Partida Rol por web

Me habían avisado con el tiempo justo para llegar al aeropuerto y alcanzar el avión, pero llevaba demasiadas horas sin dormir y no estaba precisamente de buen humor. Desde luego, me alegraba el haber sido escogida para participar en aquel concurso, porque en verdad necesitaba todo cuanto pudiera conseguir.

Por una vez, haría algo que me beneficiase a mí misma y a nadie más, y demostraría que valía tanto como yo sabía.

Cuando embarqué, me fijé en el grupito que llenaba el interior del avión, dándome la sensación de que era una pandilla de niñatos con más ego de lo que podían asumir. Le sonreí a la azafata y sin decir nada, me dirigí a mi asiento, guardando mi mochila, lo único que llevaba, en la parte superior.

-Hola, soy Alba -le dije a la chica que se había presentado, la única que parecía haber tenido suficiente educación como para hacerlo, aunque miré también a los demás para que consideraran que también me había presentado a ellos. Después, me senté, o más bien, me dejé caer.

Los comentarios que oí no me hicieron ninguna gracia, así que simplemente me coloqué el cinturón y los ignoré. Miré a través de la ventanilla mientras el avión cogía velocidad, pensando que dentro de poco estaría en un lugar completamente diferente, demostrando que podía conseguir grandes cosas.

O eso esperaba, por supuesto.

¡Bienvenida! - Dijo Jensen con entusiasmo.

Soy Jensen Jacobi y si quieres puedo hacerte de azafato. Ya le he ido pillando el truco a esto. En total llevo aquí casi un día entero. A Nya ya la conoces, es nuestra dulce belleza cuzzy. Estas dos ricuras son Kimy y Kate, y el chico sociable de aquí es Malek.

Pelo largo, mirada arrogante. Humm me gusta pero dudo mucho que sea una rival fácil. Kimy había empezado a evaluar las posibilidades de todos sus compañeros para competir con ellos en el concurso y lo cierto es que Alba no le parecía el rival más apetecible. Escueta en sus palabras y justita de modales.

El que sí estaba demostrando modales de más era el de siempre -Jansen, querido, no hace falta que nos presentes a todos... sabemos hablar -le dijo con tono divertido -A ver que tal se te dan los modales cuando empiece la competición -mientras le dedicaba una sonrisa coqueta.

Se volvió a mirar a la chica mientras esta se lanzaba sobre el único asiento disponible -Yo soy Kimy, encantada. -Aunque no dejó de sonreír estaba deseando llegar a New York y estirar las piernas. Al menos al volver podría decir que prácticamente le había dado la vuelta al mundo.

El cansancio no tardaría demasiado en aparecer, pero hasta ese momento, quizás cuando estuviésemos ya camino a Nueva York, podía esforzarme en conocer a quienes iban a ser mis compañeros y también, en cierta manera, enemigos, puesto que competería contra ellos.

-Igualmente, Kimy, Jensen...  Supongo que no sabréis exactamente lo que tendremos que hacer, ¿verdad? Lo digo porque me parece que todos somos muy diferentes.

Me preguntaba, qué pruebas tendríamos que pasar y cómo se llevaría a cabo la selección de cada uno de nosotros. ¿Sería una especie de concurso por preguntas, habría un jurado.... ?

Pero mientras tanto, también parecía que los chicos estaban más concentrados, como solía ocurrir, en conquistar. Eso enmascaraba sus posibles habilidades, puesto que ellos mismos se encargaban de dejarlas en un segundo plano. Tendría que seguir observándolos para ver si conseguía descubrir algo más.

Por fin habíamos llegado a Reykjavik y ya me sentía nerviosa por la proximidad del final de nuestro viajo, no obstante primero tocaba una última parada para recibir a una participante más. Con curiosidad observé a la chica que entró en el avión y dijo llamarse Alba. Parecía simpática, y como iba a sentarse al lado mío no dudé en ponerme de pie para dejarle pasar a la ventanilla y también ayudarle con el portaequipaje si hacía falta. 

- ¡Hola! Soy Kate. Da gusto conocerte, Alba - Expresé con una sonrisa amistosa. estaba segura de que nos llevaríamos bien. 

