Partida Rol por web

Un estruendo de cristales rotos llegó desde la Sala de Batallas. Kenjiro asomó por la puerta y soltó un juramento en japonés: aquel follón de cables que había montado Willow se había enredado en las piernas de la Mark 8, que había tropezado y caído sobre la bolsa de reciclaje de cristal.

El casco se había soltado y no se veía por ninguna parte y el resto de la armadura braceaba en el suelo como un cangrejo panza arriba. 

Al menos esta vez no se había activado la autodestrucción.

—¡A por ella, Bool, levántese! —dijo El Toro mientras le arrojaba dos de los tambores de la batería a la intrusa y se lanzaba al ataque de nuevo contra ella— ¡Es muy escurridiza!

¿Pero cuánta mierda han visto éstos tres? ¡No han alzado una ceja al hablarles de viajes en el tiempo! Al menos no habían soltado una carcajada.

- Porque sois los únicos con el poder para evitarlo - dijo respondiendo a la pregunta de Willow - O eso dicen los libros de...

No pudo acabar su frase (un cable poseído se le había enroscado en la pierna) pero la idea era la misma. Sólo quedaba que se creyeran aquella rocambolesca historia. Lo cierto es que ni ella misma se lo terminaba de creer del todo.

- ¡Lo siento, pero no me ha dejado opción! - se apresuró a excusarse ante El Toro. De nada sirvió.

Un sonido como el de aire comprimido escapó entre las junturas de sus implantes cuando la espartana patada del enmascarado aterrizó en su brazo, obligándola a clavar los pies y aguantar el impacto. Si el chaval era capaz de propinar un golpe así ¿de qué sería capaz La Máscara?

- Puedo explicaros todo si me dejáis - intercambió un par de bloqueos y contrabloqueos con Héctor - No quiero haceros daño ¡Ugh! En serio ¡Si soy vuestra fan!

La desastrosa entrada de la armadura de Kenjiro distrajo momentáneamente a la recién llegada, haciéndole perder la concentración.

- ¡Esperad! ¿Esa es la Mark 8? La recordaba de otro color... ¡Eh, cuidado con eso!

El luchador no cejaba en su empeño y la batería del reorganizador dimensional apenas duraba unos segundos. Las le valía hacerles entrar en razón pronto...

- Mierda. - maldijo para sí misma aún aturdida al ver el desastre que había causado con los cables y como ello había afectado a la Mark 8. - ¡¿Desde cuando camina por sí sola?! - Más tarde se disculparía con Kenji.

Pocos segundos después su cabeza volvió a la normalidad, y aunque aún se encontraba aturdida, al menos ya podía pensar con mayor claridad. Volvió a adoptar una postura de manos, cruzando un brazo por encima del otro y esta vez unos cristales rotos levitaron a un metro del suelo, giraron con la punta más afilada apuntando a Debbie y en un parpadeo se lanzaron a una velocidad alarmante sobre ella. Si atraparla con cables no servía, entonces pasaría a una ofensiva más... ofensiva.

- ¿Y por qué tú? - Se lanzó al suelo para esquivar unos de los tambores que había usado Héctor como proyectil y había rebotado hasta ella. Por los pelos. - ¿Por qué te han enviado a ti? - Algún tipo de estatus debería tener si le habían enviado a ella, ¿no?

- Pues porque soy... la única... con los cojones... para... hacerlo. ¡Auch! - dijo esquivando la salva de cristales afilados. Salvo uno - Y no me han enviado. No... No les parecía buena idea ¡Ufff! Pero alguien tenía que seguirles.

Debbie deslizó el dedo por el display buscando algo que le ayudase a ganar tiempo. Un par de baquetas (¿en serio? ¿las baquetas, tío?) aparecieron entonces de la nada para ir a clavarse en la pared a escasos centímetros de su cara. El Toro se había quedado sin tambores. El dedo pulsó lo que no era y música trance-house de la peor que te puedes echar a la cara retumbó durante unos segundos en los cascos de la muchacha.

—¿Seguirles? ¿Seguir a quiénes? —El Toro embistió a todo tren contra Debbie Jay y estuvo a punto de pillarla. En lugar de eso, la chica le esquivó en el último momento y el héroe enmascarado se estampó contra una pared y la atravesó con un estruendo, dejando tras de sí un montón de ladrillos rotos y una nube de humo.

- ¡Cof! ¡Cof! A la Final Squad - apartó el polvo con la mano -  Tipos malos. Muy malos. Su intención es acabar con vosotros y así cambiar el futuro.

DJ se volvió hacia Bool preparándose para reaccionar a lo que sea que la hechicera tuviera pensado invocar. Si tan sólo tuviese un cargador de tipo-H...

- Como comprenderéis no podía permitir que eso pasase. ¿Qué sería del futuro sin los temazos de Merge Conflict? - bromeó.

—Joder, dejad de destrozar el local. Mi viejo nos va a asesinar —gritó Kenji desesperado al ver su armadura por los suelos. Pero ni corto ni perezoso se dedicó a lanzar cascos de botellas a la intrusa para intentar distraerla y que Héctor pudiera conectar algún golpe—. ¿Merge Conflict? No está mal —afirmó con una sonrisa mientras le tiraba la bolsa medio vacía y con unos cuantos cristales rotos.

