Partida Rol por web

Finalmente el padrino estaba cada vez más fastidiado, y tenía que salir de aquella ciudad, así que el equipo leal al padrino salió corriendo desde la lujosa mansión hacia el helipuerto para escapar de allí y continuar en otro país sus andadas. Algo extraño ocurrió cuando iban a entrar al helipuerto... el grupo más temido después de ellos estaba allí, bloqueándoles el paso, su única salida... en este caso había que sacar los dientes, pero eso se ve que era algo que el dr Draculín estaba ya acostumbrado... 5 coches habían hecho un círculo alrededor de ellos, y cada uno de los integrantes de la Mafia Pitonisa había bajado de sus coches para acabar de una vez con la gran mafia italiana y hacerse con el poder en la ciudad. Probablemente la policía también estuviera detrás de esta mafia y pillara cacho por que ésta la aniquilara. Ahí permanecieron todos callados hasta que una voz dijo:

-Vaya vaya... demasiado tiempo os he echado de menos y ahora estáis aquí delante, panda de bastardos...- Dijo el padrino mirando a la cara a todos ellos. Acto seguido todos sus hombres (Los jugadores) se pusieron alrededor de él para que no muriera.- Acabemos con esta gentuza y salgamos de aquí.- Dijo tranquilamente mientras le daba una bocanada al puro

- Ahorrate tus palabras y guarda tu energía vital, te hará falta.- Dije sonriendo místicamente.- Los astros nos sonríen, es el momento de acabar con todos vosotros y ser nosotros los que lideremos esta ciudad del crimen. Jajajajaja.- Dije mientras miraba contenta a todos

Sonreí mientras me asomaba a la ventana del auto. Sacudí mi cabellera mientras veía al Padrino y lo saludaba ondeando enérgicamente la mano - Hola!! tiempo sin verlo!!

Ambar se acercó al padrino cruzando las piernas a cada sutil movimiento de piernas, y con una daga en la mano, y haciéndola saltar de sus manos con aire de chulería, sonríe pícaramente al padrino y llega a decir.

-Hola, bándalo barato. Gran crimen organizado, sí señor.

Mando un mensaje a todos los chicos - Buenas chicos... tendremos que dividirnos el trabajo. Quienes atacaran esta vez? creo que debemos ir directo a los soldados antes que contra el jefe

El Dr. Draculín aplaudió contento al ver a sus antiguos compañeros. Sus palmadas cortitas y rápidas se continuaron mientras hablaba.

_¡Ayy que placer! Una última matanza de despedida antes de irnos. Don Vittorio, ¡qué agradable sorpresa! ¿La preparó usted?

De pronto y sin pedir permiso, unas ondas se colaron en las mentes de los mafiosos leales. Todos ellos escucharon la voz del Dr. Draculín.

_Queridos mafiosillos, gracias a mis increíbles poderes mentales estamos conectados telepáticamente. De esta manera podemos hablar entre nosotros cuando queramos sin que nuestros enemigos nos escuchen. Sugiero que tracemos nuestro plan de acción. En estos momentos yo tan solo puedo defendernos, aunque creo que no lo haré aún, me guardaré esta habilidad hasta más adelante en la batalla. ¿Quiénes de ustedes están ya preparados para atacar? Sugiero que no ataquemos a la Pitonisa aún. Mejor primero acabar con sus cachorritos y que luego sea el jefe quien dé cuenta de ella.

-Increíbles poderes Dr., yo solo puedo defender y voy a guardar la carta, para otra ocasión.
 

Hao se puso sus gafas de sol que tanto le gustaban, sabía que la acción estaba a punto de comenzar.

Vincent permanecía quiero con las manos en los bolsillos, los ojos entrecerrados y un cigarro en su boca. Observando el espectáculo que habían montado para ellos.

-Cojonudo...- Dice esculpiendo una sonrisa aún con el cigarro entre sus labios 

-Muy bien chicos, ya que no os veis con fuerzas para atacar dejadme que empiece yo con un poco de acción... y... fuego. - Levanta una ceja y mira a la que saludó con ímpetu al padrino desde el coche, y luego a la que se acercó con chulería y la daga. 

-¿A cual de las dos putas debería cargarme primero, chicos?

_Ohhh qué diablos, no voy a perderme la diversión. Ataca a la morocha, Ambar. Yo atacaré a la colorada. Ese cabello rojo... No será rojo sangre, pero se le acerca. Ella es mía.

-bien chicos, por el momento parece que tienen todo bajo control, aunque creo que alguien deberia defender al jefe, lo haria yo pero la defensa no es lo mio-

_¿Y por qué no atacas a otro de los enemigos? Si esto nos sale bien podríamos matar a la mitad de nuestros enemigos en un santiamén, y luego todo sería más fácil.

-Yo en este turno voy atacar y mi objetivo va a ser Julio Casanova

Intentemos acabar con buena parte de ellos.

Nunca me ha gustado ese estilo de vestir padrino, y mucho menos el de tus acompañantes -digo mirando fijamente a Dr. Draculín con una expresión llena de asco -nuestro destino se decidirá hoy y ahora. Será mejor que os prepareis.

_Alex, hasta ahora parece que atacaremos uno a cada uno. ¿Tú qué harás? ¿Y tú Max? ¿Atacarás finalmente?

Al escuchar las palabras de Julio, el Dr. Draculín comenzó a mirarse con detenimiento, incluso estiraba su cuello para poder verse atrás.

_¿Qué es lo que tengo? ¿Qué es lo que no te gusta?

Pasados unos segundos, y habiendo comprobado que estaba tan elegante como siempre, dijo:

_Tu problema, Julio, es que tú no sabes lo que es tener clase para vestirse. Con mi visión de rayos X puedo ver tu ropa interior decorada con tortuguitas de colores. ¿Qué se puede esperar de alguien que usa ropa interior así?

Julio mira estupefacto al Dr. Draculin y tras unos segundos en estado de shock logra decir -eso no es verdad, son galápagos, no tortuguitas. Tras unos segundos más de reflexión Julio se tapa rápidamente la entrepierna con sus manos -oye, no mires, los rayos X son para ver a través de la ropa, cerdo.