Cuando volví a sentarme después de ella me quedé pensando en el concurso en sí, aunque estaba intentando no hacerlo para no agrandar los nervios. - Aun no nos han dicho nada... por lo menos no desde que llegué yo... 

Observé al resto por si alguno sabía algo más. 

Después de haber dejado mi equipaje y tomado asiento, mientras observaba a través de la ventanilla, la chica a mi lado me saluda.

- ¡ Mucho gusto, Kate ! - Expresando una sonrisa amable, - Parece una chica agradable - 

Una vez realizadas las presentaciones, les pregunte por si sabían que teníamos que hacer en el concurso. Dado que ninguno de los presente tenia idea de lo que haríamos opte por contemplar el horizonte desde mi asiento, donde lentamente me quedaría dormida.

Parecía que allí dentro nadie sabía nada, así que Alba se acomodó en su asiento y poco a poco, al igual que el resto, fue quedándose dormida. Ya fuese a causa del cansancio, del sueño que se producía después de la comida o la oscuridad que se hacía cada vez más evidente a vuestro alrededor, el caso es que todos terminasteis por caer arrastrados por Morfeo, acompañados por el suave ronroneo de los motores.

Cuando uno tras otro fuisteis abriendo los ojos de nuevo, seguíais en el mismo lugar, dentro del avión, pero algo había cambiado. Al asomaros por las ventanillas visteis que era ya de día, algo que no tenía sentido puesto que se tardaban unas seis horas en llegar y debía ser todavía de noche si no lo habíais hecho. Por la posición del sol, debían ser las nueve o las diez de la mañana y eso no tenía ningún sentido.

Tampoco se oía nada, ni un solo sonido, aparte de los motores. Desde donde estabais, os veíais los unos a los otros, con la zona de la azafata y los servicios antes de llegar a la cabina, que, por supuesto, estaba detrás de una puerta cerrada.

Los pilotos y la azafata debían estar en la cabina de mando.

Pero aún así, era extraño.

Y todavía había una cosa más.

Al mirar al exterior, además del sol en una posición demasiado elevada, había una sola cosa que distinguir.

Agua, y más agua por todas partes, sin un atisbo de tierra por ninguna parte.

Kimy fue despertando poco a poco cuando la luz fue entrando por un resquicio de la ventanilla. Su mano descansaba todavía sobre el brazo de Nya a pesar de que había estado moviéndose incómoda durante todo el trayecto desde la última vez que despegaron -Uf, por favor. ¡Cuándo vamos a llegar! -sentenció en voz alta buscando a la azafata.

En cuanto se dio cuenta de que no estaba, por no gritarle por educación hacia sus compañeros, se quitó el cinturón y se levantó del asiento para ir al baño. Le susurró a Nya -Mejor ahora antes de que empiece el atasco de todos por ir -y se fue en busca del retrete. Voy a avisar a la azafata de que me vaya poniendo un café. Y golpeó en la cabina del avión para ver si contestaba alguien...

Kimy pareció transmitir la misma frustración que os invadía a todos, primero cuando vio que seguíais en el aire y después, que parecía que aquel avión jamás iba a llegar a su destino.

Cuando golpeó la puerta de la cabina, esta se abrió lentamente, con un pequeño chirrido, dejando entrever el interior... que estaba completamente vacío.

El avión era bastante reducido, con sitio para vosotros y a lo mejor, un par de pasajeros más como mucho aunque fuera en asientos adaptados. Pero allí no había nadie más y lo peor de todo era... que nadie parecía estar pilotando el avión.

La cara se le hizo un cuadro cuando vio que no había nadie en la cabina. ¿Pero qué ha pasado? ¿Cómo se han volatilizado el piloto? ¿Y la azafata? Se dirigió a sus compañeros de viaje elevando mucho el tono. Se acabó dormir. -¡Chicaaaaaaaaaaaaaas! ¿Alguien sabe conducir un avión?

En sus diferentes viajes había montado muchas veces en avioneta e incluso había tomado los mandos de varias, pero otra cosa era conducirla ¡Y sobre todo aterrizarla! La adrenalina le empezaba poner los músculos en tensión. Ella sí estaba acostumbrada a que las cosas se torcieran en cualquier momento... a ver que tal pasaría con el resto de polluelos.

