Partida Rol por web

Sin tiempo a reaccionar me veo transportada desde el piso mas alto hasta lo que se supone el sotano mas subterraneo. El nivel 3 parece una sala de observacion pero la impaciencia de Lucius me impide averiguar algo mas. De todos modos no me importa, mi prioridad es buscar a Norman y mientras descendemos pienso en la posibilidad de que le hayan hecho daño. 

-Espero que Norman este vivo, cada hora que pasa ...., ojala lo encontremos ahi abajo- mientras hablo no miro a ninguno de los dos, tan solo pienso en Norman y mi atencion se centra en el tubo por donde circulamos y en la suavidad con la que nos movemos. 

El ascensor os baja, lentamente hasta el subsuelo, varios niveles por debajo de la superficie. Cuando se detiene podeis comprobar que este lugar no e scomo los demás: Os encontrais frente a una sala grande presidida por una gran mesa, a modo de sala de juntas o similar; Alrededor de la misma hay decenas de estanterías con archivos, documentos y demás papeleo del que no podríais determinar su fecha. Pero lo que realmente os llama la atención es la existencia de un ascensor alternativo que parece descender a un subnivel "secreto". inaccesible desde el exterior. Desgraciadamente, dos guardias templarios, éstos con armaduras negras como la noche y armados con espadas y lo que parecen ser cañones de mano acoplados a sus brazos, custodian la sala.

Los guardias no parecen haberos visto o, si lo han hecho, no os han cosiderado una amenaza todavía. Teneis la opción de subir de nuevo o dandoos prisa, alcanzar el ascensor interior.

Otto sonrie ante tu ocurrencia y continua hablando tranquilamente.

-Escuchame bien, inglesito. Llevo aqui abajo tanto tiempo como tú, y estoy mas sorprendido incluso que tu, pero verás... Vas a morir, de eso no hay duda. La diferencia está en cómo lo hagas. Si colaboras y nos ayudas todo sucederá muy rápido, pero si no... tengo la sensación de que esta gente son muy metódicos en lo que a inflingir dolor se refiere.

Mientras Otto espera tu respuesta, la puerta del quirofano al final del pasillo se abre y la camilla que transportaba al jóven sedado lo saca otra vez, cubierto con una sábana manchada de sangre. Ahora, el volumen de su cuerpo se ha duplicado y  a pesar de todo podeis oír su respiración, pesada, debajo de la armadura recién implantada. Puedes notar como Otto y el prisionero en la celda de al lado dan un respingo ante la visión.

Sonrío torvamente y trato de aparentar serenidad, aunque mi maltrecha cara seguro que da más lástima que otra cosa.

- Muy bien, dime qué es lo que me vais a hacer ¿ponerme más patas? Ahora mismo tengo tres, pero no me importaría tener alguna más para daros a todos por culo -un tosido le resta bastante contundencia al comentario, pero intento rehacerme y continúo- Además, hablas como si los que están construyendo esos monstruos no fueran de los tuyos, incluyendo a este adonis amanerado de la celda de al lado ¿qué ocurre aquí? ¿Habéis hecho una convención de bichos y os habéis dado cuenta de que tenéis muchas cosas en común?

Esta vez tomo la iniciativa aunque no aprieto ningun boton. El hecho de que haya un ascensor independiente del resto en el subnivel 6 me indica que mas abajo hay algo muy importante. Tal vez sean las celdas donde retienen a los prisioneros, como Norman, adelantandome a los demas me dirijo a ellos susurrando para que no me descubran los guardias. 

-Ni se os ocurra subir de nuevo. Hasta ahora hemos tenido suerte y la vamos a seguir teniendo. Creo que estamos a punto de descubrir algo importante, tenemos que alcanzar ese ascensor sin que nos vean- miro a mis compañeros convencida de lo que digo bajando aun mas la voz- Cuando haga una señal cruzaremos deprisa pero sin hacer ruido hasta ese ascensor. Preparados?

Algo indeciso ante la repentina situación, Gabriel asiente, sintiendo como la adrenalina recorre su cuerpo y la tensión poco a poco aumenta. Agitado, exsacerdote abre y cierra los puños fuertemente para obligar a que la sangre corra acelerada por sus venas.

- Cuando digas Allison- responde.

Lucius mira a Alison con cara de terror ... ¿En serio espera "correr sin ser vista"?, pero asiente débilmente mientras nota un escalofrío. No hay marcha atrás.

