Partida Rol por web

Malus Kagontó y la espada "mardita"

Capítulo 1: Dime con quién vas y te diré qué tienes que hacer.

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01/01/2015, 19:45
Director

Kadisse había parado a descansar en una pequeña posada de camino. “El Bardo Tartamudo” puede que se llamara el local... Era un lugar de parada y fonda para todo aquel que viajaba de aquí para allá en las extensas y maravillosas tierras de Reinos Recordados.

La muchacha hacía días que caminaba sin rumbo fijo, buscándose la vida como buenamente podía. O mejor dicho: como buenamente “encontraba” los bolsillos repletos de monedas.

Las cuatro monedas que hábilmente había sustraído del mercader que la había llevado hasta allí, le habían servido para tener un plato caliente y un lugar donde pasar la noche.

Lo que Kadisse no sabía era que en aquel lugar, su c¡vida cambiaría por completo...

 

Mientras comía una “fabulosa” sopa de color verde, con sospechosos tropezones de color negruzco que el cocinero aseguraba eran más que comestibles pero que él no los había probado en su vida, la puerta de “El Bardo Tartamudo” se abrió para dejar paso a una pareja de caballeros de radiante armadura y porte decidido.

Lo primero que pensó Kadisse fue que tendría que reprimirse muy mucho en meter mano en la bolsa de aquellos dos hombretones. Si la pillaban con las manos en la masa, acabaría muy mal. Pero algo llamó en demasía la atención de la pícara.

Mientras tomaban una enorme jarra de espumosa cerveza, uno de los caballeros enseñaba al otro un importante mensaje que había recibido escasos dos días.

La carta demandaba sus servicios para llevar a cabo un importante trabajo con una suculenta recompensa a cambio. Y eso solo tenía un significado: mucho dinero!

La muchacha comenzó a organizar su plan...

 

Pasadas 3 horas, y sin saber aún como, los dos caballeros estaban borrachos, desnudos y atados a lomos de una mula, cantando a los cuatro vientos aquello de “la vida es una tómbola, tom-tom-tómbola...de luz y de coloooooooorrr!”

 

De esta manera, Kadisse tenía un nuevo destino: dirigirse a la Meme-Oh-Toha, capital del reino, y buscar la taberna “La Muñeca Chochona”. Allí debería hablar con su propietario y decirle la siguiente contraseña:

 

“Quién se ha cagao, que güele a bakalao, tu por tu, has sido tu.”

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01/01/2015, 19:48
Director

La madre de Krugg estaba desesperada... El secreto de como había llegado su hijo al mundo, la estaba martirizando. Nunca le había explicado a Krugg el porqué de su diferencia con el resto del clan, de su altura, de sus orejas, de su...oh, dios!..de su rostro barbilampiño!!!

Ya al nacer le daba un poco de “asquito” tenerlo entre sus brazos, pero por aquello del tema de “madre coraje”, la enana intentó quererlo y educarlo como si de un perro se tratara.

Pero es que aquello de ser diferente al resto de los miembros del clan solo le estaba provocando problemas y más problemas. Y burlas!

El corazón se le encogía cuando veía llegar a Krugg, ya desde pequeño, con el rostro magullado por las peleas con los otros enanos. Su hijo era diferente...y feo!

 

-Porqué Chiquilín, oh dios de todos los de talla pequeña, porqué a miiiii!!!

 

Solo había una solución para acabar con aquella pesadilla: obligar a Krugg a que se fuera de aquellas montañas. Pero a donde?

 

-Hijo mío, los dos sabemos que este no es tu lugar... Eres diferente al resto de nosotros y puede que tu destino no esté entre estos cuatro muros. Puede que tengas que marchar lejos...muy lejos...tan lejos como puedas...y más, si puedes... Debes encontrar donde te valoren por lo que haces, y no por lo que eres. Recuerda: la belleza está en el interior!

 

Y mientras su madre tarareaba una de aquellas canciones que hablaban sobre una humana que le gustaba “montárselo” con enormes gnolls, Krugg decidió emprender camino buscando su lugar.

Se dirigiría a Meme-Oh-Toha, capital de Reinos Recordados. Allí buscaría la taberna “La Muñeca Chochona”, propiedad de su tío Rumick Aquínosefía, que puede que le ayudara a comenzar desde cero.

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01/01/2015, 19:50
Director

Terney llegó a la playa agotado de nadar contra marea. Pero no era el cansancio lo que intranquilizaba al muchacho, si no su futuro.

Había nacido para ser pirata, para surcar los cuatro mares en busca de tesoros de leyenda, sentir la brisa marina en sus cabellos y disfrutar de los peligrosos abordajes que realizaban a toda nave que se cruzara en su camino. Pero ahora...ahora no era nada!! No encontraba a Hack Espárrago, no tenía barco...ni tan solo tenía una botella de grog!!

Pisoteó, chutó, escupió sobre la blanca arena de la playa, enfadado a más no poder.

 

-Maldigo a David Hasselhoff, rey de los mares, y a todos sus vigilantes de la playa! Pero juro que volveré, volveré con suficientes riquezas para comprar el mejor navío que se haya visto jamás, mucho mejor que el Diamante Blanco! Ooooh, sí!

 

Y desde aquel momento, el joven pirata de secano Terney, decidió viajar por Reinos Recordados buscando la manera de encontrar fortuna y así poder hacerse de nuevo a la mar con su propio barco y tripulación a su mando. Y qué mejor destino que dirigirse a Meme-Oh-Toha, capital del reino, para buscar algún trabajo con el que comenzar a engrandecer sus escasas riquezas?

Así fue como Terney llegó a “La Muñeca Chochona” una de las tabernas de la ciudad, lugar donde todo aquel avispado podría encontrar la manera de ganar unas monedas. Unas monedas que llevarían al joven a ser el más conocido y temido pirata de los Mares de la Pus.

