Partida Rol por web

Los muertos vivientes

El principio del fin

Cargando editor
05/09/2010, 15:22
Director

Notas de juego

 Esta en la armeria, hace 1d6 de daño y tiene una capacidad de 50clavos. En lugar de tirar como ataque a distancia se tira como si fuera cuerpo a cuerpo. Supongoq ue será bastante dificil que le des, pero zombie que le des con esto en la cabeza....:)

Cargando editor
05/09/2010, 15:26
Roy Urlich

- La comisaría está muy cerca de aquí, no nos llevará mucho tiempo. La gente que estaba en el parque, joder, deben de haberlos llevado a algún. Los polis tienen que saber donde... Roy hablaba para todos, pero para nadie en particular. - También podéis salir corriendo por el pueblo como locos, y rezar para que no os disparen los militares... Yo prefiero ir con el poli.

Roy se acercó a Tony, para reconfortarlo. - Es la mejor forma de encontrar a Doris. Tenemos que sabe a donde han llevado a toda la gente. Vamos amigo, cuanto antes mejor.

Se acercó a la puerta metálica, cargado con su mochila y petate. - Cuando quieras James, nosotros vamos contigo.

Parecía que había unos cuantos que pensaban como él.

Cargando editor
05/09/2010, 15:42
Tony Wormstock

Tony se quedo unos segundos pensativos mirando al techo, despues agito la cabeza.

Si, tienes razon Roy, seguramente Doris fue a buscar a la policia cuando no me encontrase, ya sabes como es jeje-dijo con una sonrrisa, aunque trataba de ocultar lo preocupado que estaba.

Cargando editor
05/09/2010, 17:35
Claudia Iriarte Piñera

Me limité a fruncir el ceño y a torcer el morro. Pero si eso debíamos hacer, bueno...

Cargando editor
05/09/2010, 17:37
Ruth Smith

-¿Han desparecido todos los militares y la gente que había...?- pregunto de manera retórica y sorprendida mientras me levanto del montón de cajas donde estaba junto a Nidia y Claudia. Miro a Rivers y a Roy alternativamente y escucho las distintas opiniones, está claro que vamos a tener que ponernos de acuerdo entre todos.

-Supongo que tienen razón, en la comisaría nos darán más información y probablemente encontremos a alguno de nuestros parientes allí- supongo que incluso mamá puede haber optado por ir allí al no encontrar a nadie en el parque... sólo espero que no se topase con ese tumulto de supuestos infectados o qué sé yo.

-Vamos pues- suspiro con resignación y cuelgo mi vieja mochila de un hombro para salir detrás de nuestra avanzadilla personal. En realidad resulta un alivio contar con alguien que sabe disparar y que no parece un terrorista en potencia.

Cargando editor
05/09/2010, 20:11
Roy Urlich

Roy salió del almacén, prefería esperar a que se decidieran en el callejón. Estaba cansado de tantas horas sin hacer nada, respiró profundamente el aire del exterior. Todo parecía en calma, tan solo algún que otro disparo lejano rompía la quietud de la noche.

Estaba tranquilo, le costaba mucho alterarse, por eso había sido tan bueno como profesional. Tony se acercó a su amigo, y Roy le dedicó una confortable sonrisa. Las voces llegaban desde el almacén. - Joder, espero que se decidan pronto. Mientras se acercaba a la esquina del callejón para volver ha echar una ojeada. - Demasiado tranquilo, si tenemos en cuenta toda la mierda que se ha desencadenado esta tarde. 

Cargando editor
05/09/2010, 20:57
Director

 Todos salis del almacen, es de noche. Probablemente solo haya pasado una hora de la cena. La calle parece vacia aunque se escuchan disparos aislados que suenan lejos. Si subis por esta calle llegareis directamente al parque Kessler y bajando y doblando un par de calles a la derecha llegareis a la comisaria. Los que viven en ese barrio probablemente os puedan contar algo mas, pero digamos que es el barrio de peor calidad de la ciudad. Todos estais algo nerviosos e impacientes por buscar a vuestros familiares. El policia se adelanta un poco u os habla.

Venga, vamos a ir deprisa, quiero saber que esta pasando. Mierda yo estaba de vacaciones, sabeis?-dijo con una sonrrisa para intentar tranquilizaros.

