Partida Rol por web

Los secretos de "El Roblón"

¡¡Nos vamos de excursión!!

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16/01/2014, 20:52
Director

Y por fin la campana sonó. La campana que iniciaba la excursión ¡Hasta puede que viesen murciélagos! ¡O jabalies! ¡O incluso corzos! Durante la larga noche donde se habían despertado un par de veces con unos terribles gemidos que ponían los pelos de punta. Finalmente habían encendido la luz a tiempo de ver como Enrique iba corriendo al baño a vomitar la cena. Al parecer algo le había sentado mal. Temiendo que fuese un virus y se contagiase (o que se mofasen demasiado del chaval) los monitores decidieron que era mejor que durmiese en la enfermería aquella noche. Tenían una cama muy cómoda y Enrique podría dormir hasta tarde, comer comida blanda y leer... Pero se perdería la excursión. Cosa que por otra parte no parecía importarle demasiado.

Tras levantarse por la mañana, los niños se vistieron y fueron rápidamente a desayunar y a buscar sus bocatas. La sorpresa fue mayúscula para Panes pues cuando estaba haciendo hueco en la mochila encontró la tan llorada canica. Al parecer se había colado allí al caerse de la mesa algún día...

 

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16/01/2014, 21:03
Director

Y por fin la campana sonó. La campana que iniciaba la excursión ¡Hasta puede que viesen murciélagos! ¡O jabalies! ¡O incluso corzos! Tras una larga noche donde habían dormido plácidamente sin sueños, las niñas se sentían totalmente descansadas. Incluso un poco hiperactivas. Era lo que tenían las excursiones.¡Y aquella iba a ser guay! Después de levantarse como un resorte, las niñas bajaron con el hueco hecho en sus mochilas para los bocadillos.

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17/01/2014, 09:41
Lucio "Uzo"

Uzo vio a Enrique levantarse corriendo, pues Uzo ya estaba despierto debido a los ruidos del exterior, lo cual serían animales rondando por los alrededores. Pero ni siquiera se levantó, ni dijo nada, sino que se volvió a dormir hasta que ya amaneció. Una vez levantado y en pie (pues estaba tan emocionado que esta vez no se hizo el "remolón" en la cama), fue directo a su mochila, y entre todas sus cosas revisó bien la maleta que sus padres le habían hecho para venir al Roblón, y halló su linterna lila y dos paquetes de pilas. Sin duda las metió en su mochila.

Linternas, ¡linternas es el futuro! -pensaba el chaval mientras las metía en la bolsa-. Con linternas... ¿quién necesita bocadillos? ¿o botellas de agua? ¿...o monitores?
 

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19/01/2014, 00:17
Guillermo

A Guillermo le molestó ligeramente los paseos nocturnos de Enrique, por suerte tenía un buen dormir y no tardó en volver a conciliar el sueño. Cuando despertó se enteró de las buenas nuevas, Enrique el listillo no podría acompañarles, genial. Con ese pensamiento en su cabeza hizo su petate lo mejor que pudo, metiendo todo lo que pilló: cantimplora bien llena de agua fresquita, calcetines de repuesto, esterilla y saco de dormir. Aparte se puso un jersey y los pantalones largos de batalla que tenía. Toda precaución era poca con el hippie, a saber donde acababan. De todos modos su principal preocupación era la comida, así que se aseguró de que los bollycaos estuvieran en la mochila y la cerró con resignación.

- A ver que se le ocurre al hippie.

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19/01/2014, 22:10
José Sánchez "Panes"

José durmió toda la noche, ni le molestaron los animales, ni las historias de miedo que escuchó la noche anterior, ni los paseos nocturnos de Enrique al baño.

Tras desayunar y recoger los bocadillos Panes fue a guardarlos en su mochila.

¡Mi canica!, ¡Mi canica!, ¡He encontrado mi canica! - El niño daba saltos de alegría mientras entre sus dedos tenía cogida una canica azul cielo. - ¡La había dado por perdida!, ¡Pensaba que no la encontraría nunca! - Se la enseñaba a los otros dos chicos. - Seguro que ha sido el duende Zahorí, anoche canté la cancioncilla y esta mañana ha aparecido. Seguro que ha sido él.

