Partida Rol por web

Dos cosas se me abrieron en el momento en que escuche la voz de mi CRISTO. Una de ellas fueron los ojos. Como el papa viendo la gala de Miss España.

- ¡AY MI CRIHTO! ¡MI CRIHTO!  - vocifero, que se haga público en el salón.- Que sa liao en la carse…Y que si no pasa ná, questá aquín ya mesmo - al papa, luego vuelvo al teléfono- Mi Crihto…Ten cuidao, y tate aquín entero…Que te viásprimí como a una mondarina, mi hitano.

¡Memos máh que mepuesto er tanga de lopardo!

La tita Choni estaba toa histérica. Para variar. El Brandon se encogió de hombros porque le importaba una polla. Ahora mismo solo tenía ganas de embucharse un desayuno en condiciones. No un desayuno de niño payo llorón. Nada de krispis. Tocinaco. Huevos fritos. Chicharrones.

Se acercó al Kevin a ver qué comía y le pegó un sopapo en la nuca. Lo normal. Hay que marcar territorio desde primera hora. Luego le empujó y quiso quitarle la comida. Tenían una relación de adoración mutua y rivalidad constante. Darse de hostias era rutina. Eso sí: por mi hermano MATO. MA-TO. El Brandon lo tenía mu claro eso.

El yayo le decía que a donde iba, mientra la tía se freía unas cosas ricas pal desayuno.

-Ayyy, yayo... Pos han abandunao una urbinisasión de las caras los payos, iba a traéte una tele güena- claro que sí, que para quedarse con el puesto del patriarca había que luchar desde el principio por lo que importaba, el respeto de sus mayores. Al yayo siempre le había gustao que le trajera oros y to eso que yo aún no usaba, pero que cuando espichara lo iba a heredar to, como el peazo cristo que llevaba colgao al cuello de oros.

Fue pa la cocina a por papeo y mientras se servía su tocinico, vino el puto del Brandon a tocar la polla. -Ira que si quiés tocáme la polla es más p'abajo, joputa- le dijo con todo mi amor fraternal, mientras me comía el tocino con las manos o lo intentaba. -L'hostia có quema- lo soltó y se puso a soplarle, lo mismo si lo remojaba en el agua del vaso. A ver si se pillaban unas servesicas cuando salieran, que tanta agua era pa los peces.

Se sentó al lao del Kevin como si no hubiera pasado nada.

-Tita, échame de comé que la mama está con el mocho.
 

Yo hablando con mi hombre y estos dos discutiendo por la comida.

- ¡Esperahsuh coño! No me toquís mah er papo hoy, la vín. Quehtoy hablando con el tío - espeto, seria. Pero el chocho se me hacía cocacola.

Les repartía hostias si no fuera porque el puto fijo no llega a la cocina.

Mojó el tocino en agua pa enfriarlo y se lo comió tal cual, mientras el Brandon berreaba a la tía. Anda y se jodiera también, que hubiera llegao antes pa pillar la única tajá frita. El caso que la tía se había dejao la sartén friendo y aquello iba a empezar a oler a carbonilla.

-¡Tía! ¡Cojone ya! ¡Que le va a pegá fuego a to eto! ¡Eja el puto teléfono!- le gritó, mientras masticaba a boca llena el pedazo de carne.

-Tengo cuidao, to er que se pué tener. Cuando sarga daquí pillo un coshe y me voy pal polígamo eshando leshe.

Había unos ruidos de fondo, como disparos de pelotas de goma.

-Te tengo que dejá que han venío unos de la uip desos. Y hay que pasáles por lo alto. Te quiero hitana.

Y colgó.

¡Ofú con la floja´la tía! Tol día rascándose el coño y que si el tito Cristo esto que el si el tito Cristo aquello... Al final se iba a liar y la iban a tener montada. Y luego el yayo se enfadaría.

Sacó la chirla y pinchó el chicharrón antes de que se carbonizara. Sopló y le pegó un bocao.

-Maricona -le dijo al Kevin-, hay que í al rastro´la Pava hoy o mañana, no? A ve sí... -miró de reojo por si el agüelo taba atento, o la tita... pero la tita estaba con to el papo gordo que no atendía a una mierda.