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01/01/2015, 19:51
Director

Tras tocar unos acordes con su instrumento, Volstagg meditó la continuación de la melodía que estaba creando. Era de aquellos momentos donde la magia de la música fluida a su alrededor.

 

Pajaritos a bailar,
cuando acabas de nacer
tu colita has de mover
chiu,chiu,chiu,chiu

 

Realmente, su música sería recordada durante años...pero aún no había llegado el momento. Debía ser paciente y esperar que su destino le llevara hacia donde estaba escrito.

Hasta aquel día, Volstagg viajaba de aquí para allá con su música, buscando como ganarse la vida. Pero algo le empujaba a no desfallecer en aquellos momentos en que la gente le lanzaba tomates podridos, o calzoncillos con frenazo estampado, tras una improvisada interpretación. Era la búsqueda incesante de un tesoro culinario: las perdidas recetas de antiguos reyes enanos.

Tras muchos días de viaje, decidió dirigirse a Meme-Oh-Toha. Allí, aprovechando la celebración de la festividad de “La recolección del cardo borriquero y el cebollino calentorro”, podría ganarse unas monedas y además, buscar información sobre aquellas misteriosas y perdidas recetas.

Su destino sería unas de las tabernas de la ciudad: “La Muñeca Chochona”. Allí podría comenzar su nueva aventura.

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01/01/2015, 19:53
Director

Notas de juego

Buenas a todos y espero que estemos recuperados del fin de año...porqué a mi me está costando lo suyo! XD XD XD

Lo prometido es deuda y dije que el día 1 habría el primer post de la partida, y aquí lo tenéis.

Es una pequeña intro personalizada del porqué os dirigís a Meme-Oh-Toha, capital del reino. Podéis postear alguna cosa, si os apetece, para comenzar a darle vidilla a la escena. Esta noche colgaré la llegada a la ciudad.

Así que, el cachondeo está esperando, solo falta que lo animemos a salir!

 

Saludos y gracias por ser los primeros en mi primera partida!

Nanuk

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01/01/2015, 22:48
Director

MEME-OH-TOHA

Capital de Reinos Recordados

 

La ciudad de Meme-Oh-Toha seguía una estructura urbanística bien organizada, acorde con la importancia de su situación dentro de los territorios de Reinos Recordados.
Situada en la cumbre de una pequeña colina, se podía admirar la belleza de sus edificios desde cualquier punto del territorio mas cercano a la capital.
Los viajeros y comerciantes que se dirigían a la urbe, no dejaban de maravillarse de las enormes y seguras murallas de defensa, las blancura de los edificios y las elevadas torres del palacio, donde vivía el máximo dirigente de Reinos Recordados: el honorable paladín Armando Jaleo Of Balls.

La ciudad se estructuraba en tres grandes núcleos de población, cada uno rodeando al siguiente.
En la parte mas alta de Meme-Oh-Toha se podía encontrar el palacio del monarca, el Centro de Sabiduría donde albergaba a los mas grandes magos y hechiceros del reino, el enigmático oráculo Tolosé y la residencia de los muchos nobles que vivían en la cuidad.
A continuación, y rodeando a esta parte de la capital, un gran anillo de edificios que daban cobijo a comerciantes, artesanos, trabajadores, etc., que formaban el núcleo de vasallaje de la ciudad. Aquí era donde vivían el mayor punto de habitantes de Meme-Oh-Toha, junto con la academia militar de aquellos reinos.
Por último, se extendía otro gran anillo de edificios entorno al anterior, pero éste con una presencia menos agradable. En esta última parte de la ciudad, junto a la muralla final que limitaba a toda la capital, se encontraban los bajos fondos de la ciudad. Esta zona era lugar de reunión de las personas non-gratas de la cuidad: ladrones, jugadores, borrachines, fulanas, asesinos a sueldo..., una extensa colección de personajes con oscuras intenciones y vicios. Era aquí donde se encontraban las tabernas, posadas y burdeles de peor reputación de la ciudad.

De entre estos locales, era conocido por todos “La Muñeca Chochona”, ya que se decía que servían la peor cerveza de la capital. Aún así, siempre estaba a rebosar de clientela y sus pechugonas camareras nunca detenían sus idas y venidas para servir las enormes jarras de cerveza por todas las mesas del local.

Aquella noche había una excitación especial en el ambiente. Era la vigilia de la festividad de “La recolección del cardo borriquero y el cebollino calentorro” y la clientela se había multiplicado por dos.
Muchos eran los que habían llegado a Meme-Oh-Toha para celebrar aquella fiesta anual, pero también utilizaban la celebración como excusa para calmar su curiosidad y visitar el famoso local de la “La Muñeca Chochona”.

Al entrar al local la visión era impactante. La gran sala albergaba multitud de clientes de diferentes razas, sexos y clases. En el lateral derecho, un enjambre de mesas era lugar de encuentro de jugadores que apostaban sus pocas pertenencias a los dados, empedernidos bebedores que una tras otra dejaban en dique seco sus jarras de cerveza y un grupo de abuelitas que, nadie sabía como y ni porqué, se encontraban siempre en la misma mesa, con su leche con galletas y un interminable cuchicheo sobre todo aquel que entrara en el local.
Todo este barullo de clientes, estaban acompañados por un abanico de “señoritas de compañía” que intentaban ganarse alguna moneda ofreciendo sus servicios. Y el abanico de posibilidades era “muy” amplio: desde bellas muchachas de firmes pechos y cintura sinuosa a maduras mujeres con carnes fláccidas y dentaduras inexistentes.

En la parte izquierda del local se encontraba la gran barra de “La Muñeca Chochona”. Allí era donde el ajetreo era mas intenso: gritos, empujones, bebidas voladoras, borrachos inaguantables que abrazaban a cualquier criatura que encontraran en su camino para decirle, con aliento vomitivo, aquello de “Tu edes mi mejod amigo!”. Y un ejército de camareras que no dejaban de bailar de un lugar a otro para dar a vasto a todas las demandas de los clientes.

