Partida Rol por web

Bool se quitó el casco de realidad virtual para volver a su cabina del simulador.

Su respiración estaba agitada y tenía mucho calor: aquel  traje háptico que le hacía ver y sentir como si estuviera en otro lugar era agobiante. Podía notar las docenas de cables y sensores pegados por todo su cuerpo para transmitir sensaciones a sus terminales nerviosas. Pesaba una tonelada aunque cuando llevaba el casco puesto ni siquiera lo notaba.

El aire olía a quemado y a producto químico. La terminal de computadora enfrente de su cabina estaba chamuscada y cubierta de espuma anti-incendios. 

Se encontraba en una enorme sala de paredes metálicas sin ventanas. Había otras tres cabinas de cristal con sus compañeros cubiertos de cables dentro (Warhead con la armadura y todo que, por cierto, estaba cubierta de luces rojas muy siniestras). Una gigantesca pantalla cubría por completo una pared mostrando en tiempo real lo que ocurría en la simulación.

Había otras cinco personas en la sala pendientes de la pantalla y las cabinas. Cuando la simulación había comenzado no había tanta gente: una mujer asiática con capucha negra,Kiri, la madre de Warhead, seguida de una joven menuda con la mirada baja en señal de respeto; un hombre de piel oscura con uniforme superheroico y un símbolo de reloj de arena en el pecho discutiendo con la agente Gilbear y un tipo fibroso y delgado con gafas de espejo y el pelo teñido de un color rojo chillón. Aquel último tenía un aire de autoridad indiscutible, como ese profesor inquietante que hace el silencio al entrar en clase y jamás castiga a nadie porque nadie se atreve a mover un dedo. 

El tipo del reloj de arena en el pecho parecía extremadamente molesto con Chas. La agente Gilbear soltaba algún comentario de vez en cuando que le enfurecía aún más. 

La madre de Warhead se acercó hasta Bool mientras se quitaba el traje háptico. Le seguía la muchacha menuda, que parecía un poco más joven que Willow. 

-Confiar en la debilidad de tu enemigo es ignorar la propia fuerza-dijo en tono condescendiente de madre amable. Señaló con un gesto los restos del incendio-Tienes un poder inmenso dentro de ti pero lo reprimes por completo. Podrías haberte enfrentado a Blue Shark, un metahumano de primer nivel, en igualdad de condiciones pero has elegido usar un truco de patio de colegio: ¿ha sido falta de disciplina o de sentido común?

Miró la pantalla haciendo una mueca con la boca, quien la conocía sabía que esa era la cara que ponía cuando estaba decepcionada, en este caso consigo misma. Comprendió el porqué de las luces de la armadura de Warhead cuando le oyó blasfemar contra su padre. Si alguien le preguntaba respondería que razón no le faltaba, un poco cabrones sí eran.

Siguió quitándose los cables con mucho cuidado, procurando de no romper algo que costara miles de dólares de reparar, y más con la que ya había liado con la terminal. No prestó especial atención a ninguno de los presentes hasta que la madre de Warhead se le acercó junto a la hermana pequeña, que con esa cara de violencia doméstica era inconfundible, y visto lo visto estaba más que justificada.

- Supongo que las dos... - Respondió cabizbaja, sabía todo lo que podía conseguir con sus poderes pero también lo que podía perder. - Estoy bastante segura de que podría haberle dado una paliza, pero después de un hechizo como el que he conjurado tengo que ir con cuidado con el siguiente. - Pasó el pelo por detrás de la oreja y continuó. - El otro día en el tren simplemente conjuré una barrera para contener a los civiles y sentí como casi perdía el control. Si hubiera pasado podría haber puesto en peligro tanto a las personas que había en el tren como a las que miraban desde abajo. Incluso al resto del equipo. - Parecía que iba a ser Kiri quien la sermoneara, pero al final resultó ser ella quien acabó contándole sus penas.