Soltó una risotada para descargar los nervios -Me parece que nos va a tocar hacernos el desayuno...

Jensen se despertó con la sensación de haber estado durmiendo mucho tiempo y, poco a poco, su cerebro empezó a mandarle mensajes. Mensajes del tipo: "hay que ver lo lejos que está NY".

Sin embargo, más allá de una sensación de extrañeza medio diluida con la somnolencia del recién despertado, todo iba sobre ruedas. O, mejor dicho, sobre alas.

Por eso cuando su compañera más veterana de vuelo se levantó y lanzó aquel comentario,  Jensen no terminó de procesarlo con la rapidez necesaria.

¿De qué hablas, Kimy? ¿Te has pasado con la graduación en el desayuno? ¿Para qué íbamos a necesitar saber pilotar?

Aunque la respuesta, por obvia, no fue necesaria. Cuando entendió la pregunta se levantó de un salto tras un primer y fallido intento que acabó con él desabrochándose el cinturón antes del segundo intento.

¡No me jodas!

Iba despertando, pero sabia que no había dormido lo suficiente, así que me reacomode en mi asiento, esperando poder dormir un rato mas. - Mmm... 5 minutos mas... -
Pero era imposible, con cada uno de nosotros despertándose, mis posibilidades de volver a dormir disminuían. - ¡Buah!, me rindo -

Me dirigía al baño. - Mmm... Ocupado - Cuando llega mi turno de usar el baño, mientras me estaba lavando la cara, esperando espantar el sueño en el proceso, escucho el grito de Kimy.
Salí del baño, con una expresión de confusión y todavía secándome la cara. - ¡¿Queee?! -

Tenía el sueño bastante ligero, así que cuando el sol comenzó a asomar por la ventanilla me desperté de inmediato. Aunque le había cedido el espacio a Alba, permanecí unos instantes observando el océano en silencio hasta que oí a Kimy levantarse. Era la hora de desayunar, aunque era raro que no hubieramos llegado aún. ¿Hubo algún problema mientras dormíamos? 

Me incorporé para averiguarlo, pero entonces llegó el grito de Kim y todos comenzaron a alarmarse. Tratando de hacerme una idea de lo que acontecía me acerqué más al grupo.  - ¿Dónde están los pilotos? 

No podía más que alzar las cejas confundida, a no ser que todos hubiesen sufrido un ataque de diarrea al unísono su desaparición no tenía ningún sentido. Aunque también vi que no estaban ninguna de las azafatas... ¿Sería alguna especie de cámara oculta relacionada al programa de talentos?

iMuerto, estaba muerto en su asiento. O al menos lo parecía debido a la profundidad del sueño. Por alguna razón el arrullo del suave sonido de los motores lo arrullaban como nada, era algo que le ocurría incluso en los buses en tierra. Por lo que solamente cuando comenzó la serie de gritos finalmente despegó un ojo y luego el otro en secuencia, quedandose mirando a la nada unos segundos mientras los gritos continuaban. 

- Así no hay quién duerma...-dijo con cara de malhumor mientras se tallaba los ojos con el dorso de las manos. - ¿Qué ocurre?-

Dijo asomandose al pasillo del avión, alcanzando a ver al fondo la puerta de la cabina abierta y la cara de horror de Kimy. Entonces notó también las expresiones de los demás y se desabrochó el cinturon.

- Eh?...-dijo acercandose hasta la cabina. - ¿Esto es una broma no? -miró hacia los demás. - Donde esta la camara oculta...no es gracioso...- 

Realmente nada de eso tenia sentido. Pero notando que nadie parecía estar bromeando. 

- Pa...paracaidas. Tiene que haber paracaidas...- dijo comenzando a buscar en cada rincon del avión, aunque su expresion continuaba siendo somnolienta, la brusquedad con la que buscaba denotaba que poco a poco estaba siendo consciente de la situación.

