Aún es pronto para que el aire apeste a podredumbre, pero los muertos vivientes, por muy recientes que sean, siempre rezuman un nubarrón de puro terror. Mike, envalentonado por la sensación de seguridad que le confiere su cacho escopeta, y Samantha, envalentonada porque rodeada de cuatro adultos será la última en atraer la atención de los zombies, llegan sin problemas hasta el coche, dispuestos a salir de allí y dar comienzo a la misión.
Sus tres compañeros se quedan a mitad de camino. Gaby, encrespado como en la carátula de Holocausto Caníbal. Tom, con una horrible flojera en las piernas, toda su autodeterminación perdida. Y Bobbin riendo como un estúpido y gritando a los zombies "Soy Bobbin, ¿has visto a mi madre?"
Los boy scouts avanzan, en una formación ensayada que, misterios de la mente, ha quedado registrada como si de perros de Pavlov se tratase. Por la puerta trasera de casa de los Smith salen los dos primeros de la conga que aporreaba la puerta principal y consiguió abrirse paso a través de ella y el aparador lleno de platos.
Uno rígido, otro blandengue y el último riendo como un imbécil. A punto de ser rodeados por muertos vivientes. Mike y Samantha en el coche. Una escopeta. Maldad. Caos. Jabón.
Gabriel, Bobbin y Tom: de momento no podéis hacer nada salvo interpretar vuestras reacciones.
Mike y Samantha: en honor a Lucasarts, a quien debemos el videojuego en que se basa esta partida, diremos que "Sois nuestra única esperanza".
¿Boy scouts? ¿No eran padres de un cumpleaños?
¿Y qué entiendo con lo de holocausto canibal? Estoy simplemente apoyado en la puerta por fuera.
¿PADRES DE UN CUMPLEAÑOS? ¿YO HE DICHO ESO?
Cita:
Busca en google la carátula de Holocausto Caníbal y sabrás a qué me refiero. Es difícil estar más tieso y encrespado.
¿Y qué hay de esto?
Cita :
De ahí pensé que los zombies eran un grupo de padres que se infectaron en algún chiquipark o similar :D
Mira, ¡son niños mutantes! -digo mirando a los boy scouts- seguro que toman cosas raras, o hacen gimnasia ritmica, porque parecen pequeños militares sanguinarios. Jijijijiji. Seguro que con un porrete se calmarán. ¿Queréis unas caladitas chicos? Jijijijiji
Aún no soy consciente de mi situación, pero estoy jodido. Jodido de verdad...
Al correr y llegar a la camioneta, Samanta observa como no estan ninguno de los otros 3 que la fueron a buscar. Y mira a Mike.
Hay que hacer algo, hay que ayudarlos. ¿No puedes hacer nada? no se atropeyar a los zombies para darles tiempo de salir...
Se nota un poco la desesperacion en su voz.
No pueden morir, seria mi culpa toda mia
Gabriel sigue paralizado junto a la puerta. Siente como la sangre recorre todo su cuerpo, su corazón bombea con prisa, siente todos sus latidos. Su mirada está fija en la horda de boyscouts que se acercan. Es incapaz de articular palabra más allá de un balbuceo pero su cabeza hierve pensando cómo salir de ahí. Lástima que sus extremidades no le respondan.
Boy Scouts, voy a morir atacado por boy scouts.... Siempre he odiado a esos grupos.
- So so soc soc..... ¡socorro!
Tras gritar pidiendo auxilio, un pensamiento optimista le llega a la cabeza.
Malo es morir a manos de un grupo de niñatos en pantalón corto, pero peor serían si fuesen tunos...
Chicos, me retiro hasta el martes por la noche. El master está avisado de mi viaje.
Si es necesario pnjotizarme, sin problema.
Saludetes, Iñaki.
Los ojos de la niña me ponen nervioso. No quería aventurarme contra esos zombies. si no hubiese sido por ella, yo ya estaría lejos de aquí.
-Ok, agacha la cabeza, mocosa.- le digo mientras le bajo la cabeza. No era algo que quisiera que viera.
