Partida Rol por web

Oficial 1

-¿Traidores?, nosotros no hemos traicionado a nadie, está claro que como no habéis pillado a vuestro espía, queréis echarnos la culpa a nosotros, cargarnos el muerto, pues no, ¡no pienso permitirlo! -desenvaina su espada-Estoy cansado de vosotros, así que si he de ser un traidor, ¡que sea por una buena causa!

El segundo oficial no hace nada, se aparta poco a poco, pero el resto de compañeros del "Hacha Mellada" desenvainan sus espadas, al igual que otros miembros de vuestra compañía. La tensión se palpa en el ambiente.

-No permitiré ningún acto de rebeldía. Envainad las armas y haré como que no ha pasado nada, desobedecer y ateneos a las consecuencias. Bergond, calme a sus hombres.

Bergond está pálido, sudoroso, está temblando. Se pone firme, se seca el sudor y acto seguido se dirige hacia sus hombres.

-¡Expulsad a esta chusma de aquí!-grita mientras empuja a lord Camiel hacia el despacho, saca su espada y comienza a correr hacia la salida.

Se desata el caos, los hombres comienzan a luchar entre ellos, mientras los dos oficiales intentan abrirse paso siguiendo a Bergond.

Desenvaino e intento acercarme a los oficiales.

Bergond ha conseguido llegar a las escaleras y se dirige hacia la salida. Los dos oficiales intentan seguirle pero se ven entorpecidos por una refriegra entre compañeros suyos del "Hacha Mellada" y gente de vuestra tropa, que también se interponen entre vosotros, aunque de momento nadie se encara con vosotros. Lord Camiel se repone del empujón e intenta poner orden, sin mucho éxito.

-Que triste, al final acerté: traidor, chapucero y pusilánime. Al menos podría haber tenido la decencia de quedarse a combatir -dijo Talin mientras se movía por la zona ballesta en mano tratando de encontrar un buen disparo contra el cobarde de Bergond.

El tiro de Talin se pierde entre el gentío y la saeta penetra en la madera de una puerta, quedando allí. Mientras tanto Bergond ha bajado las escaleras y los dos oficiales están a punto de hacerlo, aunque uno de ellos, vuestro nuevo sospechoso, se está quedando rezagado.

-¡Vatua! - Exclama Maeglin.- Sargent, faig una ullada a l'exterior, sembla que hi ha batalla.- Diu l'elf. S'aixeca i guaita per la porta, però sense abandonar del tot l'estància.

Treus el cap per la porta i veus com els soldats que vigilen han desenvainat les espases de cara a les escales. Per els sorolls que sents ja no tens cap dubte, hi ha baralla en el pis de dalt.