Notas de juego

 Decid mas o menos que haceis, si le seguis si no, si quereis darle una colleja al compañero de al lado...

Cargando editor
05/09/2010, 21:47
El señor Jack.

Los ladridos del perro terminaron por despertar a Jack , avisándole de que toda la gente se marchaba. Frunció el ceño desperezándose, demasiado temprano abandonaban el refugio. A el le parecía un buen sitio, lo único que le faltaba era comida. Comida. Recordó que no tenía apenas para un bocado. Y claro, mendigar iba a estar un poco complicado tal y como estaban los animos.

Se levantó, dejando el carrito alli y salio con los demás, aunque su objetivo era bien distinto al de los demás. 

Vamos Salchicha, necesitaremos provisiones. 

Notas de juego

Jack les sigue fuera a ver como está el panorama. Buscando alguna tienda de alimentacion

Cargando editor
06/09/2010, 00:25
Director

 Empezais a caminar calle abajo, mirando a vuestro alrededor. Un ambiente extraño se respira en la ciudad, apenas habeis pasado un par de calles y todas parecen desiertas, como si recorrierais una ciudad abandonada.  La luna se ve en lo alto y una ligera brisa se levanta...trayendo un extraño olor. Como a comida rancia, a cerrado, a comida en mal estado. Sin saber de donde proviene aquel hedor mirair por la calle y en lo alto, justo en la direccion de donde venis veis las figuras de dos personas caminando con un paso lento y tembloroso hacia vosotros. Estan bastante lejos y apenas podeis distingirlos, se mueven despacio como si tubieran algun dolor, os fijais que por ahi es por donde se va a la plaza Kessler...

Cargando editor
06/09/2010, 17:09
Roy Urlich

- Mirad... Roy señaló a las distantes figuras que se acercaban tambaleantes. - ¿Que hostias les pasa? Parecen... parecen enfermas. ¿Creéis que pueden ser "infectados" de esos? El hombre hablaba ente susurros. Intentó forzar la vista para distinguirlos mejor entre la oscuridad de la noche.

- Joder, desde aquí no se ve una mierda... Voy a acercarme a ver si necesitan ayuda. Roy empezó a distanciarse del numeroso grupo. Lentamente se aproximaba a las dos figuras.

- ¿Hola? ¿Se encuentran bien? Esperó a una distancia prudencial que los dos extraños respondieran. Echó la vista hacia sus compañeros unos momentos. Con cara de no entender que pasaba. Volvió la vista, y caminó lentamente, intentando distinguir mejor a los caminantes. - ¿Están heridos?¿Podemos ayudarles? Había un olor extraño que flotaba en el aire. - ¿Saben...saben que ha pasado aquí? No acababa de recortar distancias, algo en su interior le advertía que alguna cosa no iba bien.

Cargando editor
07/09/2010, 02:13
Nidia Smith

Veo a Roy acercarse a esos extraños y por algún motivo me altero.

-No...-digo, pero me doy cuenta que mis palabras no tienen sentido así que callo.

Le vemos intentar hablar con ellos, peor por extraño que aprezca esas personas no el responden.

-Ruth... Claudia...aquí pasa algo raro-les digo a las dos como hipnotizada por esas bichos.

Un olor nauseabundo recorre el aire.

-Roy, déjalos... no responden...-no sé por qué no me gusta el apnorama.

"En el fondo es hasta buena persona...Dale tiempo a que te suelte una bordería" pienso para mí.

Agarró a mi hermana de la mano y apreto sin darme cuenta pues estoy algo alterada.

Cargando editor
07/09/2010, 09:21
Ruth Smith

Tras salir al exterior la brisa nocturna no me tranquiliza todo lo que hubiera querido. Inspiro hondamente y acabo arrugando la nariz ante el extraño olor que me devuelve el aire. No entiendo ué ha podido pasar para que toda la ciudad se vea impregnada de esa peste pero espero que no tenga nada que ver con alguna fábrica ni con productos tóxicos. Una gota de sudor me recorre la espalda pero me muerdo el labio y me callo, recibiendo la mano de mi hermana con firmeza.