Arranco la camioneta y pongo primera. Cuando hago eso consigo un poco de la atención de los zombies, acelero unos 5 metros y freno, marcha atras me dirijo hacia el costado de la casa, atropellando a todo lo que se encuentre a mi paso, dejando la parte trasera a la altura del patio.
-Vamos!!!, suban rápido.- les grito mientras con una mano sostengo la escopeta apuntando hacia la ventanilla del acompañante, que da al grueso de zombies atacantes.
"Tengo dos tiros en el cañón, después de eso, me voy."
La astuta maniobra del futbolista os recompone la entereza y os proporciona un respiro indispensable. Subís atropelladamente (igual que la furgoneta llegó hasta vosotros, jejeje) y tras una corta y angustiosa pugna con la vanguardia zombie, que ha logrado alcanzaros, la camioneta deja atrás la casa de Samantha. Resulta desolador observar las casas a vuestro paso: en algunas se ven ya indicios de que esto es sólo el principio.
¿Adónde queréis ir? ¿Directos al centro comercial? ¿Hacéis una parada? Vosotros diréis.
Podemos buscar una tienda de armas, y si no, al centro de cabeza...
Puede que en California las armas sean legales bajo licencia y estén bien vistas, sin embargo en la idílica Santa Carlota no hay armerías.
Pues vaya chufa de pueblo. Esos pueblos no existen en USA. Allí en las licorerías te regalan un arma, o, como mucho, tienen la licorería junto a la tienda de armas...
Al recuperar el aliento, Gabriel comprueba que sus pantalones sigan perfectamente secos disimuladamente - solo faltaba.
Tras comprobar que la alarma olfativa que sintió en la puerta no fue más que eso, un aroma expelido por culpa de los nervios, Gaby se centra en su nueva situacion:
- ¡Vamonos echando leches!
Cuando ve que sus compañeros están dudando en si hacer una parada interrumpe:
- ¿Qué podemos necesitar que no esté en el centro comercial? ¡Vamos directos para allá!
Hola, ya volví chicos.
Una vez los muchachos subidos a la camioneta, salgo a toda velocidad de ahí.
Yo ya me iba dirigiendo hacia el Mall cuando empezo la conversación si es allí donde nos deberíamos dirigir primero.
-Y si pasamos primero por la central de policía, que queda cerca del nuestro destino?.-
"Pero yo no me bajo de la camioneta."
El problema principal de la comisaría, os dicta el sentido común, es que dentro habrá más caos que en todo el resto del pueblo junto.
no creo que sea buena idea-digo desde la parte de atras de la camioneta-sigamos nuestra mision e intentemos buscar armas improvisadas por el camino
Cuando al final recobro el aliento, empiezo a "trabajar", aunque cuando acabo no me lo enciendo por respeto a Samanta.
Bueno, creo que no tenemos más que hacer por ahí, aparte de ir al centro comercial. Mike, pon rumbo hacia allí. -Lo que debería de haber acabado en una de mis risas, es solo una tos seca. Al parecer, la visión de los zombies me ha quitado las ganas de reir. Al menos, de momento...
Al parecer tanto sobresalto a cansado a Samanta, y cuando los demas se dan cuenta esta esta acurrucada en el asiento de la camioneta en una forma de posicion fetal, protegiendo con sus piernas y brazo izquierdo el maletin que antes tenia a su espalda. El pulgar de su mano derecha esta completamente dentro de su boca haciendo dificil entender lo que habla en sueños, y una lagrima baja por su rostro.
mmmhhhaaammmhhhi...
Un poco disconforme porque no me han hecho caso, digo:
-Ok, vamos directo hacia el Mall, pero cuando no encontremos armas allí, sabran que tenia razon.-
Sigo manejando la camioneta, siempre alerta a la posibilidad de encontrarnos a los no-vivos durante el trayecto, pero es casi imposible no verles en las casas, o ver el desastre producidos por ellos. Apenas desvio mi mirada para ver a mi copiloto, y le susurro: -No levantes la vista hasta que lleguemos. Quedate quieta allí, que pronto nos reuniremos con los demas.-
"Maldición, esta niña no debería estar pasando por esto."