Partida Rol por web

LVPERCALIA.

Las lupercales.

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04/03/2009, 12:29
Director

Silvia está caída al pie de una ventana, a su derecha, que comunica con el hueco del patio. Una claridad lechosa se derrama a través de sus cristales y despeja el umbral del dormitorio, alzado a pocos centímetros de su cabeza y cuya puerta se encuentra entreabierta. Entonces, al tratar de incorporarse, la angustiada mujer percibe, aunque sea brevemente, con una claridad meridiana, un par de pies descalzos que se escurren debajo de una cama y desaparecen en la oscuridad, allí dentro.

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04/03/2009, 12:58
Director

Lo primero en que Francisco repara al alcanzar la altura de la fachada, a unos cincuenta metros de donde Manuel les dejase, es en que la luna del Ford está destrozada. Después, su vista reposa en la puerta de madera reforzada, en la ventana enrejada, en el balcón herrumbroso, en que una de los ventanales del mismo parece estar abierto, puesto que puede ver cómo asoman los faldones de unas cortinas… Sus oídos están anegados por el crepitar de la lluvia, ningún otro sonido parece existir.

De pronto, un grito desgarrador hace añicos la calma desasosegante. Viene de calle abajo, tal vez de la casa en que aquella mujer tan atractiva y su hija acabaron desapareciendo, en la acera contraria. Al volver la vista hacia el comienzo del pueblo, distingue también la presencia de dos figuras que corren, que disparan sus pies en los charcos de forma alocada: son una mujer fornida y un muchacho, ambos ataviados con batas clínicas.

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04/03/2009, 13:00
Director

La boca les sabe a sangre cuando Isabel y Alberto irrumpen en el pueblo de forma atropellada. La calle principal parece estar desierta, con las encaladas casas con balcones aglomerándose bajo la lluvia. Isabel se lanza sobre la primera puerta que encuentra, a su derecha, cuando, justo en su momento, un grito desgarrador les deja el alma en suspenso y pulveriza la monotonía. Parece provenir de tres o cuatro casas más adelante. Cuando adelantan la mirada, captan de soslayo la figura de un hombre voluminoso con un paraguas a unos cien metros, de pie en la acera contraria, observándolos.

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05/03/2009, 01:21
Silvia Montes
Sólo para el director

Poco a poco empiezo a tranquilizarme, mi mano busca el apoyo de la pared para levantarme del suelo, cuando alzo la cabeza y puedo observar lo que parecen unos pies descalzos, esondiendose debajo de la cama del dormitorio que tengo delante. C...Carmela? Pregunto con la voz un poco ronca... Ca... Carmela, eres tú?

Siento un escalofrío por la espalda," y si no es ella?" Acabo de ver el cuerpo de mi tía brutalmente asesinada... De repente caigo en la cuenta de que el asesino puede estar todavía en la casa, acechando en cualquier rincón. Llevo mi mano temblorosa a mis labios para contener un sollozo que luchaba por salir. "No... Alicia se ha quedado sola abajo"  Me levanto corriendo del suelo, casi olvidados los pies que vi escondiéndose debajo de la cama. Bajo las escaleras a toda prisa, me siento algo mareada, supongo que es por la conmoción después de lo que he visto. Mientras voy bajando empiezo a llamar a mi hija, mi voz suena muy nerviosa, casi rozando el histerismo. Alicia... Cielo, estas bien? ALICIAAA!!!

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05/03/2009, 08:34
Isabel Fernández

El hombre que nos vigila me inquieta, quizás demasiado... Sin embargo mi instinto me hace dirigirme hacia unas casas más adelante, de donde provenía el grito. Quizás haya alguien más en apuros.

Vamos! - grito a Alberto mientras vuelvo a echar a correr, esta vez en dirección a aquella casa.

En mi cabeza las mismas preguntas no dejan de repetirse ¿qué es todo esto? ¿por qué nosotros? ¿qué cojones está pasando?

Notas de juego

en esta escena me aparecen Silvia y Francisco, no se si debo marcarles o no así que de momento no los marco, si tu crees que debo marcarlos avísame o edita tú mismo el mensaje :)

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05/03/2009, 23:27
Francisco Jose Gonzalez "Pacojó"
Sólo para el director

Me acerco al coche que tiene la luna rota, y me fijo en si esta dentro aquello con lo que le han roto la luna. Despues observo la matricula, para saber de donde es el coche...Aaaah, la andalucia profunda, llena de wena gente y de cafres...como en todas partes...

Tras esto intento captar todo detalle de la casa, intentando saber si es antigua...Miro si tiene un llamador en la puerta, la madera con que esta hecha, si tiene algun escudo nobiliario sobre la puerta. A continuacion, tras posar la vista sobre la puerta, busco por las ventanas, la figura de alguna persona, para ver si hay alguien en la casa, en ese momento. Parece que una ventana esta abierta, intento ver bien por ella, con cierto temor...pues no me gustaria que despues de la vision del coche, algun ser como el anterior se asomase por la ventana...Al estar mirando, un grito inunda la calle...Que ha pasado...?¿?¿Viene de abajo....

