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¡Madre!

¡Madre!

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16/04/2008, 22:40
Aboro kuu dabee

Un dolor punzante en el costado me despertó sobresaltada. Estaba extrañamente descansada pero aún así tenía el cuerpo agotado, dolorido y como si tuviera encima una inmensa piedra que me impidiera moverme. Me quedé un momento pensativa, porque no recordaba cómo había llegado hasta allí y mucho menos qué hacía allí dormida en el suelo con una almohada improvisada.

Miré a Marido que tenía su propia mirada perdida y estaba sentado cerca de mi, agotado por el duro dia de camino y al parecer algo decaido. Al mirarle recordé lo último acontecido.

Marido! lo lamento... me arrastré literalmente hasta quedarme a su lado. Su mirada seguía perdida.

En mi mano seguían las raíces que había ido a buscar y habían causado tanto alboroto. Cogí una y di un fuerte bocado. Comencé a masticar y salivar el trozo de raíz, escupiendo a un lado la tierra que pudiese llevar. Con la otra mano acaricié la cara de mi marido, parecía tan perdido, tan derrotado, no me gustaba verle así, me gustaba verle fuerte, como en su ataque a las hienas, valeroso...

Una vez había ablandado y ensalibado el trozo, me lo saqué de la boca y lo pasé por los azotados labios de Lubbi, para después introducirlo en su boca con mis dedos y esperar que lo masticara y lo pudiera tragar.

Sabía que esa raíz no tenía un sabor demasiado agradable y que no la había podido lavar ni cocinar, pero proporcionaba mucha agua y llenaría al menos nuestros estómagos vacíos.

Había puesto en peligro nuestras vidas, asi que le debía aquello y mucho más. Cogí otro trozo, para seguir con el mismo procedimiento, pero esta vez lo pasé por mis labios y lo tragué. Seguí acariciando a Lubbi mientras cogía otro trozo y esperaba que tragara el que tenía ahora en su boca para darle otro trozo.

Había conseguido varias raíces, pero aún así guardaría dos para mañana para desayunar, así nos daría fuerzas para comenzar un nuevo día con buen pie.

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16/04/2008, 23:02
Lubbi Kuu Takla

A'boro finalmente se había despertado y lo hacía con unas dulces palabras de arrepentimiento, su rostro así lo expresaba ya que sabía que había puesto en peligro nuestras vidas, en especial la suya y la de la criatura ya que era difícil que unas hienas enfermas pudieran acabar conmigo, pero en mi actual estado de cansancio todo podía ser, hasta la menor de las hormigas podría acabar conmigo de un soplido.

Finalmente entendí porque A'boro se había decidido a aventurarse sola a pesar de los riesgos que ellos comportaba, de sus manos aún cerradas extraía unas raíces las cuales masticó y salivó para pasarlas por mis labios agrietados. Poco a poco estos se humedecieron, pero las raíces que A'boro creía que aún contenían jugo ya no tenían todo el que contenían el día que las cogió del suelo ... ya hacía un día entero desde que A'boro había caído desmayada, pero para ella era como si hubieran pasado escasos minutos.

Atrás quedaba ya un día entero bajo el sol, arrastrando el pesado cuerpo de A'boro por la arena con un par de ramas y un trozo de tela que hacían una especie de camilla. Pero A'boro no se había dado cuenta que ya era la segunda noche que estábamos fuera de casa. Habíamos pasado dos días soleados de camino pero el segundo debido a que A'boro estaba inconsciente apenas avanzamos camino.

Seguramente ella seguía convencida de que apenas habían pasado unos minutos porque la cueva improvisada era muy similar a la que habíamos dejado por la mañana, la cueva a la que la llevé el día anterior a brazos después de caer desmayada justo delante de la hiena que aún mantenía la retorcida sonrisa, pero que ahora lo hacía bajo tierra ya que después de dejar a A'boro en la cueva la enterré para que los demás depredadores no pudieran olerla y después olernos a nosotros ...

Al ver como A'boro había despertado las pocas fuerzas que me mantenían en pie y que servían para velarla dejaron de existir y me quedé apoyado en una de las piedras completamente rendido, el sobresfuerzo hecho durante el día arrastrando la camilla que llevaba a A'boro había hecho mella en mi y apenas pude pronunciar unas palabras antes de que mis ojos se cerraran presa del agotamiento ...

-Has estado un día dormida mujer ... una pausa precedió mis últimas palabras del día -Necesito descansar ... el tono de voz era muy débil y apenas tenía fuerza para reprochar nada a A'boro.

Mis ojos se cerraron y mi cuerpo cayó hacía mi lado derecho quedando tumbado con las piernas recogidas. Me quedé dormido en la misma posición que me había caído pero en el estado de agotamiento que estaba la peor de las posturas me resultaba igualmente cómoda y reconfortante.

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16/04/2008, 23:21
Aboro kuu dabee

-Has estado un día dormida mujer ... una pausa precedió mis últimas palabras del día -Necesito descansar ... el tono de voz era muy débil y apenas tenía fuerza para reprochar nada a A'boro.

Las palabras de mi marido me sorprendieron tanto que mi mano quedó parada en su mejilla y mis dientes se pararon y dejaron de masticar.

Un... dí..a??? pero mis palabras quedaron en el viento cuando Lubbi cayó exhausto. Miré a mi alrededor y vi que estabamos en un lugar diferente al de la noche anterior, al parecer habíamos avanzado a pesar de estar inconsciente. Ha cargado conmigo todo el camino!!! pensé sorprendida al ver la camilla que había a un lado del refugio.

Debía compensarle por todo aquello, estaba agotado por el esfuerzo y yo descansada de un día entero. Miré alrededor, como imaginaba no había nada de comida, seguramente pasó todo el día sin comer.

Saqué de mi bolsa varios utensilios y cuencos, machaqué las raíces que estaban mas secas de lo que esperaba pues había pasado un dia entero en mi mano. Previamente les quité la tierra y las sacudí. Después la junté con otras hierbas que llevaba, e hice una especie de ungüento. Me acerqué a Marido y puse parte del ungüento en sus labios, después cogí otro poco y lo mastiqué salivandolo todo lo que pude. A pesar de estar dormido, se lo metí en la boca con los dedos para que tragara un poco, ya que aliviaría su estomago hambriento.

A pesar de mover sus mejillas y voltear su cabeza para que no se atragantara no se tragaba la comida. Así que A'boro acercó sus labios a los de su marido y metió su lengua en la boca de su marido, para hacer que tragara. Lubbi al fin tragó costosamente. A'boro volvió a masticar otro poco y desde su boca, besando a su marido lo paso de boca a boca, intentando que comiera lo suficiente. Varias veces repitió el método y su marido sin despertar varias veces tragó la comida.

Después comió algo ella misma y guardó otra parte para el desayuno como había pensado desde el principio.

A pesar de estar un día entero durmiendo, seguía cansada, pero ahora que Lubbi descansaba tenía mucho que hacer y había perdido ya un día. Necesitaba encender un fuego pero allí y ahora no era una buena idea, así que lo dejaría para el día siguiente con el consentimiento de su marido.

Sacó de su bolsa lo que necesitaba y continuó con el ritual que dias atrás comenzara. Sacó unas esencias y mejunges con los que untó su cuerpo y realizó varias plegarias y masajes. Aprovechó para hacer masajes en las piernas y pies a su marido ahora que encontraba dormido para que no pasara lo que la última vez que se sintió raro haciendo un ritual destinado a mujeres, aún así A'boro sabía que sus pies lo agradecerían al día siguiente pero no sabría que había sido ella.

Y así estuvo durante varias horas, aunque todavía estaba muy oscuro cuando terminó por hoy. Al día siguiente continuaría con la siguiente fase del ritual preparatorio.

Cogío la almohada que había puesto su marido para ella y se acercó a él. Le movió con dificultad para ponerle en una mejor postura y se acurrucó a su lado para darle cobijo.

Horas más tarde comenzaba a amanecer... los primeros rayos de luz atravesaban la maleza que hacía de puerta y llegaron a la cara de A'boro que fue notando su calidez. A'boro despertó tranquila y descansada, aunque muy sedienta. Lubbi también comenzaba a despertar. A'boro notaba el fuerte pecho de Lubbi a su espalda, y su respiración en su cuello. Ella se había acercado cada vez más durante la fría noche y sus cuerpos se habían terminado fundiendo en uno para darse protección y calor. Ella giró su cara para mirar a su esposo de cerca, pero no se movió de su posición, sentir su calor y su musculoso cuerpo era un placer que no tenía casi nunca y no iba a desperdiciarlo ahora.

Lubbi abrió los ojos y suspiró cansado. Parecía que iba a moverse o decir algo, pero A'boro no le dejó tiempo. Sus labios resecos se unieron por primera vez desde que se conocieran hace más de 8 meses. A'boro besó dulcemente a su esposo y traspasó de boca a boca una especie de papilla amarga y pastosa, que Lubbi tragó casi sin pensar. Mientras Lubbi trataba de pensar qué estaba pasando, A'boro pasó su lengua delicadamente sobre los doloridos labios de su marido y aquella sustancia pastosa quedó impregnada en ellos. Después separó su cara un poco y sonrió con cariño a Lubbi.