En el fondo del local, un gran fuego caldeaba el ambiente y era lugar de cocina del único plato que se podía degustar en aquella posada: conejo asado con guarnición sorpresa. Ha de decirse que aquel plato no era un manjar demasiado exquisito y se decía que el conejo era de dudosa procedencia. Lo que era seguro era que por la zona no se había visto ningún gato en muchos años. Lo de la guarnición sorpresa... la sorpresa era si encontrabas la guarnición!

Al lado del fuego se alzaba un escenario donde cada noche había una espectacular actuación. Todos recuerdan cuando Tontok, en semiorco, quiso demostrar que era capaz de cortar una manzana de un solo tajo de su hacha. El problema era que la manzana estaba sobre la cabeza de su compañero, y lo que cortó no fue bien bien la manzana.
Aquella noche actuaban las hermanas Svelenkav, dos gemelas contorsionistas de 150 kilos de peso cada una, conocidas por su fantástico número final donde escogían a un voluntario del público para que las recogiera al vuelo, a las dos, después de realizar imposibles piruetas desde una altura de cinco metros.

Pero lo mas imponente de “La Muñeca Chochona” era su propietario. Situado en una de las esquinas del fondo de la posada, en una butaca alzada a un par de metros del suelo, se encontraba Rumick Aquínosefía. Este enano de rudos modales, carácter gruñón y voz gutural, había construido la posada desde la nada y consideraba aquel su único reino y él, su rey.
La butaca estaba adornada a modo de trono: pieles de animales que hacían mas cómodo el aposento, un gran barril donde llenaba su brillante jarra con la cerveza de su local, regalos que ofrecían los clientes de la posada, un par de enanas mulatas que masajeaban los pies de Rumick... Pero lo que llamaba mas la atención era el enorme garrote que el enano utilizaba para llevar a la práctica el honor de su apellido, en caso que algún cliente no efectuara el pago de su consumición.

El ambiente era el típico antes de una gran fiesta como la de “La recolección del cardo borriquero y el cebollino calentorro” y las entradas y salidas de la posada eran constantes.

Sin llamar la atención al resto de clientela, menos a las abuelitas de la leche con galletas, un nuevo cliente entró en el local.

Notas de juego

Pues aquí lo tenéis...

Damos el "pistoletazo" de salida a la aventura y el turno es vuestro. Qué hacéis?

 

saludos

nanuk

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04/01/2015, 13:53
Terney Skypie

¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que empecé esta nueva aventura? ¿Cinco minutos, Cinco años, Cinco Lustros, Cinco Siglos, Cinco Milenios? No lo sé, no lo sé. He perdido la cuenta. ¡Incluso la numeración de mis capítulos! ¿Cómo puedo tener semejante cabeza? ¿Acaso beber tanto me ha proporcionado una pérdida incontrolable de inteligencia? No, no puede ser. Recuerdo haber lanzado los dados y los resultados eran bastante favorecedores. ¡Por encima de la media pirata! ¡Chúpate esa, bizcocho! ¿Y dónde se habrán metido mis compañeros?

Está bien, está bien. Trataré de recordar y quizá empezaré por el principio. Y por principio no me refiero a la creación de la luz y la oscuridad, ni siquiera a mis primeros pasos y primeros trayectos. Eso ya lo especifiqué en el apartado de "Historias y desventuras", por lo que no me repetiré. Podría hacerlo, pero no merece la pena… aunque, ¿quién sabe?

Si mi memoria no me falla diría que todo empezó cuando pisé tierra por primera vez, desde que vi volar por los aires- qué dolor recordarlo- el Diamante Blanco.

Capítulo X - Terney vuelve a las andadas.

Mis primeros pensamientos eran de preocupación por mi querido capitán. La explosión nos había hecho volar literalmente, incluso me apreció que Hack Espárrago planeaba agitando los brazos cual pájaro. Traté de emularlo, pero lo único que conseguí fue caer al agua, con la mala suerte de golpearme en la cabeza, quedar inconsciente y morirme ahogado. Ese fue el final trágico de Terney… Espera no… eso no es lo que sucedió. Borrad eso de vuestras mentes.

Es cierto que me golpeé en la cabeza, pero no morí, por fortuna. Mis brazos se quedaron abrazados al tablón de madera y mi cabeza reposaba sobre ella. Cuando desperté, me encontraba sólo. Sin navío, sin compañeros. Sólo yo, una moneda agujereada, un papel con una caña para escribir y tinta.

No sé cuántos días pasé en ese estado, sin apenas comer nada, ni beber agua potable. He de reconocer que cuando le pillabas el gusto al agua marina, la sed parecía remitir. Pero no voy a aburriros sobre el tiempo que pasé a flote, ni cómo mantuve una relación con un pez de dientes afilados. Al cabo de algún tiempo , las corrientes marinas me llevaron cerca de la costa y yo, deseoso de poder pisar, nadé como nunca antes lo había hecho.

Maldije una y otra vez al rey de los mares y a sus vigilantes por no haberme rescatado. Y lo sigo haciendo: ¡tuve que salvarme yo mismo! Qué afrenta fue aquella, a mi, Terney Skypie, hijo de Ugh y de Bilba. Me voy a calmar o me iré por las ramas.

No tenía nada y debía empezar de cero. Con muchas cosas en mente- pergaminos modernos, Soy Hack, capitán Hack Espárago, Seguro dental, pergaminos modernos, Lisa necesita un aparato, Te encontraré Terney Skypie no hay tierra suficiente para ocultarte de mi, Seguro dental, Pergaminos modernos, Lisa necesita un aparato- me dispuse a emprender un nuevo rumbo. Necesitaba oro y tripulación. Ah, y un nuevo navío.