Francisco, tenia una manera de actuar, esa era la de ayudar a gente en apuros, o a aquellas gentes a las que el considerase podian estar en apuros. Esto en muchas ocasiones le habia dado problemas a Pacojo, pero seguia pensando igual. Asi, Francisco, bajo calle abajo, agarrando con sus zapatos bien el suelo humedo para no resbalar. Y al llegar a la puerta de la casa, llama al timbre, no sin cierto desasosiego...

Francisco demasiado absorto en los gritos, apenas percibe a los dos individuos que suben la calle, ni siquiera se fija a donde van, solo piensa una cosa...Silvia...Alicia...

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06/03/2009, 14:03
Director

Al abordar las escaleras, Silvia descubre a su hija al pie de las mismas, mirando hacia arriba, hacia ella, y la visión de su rostro la tienta a detenerse en seco: los rasgos están tensionados hasta extremos imposibles, como si se tratase de una máscara, configurando una expresión de horror supremo, o éxtasis, o ambas cosas.

Entonces, cuando ha cubierto la mitad del trayecto, la puerta de entrada estalla hacia dentro, y dos personas aparecen en el umbral: a Francisco José lo reconoce de inmediato, en cambio a la mujer de la bata blanca, de basta figura, no la ha visto en su vida.

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06/03/2009, 14:04
Director

Aquellas dos personas ataviadas con batas clínicas, una mujer oronda y un joven de complexión normal y nariz chata, y el hombre del paraguas se apresuran y confluyen ante el mismo umbral. La pareja está empapada y las apreciables manchas de sangre y los apósitos en la cabeza del muchacho manifiestan que han sido víctimas de algún tipo de accidente. Pero el reconocimiento recíproco ha de ser fugaz, porque en el interior se reiteran los gritos de angustia. La mujer y el extraño, obeso y de rostro franco, se abalanzan contra la puerta: el segundo está tocando al timbre, cuando la primera descubre mediante un empellón que la puerta sólo estaba entornada.

El recibidor consiste en un breve pasillo que se interna en la planta, oscura en adelante. Su atención es reclama inmediatamente por la escena que se desarrolla hacia su derecha: una mujer con el rostro desencajado por el pánico desciende vertiginosamente por unas escaleras, gritando y tendiendo sus manos hacia una niña rubia que aguarda al pie, de espaldas a ellos, con el cuerpo envarado, como presa de espasmos.

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07/03/2009, 12:10
Silvia Montes

Me detengo en mitad de la escalera. Perpleja observo a mi hija... A...Alicia? Estás bien? En ese momento la puerta de la calle estalla hacia dentro. Asustada miro en esa dirección, siento como mi corazón parece a punto de estallar. Extrañada puedo observar a Francisco en la puerta junto a una mujer. Qu... Que ocurre? Termino de bajar las escaleras situándome al lado de mi hija. La cojo en brazos apoyando su cabezita en mi hombro. Pesa bastante pero algún instinto de protección hacen que saque fuerzas de mi interior para poder cargar con ella. Respiro profundamente intentando calmar los sentimientos que luchan dentro de mi. De repente me doy cuenta de que estoy apretando fuertemente a mi hija, así que aflojo un poco los brazos y rompo en sollozos, en parte aliviada por encontrar a alguien conocido y en parte asustada por lo que acabo de vivir. Yo... Yo... Mi tía... Las palabras salen entrecortadas de mi boca, haciendo imposible su entendimiento. Intentando hacerme entender giro un poco mi cuerpo mirando otra vez en dirección a las escaleras....

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08/03/2009, 13:01
Director

Sin tiempo para reaccionar, los dos auxiliadores sólo han podido asistir a la conclusión del descenso de aquella mujer, quien, ahora, con la niña atrapada entre sus brazos, intenta explicarles algo.

Entonces, cuando, siguiendo sus indicaciones, miran hacia arriba, una aparición los sobresalta a todos: algo se atropella en el descansillo superior, a cuatro patas, como un perro; es una mujer que pone los ojos en blanco y jadea como un animal; sus labios, las comisuras y la pechera de su camisón de dormir están empapados de sangre coagulada.

La mujer arquea la espalda y, tras unos segundos de tensión suprema, se arroja escaleras abajo contra Silvia.

Notas de juego

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08/03/2009, 13:04
Director

Notas de juego

Silvia no puede dar crédito a sus ojos: Esa cosa... ¡¿puede ser Carmela?!

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08/03/2009, 13:10
Isabel Fernández

Sin tiempo a reaccionar ante semejante aparición me quedo inmóvil por unos instantes, tan solo miro a mi alrededor sin saber exactamente qué busco, tan solo esperando ver algo que pueda usar para apartar a aquella "cosa" de la mujer.