-¡Roy...! No te acerques más, pueden ser contagiosos...- le digo cuando se detiene para mirarnos unos instantes, aunque mucho me temo que el grandullón no atiende a peticiones de nadie que no sea él mismo.
-Quizá les conozcamos pero aún así tenemos que tener cuidado si están enfermos- digo en voz alta para que me escuchen todos e intenten contener las ganas de salir pitando a abrazar a quién-sea.

Después miro en dirección a la comisaría, que todavía no puede verse. Resulta demasiado extraño que todo esté tan desierto, me pone los pelos más de punta que os propios disparos aunque desd luego tampoco ayudan.

Cargando editor
07/09/2010, 19:55
Andrew "Es" Grey

La otra rubia ha empezado a fumar y comparte un pitillo con Pelirroja #2, algo que parece no molestar en exceso a Pelirroja #1 a pesar de los miedos que Pelirroja #2 pueda albergar sobre los prejuicios de su hermana para con el tabaco.

Escucho la frase de Sean y le miro completamente alucinado.

-Pero, ¿qué me estás contando, joder? -le dijo sorprendido en un tono medianamente bajo- Claro que ha vuelto, habrá pillado a papá por el camino y ya estarán en casa. Ya verás, seguro que está como loco rociando con agua bendita y clavando rosarios por toda la casa...

Hago esos comentarios con un tono a ratos preocupado, a ratos jocoso. No quiero empeorar más la situación ni poner a la gente de los nervios. En estos momentos lo más importante es mantener la calma lo mejor que se pueda e intentar trabajar todos juntos.

-Macho, que se supone que tú eres más optimista -le digo en tono de broma, aunque sin poder ocultar con éxito mi tristeza.

Al poco rato volvieron Armario ELGÅ y el poli. Me sobresalté cuando oí cómo se abría la puerta del almacén. Pegué un pequeño respingo y alargé la mano hacia mi hermano, agarrándole el antebrazo. Me reconfortó más ver que él hizo lo mismo que el hecho de que hubieran vuelto nuestros exploradores particulares.

¡Todo despejado! Bueno, eso son buenas noticias. Podríamos ir a casa y buscar a mamá. Pero el poli tiene razón cuando dice que deberíamos permanecer todos juntos: más vale prevenir que curar, y yo sinceramente paso de adentrarme en una ciudad en la que los militares disparan contra unos “infectados” que ni siquiera sabemos si lo que tienen es una gripe o el ébola (o algo peor).

-Bueno, yo creo que vamos con ellos, ¿no? -digo, girándome hacia mi hermano y hablando en el mismo tono en el que siempre lo hago cuando me dirijo a él-. Es lo más sensato: vamos con el poli a la comisaría, ¿qué todo está bien? Pues a casa a buscar a mamá. Si podemos, cogemos el coche, ¿no?

Salimos del almacén y avanzamos por las calles como si fueramos un grupo de preescolares en la granja escuela en vez de un grupo de aldultos liderados por ELGÅ, un policía y con una Xena moderna armada con un fusil.

Mientras caminamos por las (inusualmente) silenciosas calles de la ciudad, no puedo evitar pensar en la gente que me rodea. Los pobres han hecho lo que han podido por relacionarse y buscar apoyo los unos en los otros. El tabaco de la rubia, el mechero de Pelirroja #2, Bill Gates y su perro... Y yo, simplemente, me he limitado a hablar con mi hermano. “¿Soy asocial?”, llego a preguntarme en un momento. Inmediatamente una voz en mi interior me responde “no”. No soy asocial porque, de ser otras las circunstancias, es posible que llegara a hablar e incluso intimar con más de uno de ellos. No me importaría tomar café, ponerles motes (¿no lo hago ya?) y ver una película. Llego rápidamente a la conclusión de que, si no lo hago, es simple y llanamente porque no lo necesito. No porque sea un superhombre, qué va; es porque, a mi lado, camina todo lo que me importa en estos momentos. Y cuando lleguemos a la comisaría, buscaremos a las otras personas que me completan y buscaremos cómo salir de esta.

Saco el móvil de forma ingenua, espernado encontrar ahí la respuesta a mis silenciosas plegarias. Arrugo al nariz y miro a mi hermano.

-¿Cómo han conseguido este olor a mierda intensa? -le pregunto. La verdad es que, a pesar de intentar parecer tranquilo y hasta de buen humor, el asunto me preocupa.

