Partida Rol por web

- Oh, mis hermanos siempre me encontraban cuando jugaba al escondite. M-mejor que vayas tú, Norman. Si ves algo interesante... - Lucius se queda pensando un momento, parece que duda - Eh, no... mejor no toques nada. Nosotros vigilaremos desde aquí

Gabriel sonríe al oir las palabras de Norman y empuñando su revolver le sigue todo lo sigiloso que es capaz.

- Te sigo Norman, no debemos ir solos, si hay algo que nos pueda ser util lo encontraremos.- susurra mientras echa a andar tras el militar.

-Un momento! Parece que vais de fiesta y ahi fuera hay muchos peligros, necesito controlar el tiempo por si os ocurre algo. Puede que tengais problemas aunque espero que no, estare atenta a mi reloj, creo que 4 horas es suficiente para intentar averiguar algo. Estad aqui a la hora prevista o saldremos a buscaros- miro a Lucius esperando que este de acuerdo conmigo- Id con cuidado y no dejeis que nadie os vea. 

Contemplo a Alison sonriendo, le guiño un ojo y replico:

- Cariño, si no te quisiera tanto, me casaría contigo. Sobreviviremos a ésta -me giro hacia Gabriel y le doy una palmada en el brazo- ¡Vamos allá!

Sin más demora, Norman y Gabriel salen del refugio y comienzan a caminar a través de las calles, buscando cobijo y rezando por no encontrarse con ninguna patrulla de guardia en dirección a la plaza de los talleres.

Sigilosamente os acercais a la plaza, donde varios edificios bajos y largos parecen llenos de actividad. El ruido es cada vez mayor y os da la sensación de estar acercandoos a un taler mecánico.

El primer edificio que veis, el mayor, está lleno de maquinaria. Asomados por una ventana podeis ver cómo unos seres bajitos, peludos, con grandes garras y una cabeza similar a la de un reptil, trabajan sin descanso en la fabricación de planchas de hierro de gran tamaño y grosor, barras, vigas y otros elementos que cargan en una especie de carretas que ellos mismos tiran y conducen hacia el centro de la ciudad. De vez en cuando aparece alguna figura, claramente humana, ataviada con un mono de trabajo que, libreta en mano toma notas y supervisa el trabajo de los extraños seres.

Pero lo más sobrecogedor lo veis en el edificio contiguo. Aqui se fabrican piezas de metal más pequeñas y ligeras que son conducidas a una especie de laboratorio-sala de operaciones donde aguardan los seres arácnidos que conoceis como cetinelas. Como si de un laboratorio del doctor Frankenstein se tratara, las placas de metal son soldadas a sus cuerpos a modo de armadura convirtiendolos en verdaderas máquinas de matar. Una vez terminado el proceso, los centinelas son reanimados y están lstos para cumplir con su función.

Hay otros edificios, mas pequeños de los que no sale ningún ruido, pudiendo ser algún tipo de almacenes o similar. Continuamente aparecen seres humanos supervisando y dirigiendo el trabajo de los otros.

Lucius se sienta apoyado en la pared del bordillo, mirando hacia afuera de vez en cuando para vigilar - A-A-Alison - dice mientras se pasa la mano por el pelo, nervioso - D-después de esto... vamos, si conseguimos salir vivos, p-podríamos, no se... cenar juntos un d-día o-o algo...

Desde la casa miro por la ventana tratando de seguir el rastro de mis compañeros. Cuando escucho la propuesta de Lucius me vuelvo sonriendo. 

-Lucius, te prometo que si salimos de esta no solo ire a cenar contigo, sino que pediremos la botella de champagne mas caro que haya en el restaurante para celebrar que estamos vivos. Si lo conseguimos...- mis ojos vuelven a mirar por la ventana hacia ningun lado-... seras tan famoso como los primeros astronautas que pisaron la luna- me quedo pensando que tal vez nunca salgamos vivos de estas ruinas y mi sonrisa se desvanece. 

Observo los bichos en silencio. Me humedezco los labios nervioso y le susurro a Gabriel.

- Creo que ya sabemos lo que fabrican aquí: soldados. Lo que me gustaría saber es... ¿para luchar con qué? -indico los almacenes con un movimiento de cabeza- Estas armas no son suficientes con esos monstruos, ya vimos lo que les pasó a los boches. Tal vez en esos almacenes haya algo que si que les arrugue la armadura. Donde hay soldados, hay armas.

Sonrío ufano, orgulloso de poder mostrar mis conocimientos cuarteleros.