Notas de juego

¿tiro algo?

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08/03/2009, 13:20
Silvia Montes

Por unos breves instantes me quedo helada, siento como el terror me atenaza por dentro. Aprieto fuertemente mi hija, encontrando las fuerzas necesarias para empezar a reaccionar. En mi mente solo predomina el ponerla a salvo. Me giro y empiezo a correr pasando entre Francisco y la mujer que le acompaña. Mi respiración está muy acelerada, Aprieto los dientes para no dejar escapar ese grito que lucha por salir desgarrado por mi garganta...

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08/03/2009, 14:18
Francisco Jose Gonzalez "Pacojó"

Señorita Silvia....Alicia....rapido, marchense de aqui, salgan por la puerta...cuando veo venir corriendo a la mujer y su hija me echo a un lado para que puedan salir a la calle, despues me vuelvo a poner para tapar la puerta, y que ese ser no pueda pasar...

Dios....otra mujer con ese gesto de dolor tan terrorifico...mis ojos no pueden evitar dirijirse hacia sus manos en busca de un anillo. Observo a la mujer, intentando estudiar si tendria suficiente fuerza, como para poder con mi peso sobre ella. Quizas, si me abalanzo sobre ella, quede inmovilizada, despues todo seria quitarme el cinturon y atarla las manos...Esta vez no puedo caer presa del panico...

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08/03/2009, 16:41
Isabel Fernández

Observo a mi alrededor notablemente nerviosa, todo lo sucedido este día empieza a sacarme un poco de mis casillas. Reparo en el paragüero de la esquina y me avalanzo torpemente sobre el dispuesta a coger un paraguas para azotarle en la cabeza a aquella mujer o lo que quiera que sea.

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09/03/2009, 15:14
Director

Es una marioneta sin hilos animada por una furia sobrenatural la que desciende como una exhalación por las escaleras, en tanto que Francisco José se hace a un lado para dejar escapar a Silvia con la niña, e Isabel aferra un paraguas negro y se vuelve para plantar cara a la amenaza, codo con codo con el hombretón, con el corazón latiéndoles en el pecho como una locomotora.

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10/03/2009, 14:13
Silvia Montes

Salgo por el hueco que queda donde se encontraba la puerta. Siento como lágrimas saladas van corriendo por mi rostro. Mi mirada se encuentra desenfocada, casi no puedo distinguir a dos pasos de donde me encuentro. Tengo miedo, miedo por mi hija que tengo en los brazos e intento proteger. Y miedo por lo que he visto. Como es posible que una mujer como Carmela se haya convertido en ese monstruo que acabo de ver bajar las escaleras?...

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10/03/2009, 20:19
Director
- Tiradas (5)

Tirada: 1d100
Motivo: Gañafón
Dificultad: 30-
Resultado: 39 (Fracaso)

Tirada: 1d100
Motivo: Mordisco
Dificultad: 30-
Resultado: 8 (Exito)

Tirada: 1d6
Motivo: Daño1
Resultado: 4

Tirada: 1d4
Motivo: Daño2
Resultado: 2

Tirada: 1d2
Motivo: Objetivo
Resultado: 1

Notas de juego

1. Isabel.
2. Francisco José.

Isabel, la posesa se arroja contra tu cuello para darte un mordisco. Tira Esquivar (Destreza x 2):

-si la superas, no pasará nada, pero ya no podrás realizar ninguna otra acción.

-si fallas, recibes 6 puntos de daño y se te quedará enganchada del cuello. Y entonces, podrás: a) tirar 1d100 en la tabla de Fue contra Fue y sacar 25 ó menos con 1d100; b) intentar ensartarla con tu paraguas, sumando +20 a tu probabilidad normal de acertar (tendrías que sacar 40 ó menos, y si tienes éxito, le harías 2d4 de daño).

Tira Esquivar entonces, y según el resultado, aguarda mi narración antes de actuar, ¿ok?

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10/03/2009, 20:49
Isabel Fernández
- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: esquivar
Dificultad: 18-
Resultado: 22 (Fracaso)

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10/03/2009, 21:00
Director

La energúmena suelta un gañido de furia al comprobar que su presa original se escurre tras aquellas dos recias figuras, pero de seguido, sin detener su carrera frenética, habiendo captado la breve distracción de la mujer de la bata blanca, arremete contra ella, apartándole el paraguas con que intenta oponérsele con una lluvia de gañafones y aprovechando para lanzarse hacia su cuello indefenso y asestarle un mordisco brutal que hace restallar un latigazo de sangre sobre la pared. Ambas mujeres caen al suelo, enredadas en un violento abrazo.

Notas de juego

Tu turno, Isabel.
Recuerda, si no logras apartarla de ti o acabar entre ambos con ella, en el siguiente asalto, te hará un daño automático de 1d6 + 1d4.