Partida Rol por web

Mh. Nunca me ha parecido buena idea separarse, pero que sea lo que la Diosa quiera. A todo esto, no había hablado sin estar el tiempo suficiente en silencio como para intentar escuchar.

Si hay que hacerlo, lo haremos. Los que queden aquí deberían reunir bastante músculo como para forzar la trampilla, digo yo. Por si acaso resulta necesario.

El gnomo se encoje de hombros y agrega. -No soy ningún enclenque, pero me temo que la trampilla estará oculta por algo más que una alfombrilla, si la idea es intentarlo por mi está bien, pero de momento iré tras el que se esconde la trampilla. – Al detectar ciertas dudas en algún compañero, agrega. – No se preocupen, en cuanto salga de aquí me convertiré en un inocente animalillo que no ponga a nadie en alerta. – Enseguida comienza a andar rumbo a la cuerda.

No, no, querido amigo. Vayamos juntos. Dejemos aquí a los guerreros, y si estuvieramos al otro lado y no pudiéramos abrir, se lo pediríamos a ellos a gritos. En todo caso, no te dejaré ir solo, podría haber peligro.

Los aventureros desandan el camino y vuelven hasta el lugar donde iniciaron el trayecto. 

El desprendimiento sigue allí y no hay señales de que los trabajadores hayan llegado para iniciar las reparaciones.... Pero algo no está bien, hay algo distinto en el lugar.

Cuando están por agarrar las cuerdas e iniciar el ascenso observan que la puerta, que antes se encontraba cerrada, ahora está abierta levemente, y la cantimplora y la túnica ya no están más. 

Ante aquel hecho Galmor se acercó a la puerta para ver hacia dónde llevaba y adentrarse al otro lado de la misma si no encontraba nada extraño que le hiciera quedarse allí. tenían que averiguar quién y por qué era el dueño de la túnica y la cantimplora....

El gnomo sonríe sarcástico. -Ja, teníamos al responsable y le dejamos ir por imprudencia, avanzamos sin cuidar nuestras propias espaldas y ahora bien podríamos estar muertos si de esa puerta hubiese salido una secta, una banda de ladrones o goblins u lo que fuese, la siguiente ocasión cubriré la retaguardia.

Sin dudar un segundo se mantiene junto al grupo listo para seguir adelante justo tras el enano y la hembra guerrera.

Fadrique, silencioso, se arrimó a la espalda de Galmor para, por encima de su hombro, hacer idéntica tarea, que cuatro ojos ven más que dos, y no digamos oídos y estas cosas.

Galmor, cauteloso como siempre, se acerca a la puerta y la abre levemente para apreciar que hay del otro lado.

Un extenso túnel se abre paso, de formación un poco más cuidada que el lugar donde estas actualmente.

Lo que más te llama la atención son dos grandes piedras enfrentadas, las cuales puedes apreciar con gran claridad gracias a tu visión nocturna. 

Son dos grandes enanos de piedra tallados, con cota de malla y hachas de piedra. Desde donde estás puedes notar que estaba bastante bien tallados. Una de ellas se observa movida, cosa rara, ya que parecen ser bastante pesadas. 

Más allá del alcance de tu visión puedes notar que el túnel continúa. 

Galmos y Fadrique se acercan a apreciar que hay más allá de la puerta.

Galmor distingue algo, Fadrique no.

Galmor se acerca cauteloso hacia las estatuas y busca algún tipo de mecanismo que sirva para moverlas, sobretodo examina la que parece movida, observando si da a algún tipo de pasaje secreto.

- Acercaos en silencio- susurra- hay un par de estatuas de piedra, una de ellas parece movida...

Al acercarte, puedes notar que las estatuas tienen un mecanismo como de rondanas abajo que permite el movimiento de las mismas, no son muy discretas como para decir "tenemos un pasaje secreto", sino que muestran una movilidad bastante sencilla y ambas dan a un pasillo, ahora, en vez de un solo camino, se abría la posibilidad de tres vías para avanzar, o una cuarta que era volver al inicio. 

