Partida Rol por web

  Por su parte, la enana finalmente pudo experimentar el peor lado del poder de aquella serpiente, pues si bien ya había sido testigo con otros de su indescriptible poder, era la primera vez que este iba dirigido hacia ella y su grupo, lo que le causaba una desagradable mezcla de temor y fascinación, pues luego de superar el miedo a la muerte solo quedaba la idea de compartir bando con alguien como Leviathan...

 -Coincido con mis compañeros en esta misión suicida -decidió finalmente dirigirle la palabra a la serpiente, bajándose del albino y recuperando su natural compostura sonriente a pesar de que por dentro seguía preocupada de como podría acabar todo. -. El resultado fue... lamentable, una perdida como esa no se podrá recuperar fácilmente, pero cumplimos todos los demás objetivos de la misión: el semi-dios fue derrotado, el campeón ejecutado, los esclavos y amos erradicados... -al decir esto último, habría volteando a ver por encima de su hombro al hombre de cuernos rojos, que era llevado justo en ese momento por la otra demonio en su espalda hacia el portal de Nasai, misma que también se llevaba al chico sin camisa arrastrado de un brazo, no sin antes haber dirigido una mirada de muerte a O´lupent luego de verle tan confiado al hablar sobre los dos heridos; a pesar de su figura, resultaba ser alguien bastante fuerte. -. Conseguimos muchas victorias hoy, y conseguimos una pieza clave en lo que es el plan para cumplir el cometido del rey divino: ¿no es así? -en ese punto, la sacerdotisa fue incapaz de fijarse momentáneamente en Nasai luego de escuchar a Einar hablar bien de él, y que ya de paso el propio sirviente se intentase sacrificar por el resto. -. Además, creo que todos aquí descubrimos un "extra" en este trabajito, uno muy muy peculiar...

  El albino daría oportunidad a los que decidieron a hablar para que se explicasen, sin interrumpir a ninguno y sin dejar que su expresión cambiase en lo absoluto para bien o par mal de los presentes, siendo que cuando los tres más habladores del grupo, que no estaban ya en camino a la enfermería, acabaron de dar sus opiniones, el hombre finalmente... suspiró, de manera pesada y apagada, pasando ahora a tener una expresión más agotada que otra cosa.

 -Supongo que tienen razón... Lo lograron, con una perdida "menor" pero lo lograron... Realmente no puedo matarlos por eso, pero no penséis que se irán de rosas como si nada hubiese sucedido: les recomiendo mantener los ojos bien abiertos... -terminó amenazando el hombre a todo el grupo de la misión.

 Mientras toda esta charla se desarrollaba, Schwi habría ocultado detrás de sí a Eli cuando está se mostró asustada por lo que estaba sucediendo, siendo que al percatarse de lo grave que era en este caso dio la espalda a Leviathan para atender a la chica gata. En este momento, Gladius, el hombre de largo cabello blanco y una cicatriz en el pecho, se acercaría hacia el grupo de las chicas mientras miraba fijamente a la gata: en algún momento Eli habría sentido la sombra del hombre alto cubriéndole, y algo le habría hecho levantar la mirada; ya fuese por temor u otra cosa, la gata acabaría intercambiando miradas con el semi-bestia, quién correspondería la suya durante unos largos segundos en los que, por alguna razón que ninguno podría identificar, ambos acabarían acercando una mano hacia el otro, sin llegar a tocarse.

 -¿E-Eli? -preguntó Schwi, confundida, siendo que la gata habría parecido entrar en un pequeño trance momentáneo hasta que escuchó la voz de la chica.

 -Veo que ya se conocieron... -llevó su atención finalmente Leviathan al par de albinos. -. No los he reunido aquí solo para montar un show, es momento de trabajar... -declaró, segundos antes de fijarse en O´lupent y la mujer de ojo dorado. -. Ustedes dos poseen un ritual antiguo que pienso aprovechar: tengo en mi poder una de las antiguas reliquias de El Coloso, que permite separar o sellar los conceptos mismos de alguien o algo. Pensaba utilizarla para sacar lo que reside en el interior de la chica gato y el arcángel presentes, pero eso seguramente acabaría con ambos... En su lugar, quiero que ustedes dos se junten y realicen el ritual para sacar lo que está dentro de ambos, y luego unir ambos fragmentos en un solo ser -anunció.

 -¿Hacer el ritual? ¿¡Con él!? -se sobresaltó, molesta, la mujer junto a O´lupent. -. ¡Pero si ni siquiera debe saberse los procedimientos!

 -Yo ya tengo preparado todo... -de un chasquido de dedos, la sombra de la serpiente se extendió completamente por el suelo, cubriéndolo de un profundo negro que, a los pocos segundos, regresaría a él dejando dibujado en el suelo un círculo mágico con diseños tribales donde podían caber dos personas en su interior, así como algunas velas blancas sin encender a su alrededor. -. Solo tienen que cooperar...

¡Eli, cálmate!

¡Eli...!

_¡Eli...!

  El temor volvía a apoderarse de ti con aquella escena: el terror de tu vida pasada te erizaba la piel y el miedo penetraba en tu alma. Incluso la voz de Vox se hacía distante en las profundidades de tu mente con cada segundo que pasaba, y en aquella ocasión bien podías pensar que ibas a sufrir un paro cardiaco si tu amo no era más rápido en pegarte para que reaccionases...

 Entonces, un rayo de luz: una sensación cálida que nunca habías sentido antes te bañaría trayéndote una olvidada calma, llevándote a un mundo mejor donde no tenías que temerle a nadie, un lugar donde eras acompañada por seres verdaderamente queridos, una vida pasada en donde tenías gente en la que confiar como en un hermano. Aquel rayo de luz se haría nostálgico para ti, llevándote a alzar la mano inconscientemente en busca de alcanzarlo, regresar a esa vida que desconocías pero que deseabas tener de regreso, regresar con ellos...

No temas, pequeña gata...

Dijo la voz del "perro" en tu cabeza, momento en el que la visión de aquella persona sonriente se dibujaría delante de ti: le recordabas usualmente malhumorado, temperamental, lo cual también significaba que si sonreía...

Todo estaría bien...

  Al volver en ti luego de que Schwi te moviese un poco, él seguiría allí, aunque ahora con una expresión completamente neutra, extendiendo una mano hacia ti al igual que lo hacías tú hacia él.