-Necesitas entrenamiento entonces, entrenamiento adecuado-el tono de la ultima palabra no dejaba claro si Kiri asumia que Bool estaba deficientemente preparada o nada en absoluto-Si eres un peligro para la gente comun o incluso para tus propios compañeros no eres diferente de los supercriminales a los que combatimos, ¿no es cierto?

El tono de voz de Kiri era suave pero autoritario. Apenas levantaba la voz lo que, inconscientemente, obligaba a prestarle atencion.

-A.E.G.I.S. es el lugar adecuado para alguien como tu. Podemos ayudarte.

De nuevo, Bool no estuvo segura de si se referia a que era un sitio adecuado para entrenar o a que la estaban etiquetando como un peligro a combatir.

Un poco mas alla, en la cabina de Warhead, se oian gritos y maldiciones pero como aquellos trastos estaban insonorizados era imposible saber lo que decia. Bool se pregunto que estaba ocurriendo en la pantalla pero Kiri ocupaba todo su campo de vision. 

Retroceso arranco a su hijo del simulador. La cara de Chas al verle fue un poema

-Vamonos a casa ahora mismo. iCasi has hecho que a tu madre le diera un ataque!

-iNo puedes darme ordenes, ya no soy un crio!

-iPues deja de comportarte como uno!

Chas no trato de teleportarse. A aquella distancia, su padre podia prevenir exactamente a donde iria y actuar en consecuencia. Retroceso se despidio con un gruñido del personal de A.E.G.I.S. y salio como una tromba arrastrando a su hijo. 

-iCuando lleguemos a casa tu, tu hermano y yo vamos a tener una pequeña charla!

Una nubecilla de vapor rodeo el cuello de Kenjiro cuando se quito el casco. Sus auriculares chirriaban con la voz de su padre pidiendo explicaciones. Junto al simulador habia un hombre de unos cincuenta años, gafas de espejo, traje y corbata.

-Vaya con el viejo O'Donnell: un sistema de autodestruccion en la armadura como recurso final. ¿Estabas dispuesto a volar en pedazos este lugar, chico? Estas tan loco como tu padre. 

- No... - Quiso replicarle, pero tenía algo de razón, si suponía un peligro para las personas de su alrededor en qué clase de superheroína le convertía eso. - La diferencia es que yo no quiero herir a inocentes, supongo... - Añadió insegura, pero estaba en lo cierto, ¿no?

No terminaba de transmitirle mucha confianza, la forma en que le hablaba le inquietaba, pero quizá dejarse ayudar por A.E.G.I.S. no era tan mala idea. Además, con la tutela de Azorath seguro que conseguiría aprender a controlar mejor sus poderes, o al menos intentó convencerse de ello a sí misma. - Está bien, pero... ¿Qué opinan los demás? - Movió la cabeza a un lado, intentando ver lo que ocurría tras la mujer. En unos pocos segundos todo se había ido de madre, al menos El Toro parecía pasarlo bien por lo que podía ver en pantalla.

Warhead estaba a punto de responder algo insultantemente ingenioso a Reginald Rake cuando se dio cuenta de la presencia de su madre y de su hermana Noah que hablaban con Bool. Dejó el casco tirado de cualquier forma en el asiento y se acercó a toda prisa al trío. Su cabeza se veía ridículamente pequeña sobresaliendo de aquella mole acorazada. En cambio, el traje de su hermana había sido miniaturizado y ajustado ergonómicamente a su cuerpo menudo.

—¿Mamá? ¿Qué haces tú también aquí? Oh... vale, no hace falta que me respondas. Esto lo habéis tramado entre todos para humillarme públicamente delante de mis amigos y de la gente de A.E.G.I.S. ¿Cómo he podido ser tan tonto para aceptar esta mierda de simulación?

-Lo que opinen los demás es irrelevante frente a lo que opines tú-Kiri no movió una ceja a pesar de que su hijo estaba a su lado dando voces. Su hija mantuvo la mirada baja mordiendo el labio-Si quieres ayudar a los demás, primero debes ayudarte a ti misma.

Con gesto disimulado, le dio un sobre cerrado. Sólo entonces dirigió una breve mirada de desaprobación a Kenjiro. 