Lucius sonríe mientras baja la cabeza, avergonzado - Eh... Sí, m-mis investigaciones serán f-f-famosas... -Rápidamente vuelve a mirar por la ventana

Garbiel asiente a Norman sin poder dejar de mirar por la ventan mientras la garganta se le hace un nudo al pensar en lo que podrían hacer esas criaturas.

- Maldita sea Norman, crees que esas... cosas están preparandose para salir de aqui al exterior?- pregunta algo asustado.

Niego levemente con la cabeza.

- No creo... esas mierdas son duras, pero no pueden conquistar el mundo si esos nazis de antes les hicieron sudar. Incluso esos bichos se las verían crudas contra un Leopard, un AC 10 o un Apache -me froto la barbilla, pensativo- Necesitas algo más que un puñado de bichos para dominar el mundo, amigo. Necesitarías millones, y de momento sólo hemos visto una ciudad.

Me recuesto un poco contra la pared, intentando mover los tozudos engranajes de mi cerebro.

- A ver... táctica y estrategia ¿Qué hemos visto hasta ahora? Una ciudad con bichos de muchas formas estacados en sus muros, a modo de advertencia. Y aunque controlan a esas arañas mutantes o lo que mierda sean, los que lo hacen son humanos. Creo que son un cuerpo de guardia, un ejército defensivo frente a criaturas como la que nos encontramos en el Circo. Están construyendo, o extrayendo algo aquí. Los bichos del espacio les estorban y han capturado algunos y les han obligado a protegerles. Lo que no sé es porque no hemos visto más criaturas por ahí, si les preocupan tanto...

Me encojo de hombros, estoy llegando al límite de mi capacidad deductiva.

- Pero... ¿qué están haciendo aquí? ¿Por qué lo han llevado en secreto? Y sobre todo... ¿quiénes? Los nazis no, desde luego, todavía tengo cachitos de ellos en las arrugas de la ropa. Eso es lo que debemos averiguar. Sabiéndolo, tal vez encontremos una manera de salir de aquí.

Gabriel permanece en silencio, lo que aprovecho para hacer un gesto de indiferencia con la mano y vuelvo a dirigir mi mirada a los almacenes.

- Vamos a forzar nuestra suerte. Ya que estamos aquí, deberíamos explorar esos almacenes, tal vez allí encontremos algo útil, como un arma o algo así ¿te parece bien que vaya yo? Puedes esperar aquí y cubrirme.

-Perfecto, ve tu y yo vigilo desde aquí.

Agarro la metralleta con tanta fuerza que los nudillos se emblanquecen. Le doy una ligera palmada en el brazo a Gabriel a modo de despedida y salgo a la calle con la intención de acercarme oculto entre las sombras.

Ocultandote entre las callejuela smas estrechas, logras alcanzar sin ser visto, una de las casas cercanas a los talleres. Para tu sorpresa, descubres que se trata de un almacén de armamento. Para tu decepción t edas cuenta de que todas las armas, aunque en buen estado, pertenecen a la segunda guerra mundial y no hay ningún tipo de armamento superior al que ahora llevais.

El tiempo pasa y vuestros compañeros todavía no regresan. Observando la plaza desde la distancia podeis distinguir cuatro tipos de criaturas paseandose por los alrededores: Los mas llamativos son los centinelas, los enormes seres arácnidos acorazados, que por algún motivo salen de la misma tambaleandose ligeramente, como si estuvieran mareados y son guiados hacia otros puntos de la ciudad por los "templarios", que tienen apariencia humana aunque llevan una extraña armadura que los hace parecer más altos. De vez en cuando veis aparecer a otros seres claramente humanos que visten ropas de trabajo y algunos llevan mascarillas. Y ocasionalmente podeis observar como grandes carretas son arrastradas fuera de los talleres por unos seres pequeños y encorvados, con el cuerpo cubierto de un pelo grueso similar a pinchos y la cabeza picuda que surge directamente de su torso.

Impaciente miro mi reloj esperando que mis compañeros esten bien. Luego miro de nuevo por la ventana pensativa y me dirijo a Lucius sin volver la cabeza.

-Te has fijado en ellos?- señalo con el dedo a traves de la ventana- Los unicos que parecen humanos son los de la mascarilla, los demas parecen engendros, incluso los que llevan armadura son demasiado altos para ser de nuestra especie. Espero que Norman y Gabriel regresen pronto con algo de informacion que pueda sernos util para salir de aqui.