Partida Rol por web

El capitan asiente con la cabeza.

- Últimamente ha habido bastantes ataques piratas en el rio - contesta - Se rumorea que es una banda de goblinoides, pero la verdad no he visto ninguna prueba. - se queda parado como si recordara algo - Pero no os preocupéis, no atacan barcos tan grandes como la Firmamento. El viaje con nosotros es to...tal...men...te seguro.

Mientras tanto en la posada, el dueño le cobra una cantidad nada razonable por el pan, el arroz y una olla a Softy mientras la cocinera le mira sorprendido.

- A mí me parece un precio demasiado elevado. Puede que no necesites marinero y puede que creas que no necesitas protección...

Abot pasa la vista por el grupo, y por los marineros que trabajan a la espalda del capitán.

pero si la necesitas eventualmente seguro que prefieres que esté 100% de tu parte y no pensando que les has timado por un viaje a favor de corriente y que vas a hacer de vacío y obligatoriamente.

La mirada de Abot es fija y perturbadora, como siempre - y los cristales de las gafas no ayudan en absoluto a tranquilizar al capitan. No parece un tipo capaz de tumbarte en el suelo de un puñetazo, pero sí el tipo al que no deberías tener a tu espalda si se la has jugado alguna vez...

Flog y Varag habían conseguido un buen barco. 

—Que bien, compañeros, viaje en barco de vuelta. Ya lo hice hacia arriba. 

Incluso Varag se puso a preguntar posibles peligros, Norm pegó la oreja, interesado. Debía aprender mucho del orco. 

Del orco y del druida. Se quedó esperando a ver en que acababa la negociación.

El capitán se vuelve hacia Abot en actitud chulesca y le mira a los ojos fijamente, pero tras unos segundo baja la mirada y estudia al Koridian. No puede evitar que le corra una gota de sudor por la frente mientras contesta.

- Por supuesto que nos vendría bien la protección. Pueden viajar gratis, faltaría más. Partimos mañana a primera hora. - añade

Si hay problemas de pirateria, deberiamos salir cuanto antes. Seguramente tengan gente que controla y avisa de las salidas reglamentarias. - la voz del orco era totalmente convincente - te pagaremos el pasaje si salimos ya. En compensacion por la perdida de mercancia de aqui hasta mañana.

El capitán tartamudea algo desconcertado, mientras parece buscar alguien que le ayude entre la gente.

- Por supuesto, saldremos ahora mismo. No es necesario pagar nada, faltaría más. Siempre a su servicio. - dice evitando mirar a nadie a los ojos.

Por supuesto que hay que pagar. Somos exploradores Grises, no matones. Le agradecemos su ayuda en este asunto urgente. - responde Varag en alto, asegurandose de que la gente ve como le da todo el dinero. 

Bastia asintió aprovadoramente ante la actitud Abot; le recordaba a su primo Kostelo, siempre buscando una forma rápida de conseguir resultados.

Agarró su petate y se dispuso a subir al barco.

Norm no entendía muy bien qué había pasado, así que se dedicó a sonreír a todo el mundo.

—¡El próximo viaje lo pago yo, compañeros!

- Adelante, subamos ahora entonces. Avise a sus hombres para que no nos confunda con rateros.

Se cala la capucha de su capa y comienza a subir por la rampa de embarque.

- A la bodega se accede desde popa, ¿no?

Flogdegnurt recogió de nuevo su bolsa sin entender muy bien qué había sucedido. Allá de donde venía, si entregabas un dinero, sabías que nunca regresaría. Y en cambio el capitán de aquel barco...o lo que fuera, se lo había devuelto sin siquiera pedírselo.

Y además Varag lo había convencido para partir de inmediato. Jamás acabaría de comprender a los humanos.

El goblin se subió a barco de un salto, accediendo a la cubierta y se puso a husmear por allí lleno de curiosidad. Al fin y al cabo, era la primera vez que subía a un barco.

Apenas hubo acabado de agradecer el gesto del goblin cuando aquel humano que había aparecido de la nada siendo alguna clase de “novato avanzado” se impuso al Capitán amenazadoramente. A Softy no le agradó nada este gesto, el Capitán parecía ser un buen hombre, u Orco, no era correcto tratarlo de ese modo. Creyó que Reid se defendería pero este se arrugó achicándose como una pasa de uva, para colmo cuando Varag demostró su vena noble el Capitán se encontraba tan afectado viéndose rodeado de machos de diversas razas bien armados que poco más y decía que si a todo lo que le dijesen. No sabía nada de ese Abot pero este empezó a caerle un tanto mal.

Luego de que Reid se alejase esquivando miradas, echo un manojo de nervios, Softy se acercó a él y le habló desde lejos para no asaltarle sorpresivamente e invadir si espacio personal:

[color=#006600]— Capitán, por favor, disculpe a mis compañeros, le prometo que no le provocaremos más problemas —.[/color] Le decía en Goblinesh para que lo sintiera más allegado. [color=#006600]— Tengo pan y un poco de arroz, imagino que usted tendrá pescado o algún tipo de carne, ¿puede mostrarme la cocina para que pueda prepararle una buena cena?, lo invito a comer conmigo.[/color]

OFFROL:
Estoy utilizando persuasión digamos que de forma automatica ;) Javi, no lo creí necesario pero si así me lo pides edito este post añadiendo la tirada de dados para convencerle.

Bueno, pues estaban en marcha. Cuanto antes llegasen antes podrian cumplir su mision. Varag vio al isleño husmear por ahi y a la brinchie contornearse al lado del capitan, seguramente intentando encontrar una cama mas placentera que la bodega. El orco se encogio de hombros. No tenia ninguna autoridad sobre sus compañeros y reprenderles solo seria contraproducente. Mientras no mancillasen (demasiado, que tampoco se podian pedir goblins al ogro) el nombre de los Exploradores, que hiciesen lo que quisieran.

El capitán señala la cubierta a Softy.

- No tenemos cocina pero hay un trozo del puente preparado para encender fuego Por supuesto la despensa esta a su entera disposición, mi señora. Lo siento pero debo disculparme, si hemos de partir ahora mismo tengo trabajo.

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Los primeros días del viaje en barco son apacibles pero algo desagradable. Un calor húmedo durante la mayor parte del día y un frio insoportable por las noches. También resulta bastante curioso que con ese calor toda la tripulación trabaje armada hasta los dientes y alguna hasta lleve armadura. Casi tanto como las miradas de sospecha que os mandan de vez en cuando.

El tercer día la carraca alcanza el Lago del Oasis, un lugar en que el barco, diseñado para el mar, navega mucho más cómodo. O al menos lo parece hasta que alguien da la voz de alarma: un barco más pequeño y ligero se dirige hacia el Firmamento impulsado por dos filas de remos.

- ¿Piratas? - se pregunta el capitán. Como si hubieran oído la respuesta desde el otro barco izan una bandera con una calavera con dos espadas cruzadas debajo.