 -Este hombre... -Vox parecía sorprendido, pero seguro de sus palabras. -. Es bueno...

Ver aquello en mi mente me hizo tranquilizarme por un momento, o más bien mantener mi estres estable, sin aumentar ni disminuir. Aquello que podía visualizar en mi mente no tenía sentido. Nunca había sentido nada igual, nunca había visto un lugar igual, nunca había notado tan cerca una salida como aquella y por supuesto, desconocía a esa persona. ¿Entonces como era que sentía tanto bienestar?

Me daba miedo, no sabía que pensar, no sabía si terminar de adelantar la mano para tomar aquella calidez para mi, o si alejarme y volver a la conocida frialdad del terror que había vivido toda mi vida. Pero una cosa tenía clara, no estaba sola. Con mi otra mano, apreté la de Schwi, buscando no estar sola en aquella escena y poco a poco volvería a la normalidad. O'Lupent tenía otros problemas, pero por suerte Vox hacía eco en mi interior 

-¿Bueno? ¿C-como lo sabes? Y-yo... n-no se quien es y... n-no entiendo po-porque mi interior se siente así... E-es extraño, no es correcto, n-no debería de sentirse así ¿Verdad Vox? ¿Que ocurre? N-no lo entiendo. ¿De verdad esta persona es buena? ¿Estaré a salvo con el? - tantas preguntas que mi cerebro parecía reventar, y por supuesto, externamente, mis lagrimas lo demostraban ante todos aquellos que me vieran.

Leviathan por lo visto sabía que teniamos una conexión, pero seguía sin entender cual y para más inri, quería sacarme a Vox de mi interior - N-no, ahora no... T-tengo miedo ¿Y si este hombre no es bueno y no te tengo a mi lado Vox?

    ¿ Que...? es una pregunta valida Croak~ka~ka~ka~ka~ka - comentaba al aire, mientras dejaba escapar mi enérgica carcajada tras ver como un par de miradas bañadas en emociones fuertes se me quedaban mirando - Aunque vamos, lo que aprendido en este poco tiempo... es que las voluntades alcanzan su cenit cuando mayor es el estres que están viviendo -  a la vez que mis ojos parpadeaban con aquel ligero tono miel - demuestren entonces... que merecen tal evento...

   Tras eso volvería con las señoritas, aunque si... no pude evitar quedarme mirando al joven que hacia un extraño ritual junto a Eli con un pasmoso silencio por parte de ambos...

   Ehhhhh... señorita... ¿ eso es normal ? - preguntaba, pues la curiosidad como siempre era muy fan de este tipo de situaciones de total desconocimientos, aunque al ver que igual era un momento un poco mas intimo ... o es que el muchacho también es de pocas palabras.... , mantendría una sana distancia por si era necesario intervenir, o bueno.... esa era la idea hasta que....

   Croak~ka~ka~ka~ka... Vamos~vamos Judith....-mirando a la otra chica de ojos almendrados - donde esta la emoción del descubrimiento... además... lo mas seguro que salgas mas beneficiada usted que yo Croak~ka~ka~ka - carcajeando, aunque esta ves mirando hacia Levian.... no pienso acordarme del resto de su nombre - Las dejo a vuestro cuidado - y comenzar a andar hacia el extraño circulo ya dibujado a la vez que esta femenina figura comenzaba a volverse en algo mas grotesco..., mas grande y por sobre todo... mas demoniaco - Nos vemos - comentaba sin mirar a mis compañeras, pues quizás su mirada pudieran en cierta medida hacerme dudar de algo tan arriesgado ...  en estos momentos debo ser aquel ser del pantano... nada mas... nada menos...

Al final... después de todas las palabras del grupo que habló para "defendernos" de ser los objetivos de la ira de mi amo, Leviathan decidió "perdonarnos" de momento por haber cumplido la misión pese al coste que tuvimos que perder para conseguirlo. Realmente... a mi Tamiel no me parecía una "perdida menor"... y realmente hubiera preferido que acabase con mi vida ahí mismo; pero ya sabía que aquello era mucho pedir. Pero de lo que no pudimos librarnos fue de una amenaza por parte de mi amo... indicando que era mejor vigilar, pues no nos íbamos a ir así sin más y sin recibir un castigo por perder a la híbrida.

Después de eso no pude evitar comprobar aquel raro intercambio de gestos y miradas entre la chica gato de los ojos raros y el arcangel que Leviathan había subyugado... Como si ya se conocieran de antes y se estuvieran mirando en babía, o ya hubieran tenido una relación anterior sin que ellos pudieran entenderlo demasiado. Yo tampoco lo podía entender seguro que pasaba... Pero Leviathan ya empezó a explicar un poco que quería hacer. El comentario sobre esa "reliquia" no pude evitar asociarla a varias ideas y cosas que poco a poco iba descubriendo... para luego escuchar que él quería separar algo que reside en los dos peliblancos para luego unir esas dos cosas en un solo ser.

No entendía que quería hacer exactamente... pero parecía tenerlo todo preparado, con la mujer de risa rara convirtiéndose en un gordo ser anfibio... por lo que sería mejor empezar a hacer algo en lugar de no quedarnos quieto únicamente mirando; sobre todo teniendo a Sutr en nuestro poder aún inconsciente... pero a saber cuanto duraría así. Miré a Azrael y al enano que era quien llevaba al hijo del Rey Divino -No-nosotros... no-nos lle-llevaremos al "hijo" de aquí si le pa-parece bien... Maese Leviathan...- le dije a mi amo indicándole a los demás que nos fuéramos yendo si es que querían hacerme caso claro... aunque pensando si decir algo más... pero al final me callé... ya más tarde le buscaría para decirle aquello... no me parecía el momento.

Si Leviathan nos dejaba marchar nos iríamos por la puerta de la sala... y ya allí, indicaría que nos fuéramos... hacia una de las habitaciones, pues no creía que fuera a ser muy buena idea meter a Sutr en los calabozos encadenados después de lo que vimos que puede hacer, mejor no ponerle loco.

 -N-No lo sé... -respondió Schwi ante la duda de O´lupent, fijándose nuevamente en la gata luego de que salió de su trance con el hombre albino. -. Eli, ¿lo conoces de alguna parte...? -en ese momento, la chica se detendría a ver más detenidamente al hombre, antes de voltear para dirigir su atención hacia Leviathan. -. ¿Él es... el arcángel Gladius?

