Partida Rol por web

 Es...es demasiado tarde...ya no hay nada mas que podamos hacer por él. Acaba de morir.-dijo apesadumbrado levantandose de su lado. -Seramejor que nos larguemos de aqui y busquemos un lugar seguro.

 Joder!No!-dice maldiciendo y dando una patada al escritorio-Me cago en la puta joder...Mierda Roy, sin luz aunque encontremos la jodida radio no va a servir de nada. Será mejor que vayamos abajo...Toma, es su pistola, le quedan muy pocas balas asi que ten cuidado eh?No me gusta darles armas a los civiles pero viendo la situaccion...hasta que no sepa que coño a pasado aqui tendre que saltarme el protocolo. ¿Sabes usarla?

- No. Dijo secamente. - Y no tengo ganas de volarme un pie, será mejor que se la des al doctor, o a cualquier otro que sepa utilizar un trasto de esos. Miró a su alrededor, como si buscara algo entre la oscuridad. - Si quieres que vaya armado, dame un palo o un buen bate de baseball, ya verás como no se acerca nadie a tocarme los cojones. Soltó una risita, como su sentido del humor era muy peculiar, y nunca hacía gracia a nadie.

- Pues si no podemos utilizar la radio, larguémonos de aquí. Empieza a oler fatal. Se dirigió como pudo, debido a la oscuridad, hacia la escalera que daba al piso inferior. Miró hacia atrás, esperando que los dos hombres le siguieran.

Yo tenía nauseas. Una y otra vez aparecían en mi mente en forma de flash la imagen de un cadáver tirado en el suelo y dos "personas" encima suya, a las puertas de un callejón.

Me tiré en el suelo consciente del nerviosismo que teníamos todos: Los gemelos con cara de estreñimiento y sudando, Nidia y Ruth con un semblante acojonantemente controlado, Claudia parecía aumentar de tamaño con el fusil, como si éste le diera poder, William...casi era invisible si no fuera por la niña que le sujetaba la mano, Jack con su chuchico que parecía no enterarse de una mierda, en James sin embargo, no podía apreciar ningún sentimiento y Roy, Roy...con más cojones que un toro:

- Veremos a ver cuánto aguanta esa fachada- Pensé.

Después, me quedé en estado de Shock mirando el último escalón de la puerta de entrada. Pensaba en mi familia, no paraba de hacerlo y mientras tanto podía escuchar lo que algunos del grupo decían: la radio, el fusil de Carol, si alguien sabía disparar, si usaron alguna vez la radio de distancia corta, aquella explosión que me sacó de mi momento de evasión, otro momento... y el pequeño choque entre "Es" y Carol.

- Chicos mejor que no...- Comencé a decir antes de que "Es" me interrumpiera para contestar a Carol. Yo, tras interrumpirme, entré en la Comisaría, tomando aliento y tragando saliva.

Transcurrido un segundo después de eso, vete a saber qué pensó "Es" pero le ví como loco buscando algo. La porra parecía estar buscándole a él también.

- Debería buscar algo yo también y que no sea un arma, ¡las detesto!. Papá siempre me echará en cara no haber sentido nunca admiración por un arma. - Me dije en voz baja.

Cuando me dispuse a buscar un objeto que tuviera un efecto contundente escucho la frase: "gente con un búnker anti-nuclear"me giré y calmadamente le dije a William:

- ¿Un búnker, William?, ¿nos dejarían acercarnos a un búnker? Antes nos matan porque las provisiones de un búnker son limitadas o al menos, no nos ofrecen ayuda. Ahora mismo creo que nos tenemos a los 12 y tendremos que bastarnos. Peor sería que nos quedáramos sin alimentos o yo que sé...tenemos luz ilimitada cosa que en un búnker no hay.

Roy llamó al Doctor que no llegó a contestarme, se giró para hablarle a su niña y subió al piso de arriba. Acto seguido, la luz del edificio y de la calle se fue. Un silencio reinó dentro de la Comisaría, el silencio del miedo y el silencio que hay cuando inhalas demasiado aire por culpa de un sobresalto.

- Me cago en la puta que parió a Panete, ¿porqué no me habré callado la puta boca?- Susurré con ira.