Tranquilo, te sentará bien. Tus labios están muy resecos. Tengo algo para desayunar, quieres un poco? Estás más descansado? A’boro intentó mantener el contacto lo máximo posible, asi que se giró con dificultad y abrazó a su marido. Aunque la enorme barriga estaba por medio, y sus enormes senos comenzaban a estar tan sensibles que el simple roce con la piel de su esposo hacía que dolieran como si los quemaran, le abrazó con fuerza y escondió la cabeza en su hombro esperando a que él la apartara, algo que sin duda en breve haría. Gracias por salvarme y cuidar de mi. Déjame también que yo cuide de ti, como tu esposa que soy. Sus manos acariciaban la espalda y el cuello del hombre que tenía junto a ella. Lubbi podía sentir la respiración de su mujer en su cuello, y sus labios rozaban su piel...

Notas de juego

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18/04/2008, 10:00
Lubbi Kuu Takla

Déjame también que yo cuide de ti, como tu esposa que soy.

Finalmente A'boro entendió cual era su objetivo y que era lo que debía hacer desde el momento en que se casó conmigo, lo único que debía hacer era procurarme todo lo que estuviera en sus manos, y ser el nido de mis futuros hijos, ese era su deber, igual que el mío era procurar alimentos para ella y el poblado, procurar que el poblado tuviera prosperidad para mucho tiempo.

Mis labios ya no estaban tan resecos pero estaban agrietados igual que los de A'boro, las raíces habían conseguido calmar la sensación de sed pero no duraría mucho tiempo, las propias raíces estaban resecas y ya no desprendían tanto jugo como antaño, además hoy era el segundo día que nos levantamos sin probar bocado alguno y eso se notaba en nuestros rostros, mas delgados y menos vigorosos que la última noche antes de partir, nuestros tonos de voz eran débiles y las fuerzas empezaban a escasear a pesar de ser la primera hora de la mañana, momento en el que estábamos descansados, no quería imaginarme lo que podría suceder durante el día de hoy, otro día sin comer bajo el radiante sol que tan solo las piedras eran capaces de soportar. No había animales, y los arroyos que recordaba del día en que fuimos al poblado de A'boro para pedirla en matrimonio ya no existían dejando en su lugar arena y mas arena, una arena que abrasaba nuestros pies que empezaban a estar heridos por el alto calor que soportaban.

Me levanté con dificultades del suelo debido al cansancio que mis piernas acumulaban y me puse de rodillas enfrente de A'boro, mirando sus ojos, unos ojos que habían recuperado cierto brillo y cierta alegría respecto a los últimos días ...

-No vuelvas a irte sin mi permiso ... le dije secamente reprochándole de nuevo lo que había hecho dejando claro que no volvería a tolerar una falta de respeto como la que realizó ...

Aparté los matorrales que hacían de puerta y los rayos de sol penetraron en el interior de la cueva, había amanecido de nuevo ... y no debíamos perder mas tiempo del que ya habíamos perdido ...

-Hoy no descansaremos ... estamos muy lejos de tu poblado y si nos detenemos no llegaremos nunca ... debemos avanzar todo lo posible ...

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18/04/2008, 10:51
Aboro kuu dabee

-No vuelvas a irte sin mi permiso ... le dije secamente reprochándole de nuevo lo que había hecho dejando claro que no volvería a tolerar una falta de respeto como la que realizó ...

Aparté los matorrales que hacían de puerta y los rayos de sol penetraron en el interior de la cueva, había amanecido de nuevo ... y no debíamos perder mas tiempo del que ya habíamos perdido ...

-Hoy no descansaremos ... estamos muy lejos de tu poblado y si nos detenemos no llegaremos nunca ... debemos avanzar todo lo posible ...

El corazón de A'boro dio un vuelco al oír sus palabras, que después de todo lo acontecido le parecían dulces y cariñosas... no pudo evitar dar un grito de alegría al ver que su marido no solo no le pegaba sino que respetaba su decision apesar de no ser la correcta y confiaba en ella para que la próxima vez no ocurriera lo mismo.

¡AH! gritaba mientras se tiraba a los brazos de su marido con fuerzas renovadas y de nuevo el espíritu libre y alegre. Mientras su marido se zafaba de ella para continuar el camino como habia indicado antes del arranque de cariño de su esposa, A'boro le dijo susurrando en su oreja: Si en vez de dos somos uno, tendremos menos hambre y menos sed y seremos más fuertes para atravesar el desierto. Después muy dispuesta y alegre, se puso a recoger todo y prepararse para partir.

Por cierto dijo riendo como una niña pequeña... que tal tus pies??? y pensó en la noche que había pasado masajeando los pies de su marido con ungüentos y esencias para que su piel se fortaleciera y sus heridas sanaran.

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19/04/2008, 18:24
Lubbi Kuu Takla

Parecía que A'boro había olvidado todo lo sucedido el día anterior, el día en que estuvo a punto de morir por una insensatez suya, ya que volvía a sonreír y dar botes de alegría, pero era una alegría que no compartía en absoluto, me sentía agotado ya que mis piernas estaban cansadas y doloridas a pesar del masaje que mujer me había procurado, y este cansancio venía en gran parte por haber tenido que arrastrar de ella durante todo el día anterior, sin tener la posibilidad de ir en busca de algo para comer para no dejarla a merced de los depredadores del desierto, pero aún así ella reía ... y esa risa me daba rabia.

Parecía no entender la difícil situación que se nos acechaba, aún nos quedaban largas jornadas de camino hasta su poblado ya que habíamos perdido un día entero en el que apenas avanzamos camino, un día mas de camino sin nada que llevarnos a la boca, ya que las raíces que ella recogía apenas servían para mojarnos levemente los labios, pero ella seguía riendo ...

Parecía que el viaje para ella era una diversión, un camino de rosas en el que íbamos a hacer rituales que no llegaba a entender, pero esos rituales no servían para paliar el hambre y la sed que sentía por dentro, algo que no sabía cuanto tiempo mas podría soportar. Me sentía débil y fatigado ... mis piernas pesaban dos veces mas desde el día que salimos y mis pasos empezaban a ser torpes desequilibrándose de vez en cuando, quizás era cuestión de días que estos ya no podrían levantar mi peso, el cual era cada vez menor, no sabía cuanto había perdido. Era cuestión de días que mis piernas fallaran por completo, y ese día sería el que las hienas se vengarían de nosotros, estaríamos indefensos ante los depredadores que nos acechaban, entonces nuestro viaje habría terminado ... para siempre ... el nuestro y el viaje que hace un montón de años empezó mi poblado.

Mi fracaso también era el fracaso del poblado, el fracaso de mi hermano, el había confiado en mi y por primera vez empecé a considerar seriamente la opción del fracaso, una opción mas que real y mas viendo el ritmo que llevábamos ... pero A'boro seguía riendo ...

Mis ojos se nublaron levemente perdiéndose en el horizonte intentando buscar el poblado, intentando buscar a mi hermano para pedirle perdón ... les estaba fallando ... pero de nuevo la sonrisa de A'boro se interpuso en medio preguntándome por mis pies ...

-¡Déjate ya de rituales que no nos llevan a ninguna parte! Desde que hemos salido que solo hemos hecho que perder el tiempo ... ¡Y todo por tu culpa! dije seriamente mirando al horizonte dándole la espalda a A'boro ...

-¡De este viaje dependen las vidas de mi poblado mujer! ¡La vida de mi hermano! ¡La vida que mi Padre creo con tanto esfuerzo! Y lo estás echando todo por la borda ...

Me volví hacía ella mostrando unos ojos furiosos y le dije finalmente ...

-¡¿Vas a seguir haciéndome perder el tiempo?! Porque si es así ... seguiré el camino solo ...

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19/04/2008, 19:28
Aboro kuu dabee

No me sorprendió en absoluto su reacción, él llevaba un día solo, arrastrando de mi y de nuestra criatura, sin comer, agotado. Yo en cambio estaba descansada y alegre.

Necesitaba infundir algo de fuerza en él o terminaría arrastrandonos a los dos.

Mientras caminaba detrás suyo como siempre hacían las mujeres, pensaba en qué podría hacer para ayudarle y hacer su viaje más llevadero.

No podía ofrecerle lo que más necesitaba, que eran agua y comida, ni siquiera podía arriesgarme a ir a buscarlo yo sola. No podía hablarle y animarle, pues mis palabras eran molestas para él como las moscas en verano. Al parecer mis masajes y ungüentos le parecían una pérdida de tiempo también. Y obviamente, no podía llevarle a cuestas...

Mis pasos cada vez eran más pesados, y la criatura comenzaba a moverse cada vez menos, su gran cuerpo ya, no tenía espacio apenas para moverse como antes y cada vez pesaba más y más... Además notaba el crujir de mis huesos en las caderas, preparandose para abrir el túnel de la vida. Mis pechos estaban cada vez más hinchados y doloridos, y el Sol los torturaba cada segundo. Mi estomago estaba tan arrugado que ya no se molestaba en hacer ruidos pidiendo comida, y mi boca volvía a estar seca y sedienta, a pesar de que por la mañana la había podido aliviar con mis raíces. Pero mi espíritu era fuerte como el fuego, mientras quedara brasa seguiría vivo, oculto en la sombra... dispuesto a salir en cuanto se le mostrara algo de leña.

Me concentré en el camino, pero mi cabeza seguía pensando como ayudar a mi derrotado marido, pero no encontraba la forma de hacerlo, sin desobedecerle u ofenderle. Así que continué caminando detrás de él. Un paso, otro paso, un paso, otro paso...

