Partida Rol por web

Mientras vas a clase encuentras a alguien muy especial cogida de la mano con un chico feo y con granos en la cara. Cuando te das cuenta es YUI, que te saluda con su otra mano libre mientras se dirige a su clase con ese fanfarrón que se siente afortunado.

Al ver a Yui saludarme, decido acercarme con una sonrisa cálida mientras dedico una rápida mirada a su acompañante, Yui y yo teníamos un pasado juntos, pero eso no impedía que fueramos buenos amigos.

Y aunque intentaramos negarlo, ella y yo aún sentíamos algo el uno por el otro y siempre existiría ese nexo que nos unía, actualmente veía a Yui como una hermana pequeña, pero de vez en cuando eso me llevaba a otra clase de pensamientos que me costaba un poco refrenar.

Ella tenía una forma muy especial de pedir las cosas, había algo en su sonrisa que me impedía decirle no, o simplemente pasar de largo.

Hola Yui-chan. ¿Cómo has estado? Yo iba de paso para apuntarme en el viaje organizado por el Concejo Escolar, supongo que también irás ¿Cierto? - pregunto con una amplia sonrisa.

Con todos los cacharros que había ensuciado durante las tareas del club fregados y su terrible fracaso empezando a quedar enterrado en el olvido, Hiroshi se dirigió hacia su aula. Ahora tenían clase de lengua con la profesora Tiranuka y no quería volver a llegar tarde de ninguna de las maneras. Por suerte hoy no tenía el tiempo tan pegado a los talones como el día anterior. No había riesgo de volver a comerse la puerta por ir con prisas.

Sin embargo no todo salió perfecto, ya que al llegar a clase el enorme muchacho se dio cuenta de que su amiga Mika no estaba. ¡Y la clase estaba a punto de empezar! ¿Dónde se habría metido? ¿Se habría quedado dormida en algún pasillo? Con lo malo que era eso para la salud… Definitivamente no podía quedarse tranquilo sentado mientras, la que probablemente fuera su mejor amiga hasta el momento, permanecía tumbada en un frío y duro suelo de baldosas cogiendo catarros, dolores o a saber cuántas cosas más.

Por eso, en cuanto la profesora asomó por la puerta, Hiroshi fue hacia ella.

 -Disculpe Tiranuka-sensei, pero Mika Kaori-san aún no ha llegado. Esta mañana cuando la he visto no parecía encontrarse bien y temo que haya podido desmayarse en algún pasillo. Tengo que ir a buscarla para ver si está bien, ¡discúlpeme por faltar a su clase!

Allí estaba, frente a la enfermería... Mayurit... tan guapa, tan perfecta. Me podría quedar todo el día mirando... al menos hasta que llamó mi atención -¿Eh? Oh, perdón si te he incomodado- empecé disculpandome con una sonrisa nerviosa, y aun con la mano en la nariz -Sólo miraba que estabas enfrente de la enfermería... yo iba a entrar, ya que mientras mis compis me manteaban por la victoria... he acabado contra el suelo y me sangra un poco la nariz... Si hasta cuando ganamos siempre acabo por algún motivo aquí- le comenté a la chica más tranquila y dándole esa explicación como excusa.

Si, soy Mika. Tu eres Mayurit ¿no? Aún no nos habíamos presentado formalmente... aunque creo que últimamente has sido público de muchas caidas mías- le comenté y pregunté riendo, esperando no incomodarla -¿Porque estas frente a la enfermería? Si me permites la pregunta, claro ¿Te molesta el estómago o te duele la cabeza? Porque por fuera pareces estar bien- le pregunté curiosa. Mi nariz podía esperar por ella.

Yui miró sorprendida porque no esperaba que ese momento sacrificaras llegar tarde a clase para acercarte a hablar con ella.- Hola Kenichi-Kun ¿Cómo estás? Éste es Rimoko.- Dice mientras el desagradable ser te dedica una mirada escrutadora sin decir ni mu.- Pues desgraciadamente no voy a ir, tengo muchas cosas que hacer y no me siento con la fuerza de dejarlas todas para después de la excursión. ¿Tú vas?

Buenas tardes Rimoko-san

Sí, tengo pensado ir, al final de la clase iré a inscribirme y luego me voy directo a la cama, estoy molido, ayer pasé toda la tarde en el taller mecánico y la verdad es que luego de eso ni siquiera me quedaron fuerzas para ir al dojo. - comento con una sonrisa amable.

