Partida Rol por web

 Me adentro en la jungla con la valentía propia de un luchador, con mis sentidos atentos a todo lo que ocurre a mi alrededor, e intentando encontrar alguna pista que me lleve hacia los demás supervivientes. El tiempo se agota, ni una pisada, ni una señal entre las hojas...parece que todo lo ocurrido ha sido tragado por la isla. Mis nervios de acero comienzan a perderse entre mis sentimientos, perdido, angustiado...y ante todo con una gran culpabilidad conmigo mismo.

No eres capaz de hacer nada John...¿No te lo decía?Alguien como tú, un loco que solo puede aspirar a ser un simple operario en una fabrica de cajas. ¿Realmente te crees importante? ¿Dónde? En tus estúpidos juegos de Allies and Axies?. JA JA JA JA JA

Me llevo las manos a la cabeza, no John piensa, sí que eres alguien, olvida tus recuerdos. Intento dar vueltas perdiendo mi propio rumbo en la isla, con pequeñas gotas de sudor corriendo precicpitadamente en mi frente,...como si no quisieran estar presentes en la locura interna de Locke. 

Poco a poco voy perdiendo el ritmo de mis movimientos, casi enloquecido, solo puedo llevarme mis manos a la cabeza y gritar...-¡¡¡¿¿QUÉ QUIERES DE MÍ?!!! !!¿¿QUÉ SE SUPONE QUE ESPERAS DE MÍ???!!!

un apoco curiosa por lo que se encuentra en la selva camino lentamente asia la selva en busca de algunas respuestas.

como es posible que nadie nos vea, la desolacion al verse sola se apodera de su cuerpo

las ansias de salir corriendo y llevar a cavo el plan que tenia antes de salir en el avión mueven su cuerpo que lo lleva a internaste un poco mas en la selva.

quiero escapar

tras caminar unos cuantos minutos, veo mi alrededor y el solo ver arboles me desconcierta

donde estoy

Por un instante, Mr. Eko, permaneció confuso, sin saber qué hacer. ¿Por qué arriesgar su vida por dos perfectos desconocidos? La respuesta llegó de manera instantánea: Su presencia en aquél lugar no era obra de la casualidad. Dios le había dejado sobrevivir a la catástrofe con un propósito. Quizá le estaba dando la posibilidad de redimirse. Le bastó cruzar una mirada con Locke, y ambos supieron de inmediato lo que debían hacer.

Mr. Eko corrió unos pasos hasta donde se hallaba el pequeño Walt, forcejeando con su perro, que trataba de correr hacia el interior de la selva. Cogió la correa y se la quitó al niño de las manos.

—Te devolveré a tu perro, muchacho —le dijo—. Te lo prometo.

Con la antorcha en la mano y dejándose guiar por el animal, Mr. Eko se internó en la selva, detrás de Locke, que ya había desaparecido tras la maleza.

¡No!, grito, cuando intentan llevarse al perro. Tiro de Michael hacia los árboles, ¡¿qué hay ahí dentro?! ¡¿Qué está pasando?!, bastante nerviosa.

No se que estápasando, Locke se interna en el bosque, el negro coge el perro...esto es una locura...quiero que acabe ya y dejar de pasar este miedo.
Madre mia, madre mia...

-¡Papá se ha llevado a Vincent! -Walt intentó evitar que Mr. Eko le quitara la correa, pero el hombretón era demasiado fuerte para él. Contempló cómo desaparecía en la jungla junto con su adorado perro -¡Papá, haz algo!

John gritó desesperado dejando salir su frustración. No entendía lo que tenía que hacer. Sólo, en medio de la oscura jungla, cayó de rodillas con las manos en la cabeza. Entonces ocurrió algo. El aire nocturno se llenó de sonidos. Susurros que parecían proceder de la misma tierra. Y entre los susurros, entendió claramente las siguientes palabras:

-Aún no es el momento... debes tener paciencia.

Después los sonidos se desvanecieron tan rápidamente como llegaron. John continuaba de rodillas mirando a su alrededor maravillado. Había obtenido su respuesta. Su presencia aquí tenía un motivo.

Entonces oyó un chasquido de ramas a su espalda. Se giró y se encontró con Mr. Eko que traía el perro de Walt tirando de la correa.

Le quitas con facilidad a Vincent de las manos de Walt. El chico intentó oponer resistencia pero eres demasiado fuerte para él. Le oyes gritar llamando a su padre mientras corres de vuelta a la jungla con la antorcha en una mano y la correa en otro. Por el rabillo del ojo ves que la mujer coreana también se interna en la espesura. Sin embargo, ella parece aturdida, como desorientada.

Apartas ramas y saltas arbustos siguiendo la dirección que tomó Locke. Cinco minutos después encuentras al hombre de rodillas en medio de la jungla mirando a su alrededor con una expresión extraña en la cara, casi de felicidad...

La cabeza me daba vueltas…al borde de la misma locura, sin ser realmente consciente de lo que acababa de ocurrir…por unos segundos comencé a sudar precipitadamente, mis gotas de sudor corrían con nerviosismo por mi rostro… y no era capaz de coordinar lo ocurrido con la propia realidad. ¿Estaría soñando? ¿Es esto realidad? ¿Sigo trabajando en mi fabrica de cajas y el agotamiento me ha traído a tal pesadilla?