A veces mi mente se nublaba y mis pasos eran inestables y débiles, pero aún así seguía sin parar, sin hablar, sin quejarme y mucho menos sin molestar a mi marido.

El Sol se alzaba ya en lo alto. Otro largo día que apenas habíamos avanzado suficiente como para estar satisfechos. Debemos continuar... me acerqué a la altura de Lubbi y le cogí la mano. Sabía que podía ofenderle, pues el contacto físico no está tan bien visto en su tribu como me gustaría, pero me arriesgué, era lo único que podía hacer.

Noté que se resistía a tomar mi mano, pero aún así agarré la suya, siempre por debajo de la muñeca para evitar hacer un gesto de superioridad, y le dije.

- Vamos Lubbi, podemos hacerlo!!! le sonreí nuevamente intentando aumentar sus fuerzas. Debemos ser fuertes por nuestro hijo. Él debe estar orgulloso de nosotros, y tu hermano también. Podemos hacerlo juntos. Siguamos hoy un poco más... Yo tiraré de ti si es necesario ya que estoy más descansada y no haré ninguno de los rituales de nacimiento hasta llegar a mi poblado con Madre. Pero por favor, vayamos juntos, seremos más fuertes si nos apoyamos en el uno en el otro. Puede que solo sea una mujer sin importancia, pero soy fuerte. Llevamos siglos en mi tribu haciendo estos viajes solas para dar a luz y yo puedo hacerlo también. Los dos podemos hacerlo y salvar a tu tribu de una muerte segura. Vamos Lubbi, sigamos!!! dijo sin dejar en ningún momento de mirar al frente y sonreír.

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20/04/2008, 02:58
Buitre Negro

Lubbi levanto la mirada. Efectivamente, lo que había sospechado se estaba haciendo realidad. En el cielo claro y despejado, como los últimos años en esta tierra donde el agua, apenas llegaba a toccar el suelo, había volando varios Buitres Negros. Volaban en círculos, como lo hacían cuando habían encontrado a alguna presa que se estaba a punto de morir.

Volaban pacientemente sobre las cabezas de Lubbi y Aboro, proyectando sus sombras sobre el suelo. Incluso uno de ellos se aventuró a bajar al suelo lentamente, creyendo que a sus dos comidas les quedaba poco para desfallecer.

Se quedo quieto a cierta distancia de los dos que seguían su camino, mirando disumuladamente a sus presas con el cuello torcido y la esperanza de poder comer hoy un gran manjar.

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21/04/2008, 09:33
Lubbi Kuu Takla

Las palabras de A'boro pasaban volando sin que les prestara atención ya que todos mis sentidos estaban fijos en un único frente nuestro.

Un buitre carroñero descendió hasta una distancia prudencial para el y se posó observando cada uno de nuestros movimientos, pero lo que me resultaba extraño es que hubiera venido solo, nunca lo hacían, siempre iban en manada, por lo que levanté la cabeza para fijar mi vista en el Sol ardiente que nos acechaba, sus rayos me dejaron ciego por un momento, pero entonces unas sombras lo cubrieron por completo, unas sombras que daban vueltas alrededor suyo, pero no era alrededor del Sol que daban vueltas, sino alrededor nuestros ya que cuando fijé mi vista en el suelo las sombras proyectadas por las aves trazaba perfectos círculos alrededor de nuestras siluetas cada vez mas delgadas ...

Estaba claro porque estaban allí, esos carroñeros olían la muerte ya que esta era la que le proporcionaba el alimento necesario para poder sobrevivir. Si estaba allí era porque no nos quedaba mucho tiempo de vida el hecho de que uno de ellos se aventurara a acercarse a nosotros no era buena señal.

Mis ojos se cerraron y por un momento abandoné toda esperanza dejando caer una rodilla en el suelo, esta se clavo en la arena, no podía ver la reacción del buitre pero seguro que si hubiera tenido los ojos abiertos hubiera visto una larga sonrisa como la de la hiena que intentó atacar a A'boro ...

Toda esperanza desapareció y el cansancio que sentía empezó a abrumarme por completo, no podía mover las piernas ni las manos, y por un momento creí que hasta me faltaban las fuerzas para respirar. Por delante de mis ojos cerrados empezaron a pasar las imágenes de mi vida, pude ver de nuevo a Padre y a Madre mirando como daba mis primeros pasos, como empezaba a cazar, como jugaba con mi hermano ... con Amo ...

Lo siento Amo ... no puedo ... te he fallado ... el viaje termina aquí ...

Todo el poblado pasó por delante de mis ojos, y a medida que pasaban por mi lado iban desvaneciéndose en el suelo bajo la atenta mirada de las hienas y los buitres que nos sobrevolaban. Finalmente tan solo quedaba A'boro en el poblado, se acerco a mi y al pasar por delante de mi también se desvaneció en el suelo como todo el poblado, todos estaban muertos, pero entonces oí un lloro, un lloro que procedía del interior de A'boro, era un llanto de niño ... el llanto de mi hijo ... pero tan solo duró unos instantes, el llanto también se apagó, todos habían muerto por no haber cumplido mi objetivo, todos dependían de mi y les había fallado.

Mis ojos se volvieron a abrir lentamente dejando paso a la imagen que me había acompañado al cerrarlos, la imagen del buitre que sonreía como me esperaba, se relamía con la lengua imaginándose como sería nuestra carne dentro de su boca ...

Saqué las pocas fuerzas que me quedaban y me puse de pie torpemente sacando el arco y una flecha apuntándola contra el buitre, mi pulso temblaba y el arco parecía tambalearse de un lado a otro. Finalmente la flecha salió disparada en dirección a su objetivo, pero el disparo fue débil sin llegar a darle al buitre que se hecho a volar con su ruido característico mofándose de nosotros, sabiendo que era cuestión de horas que se podría abalanzar hacía nosotros sin que pudiéramos ofrecer resistencia alguna.

Recogí la flecha y la puse de nuevo en mi espalda, mis pasos eran torpes y pesados, mis labios estaban completamente agrietados y lo que era peor, toda esperanza había desaparecido, sabía que este sería nuestro último día de vida ... todo había terminado ...

-Caminemos ... si nos paramos estamos muertos ... si es que ya no lo estamos ... dije con el tono de voz débil sin girarme para mirar a mi mujer que no sabía como había reaccionado ni en que estado se encontraba ... simplemente empecé a caminar de nuevo arrastrando mis pies por el desierto ...

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21/04/2008, 09:59
Aboro kuu dabee

Vamos Lubbi, podemos hacerlo!!! mis palabras ni siquiera fueron escuchadas por el oyente al que iban dirigidas... estaba distraido por algo mucho más importante... unos buitres negros y hambrientos nos acechaban... A'boro miró al suelo, podía ver sus sombras rodeandoles.

no se acercarán mientras sigamos moviéndonos... son unos cobardes que solo comen carroña y ni siquieran se molestan en cazarla, solo esperan que estén muertos para comerlos sin haber movido ni una pluma...

- Vamos!!! no nos atacarán mientras sigamos en pie!!! al parecer Lubbi estaba derrotado y agotado... no voy a dejar que mueras aqui en medio de ninguna parte... Te arrastraré si es necesario... a pesar de que le hablaba a él, eran más bien palabras de ánimo para ella misma.

Se acercó de nuevo a su marido y esta vez cogió con fuerza de su antebrazo y comenzó a tirar con fuerza, ella avanzaba ahora con más fuerza y determinación, de vez en cuando paraba para respirar con dificultad, pero seguía tirando y andando bajo el duro Sol.

Mi barriga comenzaba a pesar más de lo que lo había hecho nunca y la bolsa que llevaba a la espalda comenzaba a desgarrarme los hombros, no tanto por el peso como por el contacto de la piel curtida con mi piel reseca y dolorida. Saqué una tela que tenía reservada para mi, la rasgué en dos y me la puse de turbante en la cabeza y alrededor de mi pecho, intentando que hiciera sombra en mi cara y protegiendo mis delicados senos, hice lo mismo con Lubbi que derrotado se dejaba hacer sin más. Después, me acerqué y pasé mi lengua salivada por sus agonizantes labios, ya que una mujer embarazada salivaba mucho más, despues le besé casi sin darme cuenta. Pero fue un beso rápido, de nuevo volví a tomar su brazo y volví a tirar de él.

Mi cabeza comenzaba a quedarse en blanco a causa de la deshidratación y el calor, pero yo seguía tirando y andando. Mi determinación y mi fuerza crecían conforme aumentaba mi cansancio.

A pesar de mis pasos cortos pero seguros, uno de ellos se hundió en la arena, haciéndome perder el equilibrio y cayendo de rodillas al arenoso suelo. Tras respirar costosamente, me levanté y continué mi camino siempre agarrada a mi marido y a su derrotismo.

No voy a morir aqui, ni tu ni mi hija! nadie morirá en mi camino a casa... llegaremos aunque tengamos que andar de noche y de día...

El Sol bajaba su intensidad y comenzaba a ocultarse tras las lejanas montañas. A'boro seguía tirando de su marido que ya no ejercía ninguna fuerza, simplemente iban uno a lado del otro cogidos de la mano, andando a paso lento y agonizante, sin hablar sin pensar, solo andar... ninguno pensó en parar aquella noche, pues tenian miedo de no volver a despertar, tenían miedo de que su infinito cansancio les llevara a un sueño eterno... Continuaron andando, agradeciendo la brisa de la noche en sus acalorados cuerpos y temerosos de los depredadores que pudieran acechar en las sombras, pero incapaces de defenderse o de atacar ellos primero, prefirieron seguir su camino a pesar de estar expuestos o ser más vulnerables en la oscuridad de una noche que llevaba a la Luna a su próxima plenitud.