El rastro del Charco de la Pava es donde se reunía lo más selecto de los comerciantes al por menor. Situado en los viejos  aparcamientos de la Expo 92, uno podía encontrar ahí su bicicleta robada, la radio de su coche, las ruedas, el volante... Los gemelos guardaban buenos recuerdos de sus caminatas por la explanada, vendiendo sus lotes o robando lo robado. Lo mejor era cuando un payo se pasaba por ahí a buscar sus cosas robadas, pagaba por ellas, y el Kevin y el Brandon luego lo pillaban a punta navaja dos calles máspallá pa volvérselo a robar.

El Brandon tenía otros motivos para acercarse al rastro. Había otras cosas además de mercancía robada. Había apalabrao una pipa con un hijoputa. Le faltaba taco pa pagarla, pero ¿a quién le importa? Con los linígena aquella dando por saco ahora con una buena chirla no llegaba pa ná. Un hombre con dos cojones ahora tenía que llevar pipa. En el barrio no faltaban escopetas recortás, revólveres, y alguna cosa más grande. Pero ninguna en manos de los gemelos. Y como buen hermano el Kevin sabía sus planes. El Brandon no recordaba si se lo había dicho unos días antes cuando estaba con el hígado empapao en pirriaque, o si lo había adivinao como buenas criaturas demoníacas simbiontes. A veces parecían leerse las mentes y quitarse las frases.

Me quedo mirando el teléfono cuando mi Cristo me cuelga. Me había preocupao, pero era algo que se mezclaba con la cachondez repentina, y la enrritación de los cafres que tenía en la cocina toqueteando la comía.

- ¡Hastar coño! - me acerco a la cocina, y pescozón a cada uno - Hasta la punta la pepitilla. Ni de guena mañana suh ehtay tranquilo.

Procedo a repartir el tocino en platos. A me dio hacer y to. A tomar por culo.

El patriarca les veía pelearse, complacidos. Tenían azogue en la sangre y eso era bueno. A su edad él le robaba a los payos a punta de navaja y una vez hasta le pegó de hostias a un gris que se le puso chulo e iba solo. Claro que él lleva a dos primos más, pero esa es la clase de detalles que no se cuentan. El material del que están hechos los mitos.

-Una tele nueva me vendlía mu bien. Con media sentel de eso para vel cosa en intelné.

Señaló al niño con la garrota mientras se comía el tocinaco.

-Ascuchádme. Tened cuidao por ahí fuela. Que ahora no solo hay payo. Están las cosa esas, y esos son como hitanos, que les da iguá tó. Solo van a reventá a la hente.

Parpadeó, molesto.

-Y déhale algo tocino a tu abuelo y a tu mae. Blibón.

Escuchó al Brandon y asintió ante lo que decía, que quería una pipa. Pos claro, a él eso le parecía de puta madre, pero lo que le interesaba era pillarle la tele al yayo pa hacéle la pelota.

-Enga, despué no vamo a Triana a busca cosas güena- acabó de planificar el resto del día y así podrían darle a tos los palos, que los días eran mu largos cuando podías entrar a media noche o más tarde a tu casa. To aquello de los mengues a él le sonaba a puta mierda, que los payos sasustan con na. Pero mejon pa ellos que podían saquear a gustico to lo que se habían dejao.

El yayo dice que tengamos cuidao. -Sí, yayo, ya verá que eso de los payos es to cuéento.

-Lo que tú diga yayo.

Quería a su yayo porque era lo má grande del mundo entero. Pero era un viejo.

...no tié nindea... hay musha mandanga paserse doro ahí fuera... con la yonki nesesitao que hay ahora...

Y lo del mierdakevin que ya estaba arreglando el día con más horas que un reló. ¡Que en Sevilla en verano no se pué salí de casa hasta las 8 de la tarde!

-Tú ha salío poco cansao pa sé hitano -si no fueran gotas de agua Brandon de Dios sospecharía de la filiación genética del Kevin cuando se ponía tan currante.
 

Salvaguardo tocino pa el papa y le Encarna. Que el Brandon y el Kevin tienen boca buzón. Tos les cabe.