 -Muy observadora -le reconoció la serpiente, con una sonrisa de satisfacción. -. Por su culpa estoy en este estado, pero ha valido la pena.

  Por su parte, Vox intentaba en lo posible atender a las preocupaciones de Eli, aunque era complicado teniendo en cuenta que hablaban de sacarlo y demás cosas...

 -Tranquilízate, Eli... Me siento igual de confundido, juraría que conozco a esta persona y que es alguien medianamente importante para mí y para ti, alguien en quien podemos confiar, sin embargo, no logro tener una idea clara de cuál podría ser nuestra conexión... -se explicó la voz en la cabeza de la gata. -. Aun así, dudo que los presentes tengan malas intenciones... Si no entendí mal, Leviathan quiere sacarme de ti y, con lo que tenga el albino dentro, darme una forma física... ¿No es eso lo que siempre hemos querido...? ¿Poder estar juntos, vernos, sentirnos...? No te mentiré, me preocupa un poco todo esto, pero... yo correría el riesgo...

 Por otro lado, Judith no se encontraba alegre ante las declaraciones de O´lupent, siendo que escupiría hacia el suelo mientras se acercaba hacia el círculo mágico, viéndole cambiar de forma en el proceso.

  -Y una mierda me voy a beneficiar... -aseguró, segundos antes de pasarse la mano por el brazo izquierdo y verse recorrida por una capa mágica que, más que cubrirla, descubriría lo que su aspecto escondía. Su brazo izquierdo, marchito y recorrido por incontables marcas y llagas que podían deducir se extendían a parte de su pecho así como sobresalían del cuello. En su rostro, una cicatriz en forma de X, sin mencionar que, mientras con su mano derecha se movía el cabello a un lado, algunos pudieron ver que su ojo izquierdo parecía estar completamente quemado. -. Esto es lo que la maldición del ritual me provoco: ¡por tu culpa...!

 -Ejem... -interrumpió Leviathan, tosiendo de manera poco disimulada. -. Luego podrán matarse, les recuerdo que no estoy para ser paciente ahora, por lo que les recomiendo dejar las peleas para después... -les advirtió en general a todos, antes de fijarse en Nasai luego de su anunció de llevarse a Sutr a otra parte, ante lo cual la mano derecha del rey alzaría una mano en señal de que se detuviese. -. No te he ordenado que te lo lleves, ni que se puedan retirar... Si traje a todos a la vez, y no me hice cargo de los asuntos uno por uno, fue por algo -declaró el hombre con un ligero tono de molestia. -. Ahora, ustedes dos -señaló con una mano a Gladius y Eli. -. Adentro...

  En la expresión de Schwi se podía notar que no estaba del todo segura sobre aquel asunto, pero no parecía que fuese a detener el plan de la mano derecha del rey demonio, siendo que miraría a Eli, buscando darle ánimos y confianza.

 -Tranquila, Eli, todo saldrá bien -le aseguró.

 Por su parte, Gladius le mostraría su apoyo a la chica gato tendiéndole nuevamente la mano, esta vez con verdaderas intenciones de que la tomase y pudiesen ir juntos hacia el interior del círculo, donde se encontraban Judith y O´lupent en lados opuestos con ellos dos de por medio.

 -Muy bien, O´lupent, escucha bien porque como la cagues en una sola cosa nos moriremos todos  los involucrados -soltó sin corte alguno la mujer, claramente sin interesarse en reducir las preocupaciones de Eli. -. Es como cambiar de forma, solo que en cambiar tu forma cambias la de otra persona, y esa persona no es una persona, sino un concepto -explicó como si tuviese algún sentido, aunque por su seguridad parecía tenerlo... -. Solo... Argh, concentrate, y cruza los dedos...

  Sin deseos de hacer esperar más a la mano derecha del rey, O´lupent y la mujer de ojos dorados se pondrían en marcha con el ritual, siendo Judith quién empezaría a pronunciar distintas palabras en latín mientras extendía sus manos hacia los albinos, mismo gesto que O´lupent por naturaleza imitaría, momento en el que sobre el cuerpo de ambos empezarían a aparecer unos tatuajes tribales.

 -Contract Maledicta: Aspectus Aperiens: Opus mensam -conjuró, instantes antes de que el círculo mágico empezase a liberar un aura rojiza, momento en el que una barrera se levantó desde los bordes del círculo interior hacia el techo, encerrando a los dos albinos en un espacio cilíndrico. -. Aperi cor meum...

  Tras las últimas palabras de Judith, tanto Eli como Gladius empezarían a verse imbuidos en un aura mágica que, desde los pies a la cabeza, iría deshaciendo sus cuerpos en motas de magia. La preocupación de Eli era notable en su expresión, pero el hombre tomó las manos de la chica antes de mirarla fijamente a los ojos, dedicándole una tranquilizadora sonrisa que chocaba con su inusual inexpresividad: de alguna manera, Eli encontraría la calma que necesitaba para no salir corriendo en ese mismo instante, si era siquiera posible, siendo que ambos individuos se verían envueltos por completos en esa luz que finalmente separaría sus siluetas en varios fragmentos de magia, mismos que se conectaban entre sí como estrellas en una constelación.

 -Algo que comparten, algo que no debería estar en ellos... -fue buscando Judith con la mirada, como si fuese capaz de ver diferencias entre cada fragmento más allá de su tamaño e intensidad, algo que también parecía sucederle a O´lupent... -. ¡Aquí! -con la afirmación de la chica, está señalaría un par de fragmentos, uno por cada persona dividida, antes de empezar a mover las manos para que todos los demás se fuesen apartando hacia arriba, dejando a la altura de ella y O´lupent nada más que esos dos. -. Muy bien, O´lupent, concentrate... -le indicó ahora de manera más "amable" al batracio, usando una de sus manos para "empujar" uno de los fragmentos hacia él, siendo que por su parte el hombre rana tendría que hacer lo mismo con el fragmento de su lado, a pesar de que ninguno de los dos llegaría a tocarlos como tal.

 En el momento en el que ambos fragmentos se juntaron, estos empezaron a intensificar su brillo y a crecer en tamaño mientras se fusionaban, liberando entonces un gran destello antes de formar una peculiar silueta...

