Partida Rol por web

Al Dr Draculin como que le gustan las pajillas para beber sangre jajaja

Comienzan las hostilidades. Y cómo no, varios saben que van a morir a la vez:

- El Dr. Draculín no podía quitar los ojos de la bella Alessandra. El rojo de sus cabellos no era el rojo de la sangre, pero era rojo, y el rojo le hacía acordar a la sangre. ¡Qué tantas explicaciones! Cuestión que el ver ese rojo que le recordaba a la sangre le abrió el apetito, sobre todo porque esos cabellos parecían fideos con tuco. De uno de sus bolsillos sacó entonces un tenedor inmenso (cosa de vampiros cómo cabía en ese bolsillo) y lo hundió en la cabellera de Alessandra. Comenzó a girar el tenedor para enroscar los fideos... digo, los cabellos en él, pero a la vez giraba el cuello de la pobre Alessandra. El tenedor comenzó a tomar velocidad hasta girar a una velocidad hiperhumana. El cuerpito de la pobre Alessandra salió disparado varios metros cuando el tenedor se detuvo de repente. Fue entonces cuando el vampiro abrió su boca recordando a la de una víbora y se mandó la cabeza entera, que ni siquiera masticó.

_Mmmm estos fideos con tuco estaban para chuparse los dedos -dijo al concluir su ataque-.

- Pero mientras El DR Draculín estaba recogiéndole con el tenedor, Alessandra Vió el movimiento de Hao Cheng, que se coloca en posición de combate, mientras concentra su Ki se fija en Julio. No tarda mucho en salir corriendo hacia él en una rápida carrera se encuentra cara a cara pero con el impulso de la carrera Hao realiza un gancho mientras salta, impactando en la mandíbula y rompiéndola en fragmentos microscópicos. Mientras Hao cae del salto grita shoryuken, pero en ese momento algo impactó en la frente de Hao, eran dos cuchillos serrados que Alessandra le había tirado para salvar a su compañero Julio, pero que habían llegado tarde.

- Vicent Vega, por su parte se estaba fumando un cigarro tranquilamente, cuando de repente cuando se va a acabar lo tira con un sutil gesto hacia Ambar Lovely, lo que ocasiona una gran explosión que la hace volar en pedazos

_Sí, pero los fideos los como con tenedor -responde el Dr. mirando con desprecio el cuerpo decapitado de Alessandra-.

Haciendo un recuento de cuerpos, nota que también Hao y Julio han muerto.

_Ohhh Hao, no debiste, al menos te he vengado ya.

De pronto el Dr. Draculín se echa a llorar.

_Haooo ¿Por quéeeeeee? ¿Por quÉeeeeeeeeeeeeeeeee? ¿Por qué tuviste que arruinar unos calzoncillos tan bonitos? Eran lindas las tortuguitas galapaguitas.

Limpiándose las lágrimas mira al jefe.

_Jefe, ¿qué haremos? Están acabados. ¿Les perdonaremos la vida o terminamos de rematarlos?

-estos e pone interesante, no esperaba tanta hostilidadal inicio, esto requerira menos estrategia de lo que pense y mas gonadas, que empiece el show-

max sonrie al ver toda la accion y se relame

-bien amigos, empezamos con ventaja, pero ahora ellos contraatacaran, traten de defenderse todos los que puedan, es mi turno de atacar-

_Bien hecho muchachos, esto acabará pronto. Saluden a Hao, quien nos escucha desde el más allá. Max, tú querías atacar. Ataca directamente a la Pitonisa. Todos ataquen a la Pitonisa con todo lo que tengan. Yo irritaré a nuestros enemigos para que sus ataques se concentren en mi. Estoy listo para defenderme de ellos.

-bien, me siento agresivo, creo que 2 caeran por mi mano ahora, solo necesito que alguien me cubra, quien puede hacerlo- max prepara su mazo de cartas y empieza a barajear

Creo que e muerto, por lo menos pude matar a Julio y su pelo.

Suerte equipo podeis hacerlo.

Hao se quedo mirando el espectaculo

Vincent saca su paquete de tabaco. Buf, vacío, insatisfecho lo lanza al suelo y lo pisa con una mirada triste y enternecedora como si se le hubiera acabado el caramelo.

-Muy bien... esperemos que la Pitonisa esté preparada... cubrid al jefe joder... cubridlo maldita sea.. - Se repeina hacia atrás con la mano quitándose un mechón de la cara. -Draculín, llama la atención tanto como puedas y distraelos o ¡bah! yo que sé, haz algo así, tu eres el cerebrito; yo ni siquiera sé que coño hago aquí... necesito una raya...

_Yo me encargo de eso -dijo el Dr., guiñándole un ojo a Vincent-. ¿Tú te encargas de Dylan y de Valeria, Max? Encarguémonos primero de ellos, no matemos a la Pitonisa aún. Dejémosla viva para que el jefe pueda violarla antes de que dejemos la ciudad, ya la mataremos después.

El Dr. Draculín hizo una seña para que el resto quede cuidando al jefe y él se adelantó hasta estar cara a cara frente a quienes quedaban del otro bando.

_En este momento deben estar pensando en por qué decidieron traicionar al jefe para irse con esa culosucio que tienen por jefa. Lamentablemente ya es tarde para ustedes porque mataré a ambos. Sin embargo hoy me siento particularmente benevolente y les dejaré elegir a ustedes a cuál de los dos mataré primero. Vamos chica, puedes bajar ya esas armas, sabes que a menos que disparen estacas y le aciertes a mi corazón no podrás hacerme nada. Y tú, el de la sonrisa, si el aliento a ajo que tienes era parte de un plan para vencerme debo reconocer que has sido creativo, pero traer directamente ajos hubiese sido más productivo. ¿Entonces, a cuál de los dos mataré esta vez?

_A ver si le avisan a Alex que no estamos en un picnik, es hora de que empiece a hacer algo.

Miro de reojo a una persona en concreto, el más cobarde, el que no se ha atrevido a ni siquiera hablar. Pongo la mano en pose como si estuviera sujetando algo y una bola de fuego se crea en ella. la lanzo hacia Alessio Felise. Éste sale volando unos metros atrás mientras las llamas devoran su cuerpo. Ahora ese infeliz es historia.

-¡Estamos perdiendo! ¡Solo quedáis vosotros dos contra estos tres! ¡Vamos! ¡Teníamos que acabar con ellos!

Digo algo cabreada

Rio al ver tal sangría, y más aún cuando veo la trayectoria de la bola de fuego de mi querida amiga y enemiga declarada.- Jajajajaja ¡Mis hombres son lo bastante poderoso como para cargarse a tu cuadrilla y todas las que traigas! ¡Tus nenas ni han reaccionado!

Miro a los hombres que me quedan, son tres, suficientes para acabar con su mafia y con ella.- ¡Vamos chicos! ¡Acabemos con ella!- Digo señalando a la pitonisa, a la cual tenía muchas ganas de matar desde hace tiempo

-Valeria es mía pues... pero que alguien se encargue de el otro hijo de puta... Dylan...no quiero que nos toque los huevos más...-