Partida Rol por web

Los secretos de Atlas (EMG III)

III - Tierra de Aouns

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31/05/2019, 11:32
Karima ibn Harum

Ammar dudaba, cubriéndose de sangre y siendo incapaz de sacar la flecha. Pronto se acercó Karima, arrodillándose junto a él, y tratando de ayudarle a extraer el asta y taponar la herida. Ammar terminó por apartarse, dejando hacer a la mujer, que no es que supiese lo que hacía, pero al menos tenía una determinación que sin duda le faltaba al cazador, quizá por el poco aprecio que este sentía por la bruja. En verdad, aquello pintaba mal, la herida sangraba profusamente, cubriendo el suelo de la cueva con el rojo fluido. Durante un rato, pareció que Karima no iba a lograr parar el sangrado, pero al fin hizo un tapón, y aquello se detuvo. Bradiya estaba pálida y débil, y costaba imaginar que pudiese sobrevivir a aquello.

- Ya está hecho. - dijo, anudando una venda improvisada que hizo con un pedazo de tela de la propia Bradiya - La herida está taponada, pero no sé si vivirá... está muy débil.

Karima sacó su odre, enjuagándose las manos con algo de agua, procurando desperdiciar lo mínimo.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Intervengo yo porque esto se está alargando demasiado.

Y Bradiya salva el pellejo por un auténtico pelo xD. Tras la estabilización, Bradiya queda a 0 PV, y tardará un rato en lograr despertarse. Haré una pequeña narración y pasaremos a la siguiente escena.

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31/05/2019, 11:39
Narrator

Para acceder al interior de la cueva, debieron prender una antorcha, ya que la entrada era estrecha, y la luz del exterior no era bastante para revelar lo que se ocultaba en el interior.

El lugar era una cueva de roca, irregular por muchos sitios, con salientes y columnas, y bien cuidadosos hubieron de andar para no acabar tropezando o saltándose un ojo con alguno de aquellos salientes. Y sin embargo, más allá de tal riesgo, no guardaba peligros la estancia: ni bestias, ni salteadores, ni nada que se le pareciera aguardaba allí. Aquello les dio cierta tranquilidad, al confirmarse la promesa de don Nuño y sus gentes de que el lugar era seguro.

Aparte de aquello, y más allá del prodigio de que el suelo resultare particularmente plano, no parecía que hubiese nada de interés. No amedrentó aquello a Ammar, que siguió buscando, hasta dar con una pared lisa, en la que había grabados unos símbolos en la misma roca. Aquellos trazaban una forma semicircular, como si de una puerta se tratara, aunque todo lo que había era roca. Los símbolos no eran, desde luego, caracteres que ninguno de ellos conociese, salvo quizá Bradiya, que yacía inconsciente en el suelo, debatiéndose entre la vida y la muerte.

Notas de juego

Descripción adaptada de la que ya os dí a los que estuvisteis aquí.

Os dejo un último post. En la cueva estáis a salvo, y hace bastante fresco a estas horas del día. Podéis hacer algún preparativo, o símplemente escribir un post narrativo. Mi siguiente post será en la próxima escena.

A los que habéis llegado vivos hasta aquí, os otorgo 30 PAps por los peligros superados y por el esfuerzo narrativo. Podéis invertirlos en cualquier competencia utilizada en la última escena (las últimas 2, en el caso de los cristianos). Indicadme el gasto en Creación de PJs.

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02/06/2019, 16:40
Nuño Suárez

Tuvo que ser al final la misteriosa dama que acompaña a Malik la que estabilizó a la bruja. La respiración de todos se calma en ese momento, y nuestra atención pasa a los extraños símbolos de la pared.

En esta segunda ocasión, los garabatos me resultan igual de incomprensibles que la primera. Por ello, mientras los demás los estudian, yo me retiro hasta la boca de la cueva, atento a cualquier movimiento de los seres alados en el exterior. Pienso también qué hacer con el buen Pascual. Si la puerta finalmente se abre, lo pasaré adentro. No es cosa de dejarlo aquí abandonado.