 Se podía describir como una figura hecha de líneas de luz que representaban la silueta de un semi-bestia gato guiñando el ojo y haciendo un doble gesto de paz mientras sonreía, encerrado en un aro circular a modo de borde.

 -¿Q-Qué...? -Azrael enarcaría una ceja, sin entender el significado de aquello.

 -¿Es... un sello...? -declaró Judith, esencialmente como una duda.

 -El sello del Dios de la suerte, sí -confirmó Leviathan desde su posición. -. Por eso dije que los necesitaba, yo no podría romperlo sin acabar también con los dos que lo cargan.

 -¡P-Pero nosotros tampoco! El don de los contratos permite sellar o abrir muchas cosas, ¡pero un dios...! -iba a quejarse Judith, pero fue interrumpida por un gesto de mano de la serpiente.

 -Y por eso no ordené que se llevasen al pelirrojo... -añadió. -. Un trato no es nada si ambas partes no dan algo: queremos romper el sello de Nyhamda, sin embargo, ¿qué podemos dar a cambio que se compare al poder de un dios...? -en ese momento, la mirada del hombre se dirigiría hacia Nasai y Einar, que se encontraban cercanos a Sutr...

 Tenías todos los motivos para estar preocupada y atemorizada, pero una vez dentro del círculo y sintiendo como tu cuerpo era separado en motas de magia, la mirada segura del hombre albino te transmitirían una calma que permitirían que tu mente se despejase de cualquier miedo, viajando a un sueño que se te hacía tan nostálgico, tan... real.

 La oscuridad dominaba en la sala, misma que se movía constantemente a causa de estar siendo trasladada por alguien como poco más que una caja, una con pequeños agujeros a los lados a través de los cuales apenas pasaban pequeños rayos de luz y, esencialmente, aire. Tus ojos no tardarían en acostumbrarse a la oscuridad, visualizando dos figuras que, al igual que tú, eran tan pequeñas como para caber en aquella caja: el primero era un cachorro blanco, de sedoso pelaje que permanecía tumbado en el suelo meneando su cola vagamente hacia los lados. El otro era un pequeño lobo de pelaje azulado, parado en uno de los rincones con la espalda recta cuál animal orgulloso y alerta, pero visiblemente calmado.

 Y allí estabas tú, con tus cuatro patas y tu pelaje blanco, una gata dentro de una caja con otros dos animales sin poder hablarles... Pero con una sensación de tranquilidad solo propia de un animal que sabía que estaba siendo llevado a un nuevo hogar con gente de confianza.

 El sirviente de Lavinia y aquella felida habrían protagonizado un momento curioso con ese repentino acercamiento y las palabras de Leviathan volvían este aún más curioso de lo que ya era.

 Más aún que adjudicará algún malestar al arcángel cuando en la batalla anterior, no hubo señal alguna de la presencia de Leviathan contra Gladius, de hecho era molesto que se adjudicarse tal crédito, aunque no era algo a lo que pudiera o siquiera le importase el protestar al enano.

  Lo que resultaría curioso es que aquella mujer de rojo que antes conoció en las calles, habría cumplido su cometido de entrar al castillo sin que Einar movies un dedo, eso podría facilitar el trabajo de romper su maldición.

  Y si bien la sorpresa dejada por el dios de la suerte, que a estas alturas resultaría completamente anticlimactic dado lo impactante que podría haber sido el ritual de las almas, en cuanto la serpiente menciono el tener que ofrecer un pago, todo cobro sentido y sin dudarlo, ni soltarlo, el enano resguardaria en actitud a Sutr.

 -Mia es la voluntad de hacer lo que me plazca con mi fuerza, y mi voluntad no dejará que el hijo de quien admiro muera como un inmundo sacrificio.-

  Así como declaraba mis intenciones de defender a Sutr, entregaba con mis palabras un rezo al rey divino, su hijo ya había demostrado una fuerza más que digna de su propia libertad, no permitiría que se la arrebatasen cuando le habría costado tanto recuperarla.

 Susurrando el nombre de mi hechizo protector, erigiria una defensa que me permitiese actuar como el escudo del hijo del rey.

 -Tu hija murió por imprudente Leviathan, pero incluso así, su muerte libero las cadenas de este joven, no dejaré que su muerte se vuelva un sacrificio en vano.-

  Estaba claro que no tenía oportunidad, pero si podía crear un momento que pudiera ayudar a Sutr a despertar, ya fuese por el despliegue de magia, mis palabras estridentes; o para que Lavinia tuviera la oportunidad de no verse envuelta o de escapar, bien valía la pena. Pues no pensaba echarme atrás.

Parece que la gente reconoció al arcángel Gladius... quien parecía tener una clase de conexión o vínculo con aquella chica gata de ojos de distinto color. Ambos eran semi-bestias... ¿tal vez eran del mismo poblado y ni se recordaban cuando a él le ascendieron? No lo se...

Luego la atención recayó en la maga a la que Leviathan había solicitado el ritual junto al obeso sapo, que eliminó aquella ilusión por aquella capa mágica y nos mostró su aspecto el cual achacó al susodicho anfibio gordo. No pude evitar sentir cierta lástima por ella y su aspecto; pero Leviathan básicamente no le dejó opción a la mujer de decir que no.

Yo estaba por llevarme al hijo del rey divino... hasta que me indicó que me detuviera, haciéndolo mientras que me indicaba que no me había dicho que me marchase -Ta-tampoco dijo que tu-tuviera que que-quedarme...- no pude evitar responderle a Leviathan... aunque quizás no era el mejor momento para que se me escapasen respuestas así, por lo que era mejor rectificar -Pe-perdón Maese Leviathan, me que-quedaré- dije al final, viendo como Leviathan les obligaba a entrar en el círculo para el ritual a Gladius y a la tal Eli -Lo du-dudo...- se me volvió a escapar aquella respuesta tan poco halagüeña y triste ante las palabras de esa mujer... intentando callarme mejor; pero es que era así... no creo que a Leviathan le importase mucho como acabaran esos dos si su plan puede seguir adelante.