El tiempo que anduve por aquí y por allá me reportó la cifra de 100 monedas de oro. ¡100! Miseria para mi, suficiente para comprar algunos enseres que quizá me resultarían útiles. Tras muchas vueltas dadas, de algún modo acabé en la capital Meme-loh-kahtoh o algo así, en dirección a los fondos bajos. Resulta que era algún tipo de festividad y la taberna a la que me dirigía estaba llena.

Debido a la cantidad de gente, prefería no mirar a ningún sitio concreto. Me dirigí a la barra, quería beber. Tras esperar unos minutos para se abriese un hueco, me senté en la primera silla que vi libre (¡todo un milagro!).

- Hola, Soy Terney Skypie, gran pirata, mejor persona. Mi garganta está seca y quisiera un vaso de grog o de cerveza.

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05/01/2015, 19:35
Volstagg

Por fin, tras años y años de búsqueda infructuosa estaba en la senda correcta. Por fin había dado con la pista adecuada. Esta vez si, un pálpito me decía que esta era la buena. Si ya se que dije lo mismo cuando aquel borracho me dijo que había visto una señal en la madre de una botella de sihdra. O cuando aquel adivino de tres al cuarto me dijo que había tenido una visión y que lo que yo buscaba estaba a mil millas en dirección sur desde donde el se encontraba. O cuando seguí durante meses aquel mapa que me regalaron con el periódico de Bilbali. O cuando... bueno que más da las veces anteriores, esta vez lo notaba en mis huesos, iba a ser la buena. O reuma, pero estaba seguro de que iba a ser lo primero.

Así que henchido de confianza, y de las flatulencias causadas por unos bastante poco satisfactorios buñuelos que compré en un puesto cerca de la entrada de la ciudad, entré en “La Muñeca Chochona” para refrescar el gaznate y para ver donde me llevaba mi suerte en mi rumbo para encontrar aquello que estaba destinado a paladear.

Con una velocidad inusitada para alguien con el cuerpo tan grande, pero son muchos años de práctica en el noble arte de “abrirse camino hasta una barra en una taberna hasta las narices de gente”, conseguí llegar hasta la barra y con una voz que yo consideraba normal pero que cualquier otra persona llamaría “berrido gutural capaz de reventar tímpanos sensibles” me dirigí a una de las camareras. Buena, bella y gentil dama, ¡regocijaos pues el noble y poderoso Volstagg ya llego para alumbrar la oscuridad de está buena taberna! ¡Servidme cuando podáis una buena jarra de cerveza y una ración de la que sea vuestra vianda más exquisita, pues el gran héroe sufre de los dos peores males que un hombre puede padecer: ¡la sed y el hambre!

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06/01/2015, 22:16
Kadisse

''Anda que ya está bien, pues no queda esto lejos ni ná''

Había llegado a la capital y tuve que pasearme durante un par de horas para llegar a ''La Muñeca Chochona'', no sin antes porsupuesto haberme dado un garbeo por los ''barrios ricos'' y haber ejercido mi no tan noble profesion. Pues mucho oro y mucho ''yo soy mejor que tú'' pero en los bolsillos calderilla los mamones.

Cuando llego a La Muñeca Chochona se me iluminan los ojitos: barullo, borrachos y mucho, mucho dinero que ''coger prestado''. Entro sin llamar mucho la atención y voy directa al tumulto mas gordo que vea, donde la gente esté mas junta y tengan menos probabilidades de percatarse de que algo está metiendo la mano en sus bolsillos, y una vez haya cogido lo suficiente para satisfacer mis truculentas necesidades monetarias me dirijo a la barra con brío y con salero.

-Por favooooooooor!- digo levantando la mano con una sonrisa de oreja a oreja -Puede ponerme algo fresco con lo que llenarme el gaznate y que no sepa a esputo de troll?

 

 

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07/01/2015, 19:32
Krugg Yonwyn-Kitrik

¡Me cago en todos los dioses del Panteón! ¡Tenía que llegar a la posada en un día festivo, con lo que yo odio a la gente! ¡La madre que me parió!

Con tan bellos, delicados y hermosos pensamientos me adentro en la posada, "La muñeca chochona". Espero que al menos haga honor a su hombre y me encuentre a una dama que responda a tan precisa descripción -y que esté borracha/desesperada/despechada/sea ciega, para que no me rechace al primer avance...

-¡Por todos los brontosaurios del mundo, eso sí que es una proa y no la del Tontanic!- digo, regocijándome ante la exquisita visión de las bien dotadas camareras de la atiborrada taberna. Teóricamente debería ocuparme en buscar a mi tío, que es a quien he venido a buscar, pero algo -o mejor dicho, dos "algos"- me hacen dirigirme a la barra y optar primero por hablar con una de aquellas refinadas damas.

-¡Una jarra de hidromiel! Pero que sea hidromiel de verdad, no meado de brontosaurio, ¿me has oído, pechuguina?- exijo con mi educado tono natural- ¡Y rapidito, que no tengo todo el día! Aunque para tí, tengo toda la noche, potranca.

Aprovecho la espera para contemplar al resto de impresentables de la barra. Un humanoide rubio, una humanoide morena...

"¡La madre que los parió! ¡Mira que son feos los humanos, pardiez! Esmirriados como yo, sino más, y aún más barbilampiños. Si esta moza ni siquiera tiene barba... En mi barrio se descojonarían de ellos, sin duda"

Entonces mi mirada se posa en un excelso ser de luengas barbas rojizas, un enano robusto -por no decir gordísimo- que acaba de solicitar una bebida. Al momento, al verlo, siento cómo mi rostro torna ceñudo en una mueca de disgusto, mientras inconscientemente me llevo la mano a la barbilla, toqueteando mi pelona cara mientras contemplo aquellas gozosas barbotas con envidia.

