Partida Rol por web

Desubicados de vuestras vidas, de vuestros casas o lugares donde estabais hace un momento, os empezais a despertar suavemente. Vuestras cabezas se tornan pesadas, como de una jaqueca, una mala pesadilla de las que no se recuerdan, pero queda esa sensación de mal augurio. Según os levantais veis a vuestro alrededor una multitud de heroes, todos conocidos, pero muy dispares entre sí. Intentas hacer memoria, pero no recuerdas nada. Tampoco tienes idea del tiempo que ha pasado realmente: unos minutos, 1 hora, 2 horas, varias? Nada de nada por mas que lo intentas.

Os veis en una sala grande de metal por todos lados: la pared, la cupula del techo, el suelo. Todo está en silencio, ningún ruido en los alrededores: ni animales, maquinas, personas... Llama la atención que alrededor hay una serie de puertas con un numero en ellas: Del 1 al 13. Justamente las personas que estais allí presentes. Os empezais a hacer preguntas de quien puede ser el que está detrás de todo esto.

Estaba sintiendo un dolor intenso en la sien, en realidad en toda la cabeza, pero quedó en suspensión cuando pudo abrir los ojos para ver dónde se encontraba: una sala metálica de grandes proporciones.

A su alrededor, varios héroes de la Tierra se mantenían tendidos en el suelo. Quasar se incorporó y acarició la frente. No había ninguna amenaza a la vista. Todo apuntaba además a que alguien los había traído a este lugar con algún extraño designio.

- Qué gusto verlos a todos de nuevo. Paso bastante tiempo en el espacio y eso me desubica un poco en mi propio planeta. Si hay suerte alguien podrá explicarme lo que sucede aquí.

El guardián se puso en pie para observar mejor todo lo que había alrededor, pero no había nada destacable, salvo ellos. Habían varios héroes de la Tierra y para ser justos, cada uno de ellos era grande a su manera, ya que dedicaban sus vidas a los demás. Así pensaba que le sucedía a él mismo, quien pasaba largas jornadas enfrentándose a amenazas galácticas y otras veces trabajando junto a alienígenas para enfrentar a enemigos de la peor calaña.

- Creo que los conozco casi a todos.

Tenía dudas sobre dos de las mujeres, la de cabello negro y la joven de la cola de ardilla. Al mapache sí que lo conocía de pertenecer a los Guardianes de la Galaxia.

- Alguien nos la quiere jugar. Vamos, lo de siempre.

Empezó a manejar sus bandas en busca de algún rastro de energía reseñable pero de momento no accedía a ninguna información.

De alguna forma habia un campo que evitaba cualquier deteccion con el exterior. No se podia ver dado que era externo al lugar donde estábais.

Que diablos ha pasado?... - dice Rocktet levantándose con un buen claro dolor de cabeza.

Miro a su alrededor, por una parte se sentía desubicado, no hace nada estaba arreglando un sistema de armamento, una nueva adquisición "tomada" prestada, de uno de los tantos peligros de los que habían sido testigos últimamente.

Genial, aquí atrapados por a saber qué o por quien, rodeado de gente "especial".. - al mirar a los que despertaban, logró indentificar a Quasar.

Quasar.. - dice con un tono como algo normal, al ver a alguien conocido, levantando su cabeza, con un gesto de cabeza.

No han podido encerrar a Rocket en muchos años, no lo van hacer ahora... - dice mirando con detalle a su alrededor, con bastante hiperactividad, mirando y caminando por los alrededores, para intentar saber mas o menos donde estaba, si era una prisión, encontraría la salida y su libertad. 

Al ver las puertas no pudo evitar en pensar en Star Lord..

jajaja.. esto le encantaría a star lord, nos contó algo de un programa en plan ,"elige su propia puerta", para ganar algún viaje o un coche, lástima que fijo que nos llevarán a una muerte horrible y realmente dolorosa.. - dice parado delante de las puertas.

Se paso su pequeña zarpa por la barbilla, acariciándole a modo de pensar, analizando las puestas en si.