De todas formas, poco importa: en el momento en el que veo a las dos personas que se tambalean en medio de la calle toda mi fachada desaparece de un plumazo. La sangre abandona mi rostro y mis pupilas aumentan de tamaño para así percibir el máximo de información. “¿Infectados?”, pienso. “Si esos están sólo infectados yo soy la hermana Teresa”.

-Sean... -digo. Mi voz suena quebrada y áspera, pues de repente tengo la garganta seca-, Sean, por favor, vámonos de aquí...

Veo cómo ELGÅ avanza hacia las dos figuras de la distancia.

-¿Oiga? ¿Buen hombre? -le llamo con una voz nerviosa-, ¡no creo que eso sea lo más prudente!

Cargando editor
07/09/2010, 20:40
Director

 Los dos hombre se siguen moviendo despacio, con un paso vacilante hacia Roy. Cuando esta a unos metros las criaturas levantan la cabeza y empiezan a gemir, con una voz que provenia de los mas profundo de su cuerpo. Roy entonces ahoga un grito y un escalofrio le recorre el cuerpo. Puede fijarse en el estado de esas dos personas, la piel cerulea esta seca marcando los huesos de la cara y los de las manos. Las venas se ven oscuras a traves de la piel. Sus ojos vacios lo miran, con una pequeña chispa que desentona en aquellos ojos ciegos. La ropa hecha jirones se enreda alrededor de el cuerpo de los dos, y cuando estan lo suficientemente cerca Roy puede ver diversas contusiones y heridas, algunas profundas pero ya secas en las que no se ha formado costra alguna pero de las que ya no mana sangre. 

Notas de juego

 Roy es el que ve todos estos detalles, los demas seguis como antes. Roy estas a unos 5 mts vos diras :)

Cargando editor
07/09/2010, 20:48
Caroline Aspent

Mientras esperan a que vuelvan el gigante y el poli se sienta en el suelo a lo indio. Empieza a estar impaciente por salir de allí, además la gente no parece muy amigable. Uno de los gemelos la ha mirado con la ceja levantada cuando ha sacado el fusil, como si viviera en la puritana Inglaterra y no en Estados Unidos. Resopla y para mantenerse entretenida se empieza a trenzar el pelo. Se hace dos trenzas que hace y deshace segun las acaba, de forma nerviosa y compulsiva. Al final decide que le han quedado estupendamente y para.

La otra rubia y una de las pelirrojas se ponen a fumar compulsivamente. Le entran ganas de preguntarles si llevan también una botella de tequila, nunca se sabe. Dios, lo que daría ahora por un trago. Las dos hermanas acaban haciendo piña con la rubia y obviamente no le dicen nada. No sabe porqué pero le molesta que se hagan grupitos como en el instituto. Nunca ha sido muy social y en una situación como esta, en la que tampoco tiene mucho por lo que preocuparse, le cuesta mucho más interactuar con la gente. Antes de que pueda decidir si se levanta y se acerca a ellas aparecen los dos exploradores, y parece que con buenas noticias. Asiente ante la propuesta de ir a la comisaría, pero no sabe muy bien a quién, porque nadie parece hacer caso al resto. De la comisaría al coche y de allí al norte.

Salen todos juntos y despacio del almacén, pero parece que ha desaparecido todo el mundo. El olor le golpea en la nariz y se la tapa rápidamente con la mano. Evidentemente, no funciona demasiado. Las dos personas que aparecen al final de la calle y la conexión entre olor y enfermedad le hacen sentir arcadas, pero se controla. Sin embargo, cuando ve que Roy va hacia los enfermos decide romper su silencio.

- Pero, ¿qué hace? - exclama alarmada, mirando al hombre viejo que iba con él. Parece que no es la única en pensar que el otro se está arriesgando, porque todo el mundo le dice que no se acerque - ¡Vuelve, por favor! - dice apelando a su sentido común - ¡Te puedes contagiar, es peligroso! - no sabe porqué, pero agarra con más fuerza su fusil, preparándose mentalmente para utilizarlo.