Pronto estará completa la Luna... miró A'boro... pronto mi hija querrá salir... debemos llegar al poblado para entonces.

Pero por mucho que su corazón se lo pidió a su cabeza, y por mucho que su cabeza se lo pidió a sus piernas, estas no se movieron más deprisa de lo que ya se movían, siguieron su ritmo lento y fúnebre al lado de su marido. Desistió de seguir intentando ir más deprisa, y comenzó a pedir no volver a caer o no podría volver a levantarse.... quizás nunca más...

Notas de juego

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21/04/2008, 16:48
Lubbi Kuu Takla

Los primeros rayos de Sol empezaron a asomar tras las lejanas montañas impactando en nuestros párpados que finalmente se habían cerrado después de haber caído en el suelo fruto del cansancio que nos impedía seguir dando un paso mas.

Los dos estábamos tendidos en el suelo con los bártulos esparcidos a nuestros alrededor. Nos habíamos desplomado ya que nuestras piernas ya no eran capaces de proseguir el viaje, estábamos exhaustos y ninguno de mis músculos era capaz de reaccionar para intentar moverme, tan solo pude abrir los ojos lentamente observando el dulce amanecer del desierto, que en unas horas pararía a ser un infierno de Sol y calor, pero seguramente ya no disfrutaríamos de un día mas. Intenté levantarme pero no pude, no podía mover los brazos y tenía la boca tan seca que no podía despegar mis labios llenos de arena que había absorbido la poca saliva que aún me quedaba ... era el fin ...

A'boro permanecía tendida a mi lado y aún no había abierto los ojos, su silueta había cambiado mucho desde el día que partimos, estaba mucho mas delgada y tan solo abundaba la gran barriga que asomaba tras su ropa que ya casi no existía. Nuestros ropajes habían casi desaparecido siendo dos almas errantes casi desnudas, pero daba igual, nadie lo vería salvo los buitres que tarde o temprano volverían, y esta vez no bajaría un único buitre, bajaría toda la manada y empezarían a picotear nuestros cuerpos indefensos hasta que el dolor no pudiera mas con nosotros y nos hiciera abandonar este mundo.

Tan solo era cuestión de esperar, o los buitres nos matarían, sino las hienas, y sino el Sol nos quemaría fundiéndonos con la arena del desierto pero estaba claro que este sería el último día que podríamos respirar ... todo había terminado ... nuestro camino había llegado al final igual que el de mi Poblado ... todos morirían ...

Volví a cerrar los ojos deseando que todo terminara ... que no sufriera mas de lo que ya estaba sufriendo por ver como no era capaz de salvar mi poblado, ni mi mujer, ni mi hijo ... ni a mi mismo ... toda esperanza se había esfumado por lo que no tenía sentido seguir sufriendo ... quería morir ... deseaba morir y que todo terminara de una vez ...

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22/04/2008, 08:23
Aboro kuu dabee

Noté los rayos de Sol calentando de nuevo mi rostro, intenté respirar más profundamente pero apenas llegó algo de aire limpio y mucha arena del desierto. Notaba la boca y la nariz resecas y doloridas por el esfuerzo de tragar tierra y no haber bebido en días.

Comencé a abrir los ojos pero mis párpados estaban pegados por una extraña sustancia pegajosa y molesta. Cuando al fin lo conseguí fue peor pues arena y calor llegaron a ellos de golpe sin previo aviso, lo que me hizo cerrarlos de nuevo.

Mi cabeza comenzaba a despertar al igual que mi cuerpo, poco a poco y con mucha dificultad, mis músculos estaban entumecidos y en mala postura y mi mente divagaba intentando recordar cómo había llegado al suelo.

Estaba tumbada o más bien tirada en el suelo, todo lo corta que era, del costado derecho, y no veía a Lubbi que estaba tras de mí. La criatura me aplastaba el bazo y demás órganos internos, por lo que tenía un gran peso que me molestaba incluso para respirar.

Con los ojos cerrados de nuevo y la mente algo más despejada, intuí que habíamos caído presas del agotamiento aquella noche y me maldije por no haber podido aguantar de pie. Pero entonces me dí cuenta que si había caido el bebé???... Cerré los ojos con más fuerza como si eso me hiciera profundizar mucho más en mi cuerpo y escuché... o eso pretendía escucharle... pero un silencio infinito llegó a mi, solo el sonido de mi corazón golpeaba la realidad que me azotaba en la cara a pesar de que no quería verla. Mi bebé no se movía, ni siquiera podía escuchar su corazón, le notaba pesado, pero era como llevar una enorme carga inerte y muerta que a cada paso que dás pesa más y se vuelve más incómoda de agarrar.

Quería llorar, gritar, llamar a Madre... a Lubbi... pero no tenía fuerzas ni para tocar mi barriga prominente... no quedaban lágrimas que verter, mi cuerpo estaba tan sediento y tan agotado que apenas podía hacer latir el pequeño corazón de la joven muchacha afareña.

¿Qué será de nosotros ahora?

La oscuridad cayó de nuevo en mi nublada mente y de nuevo el sueño me llevó en sus brazos... para hacerme soñar... Soñé con extensos prados verdes y un oasis lleno de palmeras y animales... y mi hija... mi niña... Una linda pequeña corriendo y jugando en aquel paraíso... Una linda niña sonriendo y cantando... Una linda hija... viva... Mi hija... viva...

Abrí de golpe los ojos como si me hubieran pinchado con una lanza en la mitad de la espalda, era un pinchazo punzante e intenso en la zona lumbar... todo mi cuerpo se conmocionó al sentirlo... pero fue tan rápida su llegada como su partida. De nuevo el silencio, la nada... un latido...

PUM PUM PUM...

Un latido lejano que parecía anunciar la muerte ya cada vez más cercana.

PUM PUM PUM...

La muerte que sería la comida para otros que se darían sin duda un buen festín.

PUM POMPOM PUM POMPOM PUM...

¿Qué era ese sonido? Mi corazón no iba tan rápido...

POMPOM POMPOM...

Parece mi corazón, pero no... Una patada en el estómago me hizo casi levantarme de un salto, pero mi cuerpo estaba demasiado agotado y entumecido para moverse, asi que el golpe solo provocó un movimiento reflejo que me hizo girarme y ponerme boca arriba.

ESTA VIVA!!! MI HIJA!!! PUEDO ESCUCHAR SU CORAZÓN!!!

No podía creer que siguiera con vida, después de lo exhausta que yo estaba y del golpe que debió llevarse al caerme sin sentido sobre el suelo.

Mi mente se despejó de inmediato, ordené a cada célula de mi cuerpo que se moviera, pero fue inútil, ni siquiera puede llevar mi mano a mi vientre. Aún así no cejé en mi empeño, me cabreé, quise gritar y patalear, llorar y maldecir, pero ni mi voz salía de mi reseca boca.

NO QUIERO MORIR! NO QUIERO QUE MI HIJA MUERA! ELLA VIVE! VIVE!

Volví a tratar de moverme pero era inútil, solo conseguía cabrearme más, nunca me había sentido tan inútil, tan impotente, a merced de Madre Tierra y sus designios para mi.

NO!!! me gritaba en mi interior NO VOY A DEJAR QUE MUERA!!!! Me arrastraré si es necesario... Madre dame fuerzas.... Madre bendice a mi hija... Madre... en aquel momento lamentaba no haber hecho el ritual que debía, estaba claro que Madre Tierra estaba enfadada y por eso nos castiga a mi hija y a mí. NOOOOOO!!!!!!! pero mis gritos se ahogaban en mi mente y mi corazón latía de coraje por seguir con vida y dar a luz a mi amada hija.

Giré mi cabeza y le vi. Derrotado... Agotado... Derrumbado... probablemente incluso muerto... No había sentido por el cariño que había visto entre Padre y Madre, pero él había cuidado de mi y me había dado un hogar y una hija... sentía su pérdida como algo triste y desolador... pero sobretodo porque no llegaría a verla. No podía mirarle bien pues el Sol me deslumbraba, podría estar en la misma situación que yo, pero no podía comunicarme con él, y seguramente él tampoco conmigo.

Pero él no me importaba. Ahora solo me importaba mi hija... tenía que nacer y vivir... tenía que tener una vida plena como la que yo había tenido... ella no podía morir aqui... en medio de ninguna parte...

NO!!!!!!!!!!!!!!!!!

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22/04/2008, 10:26
Taban Gaysaa

...ambos se quedaron en la arena sin ningún tipo de alimento para llebarse a la boca, sin siquiera poder beber un poco de agua fresca.

Taban Gaysaa fue interrumpido derepente por el revuelo que estaban formando los más jóvenes de la tribu, que murmuraban y comentaban lo que les estaba pasando a los protagonistas de la historia.

¿Será una hija? pregunto una joven hermosa de apenas 10 años, mientras otro chico de un poco más edad le contestaba entusiasmado pero triste, con esa mezcla de no saber que sentir pero emocionado con lo que sentía Van a morir

Pero... ¿como podían morir si eran parte de una leyenda? No podía pasar tal cosa, el niño tenía que vivir, pero lo que ningun niño de la aldea sospechaba es el como podría sobrevivir alguien a lo que estaban sufriendo Lubbi y Aboro. Eso si, los más viejos de la aldea por supuesto que conocían el desenlace y se movían inquietos en el suelo los que estaban sentados, y de pie los que no lo estaban, pues sabían que para algunos niños oir lo que viene a continuación les podría suponer pesadillas durante muchas noches, pero... era necesario oirlo, pues es a historia del hombre que salvo la aldea de la muerte.