         - Hola señores!   me llamo Ororo y no se exactamente que paso antes ... ¿Acaso alguien recuerda algo antes de aparecer aquí?    Yo indagaría un poco mas sobre las oportunidades antes de abrir puerta alguna y no recomendaría que nos separemos, sino que nos unamos y colaboremos para saber donde estamos, quienes y cómo nos han traído aquí y para que? -      Dijo la negra mujer da cabellera blanca mientras que se incorporaba lentamente y comenzaba a generar aire a su alrededor, el cual manipulo con delicadeza su cabellera primero y posteriormente la comenzó a levitar en el aire hasta permitirle tener una visión completa del cuarto ... en búsqueda de cualquier otra salida que no fuese ninguna de las puertas y en caso de no poder identificar alguna otra corriente de aire descendió hasta alcanzar cada una de las puertas para tratar de identificar en la naturaleza del aire que se colara por las puertas si detrás algo o alguien respiraba o sudaba y si había una cambio de temperatura drástico

Tormenta se eleva algo usando el aire del lugar, pero le cuesta dado que no existe ninguna corriente de aire. Examina las puertas metálicas y están cerradas herméticamente.

Examinaba curiosa la sala. Estaba a oscura y solo un par de luces moradas la iluminaba. Por lo que podía observar había más gente como ella... ¿Con poderes? Sin embargo, nadie era verde, ni tenía una altura como la de ella o su masa corporal.

-Pero qué... -comentó en un susurro-.

No sabía el objetivo de todo aquello. Ella se mantenía en guardia, por si ,al final, era una trampa...

- Siempre tarde. - bufa entre dientes al abrir sus ojos. 

Esta vez a diferencia de otras ocasiones, no ha tenido el inmenso agrado de despertar entre los brazos de Visión, es posible que el destino quiera jugar con todos una vez más. Es el derecho de tener poderes, unos que pese a lo caótico que pueda ser vivir con ellos, arrastrando un cúmulo de errores del pasado, allí están latentes para salir adelante o del meollo. 

Así que tras darse cuenta del sitio en donde al parecer está, busca con la mirada a su novio mientras peina la sala de principio a fin, buscando algún referente que la sitúe en un lugar desconocido. Obviamente que nada bueno trae en una mente plagada de caos y desolación, siempre es todo demasiado dramático o complejo en la mente de Wanda. No obstante su más preciado instinto de supervivencia, la impulsa a mantenerse de pie con sus manos resplandeciendo a través de una luz roja, preparada para lo que pueda suceder. 

Al margen de ello, esboza una ligera sonrisa hacia los conocidos pero se mantiene en silencio inspeccionando las puertas sin entrar en ninguna mientras espera que alguna voz del más allá diga algo, o aparezca el villano de turno. Todo esto cuando el resto van poniéndose al día con presentaciones, cuando todos ya se conocen de antaño o al menos la mayoría. 

Tony Stark se despertó con un tremendo dolor de cabeza.

Mierda, ¿no me habré emborrachado otra vez no? -miró a su alrededor y vió que estaba rodeado de rostros conocidos- Vale, va a ser que no, menos mal, si hubiera salido de fiesta con estas compañías tendría que empezar a replantearme mi vida.

Se levantó con dificultad y sacó su mejor sonrisa.

Tranquilos amigos -dijo en un tono natural y relajado- Estáis de suerte, el brillante Tony Stark está con vosotros. Abriremos estas puertas y luego cada uno podrá seguir con sus vidas, cazando malos, o intentándolo, o lo que quiera que sea que hacéis con vuestras vidas. Vaya grupo más variopinto, el que nos haya encerrado aquí debe estar como una regadera. ¿Alguno recuerda como hemos llegado hasta aquí? Eso de que seamos trece personas y haya trece puertas no puede ser casualidad.

Abro los ojos con un dolor de cabeza impropio. Ni en las fiestas más largas de Asgard he acabado de esta forma, levantándome en un lugar desconocido y rodeado de voces que no era capaz de identificar, de momento. Parpadeé un par de veces para tratar de encontrar algún tipo de error e identificar así alguna de las jugarretas de Loki, pero no era así. Este tipo de entorno no le convenía, ni mucho menos, enfadar al dios del trueno... nunca haría tal cosa. Sus jugadas suelen agradar para confundir, no enervar. Al incorporarme pude ver rostros conocidos y otros no. De aquellos con los que viajaba ahora sólo quedaban el conejo y el tal Cuasar, un nombre que al repetirlo me causaba risa, no se por qué. 