Presenciar ese ritual fue sin duda algo raro... para nada habitual en los oscuros lugares de Nekrodrum... mucha luz, personas que apenas se conocían sonriéndose y ayudándose mutuamente siendo incluso una de ellas ese inexpresivo arcangel... básicamente cosas que rara vez se ven en este sitio tan lúgubre a no ser que tengan malas intenciones... esperaba que acabasen bien. Hasta que entonces... aquella... anticlimática silueta apareció después de unir esos "fragmentos" -¿Eh?- al igual que Azrael, hasta yo estaba algo confuso con la escena... hasta que Leviathan dijo lo que era, sorprendiéndome aún más -¿Nyhamda...?- no pude evitar preguntar al ser nombrado el dios de la suerte... Vale... ¡¿Porque los fragmentos de un sello de un Dios estaban dentro de un arcangel y de una chica gato?! Si antes ya tenía más dudas... Ahora se habían duplicado, pues si este era el plan de Leviathan desde el principio... había muchas cosas que me preguntaba y él debería responder.

Al parecer aquel sello no lo podían abrir... no sin ofrecer algo equivalente al poder de un dios... y fue entonces cuando añadió a la ecuación al hijo del rey divino. Cualquiera procesaría que lo que se estaba refiriendo era ofrecerle en sacrificio... ante lo cual para mi sorpresa, provocó el enfado de Einar, que hasta se empezó a preparar por si debía de entrar en combate contra Leviathan mientras conjuraba ese rezo de armadura que sabía usar, todo porque no sacrificasen al pelirrojo... además volviendo a recordar la muerte de Tamiel. Ahora mismo en este momento, por muchos sentimientos encontrados que tuviera ahora, ya sea por todos los involucrados en ese ritual como por los que podíamos ser salpicados por aquella pelea que realmente duraría poco... ahora mismo no convenía que hubiera una batalla... por lo que intenté ponerme entre Einar y Leviathan aunque eso de poco serviría si quiere castigarlo, y por eso estaba temblando bastante -Po-por fa-favor n-no nos pre-preparemos pa-para pe-pelear... Na-nadie va a sa-salir ga-ganando y ha-hay un ri-ritual e-en cu-curso...- dije sonando obviamente nervioso por no querer conflictos, antes de mirar a mi amo -Maese Leviathan... glups... e-explique que va a ha-hacer e-exactamente su plan con el pe-pelirrojo po-por fa-favor... pa-para que Einar se ca-calme...- le pedí tragando algo de saliva por tener que pedirle algo a él antes de mirar al enano -Einar, pi-piensa que él no-nos e-encargó ir a po-por él ya fu-fuera vi-vivo o mu-muerto... Po-por lo que no e-es su vi-vida lo que ne-necesita pa-para ro-romper e-ese sello... de-deja que lo e-explique pri-primero a-antes de... glups... fi-firmar tu se-sentencia de muerte...- acabé diciendo al final... obviamente temeroso, esperando de que dentro de mi inutilidad, al menos evitase un conflicto.

        Conocen la expresión "como pez en el agua"... fue una de las primeras cosas que la señorita me enseño en una de las tantos descansos y creo por como se esta desarrollando esto, el que por fin entendí a que se refería....

       Llevaba un rato casi concentrado en ello del ritual, pasando muy fuerte de los comentarios de mi hermanastra... de las preocupaciones de la señoritas o siquiera de lo que estuviera diciendo el regente... Pues en mi cabeza solo había espacio para un asunto... EL ASUNTO... ... ohhhhh hmmmm.... siiii... mira como giran.... como se unen y una vez mas se fragmentan.... como si fuera una especie de danza.... una especie de.... patrón ....espera.... por que ese tiene forma de..... hmmmmmmm.... curiosas orejas.... se parece a...

   Deja que fluya... - susurraba a la única persona que en estos momentos quizás me pudiera estar escuchando ... parece que fuera del circulo esta ocurriendo algo... - dejar de pensar dentro del molde... una vez dentro de la corriente todo se vuelve nada.... las apariencias... el pasado... el futuro.... solo quedando el presente.... - mirando hacia Judith sin un ápice de burla, lastima o compasión, de echo mis ojos reflejaban una única emoción - solo quedando los deseos.... 

 Si bien el ritual parecía ir como se supone debía hacerlo, la declaración de Einar ante la indicación de Leviathan provocaría un enarcamiento de ceja por parte de la serpiente, como si pensase haber escuchado mal a pesar de luego ver al enano prepararse para demostrar sus intenciones al dotarse de aquella demoniaca armadura. En Leviathan se dibujaba una torcida sonrisa, mientras la sombra bajo sus pies se distorsionaba con furia, segundos antes de que Nasai decidiese intervenir, colocándose entre ambos.

 -Bien observado, Nasai -declaró el hombre, ya visiblemente más calmado, pero no por ello menos amenazante. -. Lo que me interesa no es la vida de Sutr, sino su conexión con los dioses. La magia del ritual permite incluso separar los fragmentos que componen la existencia de una persona: sabiendo esto, tenemos a nuestro alcance la capacidad de tomar la mitad que hace a Sutr una deidad y utilizarla para romper el sello, dejando que viva únicamente con su mitad dracónica -se explicó con esa tranquilidad que le caracterizaba. -. No pensaron que dejaría que un dragón mitad-dios que me quiere matar se quedase en el castillo sin reducir su poder antes, ¿cierto?

  Mientras tanto, O´lupent se había hecho uno con el procedimiento del ritual, llamando la atención de su hermanastra que, ante sus palabras, le miraría extrañada.

 -¿Ahora te volviste un profesional? -le preguntó sarcásticamente, sin creerse la confianza que tenía el batracio.

 En todo caso, el par de conjuradores se verían sorprendidos luego de que un círculo de oscuridad surgiese del suelo justo debajo de Sutr, tragando su cuerpo y abriéndose justo dentro del círculo mágico en el que trabajaban O´lupent y Judith, siendo que casi de manera instantánea el cuerpo del pelirrojo se volvió de luz, y se dividió tal como lo hicieron Eli y Gladius.

  -Muy bien, eso debería funcionar... -declaró la bruja luego de "sentir" como Sutr se volvía parte del ritual, algo que también podría sentir O´lupent a pesar de que no sabría como describir lo que estaba haciendo. -. Solo tenemos que... romper el sello...

  Y con esas palabras, la chica se coordinaría con O´lupent para usar uno de los fragmentos de Sutr y juntarlo con el sello de aquel gato que, ante el contacto, se volvería de luz antes de desaparecer completamente, provocando un ruido de "Nya" completamente contrario al ambiente que había en la sala con todo el asunto.

