Partida Rol por web

Warren sigue mirando a los niños durante unos segundos como si quisiera que una ola gigante o una ballena asesina se los tragara... pero tras las palabras de Jane cambia de inmediato de talante y vuelve a ser el sonrinte playboy de siempre...

Si quieres consejos acerca de cómo volar como los ángeles, te has dirigido al hombre adecuado... dice ufano y fanfarrón, con una sonrisa de oreja a oreja

Aunque, si te parece y no te da miedo... podría hacer que programaran la sala de peligro para nosotros dos, un escenario de vuelo en el que entrenarte en eso que dices te es tan difícil... dice en tono de desafío y añade

Tranquila, que el maestro estaría contigo para enseñarte cómo se hacen las cosas...

Escuché lo que me decía Warren y silbé cuando habló sobre la sala de peligro.

-¿La sala de peligro?- pregunté, divertida-. De acuerdo, si se puede practicar allí, por mí, perfecto- me encogí de hombros y eché un vistazo a los críos, aún un poco malhumorada.

Miré a Warren y reí ante lo de "maestro".

-Uy, sí, maestro- bromeé-. Cuidado, baja Modesto, que sube el don perfecto Warren Worthington III- reí, aunque, en el fondo, tenía razón, era perfecto su estilo de vuelo. Qué envidia.

Me perdí durante un segundo en el recuerdo de su beso y sacudí al cabeza.

-Esto... ¿vamos?- le pregunté, señalando la Escuela y sintiendo enrojecerme por el pensamiento-. Cuanto antes mejor.

Sala de peligro, después del Turno de Tutoría

Warren y tú llegáis charlando a la Escuela y bajáis con el ascensor hasta el nivel donde se encuentra la Sala de Peligro. Allí os encontráis a Miles que, con un portatil conectado a la consola principal de la sala, parece estar trabajando en ella...

Hola! ¿Venís a la Sala? Vaya, dadme unos minutos y termino enseguida... Creía que nadie la iba a usar hasta el lunes que viene, cuando nos dijeron que Logan nos iba a dar la primera clase aquí...

Se os queda mirando un instante, y sonríe como si intuyera algo En nada termino y os dejo a solas... estoy implementando toda una serie de escenarios complatemente diferentes... nada de combate en sí, sino de interacción con el medio.

Ríe divertido y añade una explicación tal vez más sencilla... ¿Habéis visto la Holodeck de Star Trek Next Generation? Pues esto será algo así... al principio a lo mejor un poco burdo, pero dadme tiempo y si queréis, os podéis meter en un mundo medieval o en el Japón de los samurais, en algunos de los mundos de Flash Gordon o en el mismísimo Titanic antes de que se hundiera...

Ya he cargado unas doscientas opciones diferentes, pero tengo previsto que pase del millar... dice muy ufano

Warren se te queda mirando, y parece querer dejar que seas tú quien hable con tu compañero de curso...

Saludé con una mano a Miles y miré con disimulo la sala de peligro. La cierto era que me atraía bastante, pese al nombre, o quizá fuera a consecuencia del mismo. La cuestión es que me apetecía mucho probarla.

Escuché con admiración lo que nos contaba Miles y mis ojos se iban abriendo más y más ante toda la información que nos contaba.

Me entusiasmé como una cría ante la cantidad de escenarios que había cargado Miles.

-¿El millar?- pregunté, sorprendida-. Qué pasada- murmuré, con la boca abierta, sin poder imaginarme tantos ambientes diferentes.

Me acerqué a Miles y le pregunté:

-¿Y sabes si hay algún escenario de, no sé, como habitaciones pequeñas, pasillos estrechos, escaleras y demás? Vamos, lo que vienen siendo espacios pequeños, bueno, no tan pequeños- aclaré-. Que sean como las habitaciones o los pasillos de la Escuela- describí-. Es para poder practicar el vuelo en sitios un tanto claustrofóbicos porque se me da fatal- expliqué-. Entonces, aquí, mi amigo el don perfecto Warren Worthington III me va a enseñar algún truquillo- miré a Ángel y le saqué la lengua, traviesa-. ¿Crees que hay algo así? - volví a mirar a Miles, curiosa.

Miles piensa un instante, mientras murmura... Dejadme ver qué se me ocurre, si no os programo algo, pero deberéis esperar...

De pronto sonríe y os propone Claro, los pasadizos de un castillo! Un segundo y os los limpio de personal, tapices y cosas así... ¿o queréis que os los deje, para hacerlo un poco más complicado?