Parecía que estábamos atrapados en alguna especie de prisión con barrotes. Como si él que nos ha apresado hubiera gastado todo el presupuesto de varios siglos de avance sólo para traernos a todos aquí. Y ese era su primer error, no había cárcel pregistórica capaz de detener al todopoderoso Thor. Hasta el momento todos empezaban con sus fanfarronadas de héroe de la tierra, incluso el conejo espacial pensaba que con sus juguetitos y... cosas podría sacarnos de aquí. Hasta que habló Stark. Algo cambiado y redundante, pero que se haya dejado atrapar aquí le habría dolido en el orgullo. El orgullo, gran error de los humanos.

-De brillante no tienes ya ni la armadura, Stark. Esta celda tiene barrotes... he doblado tenedores más resistentes en las grandes cenas en honor a mi padre, en Asgard. Dejad que el todopoderoso Thor, dios del trueno, salve el primer escollo.

Me acerco a los barrotes para abrir un agujero lo suficientemente grande para todos, incluida la muchacha verde que era diferente a la otra mujer verde de la nave de los guardianes. Si una cosa agradezco de este intento de cautiverio es que no esté por aquí en bocazas, el subalterno del conejo. Como se llamaba... bueno da igual, el humano sin luces.

Una vez en los barrotes, comienzo a hacer fuerza para doblarlos lo suficiente.

Esto..., este sitio es lo que es de metal, no tiene barrotes por ningún lado, suelo,paredes, techo, cúpula, incluso las puertas son de hierro, no hay barrotes de los cuales doblar, musculitos... - dice Rocket poniéndose la mano en la cabeza.

Al parecer a aquel superheroe, la jaqueca le había visto ver cosas que no existían..

y..¿ a quien llamas conejo ?, soy Rocket no un conejo.. - dice con tono malhumorado.

Posiblemente el metal , hierro, acero o lo que sea, sea de un material que no se puede romper, no creo que sea tan tonto quien nos llevo aquí, de meternos en un sitio donde podemos abrir un buen boquete por el suelo, paredes o lo que sea, creo que nuestra única salida es una puerta, la pregunta es, es una para cada uno o simplemente debemos elegir una puerta entre todos? - dice volviendo a mirar las puertas.

¿Cómo que no tengo la armadura? -dijo Stark mirándose las manos- ¡Anda es verdad, no tengo la armadura! Bueno no pasa nada, no tengo nada de que preocuparme -añadió mientras se sentaba y apoyaba la espalda en una esquina de la habitación- estando aquí Thor, el todopoderoso Dios del Trueno, estamos todos a salvo. Entonces yo voy a echarme una cabezadita y lo dejo todo en tus manos, avísame cuando hayas terminado con los barrotes imaginarios.
 

Thor va directo hacia la puerta numero 10 con cierta rabia. Cierra su puño con fuerza y le otorga un golpe seco doblandola por la mitad. Esta cae al suelo haciendo bastante ruido. Lo que se ve al otro lado es oscuridad total. Puede notar como cierta curiosidad le incita a pasar al otro lado, aunque de momento se queda allí. Con esa acción despierta la voz de alguien inesperado por todos:

Buenas noches queridos heroes, y heroinas. Estamos en... un momento... Parece enfurecerse un poco. Creo que algunos tienen poca paciencia, no, hijo de Odín? Al parecer tienes bastantes ganas de jugar. Y de eso se trata, de un juego organizado por el maestro de ceremonia Arcade. Esta vez para divertirnos he reunido a una gran cantidad de vosotros. No intenteis escapar, pues no podreis de ninguna forma. Ya podeis romper todo, que no teneis lugar de fuga. Si quereis sobrevivir, debeis seguir las reglas. Para ello se abrirán las puertas y debereis pasar por cada una de ellas, de forma individual. Aparecereis en un lugar donde debereis investigar y encontrar la salida. Peligros os esperan sin duda.

La voz sin duda le resultó bien conocida a Tormenta y la Chica Ardilla, pues ya se habian enfrentado a él en varias ocasiones. Es un hombre dotado de una gran inteligencia y un experto en ordenadores. Le gustan los juegos y las apuestas, y se dedica normalmente a raptar a heroes para someterlos a sus juegos.