Sin decir nada mas saco mi arma. Si Norman se encuentra ahi abajo lo rescataremos y buscaremos la forma de salir de alli. Estamos en el mismisimo centro de la ciudad, si hay una salida debemos estar muy cerca de ella. 

-Vamos, estad alerta y no hagais ruido- asintiendo con la cabeza les indico que estoy lista, despues hago una señal para que me sigan y recorro el tramo que separa un ascensor de otro rezando para que los guardias no nos vean. 

Los dos guardianes de negro parecen humanos en esencia, aunque no hablan entre ellos ni parecen actuar como tal; Sus movimientos son lentos y precisos incluso cuando pasean por el archivo. Cuando ambos se hallan de espaldas a vosotros correis hacia el ascensor interior, pero por algún motivo, en cuanto pisais el suelo del archivo, ambos se giran hacia vosotros a la vez, como alertados por un sexto sentido.

No os dan el alto ni hacen amago de venir a capturaros; Mientras correis hacia la plataforma de descenso ellos s elimitan a preparar sus armas, que emiten un débil zumbido. Por suerte, conseguís alcanzar el ascensor y pulsar el único botón que posee, y os deslizais hacia abajo sin un sonido.

Cuando llegais al final del recorrido os encontrais completamente a oscuras y solo podeis percibir varios sonidos que os recuerdan a una de esas peceras con burbujitas y de pronto oís una voz que habla justo en vuestros cerebros.

-¿Quienes sois y a qué habeis venido?

El desconcierto de no saber el origen de la voz se desvanece cuando las luces se encienden de golpe y veis algo que jamás habríais esperado: La sala es circular y en la parte frente a vosotros hay una especie de trono que se alza pegado a una estructura metálica repleta de tuberías, cables y otros elementos extraños. Protegiendo el trono hay dos seres reptilianos, de gran tamaño, con las canezas similares a iguanas y vestidos con túnicas ceremoniales. Son sin duda alguna, ejemplares vivos de los rstos encontrados cuando descendisteis por la primera torre. Parecen ser los guardianes de quien se sienta en el trono: El hombre mas viejo que jamás hayais imaginado está sentado con la cabeza hacia adelante y vestido con un antiguo traje de oficial nazi. por algún motivo sabeis que la voz que habeis oído era la suya. El anciano levanta pesadamente la cabeza, os mira, y al instante le reconocceis. Estais delante de Adolf Hitler.

Otto se rie ante tus ocurrencias.

-Voy a intentar explicartelo de forma que el escaso riego sanguineo que tus músculos dejan llegar a tu cerebro te permita entenderlo: Acabo de llegar aqui. Nuestra expedición buscaba el porqué el ejército nazi tenía tanto interés en este lugar y si esto podía contener alguna pista sobre porqué tantas expediciones habían sido enviadas aqui. Pero el entrometido de Ward, vuestro jefe parecía dispuesto a descubrirlo antes que nosotros y iba en la dirección correcta. No podiamos dejar que un multimillonario curioso estropeara nuestros planes por lo que tuvimos que ponernos serios y secuestrar su expedición. A pesar de eso os adelantasteis. pero nosotros teníamos los mapas y pudimos preforar justo encima del centro de esta ciudad. Los primeros soldados que bajaron desaparecieron, asi que afinamos la puntería y yo, personalmente descendí con un puñado de hombres. Fuimos sorprendidos y capturados por los descendientes de aquellos expedicionarios que, tras identificarnos, nos recibieron con los brazos abiertos. Sus padres y abuelos fueron enviados aqui con una misión, y ellos seguían cumpliendola sin saber nada de lo ocurrido en el mundo exterior. ¿Te lo puedes creer? Aqui soy una especie de héroe. Pero no todo es tan sencillo: Al parecer esta ciudad es una especie de puerto estelar y este edificio una especie de antena que coordina todo el trafico espacial. Están perforando en busca de un generador de energía para hacerla funcionar y por lo visto tienen algún tipo de inteligencia a la que llaman "el elegido" para controlar a los seres extraterrestres cuando lleguen. Si, parece una locura, pero en meno de 24 horas todo sucederá, y nada nos impedirá dominar el mundo. pero esto, es algo que tu no verás, porque...

De repente suenan sirenas en el exterior y unas luces rojas parpadean en el pasillo.