Era parte de la cultura afareña, era necesario que se trasmitiera de generación en generación para recorddar por siempre a aquel hombre que los salvo, y que ahora vivían gracias a él. Así que con lágrimas en los ojos, por la emoción y con la voz temblorosa, tal y como la había tenido durante todo el relato, continuo con éste.

Habían pasado la noche al cobijo de un árbol. Un árbol que proyectaba la sombra de la mañana justo al otro lado de donde ellos estaban tumbados. Pero no se habían percatado. Ese árbol, viejo, estropeado y enorme, se llamaba Iggif Haad.

Sí, era un nombre extraño para un árbol que había conseguido nacer, crecer y vivir en el decirto, sin nada de alimento, era extraño que se llamara Iggif Haad, el Árbol de la Muerte. Pero con ese nombre había sido bautisado.

En el tronco de ese árbol se podía ver dibujado la cara del mismisimo demonio, sonriendo de cara ante aquellas dos personas que llacían en sus raices, muriendose lentamente. Pues segunrante estaría pensando que sus cuerpos, cuando fuesen enterrados, servirían de abono para sus raices.

*cof *cof *cof

Tocio repetidas veces, una tos ceca y angustiosa. Le costaba respirar y le costaba continuar con la historia, pero debía hacerlo. Los niños permanecían en silencio con los ojos muy abiertos, esperando a que el pobre anciano se recuperase y continuase con su historia. Él respiro profundamente varias veces y unas lágrimas le calleron por sus mejillas. Estaba viejo por dentro y por fuera y sus órganos vitales quizás ya no les estaban respondiendo.

Un hilo de sangre le salió por la comisura de sus labios. Un hilo de sangre fino y espeso, mezclado con la saliba amarillenta de aquel anciano.

Se paso su brazo por su boca y se la limpio, manchando su brazo de sangre y haciendo acopio de valor y fuerza de voluntad, continuó con el relato.

Y Lubbi fue el primero en levantarse...

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22/04/2008, 11:16
Lubbi Kuu Takla

NO!!!!!!!!!!!!!!!!!

El grito de A'boro que salió de lo mas profundo de su corazón me hizo abrir de nuevo los ojos volviendo a ver el intenso sol que ya nos acechaba con toda su fuerza y magnitud, pero mis ojos no quedaron ciegos como la primera vez que los abrí ya que entre mis ojos y el sol habían unas ramas que cubrían mis ojos de los rayos del sol.

¿Que es esto?

Seguí con la mirada aquello que protegía mis ojos y me di cuenta que un árbol se postraba justo al lado nuestro, un árbol que no había divisado la primera vez que me abrí los ojos. Era un árbol del que ya había oído hablar alguna vez ...

Iggif Haad ... el árbol de la muerte ...

Mi Padre me había hablado de el, era un árbol misterioso ya que mi Padre me decía que solo las personas que estaban a punto de morir eran capaces de verlo y ver el mismísimo demonio que llevaba grabado en el tronco, y ahora yo podía divisarlo perfectamente. La sonrisa malvada del Demonio nos observaba y se mofaba de nuestro precario estado, había venido a recoger nuestras almas moribundas para llevárselas para siempre jamás, no quedaba duda alguna.

Pero sus ojos me dejaron de mirar, empezaron a mirar hacía arriba, hacía una de sus inmensas ramas, seguí con mis ojos su mirada hasta llegar hacía donde miraba el Demonio, en una de sus ramas colgaba un fruto el cual el demonio nos ofrecía.

Un fruto demoníaco ... el fruto de la muerte ...

Volví mi mirada hacía la figura del demonio y este volvió a sonreír hundiendo sus ojos en los míos, buscando en lo mas profundo de mis pensamientos, entonces empecé a oír una voz que me hablaba, era la voz del demonio con mi tono de voz la que me hablaba por dentro ...

Este es el fruto de la muerte Lubbi ... me dijo sin que yo dejara de observar aquel fruto que era el primer alimento que veía desde que partimos y que me mantenía cautivado ...

Tan solo hay un fruto Lubbi ... y sois dos ... su voz cada vez se tornaba mas tenebrosa, pero disfrutaba pronunciando esas palabras, se le notaba en el tono de voz ...

La decisión es tuya Lubbi ... si coméis los dos ... moriréis ... tan solo si come uno ... podrá sobrevivir ... tu debes decidir quien sobrevive Lubbi ... ese es tu destino ...

Una risa gutural se despidió después de pronunciar esas palabras y en ese momento una ligera brisa de aire sopló a la rama en la que había el fruto haciendo que este se desprendiera y viniera lentamente hacía mis manos. Saqué fuerzas de donde no había y me incorporé para coger el fruto entre mis manos acariciándolo como si fuera el tesoro mas valioso que nunca hubiera tenido en mis manos.

El fruto de la vida ... y el fruto de la muerte ...

Observé a A'boro aún con el fruto en la mano y por primera vez se me insinuaba una ligera sonrisa en mi rostro, una sonrisa que retornaba al saber que mi hambre podía ser casi saciada con ese fruto, pero allí también estaba A'boro que no podía ni moverse, y en su interior el hijo estaba mi semilla, la semilla del poblado, la semilla del que estaba destinado a ser el líder del poblado.

Mi pulso se volvió tembloroso ante el dilema que se me presentaba. En mis manos tenía el don de salvar o matar, y no sabía que era lo que debía hacer. Hacía esfuerzos para calmar mis mas oscuros pensamientos egoístas que me decía que me la comiera yo solo, que una mujer no era digna del don de la salvación, pero esa mujer tenía a mi hijo en su interior, eso si que era importante ...

La decisión era difícil, si yo me la comía sobreviviría y llegaría al poblado de A'boro ... pero ... si llegaba a su poblado sin ella ... sus Padres no tendrían porque ayudarnos ya que nuestro poblado sin su hija carecía de valor. Pero si se comía todo el fruto ella yo moriría, y seguramente ella al cabo de poco tiempo porque era una criatura indefensa a merced de los depredadores de la zona. Y si los dos comíamos ... los dos moriríamos ...

La paradoja estaba planteada mientras observaba con detalle el paisaje que se nos tendía delante nuestro, quizás sería la última vez que pudiera verlo. El rostro del Demonio grabado en el tronco aún nos observaba y disfrutaba leyendo mis pensamientos ...

Todo tiene un precio Lubbi ... y el precio de la vida ... es la muerte ...

De nuevo la voz volvió ... pero hice esfuerzos para no oírla, me estaba confundiendo mas de lo que yo propiamente ya estaba.

Debía tomar una decisión ya que mis fuerzas poco a poco volvían a desaparecer, y tenía la sensación que si desaparecían estas ya nunca mas volverían a mi. Con las pocas fuerzas que me quedaba partí el fruto en dos trozos exactamente iguales, uno en cada mano, cerré los ojos y finalmente tendí mi brazo llegando hasta la mano de A'boro y dejando un trozo del fruto en ella ...

-Come mujer ... le dije simplemente a la vez que llevaba mi trozo de fruto a la boca y empecé a masticarlo con enorme dificultad ya que hasta los huesos de la mandíbula me dolían ...

La decisión esta tomada ... que sea lo que Ala quiera ...

Cerré los ojos degustando el fruto que sabía a gloria llevándose con se jugo cuello abajo la arena que había tragado durante todo el viaje.

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22/04/2008, 22:17
Aboro kuu dabee

Parecía la voz de Marido... Abrí los ojos... un dulce y embriagador aroma infectó mis fosas nasales... revitalizó mi espíritu haciéndome aspirar profundamente para saborearlo.

Giré mi cabeza al sentir su mano, me tendía algo... apenas podía verlo pues seguía tumbada, pero por el olor era fruta... fruta fresca... Mi niña también pudo sentir la frescura y la vitalidad con la que impregnaba el ambiente y se movió nerviosa dentro de mí.

Entonces me dí cuenta que el Sol no quemaba mi rostro, era agradable un poco de sombra. Miré atrás y vi un árbol... no recordaba que antes estuviera allí mismo... pero sin duda, cuado desperté al salir el Sol esta mañana, su sombra se proyectaría hacia otro lado y me pareció solo un espejismo en la ardiente arena del desierto.

El apetecible aroma tiró de mí como si de fuertes manos se tratara, me incorporé aunque solo a medias y observé a Lubbi devorando ansioso la mitad de un extraño fruto. Me tendía con mano temblorosa la otra mitad.

Solo hay uno... para tres personas... respiré hondo... si lo partimos moriremos los tres...

Un lágrima infinita cayó de mis ojos y brillo con la luz del Sol... seguramente pronto se convertirá en un brillante grando de arena - pensé - ¡OH Hija Mia! ¡¡¡ Cuánto me hubiera gustado tenerte en mis brazos y contarte las historias de mi niñez... mecerte y cantarte mis canciones... las que Madre me cantó a mí cuando nací!!! ¡¡¡Por favor... no llores... no me eches de menos... pues estaré a tu lado para velarte y amarte siempre!!!!