A continuación se puso a buscar el casco de su armadura. Madre mía, qué ridículo más grande. Si es verdad que viene del futuro seguro que se vuelve o se pone a buscar mejor a Sarah Connors.

- Espera, ¿qué? - Debbie se detuvo durante un instante ante el comentario de Kenjiro. La había cagado y bien.

Un puñetazo en plena mandíbula por parte del portador de la máscara le mandó volando a través de la sala hasta dar con la espalda en el otro lado. Tuvo que desencajarse levemente de la pared para poder incorporarse.

—¡Ja! ¡Tome esa! —dijo El Toro, que por fin había logrado enganchar una buena. Ver que no se iba a cargar a la chica de un sopapo le había animado a golpear sin contenerse en absoluto, y había funcionado. Avanzó corriendo hacia ella, apartando de un empujón una mesa, que se estrelló contra una pared y rebotó (con todas las patas dobladas) contra una vieja tele. La televisión cayó al suelo y la pantalla se rompió en mil pedazos. —¡Ya la tenemos!

La carga desenfrenada de El Toro le hizo ponerse en guardia. El chaval no parecía pasar de contenerse un minuto más. Malas noticias. Una embestida de esas proporciones eran malas noticias. DJ extendió los brazos hacia adelante y las mangas de su chaqueta se deslizaron hacia atrás. Los brazales que envolvían sus antebrazos se activaron de pronto enviando una onda expansiva hacia el enmascarado. Las ventanas cercanas estallaron conforme la onda sónica salía despedida hacia delante.

- A todas estas ¿no erais cuatro? - preguntó mirando hacia los lados. La onda sónica frenó ligeramente el avance de Héctor - ¿dónde está el tío Chas?

—¡Aaaaagh! ¡Las ventanas insonorizadas! ¡Parad ya me cago en la puta! —no era fácil hacer que Kenjiro O'Donnell maldijera como un vulgar tabernero—. Espera, ¿el tío Chas? Vamos, no me jodas...

Kenji dejó de lanzar cosas contra la intrusa y comenzó a buscar algún rasgo familiar en su rostro. No era fácil con tanto meneo y con Héctor lanzando golpes aquí y allá. ¿Dónde coño estará el casco? Con él podría hacer un escaneo de su fisonomía y tratar de averiguar algo sobre ella...

Se levantó del suelo para tener que lanzarse de nuevo y esquivar una de las patas de la mesa que salió volando en dirección a su cabeza. - ¡Héctor! - Su toque de atención quedó en segundo plano gracias al ruido de las ventanas estallando.

Levantó la cabeza sorprendida. - Espera... ¿Entonces tú eres la hija de su hermano? - Se llevó las manos a la boca. - Qué fuerte.

El golpe sónico le dejó un poco turulato, aunque El Toro siguió avanzando a duras penas. Pero la llamada de atención de Bool hizo que parara un instante en su avance. Miró a sus colegas —Pero... ¿entonces de verdad viene del futuro? —echó un vistazo a la tal Debby Jay, tratando de encontrarle algún parecido con Chas. Se movió a un lado y a otro, como una bestia enjaulada, mientras no le quitaba ojo a la chica. —Puede ser un ardid... —masculló, mientras seguía atento a cosas que poder tirarle encima en caso de necesidad. Ostias, está todo destrozado...

Debbie apagó sus de-estabilizadores y resopló, apartándose los pelos de la cara.

- Es lo que intento deciros - se llevó una mano a la frente, visiblemente frustrada - pero no habéis parado de darme estopa desde que he llegado. Ya os vale.

Aprovechando la disyuntiva la muchacha se dejó caer sobre el suelo, apoyando su peso sobre los brazos. Mañana iba a tener unas agujetas de aúpa.

- Si no me creéis dejad que el tío Ken se ponga el casco y analice la red en busca de mi ficha, ¿si?

- ¿El tío Ken? - Se quedó en blanco por unos segundos y añadió. - Entonces... Roger y Zoe... ¡Qué fuerte, qué fuerte! - Iba a seguir con ¡y tenía cara de mosquita muerta!, pero igual aquel comentario le sentaba mal a Kenji, así que lo guardó para sí misma.

Dicho eso también se puso a buscar el casco de la Mark 8, si con su tecnología eran capaces de corroborar todo lo que estaba diciendo igual sí que valía la pena tener en consideración todo lo que les estaba diciendo.

—¿LO QUÉEEE? Repite otra vez eso de el tío Ken y de que mi hermana y Roger... EY, QUE SOLAMENTE TIENE CATORCE AÑOS.

Kenji buscaba con más ahínco su casco, mirando a DJ cada poco con gesto furibundo. Que viniera del futuro ya le parecía un desbarre. ¿Qué decía su padre sobre la linealidad del tiempo...? Bah, no me acuerdo. Me aburre tanto escuchar al viejo que a veces no sé ni cómo soy capaz de manejar la armadura. Pero que afirmara ser su sobrina...

—Tú te estás quedando con nosotros, colega. ¿Qué vas a ser tú mi sobrina? Venga hombre... —una risa nerviosa se apoderó de él—. Pero, ¿dónde cojones ha ido el casco? ¿Y cómo voy a encontrar tu "ficha" si vienes del futuro?