... os propone, mientras por una pantalla os muestra algunas imágenes...

Y si os mola os puedo incluír por el mismo precio al mismísimo Robin Hood y a los soldados del malvado Sheriff de Nottingham añade riendo

Se me iluminó la cara.

-¡Sí, perfecto! ¡Un castillo!- dije, sonriendo-. Déjalo todo, no quites nada- sugerí-. Si puedes, deja los muebles, tapices y todo lo que haya en un castillo- me mordí el labio inferior-. Pero, tampoco me lo pongas muy chungo, porfa, que no quiero hacer el ridículo- murmuré, riendo.

Miré las imágenes que Miles mostraba en la pantalla y asentí.

-Sí, sí, justo, perfecto, muy bien- comenté, satisfecha.

A medida que iba observando las imágenes, vi que la cosa se me iba a complicar. Intenté visualizar cómo dar un giro allí o subir por allá, pero el escenario que Miles propuso era un tanto complicado.

-No- negué, rotunda-, ni se te ocurra meterlo de gente. Poco a poco, Miles, poco a poco- dije, con un gesto de la mano-. Al menos quiero tener la oportunidad de disfrutar de la sala del peligro sin Robin Hood o el maldito sheriff. Más tarde, cuando me haya hecho con esto, quizá puedas meter a gente- reí.

Warren no dice nada en un principio, pero alza las cejas en clara sorpresa ante las mejoras que está haciendo el muchacho en la Sala de Peligro

Miles, he de reconocer que todo esto tiene muy buena pinta. En cuanto lo probemos, te diremos qué nos parece ¿de acuerdo?

Miles sonríe ante el cumplido del X Man, y deja que éste abra la puerta de la sala

Bien, Jane ¿estás listas? Consejos, pocos, vuela por instinto, procura estar lista para plegar las alas si hace falta en un lugar estrecho, das una batida fuerte y el impulso te llevará adelante... y disfruta de todo esto, porque me parece que nos lo vamos a pasar de miedo!

Y, con una fuerte batida de alas, penetra en la sala, que de pronto se transforma en el patio de armas de un castillo. Warren hace una pirueta en el aire y pica para meterse por una de las puertas, que conduce a un pasadizo que te parece muy, pero que muy estrecho...

Me despedí de Miles con un gesto de la mano y seguí a Warren para entrar dentro de la sala. 

Emití un grito ahogado de sorpresa y me quedé con la boca abierta. De verdad parecía todo aquello real. Moví los pies y vi la arena moverse, como si esperara, ilusa de mí, que se iba a mantener en su sitio como si estuviera pegada al suelo.

Eché una mirada al cielo azul, despejado. Incluso, creía sentir el calor de los rayos del sol.

-Qué alucine- murmuré, sonriendo, totalmente asombrada.

Salí de mi ensimismamiento y me fijé en Warren. Claro, no podía ir a por algo sencillo, no, qué va, tenía que hacer piruetas en el aire como los del maldito circo para luego meterse no en un pasillo normal, sino en el lugar más estrecho que encontró.

"Maldito chulo, niñato", pensé, al tiempo que desplegaba las alas e intentaba seguirlo. 

Mire las paredes del pasadizo, concentrada lo suficiente para no golpearme los extremos de las alas con ellas, pero, perdía altura.

-Maldita sea- maldije, entre dientes, tomando tierra y volviendo a impulsarme hacia delante en el estrecho corredor.

Volví a intentarlo y, aunque esta vez no caí a tierra ni perdía altura y, por fortuna no me daba con la alas en la piedra de las paredes, iba demasiado deprisa y no calculé bien para tomar la esquina y girar.

-Jod...-dije, cuando me di de bruces contra la pared de enfrente-. Mierda- mascullé, empezándome a cabrear.

Me quité el polvo de los pantalones y miré a mi alrededor, buscando al don perfecto.

-Pijo, ¿dónde estás? - pregunté, resonando mi voz por todo el pasillo-. He tenido un contratiempo- comenté, aunque  en un tono más bajo. Tampoco me apetecía dar la impresión de ser la torpe oficial de la Escuela-. Pues qué bien empiezo- murmuré, resoplando, dándome manotazos en los pantalones para quitar la suciedad.

Warren apareció al instante, de un recodo del pasadizo, con una sonrisa simpática en el rostro

Venga, venga, no que te quejes que lo estabas haciendo muy bien. Nadie nace enseñado ¿sabes? Y guiñando un ojo añade, divertido Ni tan siquiera Warren Worthington III, créeme... aunque él tuvo los mejores instructores posibles desde el primer momento, y por eso es así de bueno...