-Oh, creo que ya no será necesario que me digas donde están tus amigos. Si no son muy duros con ellos, os reunireis pronto.

Otto se levanta y se marcha.

Lucius mira directamente hacia el trono boquiabierto. Intenta decir algo, sin saber si tener miedo o sonreír por las increíbles posibilidades históricas de haber encontrado tal ejemplar vivo. Parece reaccionar al cabo de un minuto y se acerca a Alison y Gabriel, susurrándoles sin dejar de mirarle - Eh... T-tiene el bigotillo canoso, ¿Verdad?

Aprieto los puños mirando su espalda. No he entendido una mierda, pero sé que es un nazi hijo de puta que, majara perdido, quiere dominar el mundo. Y no me a salvar ser rubio.

Cuando Otto el Piloto se larga, me giro hacia el mariquita de la celda de al lado y le susurro:

- ¿Preparado para tener ocho patas, fraulein?

Me quedo paralizada cuando reconozco a la persona que esta en el trono. Mi rostro esta totalmente palido y me parece que los latidos de mi corazon resuenan por toda la sala. Soy incapaz de decir nada, la voz que escuche hace un rato sigue en mi cabeza. Como es posible que este hombre siga vivo? Como puede haberse metido en mi cabeza? 

Lentamente reacciono pero sigo en silencio. Segun la historia, Adolf Hitler se suicido en su bunker. Debe tratarse de un error, no puede ser el. Cuando Lucius nos susurra lo miro con los ojos muy abiertos y llenos de temor. No me atrevo a hablar, mi aleman es pesimo y sin una buena excusa me temo que tendremos serios problemas para salir de alli. Despacio vuelvo la cabeza para mirar de reojo al personaje. Espero que sea Lucius quien hable, es el unico que puede pasar por un operario aleman. 

Lucius sigue mirándolo, sin poder apartar la mirada del bigotillo blanco - ¿Mein Führer? ¿Cómo es posible? - Su alemán es perfecto. 

El ancianísimo dictador apenas sostiene su cabeza mientras os mira con unos ojos fríos y penetrantes; Una ligera sonrisa se marca en sus labios.

-Veo que allí fuera no han olvidado mi nombre a pesar de los años... Decid... ¿De donde venís y porqué habeis venido ante mi?

Una vez más la voz suena clara y perfectamente comprensible para todos vosotros.

- Somos historiadores, buscábamos las ruinas, y por ahí bajamos... Lo que nunca esperamos encontrar... - Lucius se queda sin palabras un momento - ¿Estos operarios le mantienen vivo?

Mientras espera la respuesta, susurra rápidamente a Alison y Gabriel - ¿Qué le digo? ¡Espero que se os ocurra algo rápido!

La explicacion de Lucius me deja helada, de pronto noto como un sudor frio empapa mi espalda, ha dicho justo lo que no tenia que decir, que somos intrusos y hemos burlado la guardia que patrulla toda la ciudad hasta llegar donde estamos. Trato de pensar intentando que los nervios no me traicionen. Un nudo me oprime el estomago y apenas logro articular cuatro palabras. 

-Llevamos aqui unos meses, trabajamos aqui y nos hemos despistado cuando buscabamos los almacenes donde se guardan las herramientas...- no puedo decir mas, mi voz es un susurro que tan solo escucharia alguien que estuviera justo a mi lado. Conteniendo la respiracion miro a Lucius a los ojos esperando que su ingenio lo ayude a la hora de dar una explicacion que no nos perjudique. 

Gabrielse queda totalmente perplejo al reconocer al hombre que estaba frente a ellos, y siente un impulso que le obliga a retroceder unos pasos al oir la voz en su cabeza.

- ¿Co-como es posible?- pregunta aún si poder creer lo que tenía ante él - Es imposible!!!!-  dice mientas Lucius y Allison intervienen y responden al lider alemán.

Algo se ilumina en los ojos de Hitler, como si de repente hubiese recordado algo.

-Alison, Lucius y... Gabriel. ¿Me equivoco? Habeis sido muy intrépidos esta vez llegando donde ningún hombre había llegado desde hace... ¿60 años? Bien... Necesito gente como vosotros aqui. Gente cue conozca el mundo exterior. Mis hombres son fieles, pero no tienen experiencia y pronto tendremos que regresar. Unios a nosotros y sereis parte de los elegidos. ¿Que me decís?