Me giro, altanero, y dirijo la vista a la camarera, furioso por no ser capaz de alejarme de los puñeteros enanos pelirrojos y presuntuosos ni marchándome a tomar por el saco de distancia de mi cueva. ¡Cómo los odio!

Para evitar que la incomodidad se apodere de mí, así como las ganas de raparlo al cero, me dirijo al resto de los presentes en la barra y, en un grañido que pretendía que sonara más amable de lo que en realidad ha sonado, les hago una pregunta:

-Soy Krugg Yonwyn-Kitrik, enano de la ciudad subterránea de Kawentoloquesemenea. ¿Alguien sabe dónde puedo encontrar a Rumik Aquinosefía?

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11/01/2015, 18:15
Director

Por aquellas cosas del azar, los cuatro nuevos clientes de “La Muñeca Chochona” acabaron sentados uno al lado del otro en la barra, demandando su bebida para apaciguar la sed que cada uno arrastraba del largo viaje hasta la capital.

Una muy bien dotada camarera, que iba y venía como una peonza tras la barra sirviendo a los clientes del local, escuchó el pedido de los recién llegados.

 

-Una jarra de grog, otra de cerveza con pincho, algo fresquito...algo fresquito?...te sirve un Frigopedo?

 

Pero entonces, la muchacha frenó sus palabras al escuchar las palabras de Krugg. Lo miró de arriba a abajo, recompuso de forma algo vulgar la colocación de sus pechos en tan estrecho corpiño y, acercándose a Krugg con movimientos sensuales, realizando una de aquellas caída de ojos que deshacen a cualquiera, junto con un relamido de labios algo subido de tono, le respondió:

 

-Y una jarra de hidromiel para aquí mi amigo el mal “enfocao”. Te recuerdo, cariño, que el concurso de feotes fue la semana pasada...y habrías tenido posibilidades, seguro.

 

Acto seguido, llevada como por un vendaval, comenzó a hacer aparecer las bebidas que pocos segundos antes había “cantado”. Aquello era un servicio rápido y no lo que prometían en el burdel oriental “Xao Xo-xin”.

La última bebida en servir fue la de hidromiel, y fue acompañada por otro simpático comentario de la camarera.

 

-Y sabe mal decirte, potranco, que a mi no me aguantas ni 5 minutos de revolcón. Pero aquí la morenaza que te acompaña...le hacía un traje saliba de cuerpo entero!

 

Dijo la camarera mientras acariciaba delicadamente la mano de Kadisse y le guiñaba el ojo de forma provocativa.

 

-Y si buscas a Rumick, es aquel de aquella esquina...el del trono. Es el propietario de la taberna y cada noche vigila que no haya problemas en el local junto con sus dos guarda-espaldas orcos. No es muy de la broma, así que, si vas con el cachondeo ese de que eres un enano de la ciudad que “todos se la menean”, acabaras en la calle y con el culo caliente. Tu mismo...

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13/01/2015, 17:06
Krugg Yonwyn-Kitrik

Me quedo anonadado cuando la camarera pechugona me espeta que no soy un enano.

-A ver, como diría Jack el Destripador de Trolls, vayamos por partes. Si os vais a dar un revolcón en el almacén, me pido entrada en primera fila. Y segundo, ¿es que acaso nunca habías visto un enano con gigantismo? ¿Sois racistas aquí en la superficie? Y Rumick es familiar mío, o eso dice mi madre, que me ha enviado a la tierra de los humanos para encontrarme con él.

Ceñudo, con la cabeza muy alta y el orgullo herido, me bebo media jarra de un trago y me levanto hacia el dueño de la alborotada taberna, escudriñándolo a ver si le saco algún parecido con la rama familiar materna**. Carraspeo al presentarme ante él, sacando pecho y, tras soltar un gallo que elimina toda la solemnidad de mi porte, me propongo presentarme.

-¿Eres Rumick Aquinosefía? Yo soy Krugg Yonwyn-Kitrik, hijo de Garrah Yonwyn y Weena Kitrik, nieto de Eomer Kitrik, bisnieto de Faramir Kitrik-Lumeth y tataranieto de Edamer Kitrik-Lumeth. Me envía mi madre, Weena Kitrik, para ponerme a tu servicio.

Notas de juego

**Ya me dirás cómo es físicamente. ¡Más le vale no ser pelirrojo! XD

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15/01/2015, 22:50
Volstagg

Me disponía a devorar con ansia las exquisitas viandas servidas por tan pizpireta mozuela cuando las palabras de aquel rudo enano llamado Krugg llamaron mi atención. La pista que debía de seguir decía que “el más grande de los enanos jamás nacido guiaría mis pasos hacia la leyenda”. Sin lugar a dudas debía de referirse a el. ¿Que enano más grande puede haber en la historia que uno con gigantismo? De forma lenta y discreta, o lo que es lo mismo armando más escándalo que una estampida y tirando más de media cerveza al suelo (pero sin dejar caer nada de comida), parto detrás de Krugg y aposento mi poderoso trasero cerca para escuchar la conversación entre ambos miembros de mi raza mientras termino de saciar mi apetito.

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15/01/2015, 23:55
Terney Skypie

Aguardé pacientemente mi vaso de grog. Poco podía hacer salvo esperar y mirar a mi alrededor. Cantidad de personas iban y venían, gritaban o lloraban. Bebían o comían. Y yo… bueno… sentado. Calentándome la cabeza, pero no literalmente. Recordaba los viajes del pasado, tan cercanos y a la vez tan lejos.

¿Qué habría sido de mi capitán? ¿Qué podía sin no tenía nada? La nave destruida. Y Hack volando por las aires, debido a la explosión. Cierto era que aquello sucedió hace mucho y seguramente el capitán habría aterrizado. Recordé las veces que yo volaba por los aires y me pasaba horas hasta que caía en alguna isla. ¡Horas!