Fadrique contempló curioso las estatuas desde una distancia prudente.

Y digo yo susurró: ¿si se vuelven a poner en su sitio, el que queda del otro lado puede abrirlas, o se queda atrapado ahí? Yo elegiría un camino y procuraría cerrar y bloquear la otra, para así dejar a quien haya entrado a buen recaudo, ¿no os parece? Y me aseguraría de que no nos puedan hacer lo mismo, cuando entremos nosotros, por supuesto.

Amigo Galmor, seguro que tú conoces bien el trabajo en piedra y estas cosas. ¿Puedes responder a mis inquietudes? ¿Sería factible lo que propongo?

Aquel pequeño juego de abrir y cerrar túneles era bastante soso para el pequeño gnomo que había vivido en túneles donde una bifurcación en el camino podía representar cientos de rutas distintas al infierno, al hogar o al mismo lugar del que se partió. -A menos que notes algo extraño, lo mejor es seguir de inmediato por el suelo que muestre más desgaste, que al menos eso querrá decir que hay más tránsito hacia donde quiera que lleve.  -El gnomo sostenía su vara sin demasiado entusiasmo, aquello, lo mismo podía significar un culto secreto bajo la ciudad que una guarida de ladrones o la alacena escondida de el alcalde.

Oh, rastrear. Mirar el suelo. Tienes razón. Así que miró al suelo por si había restos de huellas, tanto recientes como antiguas que les pudieran dar más información.

¿ Y a qué esperáis para buscar rastros? ¿ A caso me veis a mí pinta de explorador? Yo soy un herrero, si alguien ha dejado sus huellas en el suelo las puedo ver al igual que vosotros... Bufó el enano al ver que sus dos compañeros no hacían más que hablar

Menos hablar y más actuar...Venga , todos a buscar por dónde han podido ir...

El noble guerrero pone manos a la obra, como así también el clérigo, y comienzan a buscar indicios que les permitan saber hacia donde dirigirse. 

No cuesta mucho darse cuenta de cual es el camino más utilizado, es el túnel que sigue recto, mientras que el camino que da a la derecha se nota no ha sido usado hace mucho tiempo, no hay rastro de pisadas ni de desgaste, en cambio, el túnel de la izquierda si demuestra uso, no tan intensivo como el túnel donde están actualmente, pero se notan pisadas de hace un par de días, ya que hay una fina capa de polvillo que ya comienza a taparlas. 

Las estatuas al examinarlas se dan cuenta de que no sirven más que a los efectos de unir esta intersección, no poseen trabas ni parecen haber sido diseñadas para ocultar los túneles. 

Sea quien sea, no ha desviado su camino, parece. ¿Seguimos recto, entonces? Fadrique miraba a sus compañeros con gesto bondadoso. Ya llevaba un tiempo en su compañía y, de vez en cuando, todavía se acordaba de las largas temporadas de soledad soportadas tras la pérdida de su maestro.

Bien, sigamos, pero extremar las precauciones  Y cubrir bien las espaldas.

Susurró Galmor mientras sacaba su martillo y escudo justo antes de continuar recto por el pasillo

La corta inspección de la intersección y los pasadizos deja satisfecho al gnomo respecto al camino a seguir. -Yo cubriré la retaguardia Galmor, soy mucho más eficiente usando los dones de la naturaleza si cuento con algunos metros de distancia, pero puedo librarme bien en el cuerpo a cuerpo si se da la necesidad de ello. – Presto, balancea el bastón en su diestra al tiempo que se ubica tras sus compañeros, incluso algunos pasos tras el buen Fadrique.

Fadrique asintió contento, que él eso de pegarse contra la gente no lo llevaba bien, y se encontraba muy agustito en to el medio del grupo.