En fin ya te lo contaré luego, por ahora me voy a clase, no quiero llegar tarde a clase. ¿Está bien si te llamo a las 19:00 para darte los detalles? - pregunto mientras me dispongo a echar a andar. 

Como de costumbre la mitad de la clase se quedó dormida en historia, pues era una asignatura demasiado densa para la última hora. Tú incluso parecía que te habían abducido, pues no recordabas nunca nada de lo que pasaba en esa clase, era siempre un tanto extraño.

Como de un largo letargo despertasteis cuando la campana sonó finalmente para indicar el final de la clase y del colegio ese día.

Como de costumbre la mitad de la clase se quedó dormida en lengua, pues era una asignatura demasiado densa para la última hora. Tú incluso parecía que te habían abducido, pues no recordabas nunca nada de lo que pasaba en esa clase, era siempre un tanto extraño.

Como de un largo letargo despertasteis cuando la campana sonó finalmente para indicar el final de la clase y del colegio ese día.

La emoción ahora se palpaba en el aire, pues Mika había sido ascendida a jefa del equipo y era un rumor a voces en todas las clases. Todo apuntaba a que se haría una gran fiesta.

Sin perder tiempo me dirijo a la oficina del Concejo Estidiantil y me anoto para participar en el viaje al monte Fuji.

Tras anotar mi nombre en la lista, me pongo en camino hacia mi casillero para recoger mi ropa de entrenamiento y encaminarme hacia el dojo, para un entrenamiento ligero y con algo de suerte un kumite rápido con alguno de mis compañeros.

Sabía que había perdido dos días de entrenamiento, por lo que no iba a perder un tercero, por más que estuviera totalmente molido. Las artes marciales me habían dado mucho en los últimos años y no había excusa para dejarlas de lado.

- No, tan solo venía a darle unos documentos a Miruki.- Dijo enseñando una carpeta.- Por cierto, habéis ganado ¿verdad? ¿Quién es vuestra capitana? Debe de ser muy diestra dirigiendo al equipo.- Dijo siendo muy simpática centrando la atención en ti ahora.

Ahhh vale. Que amable por tu parte traerselos- dije con una sonrisa simpática, un poco aliviada de saber que a la guapa pelirroja no le dolía nada. Por suerte aquí sólo hay una nariz algo herida y es la mia.

Entonces empezó a hablar sobre el partido y nuestra victoria. Me puse algo roja cuando pregunto por la "muy diestra" capitana del equipo -Jeje... la tienes delante...- dije riendo un poco con la mano en la nuca y mejillas sonrojadas -Me ascendieron a capitana por cómo lleve el partido de hoy... me alegra saber que fue merecido- le sonreí muy sonriente y agradecida a Mayurit. Esto era más o menos equivalente a un cumplido de Mayurit... me estaba aguantando las ganas de derretirme de amor delante suya.

Dios... que tostón de clase- pensé mientras mi cabeza estaba en todas partes menos prestando atención... por todos los kamis, ¿porque me enseñan a leer y escribir si ya se? Puffff... ¡pero alegría! ¡La campana había sonado! ¡LIBREEEEEEEE!.

Soy capitana... soy capitana... lala lala la la ☆- canturreaba en mi cabeza y por lo bajo muy contenta una vez desperté de mi letargo. Además... habia rumores de fiesta. ¡FIESTA! Me tengo que asegurar para poder invitar a mis amigos y... por supuesto a Mayurit claro -Fieeeesta... fieeeeesta... fieeeeesta...- pensaba alegre. Tendré que ir a preguntar a mis compañeros de equipo... ¡FIESTAAAAA!

¡Por fin la clase había terminado! Poco les faltaba a las orejas de Hiroshi para empezar a echar humo después de la casi interminable lección de Tiranuka-sensei. Pero el enorme muchacho no estaba tan agotado como para no darse cuenta del cambio de actitud de su compañera y amiga. ¿Tanto le gustaría la asignatura de Tiranuka-sensei? ¡Que estaba cantando y todo! ¡Y hacía nada que se estaba durmiendo por los pasillos!

Hiroshi recogió sus cosas deprisita para acercarse a Mika Kaori y preguntarle:

 -Mika-san, ¿qué tal te encuentras? Aunque parece que la clase te ha animado mucho, ¿te ha gustado? Yo me he enterado de más bien poco, la verdad…

Con una sonrisa que no se me iba de la cara, mire a Hiroshi que había detenido mi tarareo con su pregunta -¿Eh? ¡Ohh, hola Hiroshi-kun!- le empecé saludando con alegría -¡Me encuentro estupendamente, gracias por preguntar!- le respondí.