 Una vez removido el sello, los cuerpos de Eli, Sutr y Gladius volvieron a materializarse, cayendo al suelo de manera un tanto brusca mientras continuaban en el interior del círculo, mismo en el que también permanecía una formación de magia formada por la unión de la gata y él arcángel.

 De repente, un aire caliente empezó a recorrer la sala: las velas alrededor del círculo se encendieron en unas brillantes llamas azules, y la magia concentrada en el interior del círculo empezaría a moldearse para ir tomando forma: torso, brazos, pies, cabezas... Una figura humanoide hecha de luz aparecería en medio del círculo, y tras extender fuertemente sus brazos hacia los lados provocaría una explosión en forma de aro de llamas celestes que empujaría a O´lupent y a su hermana hacia atrás, tirándoles al suelo y, por lo tanto, acabando con el ritual.

 La luz que cubría a aquella figura pronto empezaría a desaparecer a trozos, revelando debajo un largo y flamante cabello azulado que combinaba con sus brillantes ojos amarillentos, vistiendo unos holgados ropajes de brujo que combinaba con joyería y distintos símbolos antiguos, siendo vestimentas negras que hacían resaltar su pálida piel. Junto a él yacía Sutr inconsciente, así como Eli y Gladius un tanto agotados por lo sucedido. La mirada del hombre se iría posando en cada uno de los presentes, hasta llegar a los dos catalizadores del ritual que se encontraban junto a él, llevando una mano a la cabeza de cada uno para posarla suavemente sobre ellas.

 -Estoy de vuelta -dijo con una voz que Eli reconocería muy bien.

Todo aquello fue raro en extremo. No supe lo que pasó... No entendí que ocurrió durante el ritual, internamente en el o que iba a provocar como resultado... Pero la calma interior y el instinto de tranquilidad que me invadieron, fue como un desahogo mental momentaneo... Uno que no duró demasiado. Tampoco lo justo... Sino más bien, lo que se pudo. Me gustó y quise que durara más, pero al volver a como era antes todo regresó a su curso... Y con ellos mis nervios.

Miré a todos lados, buscando a Schwi con la mirada, a O'Lupent incluso, y hasta aquel ser medio lobo que tanta extrañeza traia a mi interior como preguntarme quien era... Al menos todo aquello eran mis agitaciones momentaneas hasta que... Noté aquella mano que me detuvo en seco.

Alcé la mirada, elevando ligeramente la cabeza, aunque más los ojos antes que la propia cabeza, y entonces lo vi. Vi al propietario de aquella voz, lo cual me confundía. Jamás fui capaz de ponerle un físico y verlo ahora me hacía sentir cosas extrañas en mi interior... Cosas que no sabía describir. Y solo una cosa salió de mi cabeza - Vox - grité en mi interior siendo que mi boca se abrió al mismo tiempo, pero sin dejar reproducir sonido alguno.

Justo ese, fue el momento en el que lagrimas empezaron a correr por mi rostro de pura tristeza - Ahora... ahora... N-no puedo comunicarme contigo... ¿Verdad? Pero por lo menos... Puedo verte... No me dejes sola, por favor... Aunque esté con Schwi, aunque esté con O'Lupent... No me abandones por favor - No esperaba respuesta. La voz de mi cabeza al fin era libre y dudaba mucho que pudiera conectarse de nuevo a mi para entenderme. Por lo cual simplemente me lancé a abrazarlo donde podía a la altura que estaba llorando sobre el.

Lavinia se mantuvo allí de pie, como una mera observadora mientras el despliegue de poder la mantuvo envuelta dentro de una sensación única de éxtasis y miedo, como un espiral imposible de evitar. A la pequeña le encantaban los rituales, eran parte de su vida y ahora mismo tener a Leviathan de esa manera, sin dudas la motivó a jugar con esos pensamientos que no saldrían jamás de su mente. Era alguien muy celosa de su intimidad, no de sus acciones. 

Finalmente el ritual funcionó de forma eficaz, aquellos seres podían dar tanto de si que la demonio no dudó en relamer sus labios. Le gustaba en demasía usar a las personas como objeto y esto era una muestra de su mayor debilidad, más aún cuando de dos criaturas surgió una muy interesante. Ya con sus ojos brillosos, se acercó al peliblanco con la intención clara de felicitarlo, aunque sin decir palabra alguna le arañó la espalda con disimulo así lo provocaba un poco y luego avanzó sinuosa hacia donde se encontraba aquel hombre de cabellos azules. 

—Bienvenido. 

A simple vista denotó ese misticismo delicioso, además como todo conjurador muchas veces se necesita comprobar la eficacia de los rituales y allí en persona tenía el resultado de uno. De momento no se molestó en acercarse para ver cómo estaban los otros dos, su punto de interés era aquel muchacho y poco quería hablar de errores del pasado, eso lo hacían los débiles. Lavinia siempre se predisponía para mejores cosas. 

—¿Cómo te sientes?—preguntó fingiendo preocupación—. Aquí estamos. 

    Ka!! - respondía alegré, pero sin perder el concentración de antes - años de sumergirse en esta clase de energías han de servir para algo, Croak~ka~ka~ka - para no decir mucho mas y continuar con esta mescla de movimientos e impulsos, casi como pastoreando un concepto dentro de un establo... o moliendo una idea, la cual se desmenuzaba y contraía en una nueva energía mutada de aquel ritual .... una maravilla que siempre se disfruta...

   Tras ello nuestro trato fue mucho mas brusco y es que antes de que pudiéramos recuperar ligeramente le aliento, ya estábamos siendo expulsados lejos del ser nuevo, obviamente a mi esto no me importaba demasiado, pero viendo el estado por el que pasaba mi hermanastra no tarde en impulsar ligeramente  mi cuerpo hacia su lado, para que no tuviera que recibir el impacto de lleno contra el suelo dejando escapar un simple "Ka..." una vez nos empezáramos a reponer de la impresión.

   El Amigo de Eli era mucho mas alto y tonificado que ella, lo cual era un misterio del como es que habitaba entro de su cabeza sin estarle provocando algún mal ... imagino que tenia una habilidad similar a la mía... y aunque estaba tentando a satisfacer mis dudas con la señorita Schwi, lo cierto es que la situación se notaba que estaba ligeramente seria como para estarle interrumpiendo con mis dudas ...a veces es necesario recordar que cada cosa en su momento...

