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Los misterios de la Gran esfinge de Guiza: el tesoro II +18

4.Epílogo

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03/08/2018, 01:52

Tras seis años de lo ocurrido, los miembros de aquella expedición, o lo que fue en algún día, se encontraban dispersos por todo el ancho y largo perímetro del planeta Tierra.

En aquella mañana de otoño del 2024 las cadenas de televisiones emitían ,a la misma vez, un comunicado especial acerca de la prisión a cadena perpetua de una espía de procedencia africana-escocesa. Al parecer se le condenó hace seis años atrás sobre una asociación ilegal que masacraba a personas para conseguir extrañas reliquias. Acusada de espionaje, brujería y genocidio, el fiscal que llevaba el caso decidió condenarle a cadena perpetua.

Las noticias fueron oídas hasta en El Cairo, donde se ubicaba el equipo del señor Johnson,con la ayuda de Emma Williams, trabajaban codo a codo por descubrir aquella nueva cámara real encontrada bajo la tumba de Tuntakamón... ¿Se trataría de la tumba de Nertiti? 

Sin embargo, en otro rincón del planeta, bajo la lluvia de aquella estación, una canción melacónlica sonaba en la radio.

Se encontraba empaquetando las pertenencias de su ex difunta pareja. Guardaba cada objeto, incluso aquel papel de caramelo arrugado que se encontraba encima del escritorio. Y ahí, entre papeles se encontraba una fotografía de hace bastante tiempo:

Por detrás se encontraba pintada, aunque no era nada relevante. Cada objeto, las pequeñas figuras que aquella mujer tenía en la mesa fueron depositadas en la caja. Faraday miró cansado la pared desnuda. Sólo había un pequeño mapa donde apuntaba él información detallada e importante que había conseguido los últimos años.

Con una chincheta, había señalado el lugar al que debía de ir una vez que estuviera listo: Japón.

 

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El helicóptero se encontraba en un completo silencio sepulcral. Era de noche en aquella parte del mundo. La adolescente Koko dormía plácidamente sobre la mesa de controles. Entre los papeles digitales, había una lista de candidatos a reclutar para la próxima misión, esperando a ser aceptados o no.

En aquellos seis años, Koko había adquirido una gran experiencia, además, su equipo se encargaba de entrenarla en las artes marciales y demás necesidades que Aeryn tenía. Las paredes de aquel lugar, estaban llenas de papeles A3 con teorías, imágenes y vídeos de Aeryn y..., sobre todo, una imagen en tamaño real de Esperanza y Faraday, donde habían varios puñales clavados.

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En A Coruña, la lluvia no cesaba ni por un ratito. Con la poca luz que aquella chimenea emitía, el joven Romasanta se encontraba leyendo la carta que la señorita Hassan le había enviado. En ella le comunicaba lo que sus oídos escuchaban de la radio: la sentencia emitida por el fiscal.

Miró pensativo hacia la ventana que daba a la calle... ¿Y ahora? ¿Qué haría ahora? Apenas sabía de sus ex compañeros de expedición. Nada. Ni siquiera de aquel soldado al que aún le debía el arma que le prestó... ¿Dónde estarían todos?

Y, entonces, se acordó. La pequeña Koko comentó algo sobre las islas niponas. Se apresuró a coger la libreta donde apuntaba todo, teorías que lo habían llevado hasta el insomnio en las largas noches de café, cartas enviadas por Victoria, noticias encontradas por internet... Todo.

Suspiró mientras caminaba de un lado hacia otro de la habitación. La lluvia no cesaba y su mente iba a mil por horas... ¿Sería una idea alocada la de partir hacia aquellas islas niponas y emprender en busca del último Fruto del Edén? Después de todo, él era un historiador, necesitaba de la adrenalina.

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16 octubre 2024: Aokigahara

Golpeaba débilmente aquella celda con los puños de sus manos. Cada vez que transcurría el tiempo, su cuerpo se iba marchitando. Sabía que nadie la iba a escuchar, nadie de sus compañeros, se encontraba a miles y miles de kilómetros, pero ella no perdía la esperanza.

Los hombres japoneses se volvieron acercar a la celda y con la pistola de descarga eléctrica, le apuntaron hasta que vieron como su cuerpo convulsionaba. Aeryn gritaba de dolor, lloraba de desolación y, en un susurro, antes de caer al suelo, inconsciente, sus labios se movieron para decir un: Save me, please...

Y cayó en la oscuridad a la que su mente se estaba acostumbrando. Así era sus días a días, a la espera de algún rescate o de que su padre apareciese y acabase con aquella tortura apuntándole con la pistola. 

Lo veía todo oscuro, se encontraba mareada. Lo último que contempló antes de caer, fueron aquellos dos hombres ,contratados por su padre, maldecirle en voz baja.

 

Notas de juego

Si no pongo música a todos los post, no soy yo. ;)