- !Encáhna! ! Er sayuno! !Tusijo no te vanadehá ná! - vocifero. Porque los gitanos teníamos que gritar. Hacernos escuchar. Eso sobre tó. Quien no grite, aunque sea pa dar un pésame, no era gitano. Era un payo saborío.

Estos dos iban a salir. Bueno, que se encargara su madre. Pero oye, ya que estaba...

- Y me traís un ehmarfon. To moderno desoh. Si jipaih arguno, aro - ea, y ya esta.

La mama llegó. Le tocaba currar limpiando pisos en otros barrios, trabajo por el que le daban cuatro duros. Cuando le daban menos de lo convenido robaba algo, pero algo tan bien robao que no se daban cuenta hasta años después. Si no podía ser malo para el negocio, claro. Era de los pocos sueldos que entraban en la casa en condiciones, sin contar con la venta de frutas y la ropa de la Choni.

-Ya voyyy.

Se sentó y le dió dos besos a sus hijos en lo alto de la coronilla. Comían como tenias, y eso estaba bien. Así crecerían fuertes.

Tenían la tele puesta y su madre cambió el canal a Antena 3. Noticias de por la mañana. Salía la Mónica Carrillo, y el abuelo resopló.

-Está pa reventála por to los laos.

Comenzó a hablar.

-Buenos días. Los últimos informes del Estado Mayor de la Defensa indican que las fuerzas alienígenas están concentrando sus ataques en las ciudades y otras grandes infraestructuras. Las cifras de víctimas aumentan cada día, y el ejército y los cuerpos de policía se están viendo muy castigados por los ataques. Se recomienda no salir de los domicilios, y el portavoz del gobierno ha indicado que no es conveniente sumar al pánico y huir colapsando las carreteras. Existen puntos de distribución de comida y campos de refugiados para aquellos desplazados que han perdido su hogar. Se recomienda un uso racional de la gasolina y otros recursos...

Las imágenes de días anteriores de carreras por la calle, ciudades hechas mierda, Madrid, Barcelona, Valencia... Y luego las noticias internacionales. En Estados Unidos pánico que te cagas, y los rusos soltando todo su armamento de la Guerra Fría como si no hubiera un mañana. Al menos esos luchaban con dos cojones, por que los americanos con toda su puta tecnología les estaban follando el culo que no era ni normal.

Cojo dos carros y empujo cada uno con cada mano, para arramblar con lo que haya por los dos lados de los pasillos.

Ariquitrán, paquitiquitrán, naninooo NIIINOOO niiinooo... - flamenqueo contento por los pasillos, haciendo mis movimientos de cintura para acompañar a la música mientras meto el brazo por los lineales para que los productos caigan dentro de los carros.

Carne y pescao, como decía el chacho. Pero eso tenía ya una poquilla de mala pinta... pero bueno, si é lo que quiere er patriarca, po carne y pescao. Pero yo quiero ser un pijo rico como los payos, así que después me voy a la carnicería, andestán las paticas de jamón esas que welen tan bien - AY CHACHOOO lo que hay aquín... - aunque sean patas de jamón del barato, a mí me hacía sentir un pijo rico porque no sabía diferenciarlas, así que echo las que pueda.

¿Y con qué podría acompañar el jamón? Vamos pa la sección de bebidas... - ¡¡Arriquitáun!! - Me pongo a hacer el gilipollas bailando medio minuto delante del lineal de los licores; ese día estaba siendo un buen día, y sólo acababa de empezar. Me quedaba encontrarme un BMW con las llaves puestas pa que saliese redondo, y me la sudaba no saber conducir, yo quería mi "BI MI VI" o VUVE o como coño se dijera.

¿Una botella de glendiffi? ¡¡Veinte botellas de todo!! Y a tomar por culo. Llevaba ya los dos carros casi llenos, pero con un montón de huecos sin aprovechar y todavía me quedaba el pan, leche, latas de conserva... Me pongo a pensar un poco preocupao mirando a los carros, no quería dejar los jamones ni los licores - ...no paisa naaa... - me digo a mí mismo en voz baja.

Latas de atún, todas las que pueda, y berberechos, y aceitunas, y patatas fritas... Y a por el pan, pan bimbo dese blandico de los payos, que el pan normal tiene que estar ya duro de cojones, y la leche... leche pa quéee... - paaa quéeeee... - me vuelvo a decir a mí mismo, autoconvenciéndome para no sacrificar la priva. Bueno, pero hueco pa una coquicola sí que hay, bueno, qué cojones, hay hueco de sobra para todo si hago una montañica en cada carro y hago equilibrio para que no se caigan.