Mi cabeza da miles de vueltas sin moverme ni un milímetro del lugar en el que me encuentro de rodillas,…sintiendo incluso náuseas. Sin embargo…de pronto, con una profunda bocanada de aire vuelvo a sentir el aire fresco en mis pulmones, aire que revitaliza, que me lleva a la realidad…y tal frescura no puede ser producto de un sueño. La isla me ha comunicado una verdad, tengo un motivo aquí…he de ser paciente.

Me pongo en pie y observo mi alrededor, y en cuanto oigo unos chasquidos entre las hojas, me doy la vuelta y veo que se trata de Mr Eko junto con el perro de Walt.

Lo miro con un aire aún más misterioso, sin pretender dejar entrever en ningún segundo lo que acabo de presenciar.- Todo esto es muy raro, ¿Crees que nos deberíamos de internar aún más en busca de alguna pista que nos lleve a los secuestrados? Por aquí no veo nada que nos pueda llevar hasta ellos.

Mr. Eko miró a su alrededor, algo desorientado y después observó con desconfianza al extraño calvo, que lo miraba con aquella extraña expresión arrobada.

—Creo que el perro todavía es capaz de seguirles la pista —dijo—. Pero no debemos peder tiempo.

Mr. Eko se movió rápidamente en la dirección hacia la que el perro lo llevaba. De pronto, regresaron a su mente, una serie de imágenes que no había podido interpretar en la vorágine de los acontecimientos. La mujer coreana se había internado en la selva, tras ellos. Mr. Eko temió que se perdiera o cayera en manos de los secuestradores.

Se detuvo un instante y gritó.

—¡¡SUN!! ¿ESTÁS AHÍ?

De pronto te das cuenta de que estás sola en la selva. De noche, en medio de la oscuridad y después de que Mr. Eko y Locke hayan corrido hacia los árboles como posesos. Algo está pasando y por los gritos de auxilio de aquellas personas no es algo bueno. Ahora te parece que todas las sombras ocultan a misteriosos atacantes que saltarán sobre ti a la mínima oportunidad. Estás empezando a dejarte llevar por el pánico cuando oyes la voz de Mr. Eko que te llega lejana.

—¡Sun! ¿Estás ahí?

Zarandeo a Michael, ¡Venga, hay que hacer algo!, me agacho para ponerme cara a cara con Walt No te muevas de aquí y, agarrando de la mano en la que no lleva antorcha a Michael, le digo a Hugo No os mováis, sólo vamos a acercarnos un poco. Tiro de Michael y me adentro un par de pasos entre los árboles, donde aún pueda ver a Hugo y a Walt.

Cojo a Walt por el hombro, firmemente pero sin apretar en exceso.
Tranquila, no nos moveremos de aqui. Ten cuidado
Puedes estar bien segura de que no me movere de aqui...

Una gran sensación de alivio recorre mi cuerpo

no estoy sola

señor eko por aquí, por aquí

Elijo un lado al zar y comienzo a dar unos cuantos pasos en espera de la voz de mr. eko. en ese momento recuerdo la voz de auxilio

señor eko, que paso con la voz la voz

 Aún desorientado por lo ocurrido observo como Mr Eko se adentra aún más en la jungla junto con el perro de Walt para intentar encontrar a los secuestrados. Sin embargo en mi interior me divido sin saber exactamente qué se supone que debería hacer. 

Por un lado debería persuadir a Eko para que no siga buscando a los demás, han desparecido por un motivo...una razón objetiva nos ha traído hasta aquí, y si interrumpimos los planes de la isla puede cambiar mi misión aquí...en la Isla. Por otro lado no debo decirle a los demás que dejemos esta búsqueda en vano...no sería del agrado de los demás supervivientes, y las esperanzas de muchos quedarían borradas del mapa.

De pronto Eko comienza a gritar intentando localizar a Sun,...¿Gritar? Si realmente los otros supervivientes fueron secuestrados no creo que la mejor medida sea gritar...pero es mejor dejarlo así, si la isla se ha puesto en contacto conmigo ha sido por algo.

La llamada de Mr. Eko tiene respuesta. Os llega la voz de Sun hablando en perfecto inglés a través de la jungla.

¡Señor Eko por aquí, por aquí!
 

Claire arrastra del brazo a un aturdido Michael y entra unos metros en la jungla con él. La antorcha no ilumina más que la vegetación verdosa y las lianas colgantes de los árboles. Sin embargo, un poco más allá ves moverse algo. Una figura. Quizás sea la mujer coreana...

-¿Qué está pasando, Hurley? -te pregunta el chico mientras mira con ansiedad como su padre y Claire entran en la jungla-. Todo el mundo se ha puesto muy nervioso y corre de un lado para otro...

Después cambia de tema como solo los niños saben hacerlo.

-¿Estará bien Vincent?

¿Hola? ¿Quién eres?, no me acerco, aunque enfoco los ojos, a ver si distingo algo. Aprieto con fuerza la mano de Michael, para que no me deje sola. Miro de reojo a Hugo y a Walt y escudriño la figura de nuevo ¿Qué ocurre?

No te preocupes, todo saldrá bien, confia en tu padre - le acaricio la cabeza, como si le enredara en una imaginaria melena - Esperemos aqui a que vuelvan.