Partida Rol por web

Claaaaaroooo.. Yo me la juego y el se ríe detrás mío... suspiré. Si no empiezo a confiar en él ahora, no lo haré nunca.

Ok, cuando me digas, abro.  Saqué mi daga, para utilizarla para hacer palanca y abrir la tapa. En caso de no servir, usaría el arco, pero.. no quería estropearlo.

 La figura enmascarada se situó a una distancia segura y alzó sus manos hacia su compañera, para crear un campo de fuerza lo más poderoso posible que la proteja a ella, mientras abre la caja de manera segura. El enmascarado confía en que el contenido de la caja no sea peligroso, pero no se va jugar la vida de Noche en una creencia, de modo que piensa darles todas las protecciones posibles...

Noto algo extraño alrededor mío al poco de ver como Revan comienza a mover sus manos. Espero que no me esté guiñando un ojo a modo de señal para que abra...

Esperé unos segundos más y apalanqué la tapa de la caja. No tardaríamos en saber lo que guardaba.

Justo cuando Noche metió su daga para hacer palanca, empezó a sonar un sonido dentro de ella. Tic tac tic tac tic tac.

Mierda.... Tic-tac, tic-tac...dije imitando el sonido que salía del cajón de madera. Espero que tu escudo funcione Revan, esto no me gusta.

Os parece el ruido de un reloj, pero no tiene para nada la pinta de ser un bomba. Se podría abrir sin problemas.

Mosqueada por el sonido y con la extraña sensación que seguía notando en torno a mi, abrí el cajón y asomé la cabeza en su interior, para ver el contenido, a la par que respiraba más tranquila por no haber salido volando por los aires...

 Revan mantuvo el campo de fuerza por precaución, mientras observaba atento los movimientos tanto de su compañera como la tapa de la caja misteriosa. Al parecer todavía no había explotado, lo cual era bueno, quedaba por saber que era su contenido, que hacia en ese lugar y por qué hacía ese maldito ruido...

Dentro de la caja había un moderno dispositivo, parecía un busca. También había cinco bolsas del tamaño de puños, llenas con unas pastillas azules, y tres metralletas y tres granadas.

Revan, ven a ver esto. Te doy una pista: Si no tiramos de las anillas no detonaran... Metí la mano en la caja y saqué una bolsa de pastillas. ¿Viagras o las pastillitas de los monstruos? Le prengunté al mago mientras se la mostraba en la mano. No se que planean, pero.. será algo gordo.

 tras ver el contenido de la caja, Revan se puso en contacto con Dobla Destino para informarle de su descubrimiento y que les indicase de como proceder:

 - Dobla Destino, aquí Revan, hemos encontrado algo en las alcantarillas, justo antes de salir en la dirección de nuestro amigo. Se trata de una caja con las iniciales L.R.A. y que contiene un moderno dispositivo, que parecía una especie de busca. También había cinco bolsas del tamaño de puños, llenas con unas pastillas azules, que podría ser la droga que buscamos, y tres metralletas y tres granadas. Supongo que pertenece a nuestro amigo, ¿como quieres que procedamos?. No me gusta la idea de dejar la caja sin vigilancia mientras registramos la vivienda y volver con la caja tiene sus riesgos, ya que mientras el piso podría ser registrado por otros y además ignoramos si el dispositivo puede llevar a quien esté conectado a la ubicación de tu base.

-¿L.R.A? -dijo la voz de Dobla Destino desde los pinganillos.- Perfecto, la investigaremos cuando volváis a la base. Pero antes buscad en su casa a ver si hay algo. He mirado en el archivo policial y he visto que, entre otras, hay una denuncia de desaparición.* Y por el amor de Dios, Revan. Eres mago, ¿No? ¡Arréglatelas como veas! Luego hablamos.

 El mago se quedó inmóvil, como si estuviera molesto por la respuesta de Dobla Destino, como si no tomase a consideración las precauciones del Hechicero. Finalmente se encongió de hombros, como si pensara "problema suyo", y alzó la mano en dirección a la caja...