- Tiradas (1)
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02/06/2019, 22:21
Malik ibn al-Ahmed

Malik se acercó extasiado ante aquello que tenía delante, pasó la yema de sus dedos sobre las misteriosas runas y los bajorrelieves que conformaban aquello mientras confiaba en lograr entender lo que allí se le desvelaba ante sus ojos. Pero no había fortuna.

Madre mía... Por vuestra mirada Nuño, diría que tampoco son palabras cristianas. Tal vez Bradiya sepa algo de ésto. Fue ella quién nos metió en esto.

Dedicó entonces una mirada de resignación a la esclava quién yacía inerte junto a la fogata que habían improvisado para combatir el frío que había empezado a rodearles.

—Tal vez debemos esperar a ver si despierta —Aseveró mientras se alejaba de aquel muro con runas en dirección a la fogata.

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04/06/2019, 18:53
Pascual

   Pascual sueña en su inconsciencia con estar sentado en una taberna trasegando vino fresco escuchando el piar de los pajaros y el suave viento ondulando la hierba y las ramas bajas de los árboles, mientras unos extraños cuervos con disparan flechas y dicen cosas raras...

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07/06/2019, 09:07
Narrator

Las horas pasaron en la cueva, sin que tuvieran nuevos sobresaltos. Las llamas ardían débilmente, y el humo escapaba por alguna abertura. Desde la entrada, el sol se veía aún en lo alto, y las sombras de los malditos alados se proyectaban en el suelo, recordándoles su presencia cada poco tiempo. Y sin embargo, no acudieron en su búsqueda en ningún momento, lo cual vino a confirmar sus sospechas de que aquellos seres, por alguna razón, no se atrevían a entrar allí. Suerte la suya, o tal vez no, porque solo el Altísimo sabría qué era aquello capaz de mantener alejados a los malignos seres.

En el suelo de la cueva, Bradiya se recuperaba lentamente. Karima le daba agua cada poco tiempo, y la bruja tosía, pero tragaba. Al cabo de unas horas, la consciencia volvió a ella, y así supieron que no estaba malherida, aunque sin duda había quedado débil por la pérdida de sangre. Aún tardó en volver en sí.

También regresó en sí Pascual. El muchacho había demostrado gran fortaleza al recobrarse de aquel saetazo, mas al despertar, descubrió con horror que sus piernas estaban completamente paralizadas. Había perdido la capacidad de andar, convirtiéndose en un tullido, y así habría de vivir el resto de sus días, si no tenía la suerte de que el mago al que acudían a ver le rescatase.


El día había pasado, y la noche había llegado. Fue entonces que Bradiya se sintió con fuerzas de levantarse, lentamente, y caminar hasta la afamada puerta. Cuando sus ojos contemplaron los símbolos, una oleada de alegría invadió a la bruja, pues ya había visto aquellas marcas en el pasado. Eran parecidas a las que hallaran en Monastir, tiempo atrás, cuando andaban tras la pista de Hakim allá por el sur de Granada. Y sin embargo, aquellas tenían mayores florituras y giros, lo que coincidía con las averiguaciones hechas por la bruja tiempo más tarde, en su descanso en Tánger. Habían llegado a su destino.

Para sorpresa de todos, Karima miraba también aquellos símbolos con ojos firmes. Entonces algo pareció iluminarse en su rostro, y sus dedos tocaron la pared de roca.

- Yo he estado antes aquí. Crucé una puerta muy similar a esta, y acabé perdida en el desierto, a merced de los elementos. Quizá al otro lado estén las respuestas que busco.

No dijo nada más, y todos tuvieron claro que no recordaba más detalles. Era la hora de concluir aquella hazaña, del modo que fuese.

Bradiya se situó frente a la puerta, pronunciando impías palabras, y todos vieron con asombro como, ante la luz crepitante de la hoguera, la roca comenzaba a desplazarse con un crujir lento y grave. Bajo la arcada, la piedra se hundió, y después giró. Todos vieron un pasaje aparecer, y, alumbrándolo con ayuda de sus antorchas, observaron una escalera de piedra que descendía hacia un abismo profundo, que tal vez fuese el mismo infierno.

Habían llegado a la prisión de los tiempos, y se disponían a cruzarla.

Notas de juego

Fin de la escena.