Cerré los ojos mientras un única lágrima recorria mi mejilla, mis labios... salaba mi barbilla, cayendo en mi vientre, y deshaciendose impotente por el caluroso día... dejando una marca imborrable en A'boro kuu dabee.

Aparté la mano que Lubbi me tendía.

- No sobreviviremos ninguno si lo partes, Lubbi, Marido mio. Te ruego llegues al poblado lo antes posible y vuelvas a por tu hijo ( él debía creer que sería un varón para motivar más su alma)... Yo... estaré muerta... dije secamente - pero podréis sacarlo con vida de mí si te apresuras...

Lubbi... le miré... cuida de nuestro hijo y cuéntale como su Madre dio su vida por él... por ti y por toda tu tribu. Di a mi Padre que su "pequeña flor de fuego se extingue", él lo comprenderá y te dará todo lo que pidas - suspiré costosamente - ¡¡¡Vamos!! ¡¡Vete!! todavia te queda mucho camino... yo... - mi voz se ahogó en un sollozo - lucharé por mantenerle a salvo.

Bajo este árbol, - volví a tumbarme agotada - tendré protección y cobijo. Déjame todo lo que no necesites y tu lanza para defenderme, y no mirés atrás... - sonrió con la más bellas de sus sonrisas aunque su corazón lloraba a lágrima viva por aquella decisión... pero su hija, pues creía en lo más profundo de su ser que sería una niña, debía salvarse a ante todo y esa era la única opción posible.

Lubbi - concluyó sin dejar de sonreír y amándole profundamente solo con la mirada - has sido un Gran Marido, ahora ve y sé un Gran Padre!!!!

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23/04/2008, 23:20
Lubbi Kuu Takla

Las palabras de A'boro me quitaron las mías en un instante, no sabía que decir, el fruto volvía a estar en mis manos pero mis ojos no podían dejar de mirar los de mi mujer que se había reclinado sobre el árbol tapando el horrible demonio que llevaba grabado ...

El Árbol de la Muerte ...

A'boro había tomado una decisión, seguramente la decisión que debí haber tomado yo pero no me atreví por miedo a ser rechazado por su familia al no presentarme con ella, pero sus palabras me despejaron todas las dudas y de nuevo volví a tener claro porque estaba aquí ...

Debo seguir el camino ... mi poblado me necesita ... debo hacerlo por ellos ...

Mis ojos permanecían cerrados pero rápidamente los abrí para contemplar quizás por última vez la sonrisa de A'boro, que ni en ese momento la había perdido ...

Pequeña flor de fuego se extingue ... Pequeña flor de fuego se extingue ... Pequeña flor de fuego se extingue

Me repetí una y otra vez por dentro la contraseña secreta que me abriría las puertas al poblado de A'boro, que me abriría las puertas a la posible salvación del mio, pero por contrapartida seguramente terminaría con la vida de mi hijo y mi mujer ... pero dos muertes comparadas con las de un poblado entero y toda su historia ... sin duda eran mas importantes las segundas ... o al menos eso intentaba creer para alejarme sin sentir ningún sentimiento de culpa y de pena que arrastrara durante toda mi vida ...

Sin decir nada pero sin dejar de observar a A'boro cubrí con el trozo de tela y las cuerdas dos ramas que salían formando una especie de toldo como había hecho el primer día de camino en el que nos refugiamos del Sol. Una vez terminé empecé a cavar en la arena justo al lado de A'boro buscando tierra mas fresca formando una especie de hueco como ella había hecho anteriormente, y buscar la frescura de la arena que la ayudara a soportar el intenso calor que iba a sentir a pesar de estar cubierta por la sombra que formaba el trozo de ropa ...

Me la quedé mirando a los ojos, unos ojos que por primera vez durante el camino no mostraban ninguna clase de enfado, sino todo lo contrario, unos ojos que se mostraban agradecidos por lo que ella había hecho por mi poblado, pero no tuve el valor suficiente como para decírselo en palabras ...

Finalmente le dejé una flecha ya que la lanza era demasiado grande para que ella pudiera utilizarla desde el suelo, y menos en su actual estado, tanto por el embarazo como por la escasez de fuerzas. En el momento en que le dí la flecha nuestras manos se rozaron entrelazándose por un escaso momento, pero por la expresión de A'boro ese pequeño momento había sido muy grande para ella ...

Me levanté y me alejé unos pasos dando marcha atrás ... sin darle en ningún momento la espalda, contemplando su bello rostro y su bello cuerpo quizás por última vez ... pero antes de partir le dije ...

-Prométeme que seguirás viva cuando vuelva ... volveré ... te lo prometo ... os salvaré a tu y a hijo mujer ... lo prometo ... y el poblado se salvará gracias a nosotros ... prométeme que seguirás viva ...

Me quedé esperando una respuesta por parte de A'boro, quizás era la primera vez que lo hacía ya que nunca me esperaba a que ella expresara su opinión ... pero ahora era diferente ... necesitaba saberlo ... necesitaba creer que seguirían vivos a mi vuelta ...

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24/04/2008, 08:21
Aboro kuu dabee

Observé sin descuidar ni un detalle como Marido preparaba un refugio para mí... miraba su cuerpo intentando recordarlo para siempre... sus brazos fuertes y ahora delgados por el hambre acumulada, sus largas piernas ahora esqueléticas pero que en su tiempo fueron vigorosas... su cara siempre seria y distante... ahora preocupada e incluso triste... sus ojos oscuros superiores... ahora tiernos y temerosos...

Sabía que a pesar de hacer todo sin mediar palabra y sin muestras de duda, por dentro la culpa y la preocupación le consumían tanto como la falta de agua o de comida.

Sin embargo, no podía dejar de sonreír, sabía que él me salvaría como había hecho siempre y sabía que mis padres no dejarían de luchar por encontrarme con vida. Mi sonrisa se volvió más cálida y reconfortante cuando vi como con las pocas fuerzas que había recuperado cavaba un agujero para mí, como yo hiciera para él días atrás... Quise abrazarle y llorar junto a él, pero mis músculos no se movían... mi llanto no salía... y mi sonrisa no se borraba de mi rostro... y no se borraría mientras él estuviera conmigo.

Entonces me entregó una flecha como le había pedido, por un momento dudé... me obedecía él a mí??? porqué no lo discutía??? pero al tomarla de su mano la rocé un instante... un infinito instante que me llevó a un agradable escalofrío de placer por todo el cuerpo... quizá fuera el último contacto que tuviera con un ser humano para siempre... mis ojos se cerraron de forma incosciente un instante... mi corazón recobró el ánimo perdido y al abrir los ojos mi sonrisa fue si cabe más amplia y hermosa... su mano ya no estaba, pero aún podía sentir su áspera piel rozando la mía... Lo que habría dado por un abrazo!!!!!!! uno de los de Padre... un abrazo intenso y fuerte... de esos que me hacían crujir las costillas pero que reconfortaban mi espíritu!!!!

Pero Lubbi se levantó y se marchó, sin darme ningún momento la espalda, mirándome... sus ojos estaban tristes así como su expresión de preocupación... no había sonrisa ni alivio en sus azorados labios...

Prométeme que seguirás viva cuando vuelva ... volveré ... te lo prometo ... os salvaré a ti y a Hijo mujer ... lo prometo ... y el poblado se salvará gracias a nosotros ... prométeme que seguirás viva ...

Mis ojos se abrieron como si recibiera un fuerte golpe, mi sonrisa se conviertió en una mueca de mis labios, que no se decidían sin cerrarse o abrirse, mi corazón dio un vuelco y por un momento, me pareció que mis pulmones paraban de respirar... prométeme que seguirás viva ... ha dicho??? que yo??? yo le importo??? no solo la criatura... yo también...

Mis lágrimas saladas comenzaron a brotar a borbotones de mis ojos... ni siquiera sabía de donde podía sacar tanto líquido de mi seco y agotado cuerpo... nublaban mis ojos de modo que comenzaba a perder la imagen de Lubbi de mi visión... a pesar que estaba cerca, tanto que incluso podía estirar el brazo y tocarle... pero no pude moverme... por mucho que quisiera ese abrazo no sería yo quien pudiera iniciarlo...

intenté decir algo... contestar a su promesa... pero mi voz se ahogaba con mis lágrimas, solo pude volver a sonreír y aceptar la promesa moviendo mi cabeza arriba y abajo. Mis lágrimas continuaron saliendo y cayendo por mi feliz rostro, no podía contenerlas y no tenía fuerzas para secarlas...

Así que me quedé allí, tumbada en un árbol extraño, llorando la marcha de mi marido y mi propia suerte, feliz como nunca por las palabras de mi esposo y lo que ellas significaban...

lágrimas y sonrisas
lágrimas amargas de despedida
risas por felices promesas de futuro
sonrisas y lágrimas...

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25/04/2008, 16:01
Lubbi Kuu Takla

Mis ojos miraban por última vez a los de A'boro que ahora se mostraban llenos de lagrimas pero con una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro. Quizás era por saber que estaba actuando como debía, o quizás y lo mas seguro por ver como le estaba preparando todo para que su infierno fuera lo mas celestial posible.