El bueno de Spidey se empezó a despertar con un dolor de cabeza de los fuertes.

Ooooh, si lo que me golpeó está unido a un cuerpo no quiero conocerlo.

En cuanto abrió los ojos se dió cuenta de que no estaba solo, ni tampoco en New York. Lo último que recordaba era balancearse por la ciuedad en busca de algún ladrón de poca monta para hacer algo de ejercicio. Y luego un golpe y nada más. Pero desde luego aquello no tenía pinta de vecindario pintoresco.

Dejadme adivinar. Ya no estamos en Kansas ¿verdad?
En fin. ¿Qué tal chicos...y chicas? ¿Todos os sentís tan mal como yo? ¿Alguien tiene una aspirina?

Conocía a todos los héroes presentes. Bueno, al menos a la mayoría. En algún momento u otro había hecho equipo con alguno o más de ellos. Es lo que tiene llevar las mallas tanto tiempo. Los eventos importantes te acaban pillando.

Y éste parece de los gordos. Espero que logremos salir.

Bueno. ¿Alguien ha probado a abrir las puertas o sólo habéis estado mirándolas? Lo mismo están abiertas.

Una vez incorporado y después de un par de estiramientos se acerca a una de las puertas a mirarlas. Pero antes de que pudiera hacer nada Thor rompió una de las puertas dejando ver... nada.

Pues estamos bien.

Aunque la voz que surgió después le aclaró bastante las cosas.

¿Arcade? No me lo puedo creer. ¿Estamos en mundo asesino? ¿Y cómo ha logrado pillar a tanto peso pesado? Algo no cuadra aquí.

El ruido ocasionado por Thor al romper la puerta, así como la voz que sonaba acabó por ir despertando a los que aun yacian insconcientes en el suelo.

Voy a investigar, no te metas en lios...sin mi - fueron las palabras que susurradas al oído de la bruja, dejó con un sentimiento que sabiendo su nombre aun le costaba identificar, al mismo tiempo que bajo el cuidado de no ser observado más allá de lo necesario, dejó una suave caricia en su espalda antes de marchar.

Sin intención de alejarse durante demasiado tiempo de Wanda, tanto por conocerla como por aquella insana necesidad que, sin entenderlo del todo, sentía por mantenerla a salvo sobre todo de ella misma, Visión de un rodeo por los exteriores de aquella sala circular, intentando vislumbrar algo que pueda ser de utilidad para los otros, algo que les ayudase a salir de aquella trampa en la que sin saber cómo habían terminado todos encerrados. 

No tardaría demasiado, no quería profundizar mucho más, solo echar un vistazo. 

La cabeza le dolía de una manera en la que no lo había hecho en muchos años, más de los que la mayoría de esos héroes que estaban allí habrían visto ni verían. Si tuviera que ponerle algún parecido sería algo parecido al momento en el que le inyectaron el suero del super espía y su vida cambió. 

Se descolgó el escudo de la espalda y se lo puso en el brazo de forma instintiva mientras empezaba a evaluar la situación. Del grupo de héroes muchos eran viejos compañeros de armas y entre ellos destacaba el charlatán y muy irritante Tony Stark con el que guardaba una relación especial, "es complicado" es lo que dirían los jóvenes de aquella época y ciertamente lo era, con o sin la botella a la que de tanto en tanto se aferraba el hombre de hojalata.

"Tony, como sea una de tus bromas holográficas vas a comer vibranium endurecido para una temporada"

Entonces escuchó la voz de arcade y una sonrisa cínica afloró a sus labios al darse cuenta que había estado apunto a decir su viejo grito de guerra de "Vengadores, uníos", pero ya no quedaban vengadores como tales, solo los oscuros y esos ensuciaban el apelativo de vengador con su existencia. 

Ya había pasado por una experiencia similar, demasiadas experiencias, cuando el gran maestro o el todopoderoso les había puesto en la tesitura de luchar entre ellos. Si querían salir de allí tendrían que jugar a su juego, al menos mientras les interesara. El capitán América se encaminó hacia la puerta número 7 y mientras giraba el pomo se despidió con un

"Nos vemos al otro lado jovencitos"