Con cuidado la volvió a guardar en la mochila, el día no podía haber empezado mejor y Panes pensó que nada podría estropeárselo. Ni siquiera se le pasó por la cabeza la idea de que lo más probable es que no hubiese buscado bien, estaba claro que el mismísimo duende zahorí se la había devuelto.

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19/01/2014, 22:32
Lucía

Cuando se metió en la cama y a pesar del cansancio que arrastraba, Lucía creía que iba a ser incapaz de dormirse de lo nerviosa que estaba por la excursión del día siguiente. Era la primera vez que iba a salir de acampada pasando toda la noche fuera durmiendo en una tienda, y eso era una de las cosas que le preocupaba. Sólo esperaba que los bichos que pudiera haber por el monte no pudieran entrar en la tienda.

Pero el cansancio pudo más que sus temores y se quedó dormida rápidamente, tanto que ni siquiera soñó con arañas ni ratas ni otros bichos de los que no le gustaban nada. Cuando se dio cuenta ya era la hora de levantarse y, sin perder ni un solo segundo, saltó de la cama dispuesta a prepararse para bajar a desayunar. No quería que la dejaran atrás.

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19/01/2014, 22:41
Lucía

Bajó dando saltos de emoción ante la aventura que tenían por delante, cargando con la mochila donde ya había cargado todas las cosas que les habían mandado, incluso había añadido uno de sus libros preferidos por si tenía algún minuto libre para leer.

Llegó al comedor muerta de hambre, como casi siempre a esas horas y, a pesar del miedo que tenía por si llegaba tarde y se iban sin ella, pudo comprobar que era de las primeras.

- Buenos días.

Soltó contenta a los que ya estaban esperando por el desayuno.

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20/01/2014, 11:17
Lucio "Uzo"

Hola, -le dijo a Lucía una vez se reencontró con el resto de las chicas-. ¿Entonces es verdad? ¡Lo es! -dijo un sorprendidísimo Uzo. Y es que que hubiera encontrado la canica, así tan de pronto, no era sino obra del pequeño zahorí, sin duda alguna... -¡el duendecillo te la trajo de nuevo! ¿Pe..., pero lo viste? ¿Cóm... Cómo..., cómo era? -le preguntó a Panes muy nervioso y expectante-.

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20/01/2014, 17:55
Alicia

Alicia se levantó con la cara pegada al libro que le habían regalado por su cumpleaños el año pasado y que hasta ese momento no había conseguido empezar a leer. Era el único libro que le quedaba por leer de los que se había llevado al campamente y el que menos le interesaba, una historia de amor. Pero un regalo es un regalo, y tengo que leerlo si quiero me regalaran más libros. Pero no fue capaz de pasar de la cuarta hoja la historia iba de una princesa, un príncipe azul, una hada madrina... y profundos ronquidos. La “interesantísima” historia debía de ser mágica por que no se despertó hasta que sonó la campana, y tampoco soñó con nada.

Rápidamente se levantó y se preparó, eligió ropa cómoda, sabía que tendría que caminar mucho y que llevar una falda con Guillermo cerca era contraproducente. Por ello eligió unos pantalones vaqueros largos y una camisa verde de manga corta, además metió una chaqueta en la mochila, por si hacia frio.

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20/01/2014, 18:02
Alicia

Hola y buenos días. -Dijo la niña cuando se reunió con el resto del grupo aun afectada por el efecto soporífero del libro. Al escuchar a Lucio levanto las cejas con asombro.- ¿Qué ha pasado?

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20/01/2014, 19:13
José Sánchez "Panes"

Sí, ayer no estaba. La he encontrado esta mañana. Seguro que la ha dejado él en mi mochila, solo puede ser él, porque mis papas no han estado aquí esta noche.- dijo a Lucio en clara referencia al ratoncito Pérez, que ya sabía quién era. -No sé cómo era, he estado durmiendo toda la noche.- Confesó con cara triste por haberse perdido tal acontecimiento.

Ha pasado que el duende zahorí me ha encontrado mi canica de la suerte y me la ha dejado dentro de mi mochila está noche.- Contestó a Alicia cuando la niña preguntó mientras le mostraba orgulloso una canica azul cielo.

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20/01/2014, 23:34
Lucía

Lucía observó la canica con los ojos abiertos como platos, efecto que se veía aumentado por las gafas que llevaba. Así que era verdad... El duende zahorí existía y ayudaba a la gente buena a encontrar sus objetos perdidos.