 Puedes, pero solo una para los dos :)

 Se oye un susurro entre los jadeos y la respiración aterrada de todos los presentes. ¡Qué débil, qué perdido está el hombre cuando le quitan la electricidad! ¡Cuánto necesitamos ese milagro para poder sentirnos a salvo!

 Derrepente,cuando vas a salir por la puerta escuchas un grito. Es William. River lo enfoca enseguida con la linterna y podeis ver como el otro policia esta agarrandolo y william, que ha caido al suelo le empieza a dar patadas e intentar separarse de él. River Se adelanta e intenta separarlos. La escena se vuelve confusa con la linterna apuntando a todos lados. 

 Estais hablando entre vosotros cuando escuchais un grito en el piso de arriba. La niña se pega contra Claudia asustada. 

 Joder Roy-Dice el hombre antes de lanzarse a dentro del edificio. Los tres hombres y las dos pellirrojas siguen dentro.

- La madre que lo parió. Roy intentó visualizar un segundo la situación. ¿No había dicho el doctor que había muerto? Todo esto es muy muy muy raro. Roy no dejó pasar mucho tiempo más, se abalanzó hacía el poli que atacaba a William, e intentó ayudar a James a separarlos.

- Cálmate tío ¿Que coño estás haciendo? Roy gritaba al poli, que hasta hace poco no se podía mover por la herida. Estaba claro que William se había equivocado en su diagnóstico, y aquel tipo estaba mejor de lo que parecía.

Mientras James luchaba por separarse, Roy intentó agarrar a aquel tipo por detrás, haciendo la llave del oso.

Las luces se apagan y su poca valentía se va por el retrete. Nota como las manos le empiezan a temblar mientras busca en la mochila la linterna lo más rápido que puede. Se siente como si tuviera algo en el cogote a punto de atacarle y todo dependiera de la linterna. Por suerte uno de los gemelos enciende una, cosa que le hace bajar los latidos de su corazón casi hasta la normalidad. Y segundos después, encuentra la suya. La enciende y está a punto de decir algo a los gemelos, pero un grito sale del interior del edificio y el amigo del gigante decide ir dentro, sin más.

-¡Espere! - balbucea un poco y mira al resto - No puede ir solo... eh... - claramente no sabe qué hacer- Alguien se tiene que quedar aquí con una linterna... Pero si lo acompaño - dice refiriéndose al hombre que acaba de entrar - necesito que alguien me lleve la linterna, por si acaso tengo que...- explica levantando el fusil - Igual necesitan ayuda - añade suplicante.

El grito del piso superior me deja la espalda helado. Es horror me recorre el cuerpo como si me hubieran dado un latigazo. En la tenue luz miro a mi hermano que, como un espejo, refleja mi expresión de angustia y desazón.

Xena tiene razón: hay que subir arriba y ver qué es lo que está pasando. Pero, joder, ¡no quiero! No puedo dejar a mi hermano, a lo que más quiero en este mundo, solo en el piso de abajo. No sin razón dice siempre mi madre que somos como dos agapornis, los inseparables.

"Mamá... mamá, qué miedo tengo"

Pero no puedo dejar a la pobre sola. Simon y Garfunkel se han perdido por la comisaría, Jabba se ha adentrado solo y sin luz (muy listo él) y fuera quedamos Sean, Xena, Rubia #2 y la niña. Estoy verdaderamente aterrado y no quiero subir. Me niego a ello.

-Yo voy contigo -digo antes de poder pensarlo bien. Veo cómo la cara de mi hermano palidece y se convierte en un rostro como de cera. Antes de que pueda protestar le pongo una mano en la mejilla y le tranquilizo.

-No te preocupes. Tú quédate aquí con la linterna y... -le digo mientras le pongo la porra y la linterna en la mano; puede que él la necesite-. Por favor, ten cuidado.

Le doy un fuerte abrazo y un beso en la mejilla antes de separarme de él. Prefiero no ver su cara de preocupación porque, si lo hago, me acabaré echando para atrás.

Cuando llego a la altura de Xena extiendo la mano para pedirle la linterna.

-No soy un héroe ni pretendo serlo -le digo en voz baja-. Si las cosas se ponen feas y digo "corre", nos vamos echando leches.