Los pasos del Director Adjunto Rake se detuvieron tras Kenjiro:

-No deberías darme la espalda, chico, menos aún después de tu actuación en el simulador. Estás aquí como un favor hacia tu madre, para demostrar que eres distinto de tu padre. ¿Te sientes humillado? Imagínate cómo se siente ella. Es una soldado, una luchadora por una causa a la que ha consagrado su vida. La carga que lleva sobre sus hombros es difícil de imaginar. 

Kiri se alejó sin decir palabra con su hija pisándole los talones. 

-Y ahórrate lo del sistema de autodestrucción: no habría ocurrido. Esto es A.E.G.I.S: aquí no explota nada sin mi autorización. 

Una vez la simulación se desvaneció, lo único que permaneció fue el olor a desinfectante. Héctor sospechaba que debían limpiar aquellos trajes hápticos a menudo pues de otro modo olerían como su gimnasio un viernes por la tarde. 

-Muy notable-dijo la agente Gilbear. Héctor no tuvo claro si eso era algo bueno o malo por el tono de voz-Hacía años que la Máscara no salía a la luz. Pensábamos que se había perdido con la muerte del Diablo Rojo en el 73... ¿Cómo la conseguiste?

Los ojos rasgados de Kenji se convirtieron en dos rendijas mientras fulminaba con la mirada a Reginald Rake. ¿Quién demonios se creía ese viejo para opinar de su padre y de su madre?

—Mire jefe, si quiere darme la chapa coja cita primero con mi dedo —Warhead le mostró una peineta al operativo de A.E.G.I.S.—. Conozco muy bien a mi MADRE —elevó el tono de voz aun a sabiendas de que Kiri no se iba a girar— y la única causa que le interesa es ella misma y el experimento que la sigue obediente a todas partes. El que les está haciendo un favor a ustedes es el BLITZ Squad accediendo a probar su apestoso simulador (la PS5 tiene mejores juegos) para que puedan extraer de gratis información sobre nuestros poderes y habilidades.

El Toro miró a la mujer que se había dirigido a él. Sentía todavía el ardor de la batalla, la última mirada a los dos únicos enemigos que habían quedado en pie. ¿Habría podido con ellos? Vaya pregunta, ¡por supuesto que habría podido con ellos! El superhéroe enmascarado miró a su alrededor y luego a la Gilbear. Sonrió, una sonrisa de matador. —¿Me creería si le digo que lo he olvidado, señorita?

Después, se empezó a quitar el traje háptico, sin importarle quién estuviera delante. Pero no se quitó la máscara. ¿Querían la máscara para ellos? Que se la intentaran quitar. Que lo intentaran.

Kiri tenía razón, en parte. Por supuesto que tenía voluntad propia y tomaba sus propias decisiones, pero al final ella había dado el primer paso como súper gracias a sus compañeros. Claro que quería hacer el bien y ayudar a los demás como buena adolescente idealista, pero desde luego no era un camino que quisiera recorrer sola. Escuchó y se limitó coger el sobre, doblarlo y guardarlo en el bolsillo. Porque la idea era que abriera el sobre cuando estuviera a solas, ¿verdad...?

Miró a sus compañeros, concretamente a Kenji que estaba empezando a perder los nervios con la situación. - Deberíamos irnos, Chas ya se ha adelantado. - No sabía muy bien como reaccionar y desde luego que meterse en medio era una idea terrible. Ese comentario fue lo mejor que pudo hacer, con un poco de suerte le harían caso y se irían del centro sin que la discusión fuera a más. - ¿Podemos irnos ya? - Preguntó, mirando al Director y luego a la agente Gilbear.

Sin embargo, no esperó a una respuesta. Se acercó a Kenji, pasando por enfrente del director. - Vales mucho más que esto Kenji, ya sabes como es tu madre, no va a decir nada. - Apoyó una mano en su hombro. - Es una putada, pero recuerda que nos tienes a nosotros, ¿vale? La Blitz también es una familia. Una pequeña familia multicultural y racial, huh, pero nos lo pasamos bien juntos.