No me di cuenta, pero pasó. La barra se despejó y se volvió a llenar. Toda una bendición, pues con los nuevos, las bebidas pronto llegaron. ¿Era una señal? No le di importancia, pues al tener en mis manos tan sagrada bebida, no pensé en otra cosa. Ni siquiera hice caso de los comentarios jocosos de la camarera.

Eché varios sorbos. Ah, qué bebida más refrescante. Ni siquiera el ron puede compararse con este líquido verdoso con sabor a limón. De pronto escuché dos palabras (tres para ser exactos): "enano con gigantismo". Con el vaso en la boca, giré la cabeza para estudiar la escena. Parecía enfadado. ¿Una ofensa, quizá? Podía llegar a entenderlo. Sin duda, la genética estaba completamente loca. Un enano con gigantismo y luego estaba yo, un semielfo hijo de un troll y de una mediana.

Le iba a decir algo, pero de pronto me percaté de que no estaba sólo. A mi lado, se encontraba una muchacha con el pelo moreno y atuendo negro. Noté cómo se paralizaba a mi alrededor. Muchos creeréis que era el primer síntoma de enamoramiento, pero os puedo asegurar que era la bebida haciendo estragos en mi cuerpo. Hacía mucho tiempo que no bebía.

"Hola, me llamo Terney Skypie, conquistador de océanos, mares e islas. Mía es la fortuna que ha guiado mis pasos a este antro. Podría contarte historias que no creerías, relatos que evidencian lo oculto, hitos que pronto cantarán en las mejores tabernas… decidme, ¿quién sois?, ¿de dónde venís? ¿de quién…"

Seguramente esto es lo que le habría dicho a la muchacha. Pero, ¿recordáis el vaso? Aún lo tenía en mi boca. Lo peor era que había tratado de hablar con el líquido paseándose por mi lengua y resulta que lo único que había conseguido era hacer gorgoteos molestos, que seguramente habría oído.

Por poco me atraganté. Una risita nerviosa salió de mi boca, ante la posible mirada que me estuviese haciendo. Traté de enmendar mi error e intenté decirle algunas palabras.

-…

Abrí la boca, sin articular palabras. ¿Qué sucedía? Lo volví a intentar, sin resultado. Internamente, mi cerebro notificó que mis cuerdas vocales habían tenido un problema de configuración por culpa del grog. Tuve que carraspear para reactivarlos. La miré y volví a reír.

"Madre mia, la que estoy liando".

- Ho.. Ho… Hola! Ehm… Soy.. Soy Terney.. Sí, eso. Soy Terney Skypie, gran pirata, conquistador del espejo de los deseos y gran persona. ¿Vienes mucho por aquí, o como yo, eres forastera que ha llegado a la ciudad? ¿Qué te ha traído a la ciudad?

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16/01/2015, 15:37
Kadisse

Espero a que me sirvan el frigocuesco ese con mueca de aburrimiento, mirando al infinito y tarareando mi cancioncilla favorita:

''Una pieeeeza de plata, se balanceaba, sobre el bolsillo de un taraaaaado, y como veía, que no se caía, yo amablemente lo recogííía''

De repente algo me llama la atencion y me saca de mi embelesamiento:

''¿Enano con gigantismo? ¿estamos locos? ¿eso existe? surrealismoooooooooo''

Ya estaba preparada para echarme una buena risotada con el tema cuando le oigo decir el nombre del hombre que se supone que debía llenarme los bolsillos de dineros, y si lo ofendía parecía lo suficientemente irascible para perjudicar mis nobles intereses para con el caudal de ese enano altanero que lo vigilaba todo desde su pollete de machoman, como queriendo parecer mas alto que los demás, ¿que ironía siendo un enano, verdad?

Me detiene el comentario de la camarera, a la que miro fijamente y con mis grandes ojos abiertos como platos mientras le echo una mano a uno de sus dos atributos delanteros, y tras un par de estrujes vuelvo a mirarla, con la misma mirada inocente en los ojos:

-Mmmmmmm...no está mal. Gracias, pero antes tengo asuntos que atender antes con ESE TÍO- señalo al enano jefazo del lugar- pero no te quitaré el ojo d'encima- digo con una gran sonrisa mientras le guiño el ojo en respuesta

Acto seguido me dirijo al tipo que está sentado a mi lado:

-Ey, ¡hola Terney Skypie, gran pirata, conquistador del espejo de los deseos y gran persona!- digo levantando un brazo en señal de saludo- Yo soy Kadisse, solo Kadisse y sí, soy forastera y vengo para hablar con ESE TÍO- digo volviendo a señalar al enano altanero con el dedo, y lo más descarado que pueda -Perdona, pero no quiero que se me escape el gigantenano, seguro que quiere quedarse con mi diner...digo trabajo, ¡pero ha estado genial hablar contigo, tenemos que repetirlo! puede que cuando acabe de hablar con él, nos vemos, Terney Skypie, gran pirata, conquistador del espejo de los deseos y gran persona.- voy rápida como una tortuga a la que le queman la cola hacia el lugar al que se ha ido el gigantenano, y pego la orejilla a su conversación, con disimulo (o puede que no tanto).

Notas de juego

Igual que Krugg a la espera quedo de aspecto del jefazo, y si pudiera ser también de la camarera, que me da a mí que vienen curvas xDDD

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18/01/2015, 15:09
Director

Rumick Aquinosefía observaba sus “dominios” con aire de cierta prepotencia. Aquella era su casa, su fortaleza, su reino...y él dominaba sobre todo lo que sucedía en aquel lugar.

Aún recordaba aquellos malditos tiempos en que llegó a la ciudad con poco más que un taparrabos de piel de erizo y el sueño de llegara ser algún día alguien importante.