Tras fanfarronear un poco, te indice con gestos de la mano cómo debes maniobrar en los giros y en los recodos más estrechos

Usa las alas como si fueran flaps, un ligero golpe puede frenarte en el aire y darte tiempo para ese giro que aún no dominas... luego, con el tiempo, ese doble movimiento vendrá solo... dice simpático, mientras uno de sus dedos te acaricia la nariz

Anda, que el pasadizo al que llegamos tras el recodo es más ancho, aunque luego hay que subir de golpe en vertical ¿de acuerdo? te anuncia, y hace gesto de que le sigas, mientars despliega sus alas...

-Oh, ¿de verdad?- dije, fingiendo sorpresa-. ¿El gran Warren Worthington III no nació volando? ¿Al perfecto Warren Worthington III le tuvieron que enseñar? Vaya, vaya, se me acaba de caer un mito- bromeé-. Ya no me eres tan interesante, señor- negué con un gesto de la mano, riendo.

Me mordía el labio inferior mientras atendía a las explicaciones del mutante.

-Vale- levanté los pulgares-. Entendido. Flaps y no sé qué... ¡Ey! Deja mi nariz en paz- dije, llevándome la mano a la nariz-. Muchas licencias te estás permitiendo tú, ¿eh?- reí.

Desplegué yo también las alas e intenté seguirle el ritmo durante todo el recorrido. Respiré de alivio cuando no me la pegué aquella vez al dar la vuelta a la esquina.

"Bien, bien", pensé, "poco a poco".

Sin embargo, lo peor llegó cuando hubo que volar totalmente en vertical. Cogí impulso y volé todo lo bien que podía, pero, aún así, no conseguía alcanzar al mutante.

-Venga, va- murmuré, yendo hacia arriba todo lo deprisa que me permitían las alas- Poco a poco...

Warren rió divertido Pues no... aunque nací con cucharilla de plata en la boca lo de volar vino luego dijo en plan fanfarrón y burlón

Y rió más aún viendo el enfurruñamiento de Jane cuando le acarició la nariz

Vamos allá pues! dice echando a volar y ascendiendo por el pozo en vertical con una facilidad pasmosa. Una vez arriba se detuvo, flotando en el aire libre, mientras esperaba la llegada de Jane que, con más o menos apuros, acababa ascendiendo por fin...

¿Y bien? ¿Qué te parece el paisaje? le señala Ángel. Se encontraban en lo más alto de la torre del homenaje, y desde allí se divisaba no solamente todo el castillo, que tenía una planta imponente, sino un frondoso bosque que había no muy lejos...

Parece que Miles se lo ha currado... aún saldrá Robin a tirarnos flechas ¿O crees que nos consideraría de los buenos? dice dando una vuelta en el aire sobre sí m ismo, en plan completamente juguetón

Resoplé cansada y me llevé una mano al costado. Tenía flato.

-Vale, ya está, ya llegué- dije, tomando aire, cansada.

Levanté la vista y vi todo el bosque, admirada.

-Madre, qué bien está todo- murmuré, totalmente sorprendida.

Me acerqué a las almenas y miré hacia abajo. Silbé.

-Buena caída desde aquí- comenté y eché un vistazo al bosque. Podía ver las ramas de los árboles moverse y oír a los pájaros trinar-. No está mal esto- sonreí.

Reí ante el comentario de Warren.

-A ti te dispararían sin dudarlo- dije, señalándolo-. Pero, yo soy buena, a mí no me harían nada- añadí, un tanto orgullosa-. Así que, yo que tú tendría cuidado, a ver si te vas a ver ensartado por una flecha... Qué pena me daría- bromeé, irónica.

Warren alza una ceja y se lleva una mano al corazón Ay, a mí ya me alcanzó hace días una flecha... y me dio de lleno en el corazón... ¿tendré solución? dice bromeando, y entre carcajadas te comenta

Bueno, ahora vamos a hacerlo al revés. La parte más difícil es la que acabas de hacer, que ahora es un picado... debes aprender a frenar en caída en un espacio reducido, o te pegarás un buen batacazo... explica ahora más serio, mientras le da a Jane instrucciones de cómo hacerlo

Esta vez yo voy delante, pero la próxima vez que practiquemos, iremos los dos juntos, en plan carrera, a ver cómo te desenvuelves... pero por ahora no quiero presionar demasiado a mi alumna favorita... dice entre bromista y galán

¿Lista? Pues allá vamos! dice subiendo un poco y lanzándose al pozo a una velocidad de vértigo...

