Partida Rol por web

Verano 1065-1066

Al rato de llegar a la alianza un hombre os acompaña a la torre, Lullach os recibe en la planta baja.

Es un hombre de aspecto enérgico con una barba oscura muy tupida. Apoya sus grandes manos en una mesa, alrededor de la cual estais todos. Se queda mirando al frente unos instantes antes de hablar.

-Salve. Habeis respondido a mi llamada. Yo ya llevo varios años en este lugar. Cuando vine no habia nada y en cualquier momento puede volver a desaparecer. Tan solo hay dos alianzas establecidas en este Tribunal, ¿el motivo? Nadie quiere venir aquí. Solo tengo un objetivo y es, que esta alianza sobreviva, haré lo que sea necesario para conseguirlo.

-Espero lo mejor de vosotros y contareis con todos los recursos de los que disponemos.

Mientras mira uno a uno continua -Debeis saber que dependemos de los habitantes de la zona para sobrevivir, son la pieza fundamental de esta alianza. Ninguna acción debe poner en peligro esta relación.

-Bien, eso es todo. Debo atender asuntos importantes.

El Bonisagus se dispone a irse.

¡Salve sodales!  -dijo entusiasmada Caledonia, en cuanto entró al sitio.  Había sentido un llamado faérico para viajar hasta Atholl.  Y ahora Lullach lo confirmaba.  Guardó silencio, para escucharlo, con respeto, como correspondía a uno de sus mayores en la Alianza, uno de los fundadores, sin duda.  

Lullach, gracias por recibirnos.  Tenga por seguro que esta Merinita contribuirá a la supervivencia y prosperidad, tanto de la Alianza como de los pueblos que la rodean. -Hizo un saludo como de corte de hadas, revelando, por si no había quedado claro ya, su Casa y sino. 

Una pregunta antes de que parta, con todo respeto.  Me llama la atención que esta Alianza no tenga ninguna aura, que yo perciba.  Miró a todos lados, quizá otros si la percibían y a ella esto no se le daba bien.  Si es así, ¿porqué?  Frunció el ceño.  ¿Porqué fundar una Alianza donde no hay ningun aura?   Habría de haber otras razones. 

Miró a sus futuros sodales, quizá ellos se habían hecho interiormente esta misma pregunta también. 

Sylvana escuchaba a Lullach mientras hablaba, pero le interrumpió sin ninguna educación cuando tuvo dudas.-¿Desaparecer?¿Acaso estamos en peligro?-dijo ladeando profusamente la cabeza en forma de águila.-¿Cual es la otra Alianza, está muy lejos de aquí?¿Porqué son tan importantes los mundanos?¿qué es eso tan importante que tienes que hacer?¡Salve Sodales!-el lenguaje era inconexo, indiscreto y atropellado, fruto de la curiosidad y la carencia de modales. Sin embargo no había maldad alguna en aquellas palabras.

Luego posó su atención sobre la que acababa de hablar, en cierto modo notaba un aire familiar en ella.-¡Es verdad!Yo tampoco he notado nada raro¿quizás haya un regio escondida por aquí?¿Y fuentes de vis?Yo puedo ayudar a recogerlas, me gusta volar de un lado al otro.-la Bjornaer se mostraba colaborativa, eso no quitaba que fuera algo extraña.

A Sylvanna le pareció divertido hacerle creer a Mijail que ella era un animal más y que podía hablar con él como un animal más. Podía ser cuanto menos una situación peculiar en la que el intentaba utilizar la habilidad sin requerirlo.-¿Hola?¿Cómo te has hecho ese chichón tan grande?¿te duele mucho?-el águila a primera vista parecía especialmente inteligente, quizás si que fuera un animal de virtud.

Había dos Alianzas establecidas. Esta todavía no. Así que había otras dos Alianzas además de la que pretendían fundar, que no sería tal hasta que fuera reconocida en el próximo Tribunal, pero dejaría que fuera su anfitrión quien la sacara de su error para no ser descortés.

Igual no tenía sentido explicarle que para los demás que estamos más cerca de ser personas que animales nos es útil que haya otros que se encarguen de producir la comida, limpiar los animales, arar los campos y, en definitiva, encargarse de todas esas menudencias sin importancia que resultaban tan molestas cuando un magus debía encargarse por distraernos de nuestros propósitos más elevados. Bjornaer… Y, sin embargo, le caía en gracia a Sagittarius.

Las preguntas principales ya habían sido formuladas: ¿por qué una Alinaza donde no había Aura Mágica? Y ¿de qué fuentes de vis disponíamos?

- Tengo intención de acondicionarme a la zona las próximas estaciones. Si alguien tiene planes similares – mirando especialmente a Mijail y a Sylvanna – sería un honor coordinarme con ellos y poder abarcar entre todos más terreno. – dejaba que se sobreentendiera que su principal motivación era encontrar Auras Mágicas y Fuentes de Vis. Cualquier otro descubrimiento sería un plus bienvenido.

EL águila miró al que acababa de hablar con curiosidad.-Yo prefiero ir a vivir al bosque, puedo ir yendo y viniendo los días que haya reunión. Si encuentro algo os lo haré saber¿donde vas a vivir tú?-no paraba de girar el cuello hacia el lado, fruto de la curiosidad y la intriga.

