Partida Rol por web

Veus clarament on es troben els vostres companys situats, un darrere un arbre, un altre enmig dels arbustos, etc. Es troben dispersos, uns deu metres uns dels altres envoltant una zona del bosc, però no només els veus a ells, també veus quatre figures que es troben a uns vint-i-cinc metres de la teva posició. Van armades i es troben mirant al seu voltant, mentre reculen cap a enrere.

Talin hijo de Thralin ha llegado algo más que al trote, ha llegado corriendo escaleras arriba. En circunstancias normales no pasaría nada, pero va pertrechado para el combate. Y lo de subir escaleras estaba visto que no era lo suyo...

-Arf, arf, arf, ¿qué... ha... pasado...? -y eso es todo lo que consigue decir mientras recupera el aliento.

Automàticament agaf per l'espatlla Mellongaladh i el faig aturar-se i acotar-se. En silenci em toc l'ull, llavors alçant quatre dits de la mà i assenyal la direcció on he vist els desconeguts.

- _{Van armats. A vint-i-cinc metres}.- Dic en un xiuxiueig.

Després li faig veure els arbres on estan apostats els nostres homes dispersos respecte els quatre desconeguts per a que no els confongui.

Gracias a las indicaciones de Maeglin, Mellongaladh puede ver perfectamente a los desconocidos y a sus hombres. Los desconocidos van armados, por los escudos y las espadas desenvainadas que podéis ver, pero están retrocediendo rápidamente, semi escondidos entre los arbustos y los árboles. Vuestros hombres no parecen haberse percatado de su presencia.

No veis muy bien la apariencia de esos hombres, por lo que no sabríais decir si son soldados, bandoleros u otro tipo de gente.

- Hay que atacar rápidamente. No deben salir de aquí e informar a nadie. - Le susurro a Maeglin. Tenso el arco hacia la dirección donde veo que retroceden.

A pesar de la oscuridad y de que os encontráis en el interior de un bosque, no tenéis problemas en atacarles a distancia mediante vuestros arcos. Es más, veis que es la única opción que os queda, dado que cada vez se están alejando.

Apunto y disparo al que vea más a tiro. Como me imagino que darán la voz de alarma, una vez haya disparado Maeglin (ya que ambos disparamos aprox. en el mismo turno) y para no delatar directamente nuestra posición, si veo oportunidad de avisar a nuestros hombres sin tener que gritar más que nuestros oponentes, les digo que somos nosotros, que nos están atacando y que contraataquen. Pero ya puntualizo que no quiero que se nos oiga desde Lorien, si los otros gritan aprovecho para hablar con mis hombres, no obstante si ellos reaccionan sigilosamente intentaremos acercarnos sigilosamente a los nuestros para advertirles. Espero a su reacción.

Maeglin assenteix. Ràpidament tensa l'arc, apunta i dispara a un d'ells.

Disparáis casi a la vez, aunque Maeglin se da prisa y dispara dos veces. La flecha de Mellongaladh se pierde en la oscuridad, pasando cerca de una de las figuras, pero en cambio Maeglin acierta las dos veces a dos de los hombres que huían.

Salgo al exterior, hacha en mano por lo que me pudiera haber encontrado... Al ver la situación, me relajo un poco y miro a mis compañeros, gratamente sorprendido de encontrarme con Thinion:

- mmm... parece que aquí no hay nada, o al menos, sea lo que fuere, ya no está. Qué opináis, Thinion? Podéis ver algo?

La primera flecha de Maeglin atraviesa el cuello de una de las figuras, quedando la flecha atrapada entre la masa de músculos y huesos. La figura cae al suelo y no se levanta (1).

La segunda flecha aparentemente impacta en una de las piernas de la figura, escucháis su grito de dolor y como la figura se para durante un momento, antes de proseguir la marcha cojeando.

Las otras dos figuras se paran por un instante y una de ellas intenta ayudar a su compañero herido, reanudando la marcha.

Escucháis a vuestro alrededor movimiento, podéis ver a vuestros compañeros montaraces y como van tensando los arcos, se preparan para atacar.

Os encaráis con los mercenarios del Hacha Mellada aunque sin mucho éxito, afirman una y otra vez que no han visto ni oído nada y que se quedaron dormidos, cosa que corroboran vuestros soldados, ya que los encontraron así. Los mercenarios piden una y otra vez perdón y se les ve asustados.

Por lo demás la inspección del lugar no muestra nada raro, aparentemente, pero Tharkin hace notar que le parece extraño que no haya huellas de la antochar, ya que por lo que os han informado parece ser que se encendió, o así pareció, en la azotea. Si fuese así podría haber algún tipo de rastro, y si no fue así, alguien con una antorcha encendida no pasa desapercibido por los pasillos, y más cuando en los pasillos ya hay antorchas.

Ya que en vez de atacarnos huyen les disparo una segunda vez, no para rematar al que esté vivo puesto que me interesa alguien a quien interrogar, intento apuntar a los que huyen sin herida alguna.

La flecha se pierde en la oscuridad del bosque. Vuestros hombres aparecen y disparan a discreción. Dos de ellos impactan hiriendo a los hombres que están huyendo. Uno de los hombres se gira y agarrando una lanza ataca a vuestros hombres lanzándosela y rozando a uno de los vuestros, que se para antes de reanudar la marcha.