-Vaya... ¡qué suerte has tenido!

Si hubiera sabido silbar con toda probabilidad que lo hubiera hecho, tal y como había visto muchas veces hacer a los chicos mayores. Mentalmente se repitió la cancioncilla para poder usarla cuando la necesitara, pero se dio cuenta que parte de las palabras se le habían olvidado.

Bueno, se lo preguntaré a Chusa en otro momento pero será mejor que la apunte en mi libreta para que no se me vuelva a olvidar.

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23/01/2014, 21:26
Guillermo

Guillermo bajó con su parsimonia habitual, aún así llegó a tiempo de escuchar la explicación que daban a la aparición de la famosa canica. Por un momento pensó en anunciarles que él también se había encontrado un par de bollycaos en la mochila y no le estaba dando tanto bombo. Sin embargo, ante la idea de tener que compartirlos se lo calló y felicitó a Panes.

- ¡Qué suerte tienes tío!

Le puso la mano en el hombro con total sinceridad.

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25/01/2014, 13:50
Director

Realmente había sido una gran casualidad la aparición de la canica azulada ¿O no? En cualquier caso, los niños no tardaron en sentarse a desayunar y dar buena cuenta del desayuno especial que les habían organizado. Los grupos se organizaron rápidamente y se fueron cada uno con el monitor que les había tocado. Los del grupo de Laura miraban un poco celosos a los del grupo de Castillo. Les había tocado el monitor guay, y no la Sargento de Hierro, Lauraneitor u otros calificativos con los que la habían bautizado. Los monitores comenzaron a dividirse las rutas.

Yo iré por la del Pisuerga, que es la más escarpada y Chusa puede ir por la segunda del Ebro —comentó Laura señalando el mapa. Pese a ser una sargento estaba claro que Laura era buena deportista; era muy ágil y era mejor que ella estuviese en el terreno más complicado, aunque no hubiese ningún peligro real.— Castillo, ves por la del Nansa y a ti que te han tocado los mas pequeños Javi, vete por la primera del Ebro.

Creo que habían visto unas cigüeñas negras por el Ebro, a ver si tenéis suerte—repuso Castillo con una sonrisa mientras se acercaba a Chusa añadiendo medio en broma— ¿me das un beso de buena suerte? Por si me pierdo y eso

Viniendo de ti, no me extrañaría que te perdieses en una zona que conoces bien. Chusa parecía intentar hablar en broma, pero su tono de voz era frío y no se acercó a Castillo. Venga vamos chicos, hay que salir ya.

Los grupos comenzaron a moverse mientras Castillo inclinaba ligeramente la cabeza. No obstante se repuso pronto y se volvió con una sonrisa a los niños mientras les animaba a ponerse en marcha.

 

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25/01/2014, 14:09
Castillo

Dos horas después...

Los chicos habían estado siguiendo durante cerca de media hora el río Nansa, trotando alegremente detrás de Castillo. El día era brillante, no había mejor descripción y el camino estaba resultando fácil y pasaba cerca del pueblo. A la media hora se separaron del río, y comenzaron a subir por una ligera pendiente salpicada por múltiples robles y encinas. Castillo se detuvo en varios momentos para enseñarles algunas plantas comestibles como moras, bayas de endrina que sabían bastante ácidas y también los enseñó un trozo para tener menos sed que consistía en masticar las ramas verdes de las moras, quitando previamente las espinas por supuesto.

Por cierto, tened mucho cuidado con esta planta—dijo señalando una en el suelo— Es ruda y es muy venenosa...e todos modos no creo que nunca la comáis, pero a algunas personas se les pone muy mal la piel cuando lo tocan. Castillo cortó una de las plantas con la navaja y se la acercó a los chicos: olía fatal, luego se acercó a una especie de margarita enorme, sin centro amarillo que arrancó. Tenía una zanahoria debajo. Y esto es cicuta. Nunca debéis mordisquear esta planta.