- Aquí, pero viajaré por el bosque, las montañas y los lagos los próximos meses para conocer bien esta tierra. - le contesté - Coordinados podremos abarcar más terreno. Tú desde el aire con la vista general y yo desde el suelo para profundizar en lo que llame tu atención. - le propone.

-Yo me ocupo del bosque entonces.- dijo dando unos pequeños saltitos por la mesa.

- Sea - asintió llegando a la conclusión de que sería lo más que conseguiría aclarar con la maga-ave.

Anderlius se mantuvo en un segundo plano mientras aquel que se había presentado como Lullach hablaba. Exponía la situación y la formación de la nueva Alianza - de la nada...

Y eso explicaba el mensaje que había recibido su pater hacía casi tres lunas. Eso explicaba porqué él estaba aquí. Aunque tampoco se lo había preguntado mucho ni le preocupaba. Ya había tenido que cambiar de vida radicalmente una vez y podría hacerlo otra. Además, eso le permitiría estudiar a otras muchas personas diferentes.

Escuchó con atención la conversación entre sus compañeros. Las preguntas de Caledonia eran inteligentes. Y los gustos de Sagittarius y Sylvanna interesantes. No estarían mucho en las dependencias de la Alianza, por lo que parecía, lo que le llevó a una pregunta.

Cuando de nuevo se hizo el silencio preguntó en voz baja

- Además de los mundanos de los alrededores y de los dos hombres que nos han atendido a nuestra llegada. ¿tendremos algo de personal a nuestro servicio? ¿hay otros magos?

-Preguntas, preguntas... Jóvenes impacientes, ya tendréis vuestras respuestas a su debido tiempo. Muchos de vosotros estaréis más agusto en el mundo natural, no tengo ningún inconveniente, contaremos con los servicios de Mijail para comunicarnos llegado el caso. Tendréis que alejaros de la costa para encontar zonas boscosas y auras mágicas en esta zona no sé de ninguna.

Se dirige a Sylvanna con una afable sonrisa. -Gracias por el ofrecimiento, si hay muchas fuentes de vis, algunas con díficil acceso, sin duda eres una buena candidata para la recolección. Luego mis ayudantes te dirán los lugares en las que están.

-Para cualquier tema mundano hablar con mis ayudantes ellos os darán lo que necesitéis, nosotros somos los únicos magos de la zona y recibimos muy pocas visitas de otros.

Honorable Lullach, no quiero parecer impaciente, y menos ante un Bonisagus (era la opinión general que tenían de las Merinitas), pero de todas formas las preguntas están y dan de saltos y vueltas.   ¿Cuando podremos tener una audiencia con usted para que nos vaya respondiendo algunas destas?  

Con los ayudantes mundanos, iremos resolveremos las mundanas, muchas gracias.

-  Era amable, pero no dejaba de ser obstinada, o mostrar empeño insistentemente, digamos.  Si, ese era uno de sus defectos.

Mijail le mira largamente antes de responder.

- No, pequeño, no duele y no es un chichón, es así siempre.

Descansó las palabras.

- ¿Que haces por aquí?

-Voy y vengo, me gusta volar libre. El viento me levanta muy arriba y os veo muy pequeños, me ha llamado la atención que viajaseis junto tanto tiempo.¿A donde vais a Atholl?-el animal parecía inteligente y curioso.

Con la misma parsimonia y lentitud que un arbol Mijail respira antes de hablar.

- Si, vamos a Atholl.

-¡Oh, qué bien!Yo también voy en esa dirección. He oído que Llullach busca más sodales para repoblar la Alianza.Me llamó Sylvanna ex Bjornaer, filia Rulf¿Y tú?- al fin se desvelaba como lo que era.

Mijail inclina un poco la cabeza a modo de saludo.

- Yo soy Mijail ex Mercere, filii Dorotea. Supongo que seremos compañeros de Alianza.

Pese a sus frases cortas podias notar que no eran cortantes, solo que era un hombre poco dado a hablar.

-Nunca he compartido Alianza con un Mercere, viajáis mucho, eso me gusta. A mi me gusta más vivir en armonía con la naturaleza, prefiero vivir en el bosque y conocer poco a poca la tierra donde vivo. Si necesitas algo solo pídemelo ¿te gusta la fruta silvestre?-poco a poco Sylvanna parecía ir ganado confianza.

A finales de primavera Sylvanna volvió a la Alianza con gran alegría y estrépito al parecer tenía nuevas que compartir con sus sodales. Al parecer ella y  Sagittarius, quien todavía seguía de viaje, habían encontrado una pequeña regio con un aura adecuada para instalar un laboratorio de forma eficaz. En una zona adentrada del bosque a no más de una jornada de Atholl, la zona era relativamente tranquila con poco presencia de duendes. Orgullosa de su descubrimiento le había asignado a Otto, su fiel compañero jabalí, la tarea de custodiar el lugar. Aprovecharía el verano para construir un refugio en las cercanías por si algún sodales quería visitar el lugar.

Además de aquello en las inmediaciones brotaba un pequeño manantial del cual se podía obtener una pequeña cantidad de vis Aquam al año. Tal vez fuera poco, pero era un comienzo, la alegría de la joven Bjornaer no cabía en si y no se cortaba en compartirla con los suyos.