Nunca me acostumbro a que Leviathan me diga que he hecho algo bien... por lo que no puedo evitar sentirme incómodo cuando señala que mi observación fue buena. Por como danzaban las sombras bajo él, se notaba que iba a correr la sangre en cualquier momento... aunque parece que mi intervención, como mínimo, aplazó aquello un poco. Leviathan nos explicó que lo que necesitaba de Sutr era su "parte divina" que poseía por parte de su padre y así quitarse un problema de encima eliminando la amenaza latente de permitir quedarse con el poder de un dios, negando con la cabeza cuando preguntó... aunque no pude evitar mirar más al ritual en ese momento -^{_{¿Y que sa-saldrá si e-entro yo...?}}- no pude evitar preguntarme para mi mismo en voz muy baja.

La rana y la mujer discutieron un poco... hasta que Leviathan se encargó de meter a Sutr dentro del ritual acabando igual que Gladius y la chica de pelo blanco. Después de eso solo pude estar mirando el ritual, como rompían el sello del dios gato de la suerte con un maullido bastante incómodo pues rompía el ambiente que se estaba haciendo... sobre todo cuando alguien estaba emergiendo y materializándose después de que los tres implicados volvieron a "rearmarse".

Obviamente ese ser que estaba apareciendo no era el dios de la suerte... hasta que al final, el propio "invocado" de un gesto detuvo en parte el ritual de forma brusca tirando a los responsables del ritual al suelo. Si, al parecer ese hombre estaba de vuelta, pero... -¿Qui-quien... se su-supone que es?- no pude evitar preguntar... pues desde luego no sería alguien normal y corriente si ha hecho falta el poder de un dios para liberarle y sus "fragmentos" estaban escondidos en una chica y en un arcangel. Mientras esperaba la respuesta... me acerqué a Sutr para comprobar si seguía vivo... y de paso apartarlo de ellos no sea que se despertase ahí en medio.

Esta situación sin duda me hizo preguntarme muchas cosas mientras no pude evitar mirar a Leviathan... Obviamente con muchas más dudas aparte de la identidad de ese hombre, pero que en parte sabía que no eran el momento de hacerlas... y además no se si encontraría el valor para hacerlas.

 Claramente, quienes tenían la atención ahora eran aquel hombre de cabello flameante y los involucrados para su aparición, siendo Eli quién, a pesar de mostrarse cerrada y temerosa a todos los desconocidos, recibió la llegada de aquel hombre lanzándose a su pecho con un abrazo, con aquellas palabras que, si bien la gata juraría no fueron escuchadas, serian correspondidas por el nuevo personaje, quién rodearía a la ex-esclava con su brazo.

 -Hicimos una promesa, ¿cierto? -dijo con un tono que, si bien era vago, también era honesto. -. Nunca te abandonaría...

 Por otro lado, la diablesa aprovecharía a tomar la iniciativa de recibir al hombre, no sin antes pasar a mostrar una muestra de "afecto" a la serpiente para felicitarle por tal resultado, algo que si bien no enfado a Leviathan tampoco se pudo decir que le agradó, no tanto como pudo hacerlo; después de todo, a pesar de parecer implacable, el hombre estaba agotado mentalmente.

 -Hmph... -Hares recibió a Lavinia con la mirada, observándola de pies a cabeza mientras seguía abrazando a Eli, antes de simplemente pasar por completo de la sacerdotisa y mirar a Gladius, en silencio.

 Por supuesto, estaban las dudas sobre la identidad de aquel ser, siendo Nasai quién, antes de acercarse y apartar a un inconsciente Sutr, hiciese la pregunta.

 -Para resumirlo, es un Dios Elemental: Hace mucho tiempo hubo una guerra que los involucro, pero los dioses tomaron medidas al repartir su existencia en fragmentos. Estos fueron sellados en objetos, reencarnaban en personas a lo largo de la historia, y todo porque el destino exige que los dioses tienen que regresar para acabar la guerra empezada -explicó Leviathan. -. El dios de la suerte, Nyhamda, ayudó con todo el procedimiento, y selló los fragmentos de este Dios en tres entidades, las cuales reencarnaron como Eli, Gladius, y... un chico que debe estar perdido en Ilfly, aunque el fragmento como tal se encuentra en una lámpara, que está destinada a juntarse con él en cada reencarnación...

 -Aún hablas mucho... -se quejó el dios. -. Soy Hares, el dios del fuego... -se presentó el mismo, esperando así ahorrar toda la explicación historica que se guardaba Leviathan. -. Eli y Gladius fueron regalos de un amigo, mis mascotas: tengo entendido que ahora creen que tenía tres perros, pero en realidad eran un perro, una gata, y un lobo -añadió, fijándose entonces en el arcángel. -. Lo que no esperaba cuando pedí a Nyhamda que les permitiese reencarnar fue que te dejase caer en manos de El Coloso... Al menos ya pareces consciente de ti mismo: podremos estar juntos de nuevo...

  En ese momento, Hares volvería a tender una mano a Gladius, quién inesperadamente no la recibiría, apartándose para caminar hasta colocarse detrás de Lavinia, más correspondiendo la mirada de quién decía ser su amo.

 -Hmph... -nuevamente, la maldita sacerdotisa se ganó la atención del dios. -. Entonces ya elegiste a alguien más para seguir... No, debes seguirla, ¿estoy en lo correcto?

  Sin decir una sola palabra, el albino asentiría, y esto parecería ser suficiente para Hares.

 En ese momento, Schwi finalmente decidiría acortar distancias con O´lupent para observarle y verificar que se encontraba bien, siendo que hasta el momento había intentando mantenerse apartada para no molestar.

 -Hay muchas cosas que creen saber, muchas cosas que no saben y cosas que ni siquiera saben que desconocen... -habló nuevamente Leviathan, mirando a todos en general. -. A partir de ahora, muchas cosas sucederán que no serán capaces de comprender hasta pasado mucho tiempo, y deben vivir con eso. Este mundo, Terra... Tiene mucha más historia de la que yo mismo conozco, y precisamente no conocerla pasará factura tarde o temprano: Mi recomendación es que aprovechen está noche para descansar, y que se preparen mentalmente para la manera en la que cambiará sus vidas a partir de ahora...