A A'boro le quedaba una larga agonía sin fin, la agonía de no saber cuando moriría y de si alguien iba a llegar a tiempo para rescatarla, poco a poco sus fuerzas se irían apagando, pero mas rápido que en una persona normal ya que en el interior de su barriga estaba el futuro líder del poblado Afareño, y este poco a poco iba consumiendo las pocas fuerzas que le quedaban a su huésped.
Pero A'boro no dejaba de sonreír a pesar de todo, era una chica feliz y estaba orgullosa de poder brindar una oportunidad a su marido y al poblado que este representaba, y yo valoraba mucho su gesto. El concepto que tenía de ello cambio por completo, A'boro era una mujer que era capaz de entregar su vida por su marido y esto era mucho mas de lo que podía esperar, no tan solo yo, sino mi Padre junto a todos los ideales que este me había inculcado con el tiempo.

Los ojos de A'boro pedían algo mas después del leve contacto de nuestras manos, pedían a gritos un abrazo, o quizás mas que eso, pero ahora no era momento de expresar nuestros sentimientos, el tiempo se agotaba lentamente y no podíamos perder tiempo en algo que ahora no nos llevaría a nada, ya lo haríamos cuando toda esta pesadilla hubiera terminado, ojala que ambos con vida ...

-Adiós mujer ... recuerda tu promesa ... yo recordaré la mía ... le dije justo antes de darme la vuelta y empezar el largo camino que aún me esperaba.

Atrás dejaba la mujer que me había brindado la posibilidad de poder cumplir mi objetivo, cubierta de lagrimas pero agarrada fuertemente a la esperanza de que volvería, una esperanza que también compartía yo y que ahora se unía al objetivo con el que había partido, y junto a ella dejaba parte de mi esencia, la esencia personificada en un niño que llenaba su barriga de ilusión ... la ilusión de una nueva vida ...

Adiós ... A'boro ... gracias ... me repetía por dentro una y otra vez hasta que mis pasos se alejaron tanto como para que A'boro me hubiera perdido de vista dejando tras de mi unas huellas que pronto la escasa brisa que corría borraría tras de mi ... y junto a estas huellas había unas pequeñas lagrimas que brotaban de mis ojos, unas lagrimas que no podía reprimir y que me acompañaron durante el resto del viaje ...

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25/04/2008, 17:01
Lubbi Kuu Takla

El día avanzó mas lento que cualquier otro ya que no sentía tan animado como días atrás, la ausencia de la sonrisa de A'boro hacía que el día fuera mas triste que cualquier otro y hacía que los segundos avanzaran lentamente.

La única compañía de la que disfrutaba era la del Sol que avanzaba en dirección opuesta a la mía y en estos momentos sus intensos rayos golpeaban mi espalda haciendo que esta estuviera mas quemada de lo normal. Aún conservaba el trozo de fruto que A'boro me había cedido el cual guardaba hasta justo antes de irme a dormir, para poder aguantar lo suficiente para poder llegar al poblado de A'boro.

Recordaba vagamente el rostro de sus Padre, pero no había visto aún su rostro enfadado, y me daba miedo decirles que su pequeña flor de fuego se extinguía, su reacción seguro que no sería agradable y tenía miedo que me rechazaran si no llegaba con la presencia de su hija. Pero era un riesgo que debía asumir, A'boro lo había asumido y ahora empezaba a sentirme culpable por ello.

No era capaz de quitarme de la cabeza la idea de si había hecho lo correcto, si había hecho todo lo posible, si realmente la vida del poblado valía la vida de mi mujer y de mi futuro hijo.

La duda me acompañó durante todo el camino hasta que finalmente la noche me acecho por fin, el día se había hecho largo pero había avanzado mucho camino, muchos mas que durante los otros juntos.

Justo antes de irme a dormir me comí el último trozo de fruto, el que A'boro había rechazado en mi propio beneficio, el fruto que A'boro había rechazado y que era una de sus únicas esperanzas para poder vivir, pero ella lo había decidido, quien sabe si por mi falta de tacto o por mi falta de cariño, quizás se había sentido sola y deseaba mas que nunca su muerte ...

Con la duda me dormí dándole vueltas a la cabeza pero con el estómago un poco mas lleno que las noches anteriores, algo que sin duda ayudaba a paliar el cansancio que sentía, pero debía llegar lo mas rápido posible al poblado para así poder salvar a A'boro.

Me quedé dormido entres unas rocas pero esa noche la pase al descubierto ya que las ropas que utilizaba para protegerme durante la noche ahora las tenía A'boro. Con los ojos cerrados pero con todos los sentidos despiertos esperé durmiendo a que el primer rayo de sol impactara en mi rostro para seguir andando hacía la salvación de A'boro ... sus Padres ...

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25/04/2008, 21:29
Aboro kuu dabee
Sólo para el director

Las lágrimas seguían brotando sin control aun cuando ya no le veía a lo lejos... de repente una sensación de soledad y vacío me recorrió el cuerpo y el alma...

Bueno Ánimo!! intenté hablar en voz alta para oír mi propia voz, pero fue imposible... solo salió un tímido sollozo. Cerré los ojos y al final por agotamiento quedé dormida durante unas cuantas horas.

El Sol lucía en lo alto cuando desperté dolorida y cansada, apenas había recuperado fuerzas con el sueño. Pero mi mente y mi espíritu si habían recobrado su fuerza y su esperanza por el futuro que me aguardaba. Me levanté costosamente y preparé todo lo necesario para si el parto llegaba más pronto que tarde, andé un poco alrededor de mi refugio para estirar las piernas doloridas y buscar agua o comida.

Pero apenas me alejé unos pasos, volví de nuevo atemorizada por encontrar una hiena o algo peor. Además no podía correr el riesgo de caerme o perderme en el basto desierto.

Ya no se veían las huellas de Lubbi, la leve brisa que se había levantado las había borrado por completo...

Parece que nunca estuvo aquí!!! me dije temerosa... la soledad era algo que nunca me había gustado... siempre iba acompañada por mi hermana menor cuando estaba en mi poblado, fuera a donde fuera, y al casarme, era Lubbi o alguna de las mujeres de su poblado, la que siempre me acompañaba a por agua o a cuidar el rebaño.

No se escucha nada... el silencio era infinito, parecía que estuviera yo sola en toda la tierra... El corazón se me encogía cada vez más. Tengo que ser fuerte! pronto llegará mi hija y me dará la compañía que ahora no tengo.

Volví entonces a acurrucarme lo más cómoda posible en el agujero que Lubbi me hizo, masajee mis piernas y mi cuerpo con las esencias que me quedaban y saqué una odre de agua que había llevado en secreto para mi hija. Cuanto me había costado no beber de ella!!!!!! pero mi hija la necesitaría más que yo. Llevaba meses guardandola, pues veía la sequía que nos acechaba y aunque renovaba el agua diariamente para que no se pudriera, la primera que me daban era para ella. Ahora tan cerca y tan a mi alcance, se me hacía difícil no beberla. Pero era importante que la guardara o mi hija moriría sin remedio en las primeras horas. Madre siempre me lo decía, al dar a luz, lo primero que tienes que hacer es beber mucha agua para tener leche abundante y sana para tu bebe. Y así sería esta vez también. No era mucha la que había podido cargar, pero al menos me daría para uno o dos días... mientras Lubbi regresara... intenté calcular el tiempo que le llevaría ir y volver... bufffffffff... resoplé... al menos tardará 4 días en llegar y otros 4 en volver!!! 8 días... debía retrasar el parto todo lo posible para no desangrarme si algo no iba bien... además de que atraería a todo ser vivo a kilometros a la redonda con un buen olfato...

Hija mía... mi niña... has de aguantar... duermete y descansa... pronto vendrán a buscarnos... pronto... dije mientras el sueño me vencía de nuevo.

Ya comenzaba a oscurecer cuando un fuerte dolor en el vientre me despertó de golpe... Ya está aquí!!!! Ya quiere salir... No aún no pequeña, aún no... es pronto... debemos esperar ¡¡¡¡¡¡¡AHHHHHHHHH!!!!!

Un fuerte grito desgarrador enmudeció al mismisimo Sol que comenzaba a ocultarse.

Cerré los ojos encogida, era más doloroso de lo que pensaba... Respiré profundamente como mi Madre me había enseñado... Solté el aire poco a poco, pues de golpe no podía porque el bebé me aplastaba el diafragma.

Estaba encogida en el agujero que Lubbi me hizo, en cuanto pasó el dolor cogí de alrededor todo lo necesario, pero mi alma comenzó a llorar y a pedir ayuda... no podría hacerlo sola y mucho menos sobrevivir!!!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!! otra contracción... me dejaban tan exhausta que no podía ni pensar... solo quería que pasase aquel dolor tan intenso... Preparé las telas para la niña y para mi, pues sangraría bastante y tenía que cortarla lo antes posible. Lo que daría por estar acurrucada por Madre y las demás mujeres de la tribu... que siempre acudían al parto de cualquiera de las mujeres del poblado...

¡¡¡¡mmmmmmmmmmmm!!!!!!!!!!! un grito contenido me hizo darme cuenta que no vendría nadie... ni Madre... ni Hermana... ni Padre... ni Marido... NADIE... ESTOY SOLA!!!!!!!!!

Comencé a llorar asustada y desconsolada, cómo iba a sobrevivir a todo esto... la situación me superaba... ¡¡¡¡NOOOOOOO!!!!! ¡¡¡¡NO QUIERO MORIR!!!! ¡¡¡¡AYUDARME!!!!! ¡¡¡¡MADREEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!! otro grito desgarrador rompió el silencio que me engullía...

Cada vez las contracciones comenzaban a ser más dolorosas y continuas... cada vez menos tiempo para recuperarme de una a otra...