Cargando editor
07/09/2010, 23:00
Roy Urlich

- La madre que los... Roy retrocedió algo alarmado, aligerando rápidamente el paso. Y para ser un tipo tan grande y corpulento, su coordinación era perfecta. - Joder, joder... la puta... Lanzando miradas constantes hacia las dos figuras tambaleantes, se acercaba al numeroso grupo. - Estos tios están muy mal, algo les pasa. Sea lo que sea yo me largaría antes que se aproximen más. Con gestos de ostensible premura les indica que de empiecen a mover el culo en otra dirección. - Sea o no contagioso, prefiero no estar cerca de esos tipos. ¿Desde cuando las heridas no sangran?

Cargando editor
08/09/2010, 16:48
Andrew "Es" Grey

Veo cómo Armario 
ELGÅ vacila un instante. Algo parece hacer que se lo piense dos veces antes de acercarse a unos (supuestamente inofensivos) conciudadanos.

"Y si a ELGÅ le da miedo y mide lo que mide", pienso, "no quiero imaginarme lo que les debe ocurrir".

Vuelve alterado y diciendo cosas muy extrañas. ¿Heridas que no sangran? En otro contexto sus comentarios estarían dándome pie a que hiciera apuntes sobre lo negativo de las sustancias psicotrópicas y repitiera "Say no" de forma cansina. Sin embargo, visto lo visto (el miedo de este fornido varón, la extraña calma chicha que reina y el intenso olor que lo impregna todo y apuñala nuestras narinas), me empiezo a inquietar más de lo que ya lo estaba.

-Bueno, pues seguimos, ¿no? -digo, visiblemente nervioso y agarrando a Sean por la manga. Tiro de él para que empiece a andar y espero a que los demás hagan lo mismo. Prefiero obviar el comentario de ELGÅ sobre las heridas de los "infectados" y llegar a la comisaría lo antes posible.

Cargando editor
10/09/2010, 14:58
Ruth Smith

-¿Cómo que no sangran?- repito aturdida mientras el grandullón pasa de nosotros para regresar a la ruta establecida hasta la comisaría. No soy médico así que no tengo demasiada idea al respecto, por eso miro de reojo al que se autoproclamó médico antes de ponerme en marcha tirando con suavidad de mi hermana para que se decida a andar. Creo que se ha quedado tan pasmada como yo pero al menos no les hemos vista de cerca.

-Quizá es algún tipo de derivación de la lepra o... algo así. Qué sé yo- intento encontrar una explicación razonable pero es tan difícil que acabo negando con la cabeza. Al menos el grupo permanece unido y al ser tantos me siento un poco más segura, más capaz de defendernos contra lo que pueda venir.

Cargando editor
10/09/2010, 15:40
Roy Urlich

Roy apremiaba a los integrantes del grupo para que avanzaran. - Yo que se. Ruth, la chica pelirroja parecía algo incrédula ante la observación reflejada por Roy sobre las extrañas heridas de aquella personas. - No tengo ni idea de que les pasa, pero preferiría que no se acercaran a nosotros. No tienen muy buena pinta. El tono en que se dirigió a la chica no era demasiado amable. - ¿A que coño estáis esperando? Parecía enfadarse por momentos. Con un movimiento algo brusco agarró el brazo de la chica. Con la intención clara de obligarla a caminar. Pero cuando la enorme mano de Roy parecía apunto de apretar, soltó su presa. 

Su rostro y actitud se relajaron. Parecía algo preocupado por lo que había estado a punto de hacer. Con la cabeza gacha, miró un momento a Ruth. - Lo siento. No quería hacerte daño. La verdad es que casi no había ejercido presión, pero el hombre estaba disculpándose.

- Será mejor que movamos el culo. Volvió a mirar al resto del grupo, su cara volvía a parecer enfadada y su voz apremiante.

Cargando editor
10/09/2010, 16:33
Nidia Smith

Miro con hostilidad a Roy dispuesta a saltar cuando tomó a Ruth por el brazo, peor se retractó y la pidió disculpas.

"Hombres enfermos, no sangran... ¿qué está pasando aquí?"

Miro de nuevo a todos aquellos extraños que de repente parecen ser compañeros míos. Busco la mirada de Ruth y la veo restregarse el brazo un poco.

"La hizo daño el muy bruto... está nervioso... no lo hizo adrede" piensa para sí.

Vuelvo mi mirada de nuevo a todos y me limito a seguir ordenes, me siento demasiado obstruida como para pensar en hacer algo por mí misma.