Siempre tenia presente el esfuerzo que había tenido que realizar para sacar adelante su taberna. Recordaba con mirada endurecida las veces que tubo que ponerse aquellas mallas de color fucsia, el gorro con cascabeles y pegar brincos mientras cantaba aquello de “Me casé con un enano, salerito, pa jartarme de reir. Ole ahí ese tío que va ahí, ole ahí!”. Aquellas fueron las primeras monedas que ganó...

Más tarde vino el trabajo de experimentación en el gremio de alquimistas (de aquí el porqué tenía tres pezones), su aparición en diversos espectáculos teatrales en el papel de mesita de noche y el trabajo como masajista de jubiladas con “servicio de final feliz”.

Todo aquello por un solo motivo: sacar de la nada su posada, “La Muñeca Chochona”.

El enano no estaba orgulloso de todo lo que había tenido que hacer, pero sabía que todo tenia un precio. Ahora bien, pobre de aquel que intentara sacar alguno de aquellos recuerdos del baúl del olvido. Toda la ira de un enano guerrero con muy mala leche, caería encima suyo.

Aquella estaba siendo una buena noche de negocio. Bastante clientes, las bebidas corrían por la barra, la gente estaba contenta y las abuelas de la entrada aún no habían dado rienda suelta a su “minuto de morreo sin dentadura postiza”. “De momento, todo bien” pensó en enano.

-Yo soy Krugg Yonwyn-Kitrik, hijo de Garrah Yonwyn y Weena Kitrik, nieto de Eomer Kitrik, bisnieto de Faramir Kitrik-Lumeth y tataranieto de Edamer Kitrik-Lumeth. Me envía mi madre, Weena Kitrik, para ponerme a tu servicio.

Hacía tanto que no escuchaba aquellos nombres... Su familia había quedado atrás en su memoria, muy atrás. De repente, recordó el porqué tubo que marchar de su clan. Un perro, un tarro de cacao, un armario...eso seria otra historia.

Los rudos ojos de Rumick se centraron el aquel personaje que decía pertenecer a su familia.

-Así pues, tu eres el hijo “tarado” de mi hermana. Krugg. Ese es tu nombre? Me había llegado alguna noticia de ti, pero nunca me imaginé que podrías ser...ser...así! Te seré sincero: no tengo sitio para ti en esta casa. Puedo darte cobijo por esta noche pero nada más.

Pero el enano volvió a recordar aquellas imágenes de mallas, sus tres pezones, la crema hidratante sobre el trasero arrugado de una anciana... No, no podía permitir que alguien de su familia viviera el infierno que él había experimentado.

-Estoy esperando la llegada de alguien importante, alguien que tendrá que realizar una misión de vital importancia para Reinos Recordados. Desconozco quién es, pero no creo que tenga muchos problemas en aceptar a alguien, como decirlo, como tu.

Aquellas palabras no dejaron impasible al enano gigantón: una misión? Puede que aquel fuera su auténtico destino, “su lugar” como le había dicho su madre.

 

Pero Krugg no era el único que había escuchado las palabras de Rumick. Volstagg se había acercado al trono del enano, esquivando de forma circense la multitud de clientes que había en el local. Puede que su destino estuviera ligado al de aquel enano deforme. Y ya se sabía: donde cabe un enano, caben dos!

La fortuna del bardo había sido, en los últimos meses, un ir y venir sin rumbo fijo. Sería aquel el momento de un “punto y aparte” en su vida?

 

Por otro lado, la hermosa pícara había salido bastante airosa de la proposición indecente de la camarera. Aunque pensándolo bien...podría dejar un “huequecito” para intercambiar ideas con aquella exuberante mujer.

Pero lo importante era lo importante. “Primero el deber y luego el placer” se obligó a pensar Kadisse. Y se dirigió hacía Rumick en el preciso momento para escuchar la noticia sobre la llegada de alguien importante. Sería ella esa persona?

 

Y entre vasos de grog e imaginaciones sobre escenas subidas de tono entre la camarera y aquella chica morena, Terney seguía a aquella muchacha con la intención de arreglar su “impresionante” presentación. No había comenzado con buen pie, pero estaba convencido de poderlo arreglar. O eso creía...

Pero el joven pirata se quedó con algunas palabras del propietario de “La Muñeca Chochona”. Aquellas palabras eran “vital importancia para Reinos Recordados” y para el muchacho eso tenía un solo significado: dinero.

 

Notas de juego

Buenas gente!

No, para la tranquilidad del inicio de partida, Rumick no es pelirrojo! jejeje

Y la camarera, puessss...no sé, como para decirle que no a una cerveza! slurp!

 

saludos

nanuk

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19/01/2015, 15:26
Krugg Yonwyn-Kitrik

Asiento una y otra vez a lo largo de la larga perorata de mi tío.

-Sí, sí tío Rumik, sí, sí tío Rumik, ajá, exactamente, lo comprendo, lógico, claro está, ajá, sí...

Mientras mi mente se hallaba inmiscuida en pensamientos de muchísima mayor envergadura:

https://www.youtube.com/watch?v=efMHLkyb7ho

Pero por fin unas palabras detuvieron las trascendentales ideas que atravesaban mi cabeza, haciéndome que volviera a centrar mi atención en mi canijo tio Rumik:

Estoy esperando la llegada de alguien importante, alguien que tendrá que realizar una misión de vital importancia para Reinos Recordados. Desconozco quién es, pero no creo que tenga muchos problemas en aceptar a alguien, como decirlo, como tu.

 

Bien, quizás era eso a lo que se refería mi madre al enviarme aquí. Ojalá pueda darme algún trabajo acorde a mi valía, algo refinado y elegante, como por ejemplo machacar cabezas humanas con mi hacha a dos manos.