Enarqué una ceja y miré a Warren, sonriendo.

-Sí, solución tendrá- comenté, como si aquello no fuera conmigo, e intenté no ruborizarme.

Reí con él y después escuché atenta sus explicaciones, mirando de reojo el pozo por el que habíamos subido. Respiré aliviada. Eso no era tan difícil como subir. Los picados me gustaba hacerlos, sobre todo cuando estaba en las callejuelas de Nueva York y sorprendía a los macarras que intentaban esconderse aprovechando la oscuridad para pincharse.

-Vale. Esto sí se me da bien- aseguré, asintiendo con firmeza.

Me acerqué al pozo y eché un vistazo. Ya no me parecía tan alto como antes, que me daba la impresión de que era interminable. 

-¿Una carrera?- pregunté, mirando al mutante-. ¿Quieres que te humille?- me encogí de hombros-. Por mí...- reí.

Me eché a un lado para dejar que se tirase él primero y después me tiré yo.

Entorné los ojos, intentando que no me lloraran por el viento y desplegué las alas para ir frenando. 

Con parsimonia y un tanto chulesca, tomé tierra suavemente, sonriendo.

-¿Ves? Esto era fácil- dije, poniendo los brazos en jarras y mirándolo con altanería-. Lo difícil es subir; pero bajar, me encanta- reí.

Warren no pudo evitar menear la cabeza mientras reía Bien, bien, veo que el próximo día tendremos que complicarlo algo más para que a mi alumna favorita las clases no le parezcan un juego de niños...

Haremos esa carrera, y le diremos a Miles que luego nos ponga gente, para irlo complicando un poco más ¿te parece bien? dice mientras te sonríe y se dirige a la salida, donde aqguarda Miles en la puerta de la sala, ansioso por saber si os ha gustado o no la experiencia...

La señorita te dirá qué le ha parecido, aunque al final decía que era fácil y todo... dice para chincharte un poco, y que seas tú quien le dé la opinión a tu compañero de curso...

Reí, orgullosa.

-Warren ya te dije que te eclipsaría de un momento a otro- dije, altanera-. Te avisé de que tuvieras cuidado porque de aquí a nada nadie se va a acordar del gran Warren Worthington III- bromeé.

Asentí ansiosa ante la perspectiva de una carrera.

-Me encantará ver cómo muerdes el polvo, don perfecto- reí, señalándolo.

Seguí al mutante hacia la salida y me dirigí entusiasmada hacia Miles.

-Me encanta- dije, rotunda-. Está muy bien. Me he quedado flipando en colorines, Miles. No sé cómo lo habrás hecho, pero es genial, perfecto, maravilloso- no me salían más palabras.

Quería reconocer el trabajo de Miles pero no sabía si con meras palabras bastaba.

-Miles, en serio, dedícate a este tipo de cosas, porque te vas a forrar- preví, riendo y señalando a todos los botones y el extraño sistema de la sala-. En serio, está genial. Y, si te dicen lo contrario, mienten como bellacos- añadí, asintiendo la cabeza.

Miré a Warren con chulería y le pregunté:

-¿El señor querrá para hoy su carrera o esperamos para cuando no tenga miedo?- bromeé, cruzándome de brazos y acercándome a él-. Total, yo para ganar, no tengo prisa, sinceramente.

Miles sonríe agradecido ante tus elogios Bueno, no lo he hecho con ánimo de lucro, sino como diversión, y para mejorar las instalaciones de los X Men y los Vengadores... pero bueno, quién sabe si acabaré dedicándome a la informática de forma profesional.

Y guiñándote un ojo te propone A cambio de tus elogios, prometo construirte el escenario que quieras, por fantástico y difícil que sea...

Warren ríe divertido ante tus bravatas, aunque mira su reloj y te lo enseña Yo no tendría problema alguno, pero... me parece que tengo que hacer algo esta noche en Nueva York... y sé de alguien que me parece que también estará algo ocupada ¿no?

Aunque aún hay varias horas de margen, parece que el playboy quiere tenerlo todo bien preparado...

Yo de usted, Srta Hawking, le comentaría los progresos hechos a su tutora y, luego, pensaría en el tiempo libre que tiene por delante... dice disimulando ante Miles, y añade en voz baja mientras salís en dirección al ascensor

¿Te llamo para pasar a recogerte por aquí, o quedamos fuera de la escuela?