puedes distinguir nada porque estás a oscuras pero hay algo que si puedes ver con claridad: En el centro de la pared delantera hay una enorme cristalera que comunica con el despacho iluminado. Tu puedes ver qué hay al otro lado pero desde allí eres invisible al estar a oscuras (no se si se entiende). Lo que ves es una sala igual a la que tu estás en la que un hombre mayor camino de anciano, examina con ayuda de una lámpara y unas gafas, el contenido de una maleta antigua. No puedes ver qué son los documentos que de ella extrae, pero si ves claramente el símbolo del águila imperial nazi en ella.

Puede que estés a solo un metro de distancia de la valija que andais buscando.

La ansiedad y el miedo que siento al comprobar que he hecho demasiado ruido al cerrar la puerta se convierten en sorpresa y emocion al ver que a tan solo unos metros esta lo que parece la ansiada valija. Mis ojos no dejar de mirar el simbolo nazi y me convenzo de que debe ser lo que buscamos.

Calculando bien mi siguiente paso decido esperar unos segundos para ver si el anciano se ha dado cuenta de mi presencia. En caso de que siga con lo que esta haciendo como si no hubiera oido nada me asomare y avisare al resto del grupo para que vean lo que yo estoy viendo.

Paciente espero un poco para ver si ocurre algo.

Desde la puerta de la escalera observais a Alison moviendose casi a gatas y todos estais de acuerdo en que no es una mala perspectiva la vuestra. Alison mira puerta por puerta en busca de algo con lo que disfrazarse pero de pronto hace mas ruido del deseado y se apresura en meterse en uno de los despachos, justo antes del iluminado.

Durante unos segundos manteneis la respiración, esperando ver a alguien alertado por el ruido y el sonido de alguna alarma... pero no.

Al cabo de un minuto, Alison se asoma al pasillo y os hace señas para que os reunais con ella. Al llegar, os encontrais en un pequeño despacho a oscuras en el que una cristalera deja ver el contiguo, Al otro lado, en un despacho idéntico al vuestro, un hombre mayor examina detenidamente los documentos guardados en una valija antigua adornada con el águila imperial nazi.

Lucius se queda sin respiración por un momento, y seguidamente susurra «es esa...». Se aparta de la cristalera y mira a sus compañeros, especialmente a Norman, diciendo en voz baja

- Y ahora, ¿Qué hacemos?

Gabriel se queda durante un momento bastante sorprendido al fijarse en el indivíduo que está examinando los documentos, pero al poco se acerca al resto de sus compañeros.

- Es Piero de Luca, el conservador, la máxima autoridad en lo que a bibliotecas del Vaticano se trata y no se anda con tonterías, hay que hacer algo ya, pero no puedo permitir que me vea, me reconocería y nos pondría en un serio aprieto - les dice a sus compañeros.

Mientras mirais embobados la valija tan preciada y al hombre que la examina, os dais cuenta de que en el otro extremo del despacho hay una caja fuerte modernísima (de esas de combinación alfanumérica) que sería la envidia de cualquier sucursal bancaria; En estos momentos está abierta y por lo que parece, Piero de Luca se dispone a guardar la valija en ella. Si lo hace, tendreis alguna dificultad añadida para recuperarla.

Lucius se queda sin respiración un momento al ver que la valija se les va a escapar de las manos. Posa los ojos en Norman y en su pistola.

- Vamos a perderla en nuestras narices! Norman, haz algo!.

Norman, que había estado como ausente ante la visión de la valija, reacciona con las palabras de Lucius y sale de la sala. Como corresponde a un militar bien entrenado, le veis entrar en la sala contigua con un subfusil en la mano (que no habiais visto hasta el momento) y sin decir palabra apunta directamente a la cabeza del sacerdote. A partir de ahi todo sucede muy deprisa; Con una mano recoge todos los documentos y los mete en la valija de nuevo sin dejar de apuntar al viejo que balbucea algo en italiano. En cuestión de segundos todos salís corriendo tras él y bajais a toda prisa las escaleras.