Y entonces me enteré de su otra pregunta, la cual me extraño aunque no me hizo perder la risa y el bien humor -¿La clase? No tengo ni la más remota idea de que hemos dado, jeje- le admiti riendo, sin necesidad de decir que si me enteré de la clase ni nada -¿No te has enterado? ¡Estas delante de la nueva capitana del club de béisbol gracias a mi partidazo! ¡Jajaja!- exclame muy orgullosa riendo con los brazos en jarra -Ahora voy a enterarme por ahí si me harán alguna fiesta o algo... ¡si la hay estas invitado! ¿Me acompañas?- le termine explicando y preguntando con mi imborrable alegría.

La cara de Hiroshi pasó de la sorpresa a la incredulidad y finalmente a la felicidad.

 -¡Eso es genial Mika-san! ¡Cuánto me alegro por ti!

¡Capitana del equipo! Eso era algo que no se conseguía todos los días… Ojalá a él le nombraran capitán del club de cocina… ¿Existirían capitanes cocineros? ¡Qué más daba, Mika Kaori había conseguido un logro asombroso y había que celebrarlo!

 -¡Claro que te acompaño! Una cosa como esta tiene que celebrarse por todo lo alto. ¡Si necesitas algo para picar, yo puedo ayudar! Mi madre sabe una receta de canapés que están para chuparse los dedos.

¡Jeje! Gracias hombre, se agradece que te alegres- dije agradecida por la alegría que al parecer le había dado a Hiroshi el saber la noticia. ¡Como se agradece tener amigos así ostias! ¡Así da gusto decir buenas noticias!.

Cuando me dijo que me acompañaba, asentí contenta -Pues vamos al club de beisbol a enterarnos... mejor dicho, ahora puedo llamarlo MI CLUB DE BÉISBOL. ¡VAMOS A MI CLUB DE BEISBOL!- dije extremadamente contenta y feliz -¡Y me gusta como suena eso de "canapés" para chuparse los dedos!- le dije agradecida -Sobretodo la parte de "papeo gratis"- pensé. Es que hoy es el mejor día de mi vida. Solo me faltaría que viniese Mayurit corriendo hacia mi y me regalase un beso... aún puede darse la oportunidad de que nos crucemos, se tropiece y de la extremadamente minima casualidad de que se caiga sobre mis labios con los suyos por delante... no pierdo la esperanza.

El entusiasmo de Mika se le había contagiado a Hiroshi, al cual ya no le quedaba ni pizca de la modorra provocada por la clase anterior.

 -¡Eso es! ¡Vamos a tu club de béisbol a preguntar por tu fiesta! ¡Que más que fiesta será un fiestón! ¡Sí señor!

Y si era una fiesta realmente importante, a lo mejor Mayurit asistía. Y si él se ocupaba de parte de la comida… Quizás pudiera impresionarla y así ganar los puntos que le habría gustado ganar con la tarta de tres chocolates que aquel impresentable le había tirado. ¡Aquella fiesta prometía ser el mejor plan de la historia! ¿Qué hacían que no estaban corriendo hacia el club?

 -Lo dicho, de los canapés me ocupo yo. Y haré también una tarta, que se me dan genial.

Ya era difícil saber quién estaba más emocionado, si Mika o él mismo con aquel proyecto de fiestuqui.

Fuiste a anotarte para la excursión, por lo que tuviste que encontrarte con Sakura, que complacida asintió con la cabeza.- ¡Vienes entonces! Ya sabía que lo harías, de hecho te he reservado un asiento junto al lado mío, ya sé que te gusta la idea de compartir momentos juntos.- Dijo muy ilusionada, pues ya sabías que ella te tenía gran aprecio y no solo como un amigo. De hecho era la única persona que se había acordado de ti, por lo que era un detalle que te dio en el corazón directamente.

- Wow, debes de ser una chica increíble.- Dijo, pues al parecer la popularidad era algo que Mayurit tenía muy en cuenta a la hora de elegir con quién estar.

Gracias Sakura-chan, en verdad te debo una grande, este viaje va a hacer maravillas para mi entrenamiento. - digo con una sonrisa al tiempo que abrazo a Sakura con ternura.

Creo que esta es unq gran oportunidad para desconectarnos de todo y disfrutar de la naturaleza y el aire libre por una semana completa. - añado con entusiasmo, alntiempo que me aparto delicadamente de Sakura.

Será mejor que me apresuré en llegar a casa a empacar. Te veré en el bus a primera hora.