Partida Rol por web

LVPERCALIA.

Iniciación.

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27/06/2010, 14:04
Director

El golpe es sensacional.
El monstruo, pese a su tamaño, es catapultado por los aires, rueda unos metros y termina por empotrarse contra una fachada.

El coche se ha calado. Isabel, a quien la sacudida le ha hecho crujir todas y cada una de las vértebras, acciona los limpiaparabrisas para borrar el telón de sangre. Trata de arrancar de nuevo. El motor gime, se resiste.

El monstruo se convulsiona bajo los cascotes.

Isabel sigue girando la llave, enloquecida.

Francisco José González corre con la cría hacia la salida del pueblo, sin tenerlas todas consigo, mirando hacia atrás, deteniéndose, mordiéndose los labios, otra carrera…

El monstruo despeja con vivos manotazos los ladrillos de adobe y se alza con innúmeros apéndices fracturados en posiciones horripilantes.

El coche no arranca. Los limpiaparabrisas se mueven a máxima velocidad.

La ménade avanza titubeante. El torso que la corona cuelga y se sacude como la cresta de un gallo, exánime. No es tanta la distancia que la separa del vehículo.

El coche arranca. Isabel da marcha atrás. El parachoques se cae. Del capó sale humo.
Da un par de tumbos. Hay algo atorado en una de las ruedas traseras. Cuando por fin conduce tras la pista del arqueólogo, por el rabillo del ojo, a través del retrovisor, comprende que se trataba del cuerpo destrozado de la madre desdichada.

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29/06/2010, 20:02
Isabel Fernández

Isabel frena bruscamente al llegar a la altura de Pacojo. Mientras espera que ambos suban, su vista no puede evitar desviarse hacia el cadáver de Silvia. En su trabajo había visto muchas cosas desagradables, pero aquello.... aquello superaba cualquier cosa. Apartó la vista de nuevo mirando al hombre y a la niña.

Vamos, vamos! - apremiaba la mujer nerviosa mirando cada poco hacia aquella criatura que se acercaba nuevamente.