 Intentar defender a Sutr sería tan en vano, y luego se podría preguntar alguien el por que anhelaba con tanto deseo el poder. Sin que pudiera hacer algo Leviathan me quitaría a Sutr y realizarían aquel ritual sin que pudiera hacer algo para evitar que perdiera su mitad divina, solo podía observar y esperar.

 -La serpiente tan precavida como siempre, ni tu te salvas pese a tu inconmensurable poder.-

 En cierta forma lo que estaba haciendo era asegurar su supervivencia, pero indirectamente reconocía el poder del hijo del rey divino. Y para que sería usado el poder de Sutr? para traer a la vida a alguien que decía ser la deidad del fuego. Hares, ese nombre era emblemático como para ser tomado a la ligera. Pero siendo que habría pasado tan facilmente al anonimato, y la falta de atención, aprovecharía el momento para retirar mi armadura de magia y dar por sanjado aquel asunto, la serpiente lo había hecho de nuevo y poco podía hacer al respecto mas alla de ir a donde se encontraba Nasai, que habría tenido la gentileza de apartar al pelirrojo para alejarlo de mas intervención no deseada.

 -Gracias joven Nasai, yo me encargare de Sutr apartir de ahora.-

 Si ya no había nada que hacer, y viendo que Lavinia ya estaba haciendo su movida, solamente le dedicaría una sonrisa y la dejaría jugar su juego, por mi parte, cargaría el cuerpo del inconsciente pelirrojo sobre mis hombros y me lo llevaría rumbo a la enfermería, sería un buen lugar donde tratar sus heridas del combate contra Nasai. Y hablando del demonio...

 -Si tus heridas necesitan atención puedes acompañarnos, puedo sanarte jovencito.- Seria mi aviso, una gentileza por haber intervenido oportunamente cuando habría perdido los estribos.

       Si antes consideraba que la situación era un poco grande para mi distante persona, el que ahora involucraran a seres que venían viviendo desde la concepción del mundo ... o al menos asi le llamaba la señorita Schwi a esas entidades... no generaban en mi una confianza de la que pudiera palpar ... la parte amable de todo esto es que aprecia a la pequeña... eso es algo bueno...

       Ohhh no preocupes - mientras agitaba ligeramente la garra con total parsimonia - esto no fue mas que un chapuzón, eso si... - ensanchando la sonrisa de manera lenta -  primera vez que veo este tipo de resultados tras salir de un estanque.... una anécdota mas que sumar a nuestro viaje de conocimiento... Croak~ka~ka~ka~ka.....

No le importó la actitud de Leviathan porque Lavinia era una Sacerdotisa caprichosa y egoísta, si bien tenían una buena comunicación entre los dos y los intereses iban hacia el mismo lado, estar delante de un Dios del Fuego había captado su atención. No todos los días se encontraba uno por ahí, así que por esa razón es que desplegó su sensualidad a través de gestos tan peligrosos como provocativos mientras se decían muchas cosas que para alguien como Lavinia eran aburridas. 

Eso sí cuando se le colocó detrás suyo, lo miró desde abajo con cierto aire travieso mientras apoyó descaradamente su cuerpecito sobre el del Dios, obviamente buscando esa atención que ahora  le estaba ofreciendo con mayor intención. Si bien esto de profesar fe, y hacer cosas de devotos no era ni por asomo su rollo, sí que le gustaba simular ese tipo de credibilidad para tener en sus redes a las personas de su interés. 

—Hm, quieres que te siga, te venere... ¿Hm?—preguntó juguetona. 

Estaba claro que al uso, ya le encontraría un motivo. Le daba muy igual lo que opinen los demás, si tenía la atención de un Dios, podía hacer muchísimas cosas. Eso sí que era una buena oportunidad, más allá de que le dedicó una significativa mirada a Leviathan, no quería que él justamente se crea sus juegos, ya la conocía. 

Vería con cierta sorpresa el gesto de aquel "ser poderoso" al abrazar y hablar con lo que parecía ser cariño hacia esa chica gata que antes tenía parte del sello para encerrarle. No era... una imagen a la que yo estuviera acostumbrado, pues en este reino aquellos gestos no eran algo que abundaban. No parecía haberle quedado demasiado bien Lavinia... o por lo menos pareció darle indiferencia, pues pasó bastante de ella.

Entonces Leviathan empezó a explicar quien era ese hombre mientras apartaba a Sutr de aquella escena... Aún me temblaban las piernas y me dolía todo, y Sutr no era precisamente ligero... Pero ya me había acostumbrado a vivir así. Sin duda sus explicaciones me sorprendieron... Pues parecía que teníamos frente a nosotros al mismísimo Dios del Fuego en el castillo, sellado hará mucho tiempo y cuyos fragmentos fueron reencarnando a lo largo de las eras.

El propio Hares se cansó de que explicasen su vida, haciendo un resumen bastante breve de lo que representaban Gladius y Eli para él, también lamentando que el primero hubiera caído en manos del Coloso. Aunque luego cuando dijo lo de que era consciente de si mismo... no pude evitar desviar la mirada con tono triste, viendo de reojo como Gladius se apartaba para irse junto a Lavinia. Realmente no sabía que era mejor... estar bajo el control del Coloso o bajo el control de Leviathan... pero desde luego, Gladius dudo mucho que ahora mismo esté siendo consciente de si mismo.

Mi amo volvió a empezar a hablar, haciendo un preludio de todo lo que desconocíamos de este mundo, y que en el futuro no íbamos a entender mucho de lo que pasaría. Me sorprendió escuchar un agradecimiento por parte de Einar, como cualquier gesto de amabilidad hacia mi persona en general... aunque cuando me propuso ir a acompañarlo, negué con la cabeza levemente. Obviamente no estaba bien... pero no es que mi salud fuera algo que me preocupase demasiado. Toda esta escena me había sembrado más dudas que antes, tenía muchas preguntas que hacer a más de uno en la sala, comprobar como estaban los demás, comentar dudas con Azrael, Hares... pero de momento, me centraría en quien creo que... me debía más respuestas... -Maese Leviathan... ¿po-podría... ha-hablar co-con u-usted a-ahora un momento... a so-solas... po-por fa-favor?- me atreví a preguntarle... sin saber si me podría atender y hablar... pero aunque mi voz temblase, que se lo hubiera pedido y me hubiera atrevido a hacerlo ya indicaba que si tendría cosas que consultar.