Leche y cocacola, ooolé, cumplo con tó. Y además tengo sed, así que voy a donde el agua; abro una botella y le pego un buen trago, me echo un chorro por la espalda y otro por las pelotas, que se refresquen.

CHACHOOOO - le grito a mi compi de tal manera que retumba por el local - ¿TINEMUS AGUA ALLÍ? QUE NO ME CABE Y SI ECHO LAGUA TENGO QUE DEJAL LOS GLENDIFFI - Esperando su respuesta, le pego otro trago a la botella; puta caló.

Bueno, y qué cojones. Si la furgoneta es grande de cojones. Sin esperar a la respuesta del premo voy a la furgo a vaciar los carros y volver de nuevo adentro a cargar con agua y más comida. La bombilla se me vuelve a encender, ya van dos veces hoy, estoy sembrao: pilas, pastillas de esas pijas con vitaminas, tarros de esos de proteínas que tienen los tanos fuertes del barrio, frutos secos, bibidas de esas de colorines caras (isotónicas), zumos...

A eso que saliendo de nuevo, veo a los perretes a lo lejos y me dan algo de lastimilla - kewen la perrah doros... a veh si e salio amariconao... - Agarrando un trozo de carne de los que había cogido y estaban más pochos, lo dejo a una sombra al lado de la pared del Mercadona, le silbo al perro y apunto a lo que le había dejado.

Pasa el tiempo y una especie de sexto sentido me impacienta. Estaba todo muy callado y eso me intranquilizaba - CHACHO ámonos ya que la furgo está pa reventá. Dale amos, que tayudo a cargá...

Se paró to flacucho y churretoso delante de la tele. No entendió nada, muchas palabras largas de payo y mucha mierda de esa de política que ni hay dios que la entienda ni jamematen si sirve pa algo. La vida era el día a día. ¿De que servía tanta corbata y tanto libro?

-¿Qué pasa yayo?

Comía un huevo con su trocito pan mientras miraba la tele en camista de manga corta abierta hasta el ombligo pelúo y ensortijao de gitanazo.

-Lostán dejando to más raso que en la Guerra Civí. Éstos se quieren quedá con nuestras cosa, los cabrone. Como si no tuviéramo bastante con los payos y la pulisía. Ahora nos vienen a robá a nosotros. Que hijos puta.

Su nieto le preguntó y él resumió.

-Éstos bicho se quieren quedá con er planeta y matános a nosotro por que estorbámo, hijo. Tendré que hablá con los patriarcas y buscar arma en lo de la caballería. Que seguro que hay una folletá por ahí tirás entre los muerto.

Ya estaba el abuelo con lo del orden y concierto en el poblao. Que si reuniones, charletas y mierdas desas. ¿De qué carajo armamento taba hablando? Si tol mundo sabía que en las 3000 la densidad de población es de 1 kalashnikov por cada 100 habitantes. Si no había una metralleta en cada bloque no había ninguna. Recordó perfectamente el tiroteo de tres años atrás, cuando murió aquella niña que le parecía tan guapa en el fuego cruzao. Lo vio con sus propios ojos.

Por eso era importante hacerse con una pipa de una puta vez. Uno no se hace con un nombre en condiciones si no llevas algo gordo pa enseñar.

El perro llegó para comerse la carne. Como no podía ser de otra manera. Parecía un buen chucho, un pastor alemán jovencico con los ojos despiertos. Quizá se lo podía echar con él, por que estaba claro que era medio casero. Se acercaba al humano con confianza.

-Ya me farta namás que la pedrea, premo -dijo el Chache.

Estaba fangando un coche del aparcamiento, para cargarlo también. Así ganaban un vehículo. Así que le estaba haciendo el puente, y no vió al convoy que se acercaba. El puto convoy. Dos ambulancias de la Cruz Roja y un coche, acompañados por un coche patrulla de los locales, que se dirigía hacia allí a toda pastilla. Vendrían seguramente a cargar víveres para los refugiados.