Partida Rol por web

Henry responde sin dejar de avanzar.

-Nunca dejes pasar la oportunidad de beber, en la selva te puedes deshidratar en cuestión de horas. Si esa luz es de la salida, seguirá allí después de que hayamos bebido.

-Personalmente, por mi experiencia médica, es recomendable no beber agua estancada...y tampoco de un rio corriente, pues a pesar de su fluidez puede haber un animal muerto más arriba que la contamine. La diarrea que puede probocar la ingesta de estas aguas te deshidrataría en cuestión de horas, con la humedad ambiental de la Jungla necesitas mas de 4 dias sin beber. Y creo que en cuestiones médicas tengo más experiencia que usted, mi joven amigo.

La voz llega cada vez de más lejos, tal vez ya ni se vea la figura del arqueólogo.

-El agua estancada no hace ruido, doc. Si está tan informado, también sabrá que la mejor agua para beber es, precisamente, la subterránea: llega filtrada por las rocas y es casi imposible que esté contaminada por animales muertos.

La voz de se detiene y parece girarse hacia ellos.
-¿Van a tomar una decisión o seguiremos discutiendo hasta morir de aburrimiento?

Henry se encamina hacia el agua, mientras sus tres compañeros esperan sin decidirse a qué hacer.

 - No se pierde nada por ir a echar un vistazo a ver de dónde viene ese ruido de agua, creo yo - digo, después de un rato reflexionando.- Además, nada nos dice que esa luz venga del exterior y no de alguna otra extraña formación rocosa.

- Yo voy con el profesor Smith. Si lo desean, quédense aquí que volveremos presto - 

-En fin... como quieran. Si quieren coger diarrea y morir por disentería, deshidratados, allá ustedes. Pero lo hacen sin mi aprovación. Me quedaré aqui hasta que vuelvan. a ver si encuentro algo que les sirva de tapon para el ano.

Henry, Vicent y Lake se encaminan hacia el pasillo por donde se oye el rumor del agua, mientras el doctor se queda solo en la oscuridad, desnudo, y esperando la vuelta de sus compañeros.

Os encamináis hacia el sonido del agua, y avanzáis unos metros en la total oscuridad de la cueva. Pronto notáis que el pasillo se bifurca en dos, uno hacia derecha y otro a izquierda, pero vosotros continuáis hacia la derecha, pues es de donde se escucha el agua.

Pronto el pasillo se abre hacia una estancia grande, y el rumor de líquido se escucha más cerca, aunque todavía no en esta estancia, quizás unos 50 metros más allá. El lugar donde os encontrais es una cámara con un pilar en medio, brillante, que proporciona cierta luz a la caverna, revelando las paredes cubiertas de glifos y pictogramas en un idioma desconocido. La caverna tiene solo una salida, al fondo, y es por allí por donde se sigue escuchando el rumor del agua más cercano que antes.

Tus compañeros se van hacia aquel lugar. Que haces mientras?

Procuro resguardarme todo lo que pueda y ocultarme.

-Ya que el cabezota del doctor se ha quedad atrás será mejor no entretenernos demasiado. Vamos directamente hacia el agua.

Aunque mientras lo dice ni él mismo puede evitar dar algún rodeo y caminar lentamente, casi hasta detenerse, para estudiar los dibujos de las paredes.

Atravesáis la extraña estancia de los glifos y os metéis por el túnel que sale de ella, el cual acaba en una caverna increíblemente vasta con incontables y ciclópeos pilares de obsidiana que suben hacia lo alto, presumiblemente para aguantar el techo, el cual no se alcanza a ver. La cámara está dominada por un mar azul fosforescente, con luz propia muy tenue, cuya orilla está a 150 metros del túnel y se extiende hasta donde alcanza la vista. La playa que se extiende desde la salida hacia la orilla es de arena negra y al borde del agua brillante hay un muelle de obsidiana de 12 metros de ancho y 120 aproximadamente de largo. Un poco alejadas pueden verse unas ruinas de piedra, que aparentemente fueron en otro tiempo un poblado portuario. Las ruinas son todas chabolas de entre 1.2 y 3 m de altura, en forma de cúpula con puertas circulares de 60 cm de diámetro. No parece haber nada vivo en las chabolas.

Habéis estado caminando durante casi dos horas, por el entramado de túneles, y el doctor sigue esperando atrás. ¿Qué hacéis?

Hace casi dos horas que tus compañeros se han ido, y no hay señales de ellos. Qué haces?

Mi mamá me dijo que si me perdía me quedara quieto en el mismo sitio donde me había perdido...claro que eso lo dijo para poder abandonarme mejor en el centro comercial...

Espero una hora mas(cuento los segundos uno escubidubi dos escubidubi) y si no regresan me piro por el otro lado.

¿No creen que deberíamos echar un vistazo a estas ruinas? - digo - ¿Creen posible que encontremos algo útil?

-Sólo hay un modo de comprobarlo -dice mientras se dirige a las chabolas. Por el camino se detendrá para examinar la arena negra y para comprobar si el agua parece potable.

Os acercáis a las ruinas, y por el camino probáis el agua, que es salada, del mar sin duda alguna. No hay nada vivo en las chabolas ni encontráis ningún objeto de interés. Mientras Henry está distraido observando una puerta de chabola destruida, los otros dos se dan cuenta de que una galera se está acercando entre la oscuridad hacia el muelle. Algunos hombres saltan de la galera y la amarran a unas protuberancias que el muelle tiene al efecto.

Los tipos no parecen veros, y están a una distancia de casi cien metros, o que hay desde el muelle a las chabolas. Los hombres llevan turbantes y con ropas compuestas de seda y terciopelo que recuerda a la Persia medieval. Aunque desde vuestra distancia y con la oscuridad no distinguís gran cosa.

¿Qué hacéis?

Cuando sus compañeros le alertan de la presencia de los exóticos recién llegados, Henry se parapeta en el interior de la chabola para espiar sus movimientos. La sola presencia de agua salada en este lugar ya le resulta desconcertante, pero lo de estos navegantes es del todo inconcebible.