"No ha sido tan difícil" pensais, justo antes de oír las sirenas de alarma en todo el edificio y también en el exterior. Cuando llegais abajo Phillip está claramente nervioso; Parece que toda la ciudad vaticano está en alerta y salir de aqui no será tan fácil.

Desde donde estais teneis tres opciones: Regresar por los túneles, salir al exterior y tratar de huir a nivel del suelo, o meteros en alguna de las plantas de este edificio. Por todas partes se oye el ruido de las botas de los guardias corriendo de un lado para otro.

Al oir las alarmas maldigo por lo bajo. Sin perder tiempo nos reunimos con Phillip y le indico que es hora de salir pitando de alli. Igual que los demas pienso que los tuneles son el camino mas seguro puesto que no hemos tenido problemas para llegar al Vaticano.

-Vamos! Esto se llenara de guardias en cuestion de segundos, salgamos de aqui cuanto antes y no perdais la valija.

Rapidamente empiezo a recorrer el camino de vuelta.

Sin dejaros tiempo para dudar, emprendeis el camino de regreso de nuevo por los túneles del correo. Esta vez el aspecto de los mismos es ligeramnete distinto: Luces de emergencia brillan por todas partes, la circulación de los trenes se ha detenido y oís el inquietante ruido de las botas de la guardia por todas partes.

Justo cuando ibais a girar el último recodo que conduce al agujero que comunica con las alcantarillas, la puerta de la basílica, justo detrás de vosotros se abre y oís las voces de varios hombres dandoos el alto. Al ver que no reaccionais a la primera, uno de ellos dispara una ráfaga de balas por encima de vuestras cabezas. Si son tan buenos tiradores como dicen, estais en un serio aprieto, aunque estais muy cerca del acceso a las alcantarillas.

Gabriel oye silbar las balas a escasos centímetros de su cabeza e incosncientemente se agacha un poco y se tapa con las manos mientras continúa corriendo.

-Vamos, vamos, no os paréis ahora, seguir corriendo, a las alcantarillas!!- Exhorta al resto de sus compañeros mientras trata de alcanzar el agujero por el que accedieron a los túneles.

Lucius oye el sonido de las balas e instintivamente se lleva las manos a la cabeza y agacha el cuerpo, presa del miedo. Trastabilla por un momento, pero reacciona a los gritos de Gabriel y corre con toda la rapidez que le permiten sus piernas

Sin volver la cabeza comienzo a correr camino de las alcantarillas detras de mis compañeros, no tengo intencion de ver quien nos dispara. Mientras corro miro a Norman.

-No pierdas la valija, agarrala bien ! Vamos!

A pesar del aviso de la guardia suiza, la rendición no está entre vuestros planes y seguís corriendo hacia el agujero que conduce a las alcantarillas. Y a punto estais de pasar de largo, ya que el juego de luces y sombras creado por la iluminación de emergencia lo ocultan a la vista.

Sin perder ni un segundo entrais por el estrecho agujero y comenzais a avanzar por el túnel que os reveló Salvatore. Al alcanzar la cripta, podeis oír claramente el sonido de las botas de la guardia que pasan de largo la abertura. Seguro que pronto se darán cuenta de su error, pero eso os da unos segundos vitales para vuestra huída.

Desgraciadamente, parece que al final las cosas no van a ir tan bien. Justo en la entrada del tunel que conduce de la cripta a las alcantarillas de Roma, veis la figura de un hombre que os espera inmóvil: Es alto, con el cabello rubio muy corto y sus ojos azules resplandecen con la luz de vuestra slinternas; Viste una larga gabardina oscura y botas militares. En su mano derecha veis el destello de un arma semiautomática. detrás de él adivinais la presencia de dos o tres más.

-Les felicito, caballeros, pero crreo que han llegado al final de su camino. Entrreguen la valija y nadie saldrá herrido.

El hombre habla un correcto inglés con fuerte accento alemán y parece muy tranquilo y seguro de si mismo.