Iba a darle las gracias a mi tío por la propuesta, así como a aceptar su promesa de asilo durante una noche, cuando siento una especie de picorcillo en la axila, como si alguien me estuviera respirando justo a la altura del sobaco. Al girarme, veo que tengo al enano barbudo y pelirrojo sentado detrás de mí, escuchando la conversación y mirándonos fijamente.

-Ejem... ¿Se te ha perdido algo, enano panceta?

¡Cómo odio a estos enanos pelirrojos presuntuosos del carajo! ¡Siempre jactándose de sus luengas barbas y de su porte, de su "cuerpecito que brilla al sol porque soy muy hermoso" y por tener a todas las titis a sus pies! ¡Argh! Y ahora tengo uno en el sobaco, cual ladilla cojonera. No me libro de ellos ni en la superficie.

En ese momento, veo que también vienen hacia mí la humana flacucha y el aparentemente humano de escaso sentido del ligoteo.

Éramos pocos y parió la orca.  Espero que no pretendan todos venir a solicitar trabajo, porque como no haya plaza para todos, voy a tener que hacer horas extras con mi hacha para segurarme de que no lo solicite más gente de la cuenta.

Todos estos amables pensamientos cruzan mi mente mientras acaricio toscamente el filo de mi brillante hacha.

 

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19/01/2015, 16:26
Kadisse

''Wojojo! que tenemos aquí! resulta que ahora soy alguien importante, o eso ha dicho el enano altanero éste. No, si al final me haré la noche entre la misión ''superespecial'' que tan honestamente tomé de aquel par de empinacodos embutidos en placas y esa camarera que será mi llave hacia la caja fuerte de la taberna, previo chequeo exhaustivo, claramente'' Pienso para mí mientras escucho la tan ligera parrafada que le sueltan al gigantenano.

Acto seguido y sin que nadie se lo espere, uso alguna mesa, silla y/o el propio suelo para impulsarme a las espaldas del buen fornido enano de proporciones gargantuescas para ponerme mas o menos a la altura de este, como se llamaba, si hombre...¡Rumick! ¡eso, Rumick el altanero!

-¡A las buenas noches que tenga usted!- digo levantando la mano mientras me agarro al hombro del Krugg con la otra- me llamo Kadisse y soy la solución a todos sus problemas. Ah y por cierto- digo mirando para Krugg, pero sin perder de vista al jefazo del lugar:

                                      “Quién se ha cagao, que güele a bakalao, tu por tu, has sido tu.”

 

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22/01/2015, 22:35
Volstagg

Escuche con suma atención la conversación entre el más grande de los enanos y el dueño de la taberna, el cual también debía de ser un destacado miembro de nuestra raza dado que utilizaba un trono, mientras terminaba de degustar el exquisito ágape. Este sin duda poseía un exótico aroma y un para mi gusto ligeramente excesivo uso de picante el cual mataba sin duda todo el sabor de la carne, suponía que por ser el gusto local y no por una posible escasa calidad de los ingredientes.

Justo en el momento de terminar el enano se dirige a mi con unas palabras ciertamente descorteses, pero daba por supuesto que se debía en parte a los nervios de encontrarse ante una presencia tan augusta como la mía. Antes de responder aclaré mi garganta, primero con un sonoro eructo capaz de competir con el rugido de un dragón, acto seguido con un ligero carraspeo, para después hablar mientras realizo una profunda reverencia que acaba con mi barba barriendo parte del suelo mi nombre señor es Volstagg El Poderoso, el León Indomable, el enano más bravo que jamás traspaso al exterior las puertas de Karaj-Illo. Valeroso guerrero, incomparable bardo y sublime cocinero, a tu servicio y al de tu clan. En cuanto al extravío de algún objeto, resulta que ciertamente ando en busca de ciertos enseres largo tiempo perdidos, y sospecho que la misión que piensas abordar podría serme útil en mis indagaciones.

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23/01/2015, 14:20
Terney Skypie

Sonreí al ver que la dama, Kadisse dijo que se llamaba, me dirigía la palabra. Se la veía muy alegre a la par que misteriosa. Al igual que yo, era otra forastera, que posiblemente había venido de tierras lejanas para encontrar la fortuna.

Giré la cabeza cuando me señaló a ESE TÍO. Entre nosotros, me parece que los padres de aquel enano habían tenido un día poco creativo. Pero, cosas más raras he visto. Como mi verdadero nombre. ¿Por qué, padres, por qué tengo un nombre tan ridículo?

El caso que sin darme cuenta Kadisee se había marchado en dirección al enano, de nombre ESE TÍO. Me percaté que el enano regordete y el gigantón también se habían dirigido a tal persona y de nombre peculiar. "¿Alguna especie de reunión familiar" pensé.

Pero entonces escuché ciertas palabras mágicas: "Vital importancia". Yo era el semielfo que ESE TÍO estaba buscando. Pensé en la cantidad de dinero que conseguiría con todo aquello. Tendría un nuevo barco, del que yo sería capitán, y una nueva tripulación. Ya nunca sería el segundo al mando, sería el gran Capitán Terney Skypie. Volvería a recorrer la Costa de la Carta y superaría la hegemonía del Diamante Blanco.

Levanté una ceja y sonreí. Noté cómo brilló durante un instante mis relucientes dientes amarillentos. Carraspeé mi voz, adecué mi sonrisa y por último me dirigí a hablar con el enano, sin importarme que estuviese rodeado.

- Hola. Soy Guybru… digo, soy Terney Skypie, mano derecha del grandísimo y excelentísimo capitán Hack Espárrago. He oído que buscáis a alguien importante. Vuestra búsqueda ha finalizado. Yo soy su semielfo. Yo, Terney, hijo de Ugh y de Bilba Bolsita, aventurero nato, cazador de la fortuna he venido hoy aquí para reebastecerme, encontrar una nueva compañía y partir en busca de los más grandes y ocultos tesoros de nuestras tierras.