Me dolía la espalda, y las ingles, notaba al bebé moverse inquito, mis huesos en las caderas crujían como si de un momento a otro fueran a romperse en mil pedazos...

Me quité la ropa que me aprisionaba, allí desnuda... indefensa en pleno desierto y sola... me sentía tan sola...

¡¡¡¡POR FAVOR MADRE QUE ESTO PASE RAPIDO!!!! ¡¡¡¡MADRE!!!! ¡¡¡¡AHHHHHHH!!!! Cada vez tenía menos fuerzas para gritar... y lo peor no había llegado aún, pero ya estaba cansada...

Intentaba aguantar el dolor lo mejor posible, pero no era tan fácil como Madre había explicado, pasaron varias horas eternas en las que ya no tenía ni fuerzas para gritar cuando una contracción me retorcía las entrañas.

Todavía quedaba luz suficiente pero si esto se alargaba mucho más sería de noche cuando lo más duro estuviera por llegar.

Respiré de nuevo y me puse en cuclillas, ya que tenía que parir sola, esa era la mejor opción, estaba sobre el agujero, de modo que por debajo un amplio espacio y mullido (tras colocar las pieles correspondientes) recibiría al bebé.

¡¡¡¡AHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!! otra contracción, pero ya no gritaba, solo en mi interior rezaba por soportar aquella tortura lenta que pronto llegaría a su fin...

Tengo que mantener la cordura!!!!!! No debo gritar o alertaré a todos los depredadores de la zona!!!!!!!! ya estarán suficientemente alertados por mi olor como para indicarles también el camino con mis gritos.... pero por mucho que intentaba ser fuerte... apenas tenía 16 años... necesitaba a mi Madre... las lágrimas recorrían mi joven rostro... ¡¡¡Madre!!!! ¡¡¡Tengo miedo!!! ¡¡¡Ayudame!!! ¡¡¡AAAAAHHHHHHHHHHH!!!! otra contracción... cada vez eran más frecuentes...

Metí la mano bajo mi enorme barriga, la salida estaba muy blanda y caliente pero todavía no cabía mi pequeña mano dentro, con lo cual aún faltaba mucho para que la pequeña pudiera salir...

Buufffffffff resoplaba como podía... ¡¡¡Ay!!!! ¡¡¡Que alguien me ayude!!! por favor... que alguien... ¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!! mi cuerpo se estremecía a cada contracción... me agarraba a la flecha que había clavado fuertemente en el suelo, pero apenas mantenía el equilibrio en esa postura...

Las lágrimas seguían fluyendo... ¡¡¡MADREEEEEEE!!!! ¡¡¡SÁLVAMEEEEE!!!!!!

¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!!! esta vez fue tan fuerte que no conseguí aguantar el grito que salió de mi garganta como si llevara años retenido... fue tan fuerte que me hizo perder el equilibrio, solté la flecha y caí de espaldas en el agujero sobre las pieles allí preparadas... no fue una caida dolorosa pero estaba tan cansada que no pude levantarme.

¡¡¡¡MADRE!!! ¡¡¡AYÚDAME!!! ¡¡¡NO PUEDO HACERLO YO SOLA!!!! ¡¡¡¡NO PUEDO!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡AYÚDAMEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡MADREEEEEEEEEEEEEE!!!! ¡¡¡¡POR FAVOR!!!! ¡¡¡¡NO ME DEJES!!!! ¡¡¡¡MADREEEEEEEEEEEEEE!!!! ¡¡¡¡POR FAVOR!!!! ¡¡¡¡POR FAVOR!!!! ¡¡¡VENNNNNNN AYÚDAME!!!!!!!!!!!!!

Lloraba desesperada y aterrorizada... el dolor era insoportable y la soledad y la impotencia acrecentaban ese dolor...

Pasaron largos minutos que parecían horas, seguía allí tirada... incapaz de moverme, incapaz de hacer cualquier movimiento por pequeño que fuera... a cada contracción mi pequeño cuerpo se retorcía... cada vez eran más insoportables y más frecuentes... hasta que...

¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!

Un líquido viscoso y blanquecino salió despedido de mis entrañas... Había roto aguas... ¡¡¡YA ESTÁ AQUÍ!!!

Las contracciones cesaron el tiempo justo para intentar ponerme de nuevo en posición, pero fui incapaz de salir del agujero... me quedé allí... bajo el nivel del suelo... en cuclillas... temblando... completamente desnuda y envuelta en sudor y lágrimas...

Un dolor insoportable me venía de dentro, y las contracciones comenzaban a ser pinchazos indescriptibles que hacían que perdiera por un instante el sentido...

Comencé a empujar costosamente, pues estaba tan exhausta... pero apenas pasaba nada... ni se aliviaba mi dolor... no puedo Madre, no puedo hacerlo... ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!!! ¡¡¡¡MADRE!!! ¡¡¡NO PUEDO HACERLO YO SOLA!!!! ¡¡¡¡NO PUEDO!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡AYÚDAMEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡MADREEEEEEEEEEEEEE!!!!

Lloraba y gritaba, pero no dejaba de empujar... estaba desesperada y agotada... ¡¡¡HIJA MIA!!! Sal ya por favor... sal... no puedo más... debes salir ya.... ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!

Metí mis manos bajo mi ser y abrí de golpe el camino que debía recorrer mi hija para salir... ¡¡¡¡SAAAAAAAAAAAAAAALLLLLLLLLL!!!!!!!!!!!!! grité desesperada... no podría aguantarlo mucho más...

La Luna llena comenzaba a otearse en el horizonte a pesar de que el Sol parecía negarse a su marcha... parecía que ambos querían bendecir el nacimiento del hijo de A'boro que con tanto sufrimiento estaba trayendo sola al mundo.

¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!
por fin asomó la cabecita por el cuerpo tembloroso de la pobre A'boro...

¡¡¡¡Vamos hija mía!!!! ¡¡¡VAMOS!!! grité casi sin voz ya...

Mis manos débiles y asustadas cogieron la cabeza con fuerza y tiraron de ella hasta sacar una criatura pequeña y completa... ¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!!! grité mientras tiraba de mi bebé.

Un suspiro mezclado con un sollozo de alegría y un grito de alivio salieron de mi seca boca... Había dado a luz... ni yo misma podía creerlo...

Mi cuerpo no aguantó más y se cayó hacia atras sobre la arena suave del desierto... quedé semitumbada en el agujero abrazando a mi bebé y llorando de alivio.

Seguramente estuve unos minutos así, sin poder moverme, sin ni siquiera mirar a mi retoño...

Conseguí abrir los ojos y mirarle... eran tan hermosos... tan perfecto... tan pequeño... tan... ¡¡¡BIEN DOTADO!!! ¡¡¡ERA UN NIÑO!!!! ¡¡¡MI PRIMOGÉNITO ERA UN VARÓN!!!!

Lloré de nuevo abrazando a mi hijo... Lubbi estaría tan feliz... y Padre... aunque siempre había soñado que fuera una niña, ahora estaba tan feliz que ni me acordaba de aquellos sueños que solía tener con una niña junto a un oasis cantando y jugando juntas...

¡¡¡OH HIJO MIO!!!! ¡¡¡QUE FELIZ SOY!!!!

Estuve unos instantes más así mientras las contracciones cesaban por completo... ahora tenía mucho que hacer pero muy pocas fuerzas y el Sol ya comenzaba a ocultarse tras las lejanas montañas...

Respiré hondo y cogí las cosas que tenía preparadas, gracias a Alá las tenía todas a mano. Limpié al bebé y le enrrollé en su ropita. No sin antes, cortar con la flecha el cordón que todavía le unía a mi, atandolo con unas cuerdas especiales que había traido para ese cometido. Después me tapé el pecho y me limpié todo lo que pude, debía borrar el olor a sangre que impregnaba aquel lugar...

¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!!! grité sorprendida por otra contracción... había olvidado la placenta... debía expulsarla...

Dejé al niño a un lado, lo más cercano a mi posible y empujé por última vez... un material viscoso y blando salió de mí, envuelto en algo de sangre y con la otra parte del cordón... en cuanto lo saqué lo miré por si estaba sucio o demasiado sangriento y acto seguido me lo fui comiendo despacio pero algo desesperada, porque hacía mucho que no probaba bocado, y aunque este no era el más exquisito, no dejaba de ser alimento para mi cuerpo. Cuando lo terminé, recogí las pieles que tenían sangre y las arremoliné fuera del agujero, cuando estuviera más fuerte debía alejarlas y enterrarlas para no atraer los carroñeros, pero ahora estaba demasiado agotada para todo eso, así que las lancé fuera lo más lejos posible... aunque eso fue relativamente poco.

Después, me puse al bebé sobre mí y le di de mamar, apenas había llorado cosa que agradecí, pues en aquel lugar el llanto de un niño podía escucharse a muchos kilometros a la redonda y atraería muchos animales curiosos.

Come Dago, hijo mío... ponte fuerte para sobrevivir hasta que tu Padre venga a buscarnos... decía con los ojos cerrados, sitiendo a su hijo al fin... y convencida que Lubbi llegaría pronto cumpliendo su promesa.

Semitumbada bajo el árbol de la muerte, convertido en choza para mi refugio, dí por primera vez de mamar a mi primogénito... el bebé al notar el pecho cerca se cogió fuertemente y chupando me hizo la mujer más feliz del mundo en aquel instante eterno de amor maternal.

Notas de juego

* Dago significa Pequeño en afareño.