Comienzo a caminar en dirección al local, pensativa. Con gesto desenfadado, me coloco las gafas de sol. No quiero dar ninguna posibilidad de que la testigo me reconozca en mitad de toda la policía de la ciudad. En cuanto paso cerca de algún agente raso, le detengo para pedirle un par de cosas.

- Si tenéis información sobre alguno de los hombres armados, quiero que me la traigáis aunque esté en mitad del interrogatorio. - "No sé cuanto tiempo estaré aquí y esto se puede liar en cualquier momento. Como vuelvan los chicos de SHIELD, esto se pondrá divertido."

Entro en el bar donde se encuentra la testigo y me dirijo a ella en tono tranquilo y amable, dejando toda la utoridad mostrada atrás. Necesito que esté tranquila, con lo de anoche ya estará demasiado nerviosa.

- Buenos días. - digo mietras me siento dejando un hueco para Miguel. Evito sentarme demasiado cerca de ella para no agobiarla. - Soy la agente Stevenson y tengo que hacerle unas preguntas. Sé que ya habrá hablado con algunos de mis colegas pero estamos llevando investigaciones paralelas para asegurarnos de coger a los culpables. Este es el Señor Strauss, viene a ayudarnos con algunos asuntos técnicos. - comento señalandole. -Podría empezar por relatarnos lo que vio anoche, por favor.

Me siento en silencio con Lara y escucho con atención cada detalle que la testigo nos pueda brindar.

Los terroristas no salieron de un punto en concreto, aparecieron de todas partes. Menos el grupo que apareció por un callejón cercano a la calle principal.

Allí Hornet Knight pudo ver casquillos de bala, algún que otro pañuelo de tela y una furgoneta, con la puerta trasera abierta.

-Bu-buenos días, señorita. Yo soy Betty... -dijo con una sonrisa tímida, con un toque de preocupación. Parecía tener un poco de miedo.- Y usted... Lo he visto en Vanity Fair. ¿Usted es Miguel Strauss, verdad? -dijo abriendo los ojos como platos esta vez.

Se alisó su vestido y escuchó con atención lo que dijo Lara.

-Oh, sí. Ya les he contado esto a tres agentes antes. -hizo una pausa pensando en lo que tenía que decir.- Primero... Apareció uno en medio de la calle. Escuché unos cuantos disparos y en cuanto miré... Vi como caía un policía muerto. De repente calló otro del cielo, matando al primero. Pero ese parecía diferente. Al parecer intentaba detenerlos. Igual que el grupito de superhéroes que apareció después. Pero eso no es extraño... Durante la revuelta oí lo que decían algunos de los encapuchados... Todos lo hacían en nombres de sus dioses. Pe-pero... -se puso un dedo en el labio, claramente preocupada por lo que iba a decir.- Uno de ellos entró aquí. Me dijo... Me dijo que lo enviaba Dios. Que Él en persona se le había aparecido, que le había encomendado esa misión. Y yo... 

La mujer parecía al borde del llanto. Daba la sensación de que quería decir algo más, pero por algún motivo no lo hacía.

La caja se teleportó con éxito a la base de Dobla Destino.

Si tenían la intención de subir, se encontrarían con que la entrada a las alcantarillas daba a un callejón. En el mismo había un par de puertas que daban a sus respectivos edificios y unos cuantos contenedores de basura. 

La puerta que buscaban era la del lado norte, la más cercana a la alcantarilla.

 Tras hacer desaparecer la caja, Revan flotó hasta la entrada de la alcantarilla, como si fuera un espectro, y comprobó la situación en la calle. Tras examinar la calle y ver que no había moros en la costa, fue el primero en salir y esperó a que hiciera lo mismo su compañera, antes de preguntarle, con su habitual tono carente de emoción:

 - ¿Entramos?.

 Acababa de hacer desaparecer una caja llena de objetos peligrosos como si nada y ahora estaba tan tranquilo, dispuesto a entrar en un edifico, sin saber lo que les podía esperar a ambos. ¿Es que a este tipo, por llamarlo de alguna manera, tenía hielo en la venas?.