 Entre los dos lograis separar al doctor del policia aunque con mucha dificultad. El policia apenas se puede mover, se agita gruñendo con los ojos en blanco. La escena es confusa. El doctor, acojonado, no para de gritaros que hay que largarse pero River no parece muy seguro de ello. Apuntando con la pistola a su compañero policia se queda dudando mientras lo ve en el suelo retorciendose, moviendo las manos a los lados intentando volver a atrapar al doctor...

Cuando las luces se apagan siento como las manos de mi hermanan se cierran en torno a mi brazo y tira de mi de camino hacia donde recuerda quee stá la puerta.

-Ruth, déjame que saque el móvil...igual alumbra algo-la digo tirando un poco de mi brazo para liberarme.

Tirando de mi chocamos con varias cosas. La oscuridad siempre me ha dado bastante respeto, pero encima en un lugar como aquel rodeado de extraños y de personas con vete tú a saber qué plaga, más aún.

-¡Ruth, por favor! ¡Déjame alumbrar algo con el móvil!-casi al ruego pues imaginarme que alguna de esas criaturas pudiera aparecer de la nada en la oscuridad y atacarnos me sacaba de mis casillas.

Con un fuerte tirón me liberé de su mano y metí la mano en mi bolsillo para sacar el móvil.

Sonríe agradecida al chico y le entrega la linterna. Por un segundo se siente un poco más segura, aunque tarda poco en darse cuenta de que no le conoce de nada y no tiene porqué confiar en él. No todos son igual, no? Papá me mataría sólo por pensar eso.

- No te preocupes... saldremos corriendo si vemos algo raro, no tenemos porqué hacer de polis - hace una pequeña pausa - sobre todo después de ver cómo han acabado - añade entre dientes...

Entran dentro y va pisando con cuidado, deseando no pisar a alguien. Si lo hiciera tal vez saldría corriendo y gritando antes de lo que pensaba, y no quería hacer el papelón delante del chico al que hacía unos minutos había gritado haciéndose la dura. En esta vida hay que mantener las apariencias, chica.

- ¿Hola? - llama segun van entrando, tampoco tiene mucho sentido quedarse callado - ¿Necesitáis ayuda? - luego baja la voz un poco - Oye, ¿te acuerdas de cómo se llama el hombre que acaba de entrar?- no cree que sea muy adecuado decir "eh, tú" sin ver nada delante suyo - ¿Hacia donde vamos, arriba?

Sigo a Xena, nervioso como un niño que sabe que va a ser descubierto en plena travesura. Mi mano tiembla ligeramente haciendo que el haz de luz no esté lo que se dice demasiado centrado. De hecho, Xena debe estar oyéndome respirar de forma inquiera y notar el aire de mis narinas rozar sus orejas. Sin embargo soy consciente de que la situación requiere que hagamos algo; ignorando la opresión que hacen mis testículos en la garganta, sigo avanzando.

Xena me hace una pregunta.

-Eh... bueno, yo le... -digo y, pensándolo mejor, me corrijo-, sí, no me he quedado con su nombre, la verdad... Sigamos hacia arriba, sí...

Me paso la lengua por los labios. Estos parece que, en vez de carne, sean papel de lija. ¿Cuándo se me han secado tanto?

-¿Oiga? -grito para ver si consiguen enterarse de que estamos aquí- ¿Está todo bien?

 Segun entrais veis una debil luz que se tambalea a vuestra izquierda en la sala contigua. Unos pasos se escuchan provenientes de ahi mismo cuando veis salir a las dos hermanas pelirrojas alumbrandose con el movil. En lo alto de las escaleras veis al hombre que corre hacia uno de los cuartos de los que antes habian hablado.

 Joder, mi hermano esta como una cabra...mas le vale salir de ahi en 5 minutos o voy a entrar y...-dice nervioso Sean, mirando hacia dentro del edificio.

 Unos pasos se escuchan precipitados detras vuestra.

-Joder, que pasa? Roy dime que demonios esta ocurriendo colega-dice agitado el hombre que sube asmatico por la carrera que ha hecho para llegar ahi nada mas escuchar el grito.