La visión de la cabina vacía hizo saltar todas las alarmas. Hasta Malek salió de su hibernación y lideró la búsqueda de una solución, en este caso, paracaídas, con la suficiente entereza como para registrar todos los espacios posibles, que no eran muchos. Para vuestra desgracia, no había paracaídas, al igual que tampoco había ninguna azafata, ni pilotos, ni por supuesto, un desayuno preparado para empezar el día con energía.

Estabais completamente solos en un avión que seguramente se mantenía en vuelo únicamente gracias al piloto automático y que sobrevolaba un mar que de tratarse el Océano Atlántico, ya debíais haber atravesado.

¿Qué demonios estaba sucediendo? Pero la gran pregunta no era esa, sino qué podíais hacer.

Desde luego, si aquella era la idea que tenía esa gente del Proyecto Oasis sobre los concursos, alguien iba a tener que hablar con ellos muy seriamente.

Al notar como la mano de Kimy se separaba de la mia comence a abrir los ojos lentamente, no queria despertar de aquel bonito sueño que estaba siendo estar a su lado y sentir el tacto calido de su piel pero esta se levanto para ir al baño no sin antes pasar por la cabina del piloto y pedir nuestro desayuno, le cual ya deberia haber hecho horas nos deberian haber dado.

Pero al golpear la cabina del piloto esta se abrio y Kimy salio gritando que necesitabamos alguien que supiera pilotar, me levante como una rayo para ir a ver la cabina que se encontraba completamente vacia; mientras Malek registraba el avion en busca de paracaidas, las azafatas, el piloto o cualquier otra cosa que nos sirviera para salir de alli con vida yo solo podia ver pasar mi vida delante de mis ojos sin poder hacer nada para remediarlo.

Sin poder evitarlo me sente en el asiento del copiloto del avion viendo como este se convertia en un caos de gente que iba a morir, Tal vez esta sea nuestra primera prueba... pense tragando saliva, mientras hablaba para mi misma mas que para los demas no pueden dejarnos morir, verdad?? entonces mire todos los aparatos del avion y busque en mi movil alguna solucion; si manteniamos la cabeza fria seguro que conseguiamos salir de alli.

Cuando vieron que no hablaba en broma todos empezaron a mover el culo. El rubio dio un salto que casi se da contra el techo. La última en subir se iba a tener que lavar otra vez la cara para creerse que era cierto lo que pasaba. Kate parecía mantener la calma pero la confusión se dibujaba en sus ojos. Curiosamente el que se había pasado el viaje durmiendo ahora no paraba de buscar por todo el avión ¿Los paracaídas? -¿No hay paracaídas? Pero qué c... 

Pero sin duda el premio a la valentía se lo llevaba Nya que se lanzó a la cabina y se sentó en el asiento del copiloto. Kimi también pensaba en ponerse a los mandos, a fin de cuentas había montado cien veces en avioneta. Y era una buena conductora de coches pero... una cosa era conducir y otra bien diferente pilotar. Así que se colocó detrás de Nya colocó sus manos sobre los hombros de la rusa y deseó con todas sus fuerzas que Nya supiera lo que se traía entre manos.

No obstante no perdió ojo a los cuadros de mando para ver si era capaz de identificar un mapa un radar, advertir cualquier cosa que pudiera indicarles donde estaban y que había pasado.

Nya se dedicó a mirar en el panel del avión, y a pesar de todo, fue capaz de distinguir que se encontraban volando con rumbo fijo a una velocidad de crucero de unos 370 km/h y que manteníais una altitud constante. Al menos daba la sensación de que estaba todo bajo control.

La rusa no había manejado nunca una avioneta, y mucho menos una como aquella, pero se sentó y sus manos cogieron los mandos con naturalidad. El avión  mostraba una resistencia natural. Kimy se fijó en todos los indicadores, viendo como el piloto automático estaba activado, así que parecía evidente por qué costaba cambiarlo.

Si desconectabais el piloto automático, dependeríais automáticamente de la destreza de la rusa. ¿Estabais dispuestos a jugárosla con ella?

Pilotar requería conocimientos y unas manos entrenadas y no sabíais si alguien tendría las dos cosas.

Por lo demás, no parecía haber nada en la cabina que os diese una explicación sobre lo que había ocurrido, ni por qué no había nadie ni en dónde os encontrabais.