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25/01/2014, 17:55
Lucio "Uzo"

Cicuta... -murmuró Uzo-. ¿Tan peligrosa es, Castillo? Parece una flor normal... Vamos, de esas que mis primos mayores arrancan en el campo para dárselo a sus novias... ¡Ah! Espera, si... ¡Son venenosas! -Uzo se acordó de algo: su primo, que alguna vez había arrancado flores (que no cicutas, sino otras muy parecidas), apelaba a cuando a éste se le ponían los ojos rojos e hinchados, y la piel...-

¡... y la piel se le ponía roja como un tomate! -apuntó el chico-. Pero a mi primo le da igual, con tal de darle ese ramo a su novia... -y puso sus palmas en alto, a modo de balanza, apelando al gesto de "y no tengo ni idea de porqué lo hace..."-.

Su primo tenía únicamente alguna alergia primaveral, que el pequeño Uzo confundía con envenenamiento.

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26/01/2014, 23:11
Lucía

La caminata no se hacía demasiado pesada, sólo por aquella pendiente que tuvieron que subir, aunque al haber tantos árboles daba un fresquito muy agradable. Castillo era un tío majo que les iba contando mogollón de cosas muy interesante, y para una niña de ciudad como era Lucía, todo aquello le sonaba increíble. Miró las plantas que les estaba enseñando con cierto recelo, tomando buena nota por si se las encontraba de nuevo para no acercarse a ellas.

- ¿Hay muchas plantas malas por aquí? No me gustaría que nos pasara algo malo.

Estaba preocupada, sobre todo después de escuchar lo que decía Uzo, aunque para alivio de Lucía ella no tenía novio que le regalara esas cosas.

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27/01/2014, 14:16
Castillo

Castillo se echó a reír ante la salida de Uzo. Cicuta en un ramo de enamorados, aquello era buenisimo. Si, es bastante venenosa Uzo, pero no debes preocuparte que por tocarla no pasa nada. Y no son "malas" Lucia, con ellas se hacen medicamentos, pero hay que tener cuidado.

El monitor de las rastas miró el reloj. Ya habían caminado dos horas y estaban bastante adelantados. Mirando un poco a su alrededor para situarse sacó el walky-talky y mandó un mensaje a los demás monitores. Ya era casi mediodía

¡¡Hola chicos!! Nosotros pararemos en cinco minutos para hacer el primer descanso. Pararemos en el claro junto a la cueva de los ladrones.

Tras escuchar los tres "recibidos" Castillo cambió el rumbo y dirigió a los chicos hasta un pequeño claro que tenía una cueva natural bastante pequeña. De hecho, el fondo podía verse desde el exterior. Allí pararían un rato para comer. Mientras los niños se quitaban las mochilas, Castillo sacó un papel blanco muy fino y comenzó a añadirle una hierba muy olorosa.

Notas de juego

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27/01/2014, 15:52
Alicia

Cicuta… Eso no es parecido a la mandrágora- dijo la niña sin pensar mucho en lo que decía. Llevaba mucho tiempo caminando y si Castillo se entretenía hablando otro ratito podría descansar sus doloridos pies. -¿No es algo que usaban las brujas en sus hechizos? Alicia habló de las brujas sin ningún temor, a ella no le daban miedo esas viejas, sabía que no existían o al menos no existían donde ella vivía, pero en esos bosques tan verdes y frondosos no sería raro encontrar una bruja o cualquier otra cosa como un basilisco. De repente un escalofrió le recorrió la espalda. Pero las brujas no existen. ¿Verdad Castillo?  Añadió con cierto temor mirando a uno y otro lado.

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27/01/2014, 22:22
José Sánchez "Panes"

Panes fue en mitad del grupo todo el rato, mirando el paisaje por el que caminaban. Escuchando a Castillo hablar sobre plantas y flores. Había oído hablar sobre casi todas con las que se cruzaron, sus tíos le decían el nombre de todas las plantas y para que servían siempre que se iban de excursión, aunque la verdad es que Panes les prestaba una atención, cuanto menos, limitada.

Se sentó al lado de Castillo cuando pararon a descansar. -¿Qué hierba es esa? - le preguntó inocente cuando el monitor la sacó, olía igual que la casa del Sepia, un hombre bastante raro del pueblo. Su madre no quería que José pasará por delante de casa del Sepia ni que hablará con él. Pero aunque nunca había hablado con aquel hombre no podía evitar pasar por delante de su puerta, su amigo Pedrito vivía justo en su misma calle.